Es uno de los máximos responsables del cambio que vivió la radio en la última década. Jorge Santos fue director de Radio Mitre desde el primer día de 1987 y bajo su dirección la emisora se convirtió en la número uno. Hoy, a semanas de su desvinculación del Grupo Clarín (dueño de la radio) asegura que está "en el mercado de pases, escuchando ofertas". A la hora de evaluar su gestión monologa: "Es la primera vez que hago un balance. Diría que soy la persona que más revolucionó la radio en los últimos trece años. Cuando entré a Mitre estaba segunda con casi la mitad de la audiencia de Rivadavia y no funcionaba la FM. Hoy, Cadena 100 tiene cerca de cuarenta emisoras en todo el país, Cadena Latina funcionó muy bien en el interior y con Mitre, en menos de tres años, ya estábamos primeros".
-¿Cuáles fueron las decisiones que llevaron a ese mejoramiento?
-En la faz comercial creamos a los "pequeños anunciantes", con los cuales ampliamos el mercado en un 40 por ciento. Fueron una tabla de salvación en la época de la hiperinflación. Y más tarde, las Pymes. También el telemárketing, el prospecteo y un número de teléfono con información del anunciante.
-¿Y en lo artístico?
-Instalamos la radiofórmula, al estilo europeo o americano, con sistemas de segmentación y de repetición de música porque la gente cuando prende la radio quiere escuchar los hits. Reinventé la cadena en la Argentina porque acá se creó en los años '40 y desapareció en los '50. La mañana de Mitre, con Magdalena, Ibarra (era periodista deportivo) y después Nancy Pazos son responsabilidad mía. También Fantino, que vino a reemplazar en el "Show de Boca" a Caldiero, que no me hizo caso y se fue a relatar todo el fútbol.
-¿Cómo que no hizo caso?
-Yo le recomendé que no se aparte de Boca porque no sería creíble relatando goles de River. Los de River no le creen y los de Boca lo odian. Volviendo al tema, inventé el slogan "La radio que más vende".
-A mí me chocaba, me sentía un cliente y no un oyente.
-Puede ser. Lo que pasa es que apuntaba al anunciante y dio resultado.
-¿El llegar al primer puesto es mérito de ustedes o hubo errores en la competencia?
-No todo son aciertos de uno. Para que alguien suba otro debe bajar.
-¿Cuál fue el error de Rivadavia?
-No cambiar. Tenían un formato alto, de grandes figuras (verdaderos maestros) que fue espectacular, pero la gente cambió de gusto.
-¿El mismo proceso se dio en el crecimiento de Radio 10? ¿Ustedes le dieron cabida?
-Sí. Lo peor que puede tener alguien de medios es creer que el éxito es permanente. Hay que crearlo todos los días. Lo de Radio 10 es importante y tiene que ver con una propuesta y una dinámica que a la gente le gustó. Algo que perdieron otras radios. El tema no es si están igual o mejor que Mitre. Ellos nacieron de cero y superaron a Rivadavia, Continental o Del Plata. Es muy valioso e indiscutible.
-¿Y cuál fue la "culpa" de Mitre?
-Probablemente dejó de mirar el mercado y creer que son fenómenos circunstanciales. O un quedantismo momentaneo.
-¿Por qué te fuiste de Mitre?
-A veces hay muchos logros pero los tiempos no coinciden. Como el desarrollo que el grupo (Clarín) podía tener sobre la radio y la iluminación que podía poner sobre ella. Todo lo que te nombré fueron esfuerzos personales. Aunque le estoy agradecido al holding con el que trabajé tantos años como deberían estar ellos conmigo. Necesito refrescarme, nuevos desafíos. A veces uno ve que el equipo que vos querés no te responde igual que años anteriores. Entonces el director técnico decide irse solo y no cambiar a los jugadores.
-Eliaschev me aseguró que las radios son la "Cenicienta" dentro de los holdings. ¿Es más o menos lo que me decís?
-Sí. El tamaño del negocio es de importancia más reducida que el del cable, la televisión o el cable. Pero la radio es un negocio que debe ser juzgado como tal. Acorde al nivel de inversión que requiere y de su rentabilidad. Por el contrario, en el resto del mundo, la radio es una de las niñas más miradas.
-¿Fue una salida consensuada?
-Totalmente.
-Dos rumores. Primero: se habló de que recibiste una indemnización de seis ceros.
-No hubo despido, por ende no hubo indemnización. Recibí una compensación o gratificación. Si fuera cierto lo de los seis ceros no estaría dando notas (se ríe).
-Segundo: Se dice que el grupo Emmit te tentó para ponerte al frente de Radio El Mundo.
-Hay muchos rumores. Creo que ya me ubicaron con el grupo Emmit, con Telefónica, con la cadena Ser de España... en fin, en todos lados.
-No me contestaste.
-Jorge Santos es un enamorado de la radio. Para mí es como una mujer muy hermosa y demandante.
-¿Entonces?
-Estoy en el mercado de pases. Como un jugador libre que escucha ofertas. Hay nuevos "players" en el mercado. Uno es Emmit y también desembarcará Telefónica, las Cadenas Ser y Caracol se fusionaron y están poniendo un pie en Latinoamérica.
-La mayoría se queja de que "la radio no es negocio". ¿Con el desembarco de nuevos inversores pasará a serlo?
-La radio es o no negocio de acuerdo a cómo lo administres. Y si hay una sobreoferta de radios evidentemente algunas van a sufrir.
-¿Cuántas AM debería haber en Buenos Aires para que sean rentables?
-Un poco menos de las que hay oficialmente. Hay 14 emisoras de AM y 18 de FM. Fijate esta proporción: Madrid tendrá poco más de 2.000.000 de habitantes y cuatro AM.
-Una cada 500.000 personas.
-Y aquel es un mercado más próspero y trabajan en cadena. Lo que pasa es que acá las radios son como los LaveRap de otra época. Todos creían que era un gran negocio hasta que pusieron dos en la misma cuadra y se fundieron. Llega un momento que no hay anunciantes para todos. Cuando uno dice "catorce AM" está visto que no todas pueden vivir.
-¿Cuál sería el dibujo radial en el futuro?
-Tres cadenas de radio y algunos emprendimientos independientes. Quizá dos más fuertes.
-Supongo que ya conocés cuáles serán los capitales de esas cadenas.
-Después de tanto tiempo en esto, sí. Pero me reservo la futurología porque uno nunca sabe en qué club jugará.
Gustavo Masutti Llach
Revista Ahora - Diario Crónica
Buenos Aires - Argentina
13 de febrero de 2000
domingo, 13 de febrero de 2000
Oscar González Oro: "Estar primero es una responsabilidad muy grande"
"'El Oro y el Moro' es un show. Que tiene que ver con la noticia, con la música, con el humor y con un estado de ánimo muy especial. Pretendemos entretener e informar con buena onda". Así describe el "Negro" Oscar González Oro (48) a su programa, que va de lunes a viernes de 9,00 a 12,00 por Radio 10, AM 710. La charla es en uno de los estudios de la emisora de Palermo. En sus ojos se nota el cansancio por tener que levantarse temprano. Es que está haciendo la "suplencia" de Daniel Hadad, por lo tanto sale al aire a las seis de la mañana.
-La tuya no es una mañana clásica.
-No. El humor está mucho más incorporado y tal vez lo que sorprende a la gente sea que un tipo como yo se ponga a cantar a dúo con Sergio Denis por diversión y a los dos segundos esté hablando seriamente con el presidente de la república. Y que después charle con un filósofo y sepa algo de filosofía. Porque soy como la vida. Uno no es gracioso ni filósofo ni canta todo el día.
-¿Un personaje inspirado en Hugo Guerrero Marthineitz, tal vez?
-El es un referente, un amigo y un tipo al que quiero y admiro. El "Negro" también cantaba y le gustaba mucho. Quizás la diferencia con aquel fantástico "Show del minuto" es el tono. El suyo era mucho más apaciguado e iba a la tarde. Nosotros vamos más "arriba".
-Es que cambiaron los tiempos en la radio.
-Es cierto. Se aceleró mucho el ritmo.
-¿Tenés otros referentes?
-Cacho Fontana. Me parece que fue el inventor de este tipo de mañana en la radio. Existen diferencias entre lo que hacía él y lo nuestro, pero él creó con el "Fontana Show" el estilo de la mañana alegre, divertida y muy arriba.
-Sé que les va muy bien en el nivel de audiencia, aún en el horario más competitivo.
-Sí. Estamos primeros en AM. Después de muchos años le pudimos ganar a Mitre. Y somos el programa más escuchado de la radiofonía argentina. Tenemos el mayor porcentaje de audiencia de la radio en el horario de máximo encendido del día. No sé cómo nos va contra las FM.
-¿Qué te cambia el ser primero?
-El otro día estaba pensando que empecé hace años en Pinamar. Quise ser primero allá y lo logré. Después llegué a Buenos Aires, a Del Plata y conseguí tener la mayor audiencia de la noche. Entonces llegó la propuesta de Daniel Hadad de pasar a la 10 con el objetivo de ser primeros. Aunque no en tan poco tiempo. Es entonces que te preguntás: ¿Cuánto va a durar?. Porque esta profesión, tan fantástica como ingrata, hará que aparezca alguien mejor que uno, con mejor onda o que le guste más a la gente y me desplace. Podré estar bien posicionado, segundo o tercero, pero ya no primero. Además, es una "cucarda" que uno se cuelga del pecho y queda para siempre. Algo que forma parte de mi historia personal y algún día mi hijo Agustín dirá: "Mi viejo fue el tipo más escuchado de la radio". Aunque sea sirve para eso.
-Me quedé esperando la respuesta.
-Con el riesgo de caer en un lugar común tengo que decir que estar primero es una responsabilidad muy grande. Se nota la repercusión inmediata por cualquier cosa que decís en el programa. Sea de un político o de lo que fuere, inmediatamente hay una respuesta... inmediatamente (enfatiza). Y uno tiene que tener bien en claro hasta dónde puede hablar, hasta dónde debe jugarse.
-¿Eso no es autocensura?
-No lo veo así. Más bien es manejar con responsabilidad el aire del programa más escuchado.
-¿Tu éxito está montado en el de la 10?
-Sí. Nadie tiene una explicación para el éxito de la radio. Creo que ocupó un lugar vacío. Todas las radios sonaban parecidas. Nosotros nos impusimos con una línea coherente de pensamiento, un estilo de conducción y hasta un estilo de humor.
-¿Se les baja alguna línea, porque, como vos mismo decís, la programación es muy compacta y homogénea?
-No. Sería imposible que nos pongamos de acuerdo. Soy amigo de Jorge Rial pero nunca comí con él. Igual con Chiche Gelblung o cualquier otro. No se hacen reuniones de ese tipo. Y si alguna vez se hizo un asado, hablamos de todo menos de la radio.
-Tu programa en Del Plata ("Tarde pero temprano") era muy diferente. Pausado, con participación de los oyentes al aire...
-Absolutamente distinto. Es que era totalmente diferente el horario. A la noche tenía un ritmo impuesto por la noche y yo podía hacer entrevistas que duraban cuatro horas. Hoy, una entrevista larga dura diez minutos. Y es muy extensa, porque a medida que avanza el año crece la pauta publicitaria, que gracias a Dios es mucha. El éxito de un programa no se mide sólo por la audiencia sino por cómo rinde en lo comercial. En Del Plata la pasé muy bien y me di el gusto de entrevistar a cientos de las personalidades del país. Pero fue una etapa.
-¿Quedó alguna secuela de la agresión de los taxistas del año pasado?
-No. Quedó gente enojada, pero nos ayudó a establecer la presencia del programa y de la radio en los taxis. Para insultarme o agradecerme. Lo que hicimos fue denunciar la existencia de la maffia de los taxis, algo muy conocido pero que no se decía. Pegó tan fuerte que un día salimos a la puerta y encontramos una manifestación con helicópteros de la policía, las manzanas cortadas hasta Plaza Italia y yo no lo entendía demasiado bien. Si hasta nos llegaron a prender fuego un móvil. También me seguían, me hacían gestos amenazantes y me tajeaban las ruedas del auto.
-¿Qué lectura hacés hoy?
-Ya pasó. Aquello fue una respuesta inadecuada por parte de aquellos que pertenecían a las maffias. El resto nos sigue queriendo. Dimos la noticia del accidente de LAPA porque nos avisó un tachero que pasó justo por ahí. Y las maffias deben seguir, seguramente. Pero lo nuestro es informar, no solucionar.
-¿Y tus referentes políticos quiénes son?
-A medida que voy creciendo me hago más anárquico. Me voy desencantando con cada uno. No soy pesimista pero tampoco imbécil. Veo que no cambia nada y existe el negocio político. Le creo a Alfonsín, como honesto, y a Menem, porque dio vuelta la Argentina. Más allá de los partidos.
-¿Y a De la Rua?
-Estoy a la expectativa. Es muy pronto para juzgar.
-Está la referencia de la ciudad de Buenos Aires...
-Y mal no le fue. La recibió con un déficit enorme y la dejó con superavit.
Gustavo Masutti Llach
Revista Ahora - Diario Crónica
Buenos Aires - Argentina
Febrero de 2000
Luis Majul: "Al periodismo "felpudo" todo el mundo lo conoce"
El sol cae a pleno sobre Plaza Dorrego, en San Telmo. Luis Majul habla y de fondo se escucha el parloteo de los turistas franceses, brasileños y estadounidenses que pueblan el lugar y ocupan las mesas aledañas. El conductor de La Cornisa (Radio Uno, FM 103.1, lunes a viernes de 6,00 a 9,00) se muestra ansioso y seguro de lo que hace y dice. Y contesta las preguntas con un cierto toque de desconfianza, como si sospechara que en cualquier momento se lo hará caer en una trampa. "La Cornisa es un programa con mucha información -describe-. Con gran calidez y un clima espectacular. Además, creo que tiene los mejores columnistas del mercado. Cada vez está gustando más y tiene algunas de las mejores entrevistas que se pueden escuchar en la radio".
-¿Costó adaptarse a la FM?
-La gente no mide tanto eso. Algunas personas mayores puede ser que se confundan con la banda, pero el resto no. Por mi parte, sin problemas.
-¿Les va bien con el rating?
-Sí. En un medio como la radio, que es más difícil crecer, según Ibope pasamos en un mes del octavo al tercer lugar. Y somos uno de los programas que mejor les va comercialmente.
-¿Estás en el horario más competitivo de la radio?
-Sí. Antes de Radio Uno, me ofrecieron seguir en Continental en el horario de Carolina Perín y también llegaron ofertas de Del Plata, Libertad y La Red. Pero elegí la Uno por la libertad que me dan. Mi estrategia era, en el plazo de un año, compartir la "pole position" con Ari Palouch y Roman Lejtman, que hoy lideran. En la radio me dicen que voy a llegar antes, pero no creo. En enero estaba primero FM Hit, que no es periodística, segundo Ari y terceros nosotros. Pero Lejtman estaba de vacaciones. Veremos que pasa.
-Rechazaste un sueldo y la coproducción. ¿Por qué la radio aceptó que produzcas tu programa sin intervención?
-En la Uno sentían que con una mañana fuerte crecerían. Y el primer mes tuve un punto más de share que la radio. Apostaron por mi.
-Chiche Gelblung dijo que le asqueaba ver a muchos "chupamenem" tratando de volverse "cupadelarrúa".
-El periodismo "felpudo". Todo el mundo los conoce. Pero yo estoy tranquilo porque la gente se da cuenta. En el programa tenemos un código de ética. Entre otros puntos está el no hablar más de un entrevistado cuando no está al aire.
-Te propongo un juego: te tiro nombres y vos me das una definición.
-Dale.
-Fernando De la Rua.
(Piensa)-Representa un cambio de estilo contundente. Debería tomar el consejo de Tony Blair: "Fernandou, lo que no hagas en los primeros 100 días te va a costar muchou después". Si no soluciona el tema de la reactivación económica, la "luna de miel" se terminará pronto.
-Carlos Menem.
-Se está notando mucho lo malo de sus transformaciones. Lo bueno pasó, está hecho. Hoy se ve la terrible concentración de la riqueza y la pobreza extrema.
-Domingo Cavallo.
-Es el fenómeno político del momento. Tiene una enorme voluntad. Hace unos meses parecía que iba a ir "en cana" y no tenía futuro político. Hoy está con expectativas de ganar la Ciudad de Buenos Aires. Si Reutemann y Ruckauf (que son los grandes especuladores de la política nacional) lo apoyan, es porque huelen que puede ser importante.
-Aníbal Ibarra.
-Es honesto y transparente. Se le nota el apoyo de De la Rúa. Aunque hoy ganaría, parece que necesita mucha ayuda para triunfar.
-Jorge Lanata.
-Es un showman brillante y un periodista con muchos "huevos".
-¿Te paga bien en "Veintidós"?
-Te imaginarás que no cobro lo que se paga en el mercado. Igualmente, siempre pienso que me pagan un poco menos de lo que merezco.
-Mariano Grondona.
-El dice que necesita invitar cierta gente para ponerle picante a su programa. Entre otros, a mí. No se le puede pedir que mida diez puntos. Lo suyo es digno.
-Diego Maradona.
-Es una metáfora de la Argentina. "Te amo te odio, dame más", como decía Charly García (a quien le cabe la misma reflexión). Recibe un amor incondicional pero a la vez parece que lo empujamos a que dé el siguiente paso hacia la muerte. Y juega con eso.
Majul se autodefine como un "periodista de investigación". Se hizo conocido a través de sus libros, verdaderos "best sellers" periodísticos. Pero terminó de ganarse un lugar en los medios a través de sus participaciones en la mañana de Radio Continental. Tras un sonado y ríspido incidente con la conductora Carolina Perín, optó por retirarse al final de la temporada, a pesar del apoyo de la emisora.
-¿Qué te quedó de tu paso por Continental?
-En Continental aprendí todo lo que no se debe hacer en radio y toda la parte técnica. Fue ahí que descubrí a manejar los climas. Esto de que después de una columna fuerte hay que poner música tranquila para manejar un contraste, por ejemplo. También que si le hablás a la gente desde el corazón, te siguen. Y yo nunca mentí. Ni siquiera para hacerme un machete en la escuela.
-¿Aprendiste lo que no se debe hacer?
-Las dos cosas. Lo bueno y lo malo. Cuando se hace periodismo interesado y se cobra por abajo de la mesa la gente se da cuenta porque por suerte se nota al aire. Por eso mucho público de Continental me siguió. Me lo dicen los oyentes. Muchísimos me dicen que escuchaban a Ari Paluch, a Lejtman o a Continental.
-Jorge Lanata dijo que en Continental no se podía hablar de Monetta...
-No. El dijo que en el noticiero no se hablaba de Monetta. Yo le dije que como columnista nunca le presté atención a los noticieros y que yo hablé de Monetta en mis columnas. Está grabado. En Continental trabajé con total libertad. Tenía fricciones porque no tenía compromisos con nadie. y la radio me apoyaba. Me fui rescindiendo el contrato y sin pedirles ni un peso.
-En 1995 dijiste de Carolina Perín: "es dulce, tierna y generosa. Una conductora de lujo".
-En el '95 era dulce y generosa. Después cambió. Pero no me gusta hablar de ella. Recién cité a Charly, ahora a Fito Paez: "No es bueno hacerse de enemigos que no estén a la altura del conflicto/ Que piensan que están en una guerra/ y se hacen pis encima como chicos/ Que rondan por siniestros ministerios/ haciendo la parodia del artista/ Que todo lo que brilla en este mundo/ tan sólo les da capa y les da envidia". Es todo lo que voy a decir del tema.
Gustavo Masutti Llach
Revista Ahora - Diario Crónica
Buenos Aires, Argentina
Febrero de 2000
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