"'Punto de Encuentro' es una gran revista", resume con su voz dulce Luisa Valmaggia (Del Plata, AM 1030, lunes a viernes de 13,00 a 17,00). Acaba de terminar la audición (ella se encarga de la conducción y de la locución, por eso no tiene respiro) y se entrega a la charla con AHORA en la oficina de producción entre teléfonos que suenan y gente que ya prepara la salida al aire del otro día. "La tarde permite acceder a un público que está en su casa o en las oficinas. Eso te da tiempo para la reflexión o para hablar de historia, por ejemplo. Porque cuatro horas de información terminaría siendo un 'amasijo'. Para nosotros y para el oyente. Hay tanta 'pálida' para comentar... Y la vida tiene de todo".
-¿Alguna vez lloraste frente a las noticias?
-No, pero me emocioné haciendo alguna nota... (se llenan los ojos de lágrimas). Es complicado. Disculpá que no te dé ejemplos, pero me afecta. Es muy difícil separar la vida del laburo. No es cierto que uno termina "impermeabilizado". La gente pone demasiada esperanza en un comunicador y no siempre la podés ayudar. A veces te sentís desbordada, impotente y en deuda.
-Tu "vecino" Pepe Eliaschev comentó: "dentro de un multimedio, la radio es la Cenicienta". ¿Estás de acuerdo?
-Depende de los intereses del multimedio. A lo mejor no para la empresa pero sí lo es para los anunciantes.
-¿Por qué creés que no se pauta en radio?
-La televisión es muy excitante. Los avisadores no tomaron conciencia de que la radio sigue siendo importantísima y tiene un enorme poder de llegada. Pero a veces me pregunto si los departamentos comerciales de las empresas entienden que la radio es la gran vendedora. Y lo puedo decir porque hago radio y TV.
-¿Cómo es tu relación comercial con el multimedios América (dueño de Del Plata)?
-Tengo contratos anuales de coproducción.
-¿Buscás anunciantes?
-No es una obligación, pero lo hago.
-¿Te sentís cómoda en esa faceta?
-Trato de ser honesta: me parece un despropósito que los periodistas tengamos que hacer coproducciones. El periodista debe hacer periodismo. Es muy difícil transformarse en empresario.
-¿Alguna vez perdiste un anunciante por tus opiniones?
-No. Es más, tengo anunciantes de primera línea que no deben compartir muchas de mis opiniones. Pero apuestan a ligar su imagen a mi honestidad y a una manera de comunicar. Yo no hago lobbies ni operaciones de prensa.
-¿Si hicieras operaciones de prensa o lobbie serías más famosa y tendrías más dinero?
(Duda)-Puede ser, sí. Algunos tomaron ese camino, son elecciones.
-¿Se puede deducir que te hicieron alguna "propuesta indecente"?
-No. Creo que no se animan porque saben quien soy. Mi perfil no da. Nos conocemos todos mucho. Y aprovecho para confesar que me preocupa que los periodistas no debatan sobre la profesión y cómo ejercerla. Me parece que somos muy corporativos. A veces defendemos antes a uno malo de los nuestros que a uno bueno de afuera. Y es grave que no se hable. Alguien lo planteará de afuera y nos va a costar explicar por qué no lo hicimos nosotros.
-¿Escuchás radio?
-Sí, hago zapping. Tengo a mi familia atormentada con la AM porque no pongo música.
-¿Con quiénes disfrutás?
-Ultimamente no encuentro gente que me haga disfrutar. Por eso hago zapping. Me paro ante un entrevistado o con un estilo. Aunque me sigue gustando mucho Nelson Castro, que pregunta muy bien. Es uno de los grandes de esta época.
-¿Perdiste la candidez frente a la radio?
-Sí. Cuando era chica nos juntábamos con la familia alrededor de una radio de madera que había hecho mi abuelo. Escuchábamos "Las dos carátulas", otro tipo de radio. Hoy la pongo por una deformación profesional, necesito las noticias al instante.
-¿Creés que las encuestas definen el verdadero humor de la gente?
-La inseguridad y el desempleo son temas tan fuertes que no hacen falta encuestas para demostrar que la gente está preocupada.
-¿Notás un cierto rebrote autoritario en los mensajes de la gente a las radios? Del tipo "maten a los chorros" y "los políticos son todos ladrones"...
-Acá no tanto. Del Plata es una radio especial, con un perfil muy definido. Tiene muchos oyentes radicales-alfonsinistas. Algunos casi militantes. Hay radios para todo público. Por ejemplo, la "10" apunta a otro nivel socieconómico y cultural. No sé si hay una corriente de derecha en la gente. Sí te digo que la sociedad está asustada y la clase dirigente no supo darle respuesta. Entonces la gente pide mano dura sin saber lo que viene detrás. Ya tuvimos mano dura sin resultado. No vamos a volver a probar lo mismo... También pasa que hay tanta bronca, que cuando se le abre el micrófono al público, puede aparecer un insulto.
-¿Por qué creés que no se le da respuesta a la gente en esos temas?
-Son cuestiones de difícil resolución. Y además están politizados temas que deberían ser de estado. Eso es un error y está muy mal porque la sociedad está reclamando otra cosa. Pero como vivimos de campaña en campaña...
-¿A propósito, cómo evaluás el nivel de discusión de la campaña a jefe de gobierno porteño?
-Bajísimo, pésimo. Los spots publicitarios de Ibarra y Cavallo tienen mensajes toscos y que apuntan a decirle a la gente que le van a resolver los problemas. No lo van a hacer. Y la gente sabe que detrás de esas promesas no hay nada.
-De la Rua llegó a la presidencia con un discurso similar...
-Y Menem antes. La gente necesita otra cosa. Hay que debatir porque pensar que la democracia mágicamente nos va a resolver todo, puede desembocar trágicamente en "soluciones" como la de Chávez en Venezuela, Bussi en Tucumán o Fujimori en Perú.
-¿La sociedad maduró más rápido que la clase dirigente?
-El tema es complejo, pero simplificando, creo que la gente sabe muy bien qué es lo que quiere.
-¿Y en qué nivel de madurez están los medios?
-Así como la gente sabe lo que quiere, tampoco estoy segura de que nosotros sepamos transmitirlo. A veces yo no me siento lo suficientemente clara a la hora de transmitir lo que creo que la gente reclama.
-¿Cómo se soluciona?
-No se... Habría que hacer los reportajes con una tribuna atrás. Y uno ser el nexo.
Gustavo Masutti Llach
Revista Ahora - Diario Crónica
Buenos Aires - Argentina
Abril de 2000
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