martes, 27 de abril de 2004

Betty Elizalde: "Esta debe ser la única profesión en la que hay que pagar para trabajar".

El estruendo de los autos que pasan por enfrente del bar-heladería de Palermo, contrasta con la paz que irradia su voz. Betty Elizalde ("Siempre Betty", FM La Isla, 89.9 lunes a viernes a las 13) finalmente se impone al ambiente y la charla fluye.
-¿Por qué tantos cambios de emisora?
-Porque no tengo plata para pagarme los espacios. Esta debe ser la única profesión en la que hay que pagar para trabajar. Ya no se trata de que te paguen poco o mal. Hay que convertirse en productora de espectáculos.
-¿Cómo lo llevás?
-Pensaba que nunca me iba a adaptar a esa veta comercial, pero lo logré. Igual, no me parece correcto que tengamos que hacerlo, porque cuando te sentás al micrófono, no deberías tener ese tipo de preocupaciones. En fin, a esta altura de mi vida conseguí dedicarme a lo que más odio: hacer números y ser mi propia gerente comercial.
-¿Es para tanto?
-Sí. No sé lo que es una factura y hasta me rechazan los cheques porque la firma no coincide. Pero, con gente que me ayuda, me fui armando el caminito.
-¿Ya ganás plata?
-Y... no. Porque tenés que repartir con la gerencia comercial de la radio, comprarte minidiscs, cassettes y compactos de música, además de las llamadas telefónicas. Qué voy a hacer, no puedo bajar la calidad del programa. No me sale.
-¿Cómo encarás cada nueva temporada?
-Tratando de renovarme, porque yo no soy de las que llora porque levantaron "Los Pérez García". Miro siempre para adelante, y lamento que no vaya a poder asistir a cómo será la radio del 2040. Y cada vez soy más auténtica frente al micrófono. Al punto que mi hijo una vez me recriminó con rabia: "¿Por qué no serás en casa como en la radio, que saca lo mejor de vos"?.
-¿Tenés respuesta?
-El "uno a uno" me cuesta mucho. Con el micrófono como mediador se me hace más fácil. Tal vez nunca haya elaborado cierto maltrato y desplazamiento que sufrí en mi infancia. Todavía opera en mí el "cuidado con la gente". En mi casa, mi familia era tipo la inquisición española, con mi abuela llena de crucifijos todo el tiempo. Y me metieron el miedo a la gente. Pero en la radio me siento protegida.
-Alberto Olmedo decía que ponía "el muñeco" adelante de la cámara. ¿Vos lo ponés cuando salís del estudio?
-Qué interesante. Me parece que sí. A veces digo "...me voy a poner la máscara porque termina el programa y tengo que salir a la calle". He confesado cosas al micrófono que no me atreví en la terapia.
-¿A qué tipo de maltrato te referías, cuando hablaste de tu infancia?
-Por ejemplo, a mi condición de nena abusada -no violada-, por mi círculo íntimo. En mi caso fue una pareja de amigos de mis padres.
-¿Cómo te cayó entonces lo de Dady Brieva, y su polémico pedido a la nena para que "le muestre la bombachita" en "Agrandadytos"?
-Me indignó muchísimo. Me parece que no vale la pena hacer un juicio de valor sobre lo que se ve en televisión porque no vale la pena. Pero eso me sacudió poque yo viví una historia parecida.
-¿Creés que lo hizo de perverso, en serio?
-Nooo, no tuvo mala fe, lo hizo de ignorante. Aunque faltó un mea culpa. También me enojé con el Chavo Fucks, que es un amigo, porque en un debate, con el que me enganché, dijo que el tema era una boludez. No es así. A mí un tipo me dijo lo mismo, con las mismas palabras, cuando iba a la primaria en Hurlingham. Por eso no es una cuestión menor lo de Dady. Si un médico se equivoca en el quirófano y te mata, tiene culpa. Si un abogado te manda en cana, también. Por lo tanto, si trabajás en un medio de comunicación, tenés que ser responsable y asumir que metiste la pata. Dady, te equivocaste. Encima iba grabado, ¿no hubo una mina que les abriera los ojos? Uf, cambiemos de tema.
-Otra vez quedaste fuera de las ternas del Martín Fierro.
-Sí, ni me fijé. Ya tengo dos o tres, de cuando APTRA podía hacer las reuniones con gente, en el teatro Astral. Hoy, si lo quieren hacer en el Luna Park, el público se los come crudos. Ahora los periodistas trabajan en los medios a los que premian. Ojo, si alguna vez me ternan, me voy a ir a un spa y me voy a poner la mejor ropa para ir a la fiesta. Pero no me muero si no me lo dan.
-¿Por qué?
-Porque ellos mismos me confesaron que no escuchan radio. Si una vez nominaron a la Negra Vernaci por un programa que no estaba al aire. Los llamé y dijeron que se habían equivocado. Al año siguiente la habían nominado de nuevo ¡por el mismo programa!
-¿Escuchás radio?
-Sí, hago zapping radial. Trato de que sean informativos, no escucho música. Poca FM. Escuchaba a Ari Paluch, que hace buenos reportajes, pero me irrita cómo maltrata a las locutoras. Todos los chistes son sobre el puterío de las minas, lo ignorantes que son, o lo brutas que parecen. De un libro no habla nunca, pero se ríe porque ella no conoce la formación de Boca.
-No es el único.
-No, Chiche Gelblung, por ejemplo, le dijo a Cristina Wargon "vaca con aftosa". Ellas tienen que aguantar las guarangadas porque necesitan conservar el trabajo, pobres. Pero más perverso es que las mujeres que llaman a la radio no se indignen. Si queremos ganar espacio, tenemos que prestar atención a cómo nos tratamos entre nosotras.
-¿Qué te parece el nivel de las nuevas locutoras?
-En FM todas suenan exactamente igual. Esto es una estrategia empresarial, querían que ninguna se destacara para que sean más fáciles de remplazar y no puedan pelear más plata. Salvo la Vernaci, que es la mejor, y no la pudieron domar.
-En AM eso no pasa.
-Quiseron hacerlo pero no pudieron. Porque el público de AM necesita referentes "lo dijo Larrea", o "lo dijo Magdalena". Se sigue a la persona. El problema que tiene es que se está farandulizando demasiado. La AM pasó a ser el eco de lo que pasó en la TV. Se habla de los mismos temas, el rating es palabra santa y se siguen los debates. Habría que poner un poco más de imaginación.

Gustavo Masutti Llach
Revista Ahora - Diario Crónica
Buenos Aires, Argentina
Abril de 2004

domingo, 25 de abril de 2004

José Luis Alvarez Fermosel: "Con mi acento podríaser en Madrid el Caballero Argentino"


Como el "Caballero español", el personaje que juega en "RH Positivo, con Rolando Hanglin" (Continental, AM 590, lunes a viernes de 9 a 13), el periodista ibérico José Luis Alvarez Fermosel va por la vida con la prestancia de un dandy. Amante de los verbos compuestos y del buen decir, sin embargo, su acento que nos resulta tan castizo, no lo hace pasar por un par en España. "La última vez que estuve en Madrid -confiesa- traté de pasar desapercibido pero no lo logré. Me dedicaban tangos y me preguntaban si era de River o de Boca".
-¿Cómo reaccionaba?
-Con una mezcla de estupor y suave indignación. "Yo soy del Real Madrid", les contestaba, pero no había caso. Parece que con mi acento podría hacer allá el "Caballero Argentino".
-¿Cuál es el secreto de la vigencia del "Caballero Español"?
-Está vinculada con una gran preocupación que yo tenía al principio, allá por 1991, cuando arranqué en "RH Positivo". Me preguntaba hasta cuándo tendría cuerda y si conseguiría renovarme sin aburrir. Pero Rolando es un excelente descubridor de vetas para los personajes. Siempre se nos ocurría algo nuevo. Puede ser algo sencillo, como, a partir de recitar refranes, fingir una pelea.
-O sea que Hanglin es la clave.
-En parte. Yo me recuesto en él, porque sé que le va a encontrara la vuelta a los sketches. Y mi fuente de inspiración es la calle. Como dice Mario Mactas, "la vida está en la calle". Así surgió lo del "macho posmo".
-Otro clásico del programa.
-Exacto. Me lo encontré una vez por la calle. Era un muchacho con una apariencia muy particular, y me pareció que era un signo de los tiempos. Le comenté a Rolando que podíamos hablar de este hombre "cool" y "light" de fin de siglo, y él lo bautizó "El macho posmo". Hoy es una de las secciones más exitosas del programa. La gente llama y dice "mi hijo es así" o "mi sobrino hace eso".
-¿Pero el macho posmo no es patrimonio nuestro, no?
-Desde luego que no. Volví de Madrid hace poco y allá está lleno.
-¿Las culpables son las mujeres, que le pidieron durante años al hombre que se vuelva sensible?
-Sí, pero la gran culpa es nuestra. Porque ante su avance arrollador, en todos los órdenes de la vida, en vez de dar un paso al costado y marchar junto a ellas, hemos retrocedido. Ahi perdimos. Y hoy el macho posmo se extiende como una mancha de aceite. Ya se ven hombres de cuarenta haciéndose los "péndex".
-¿Qué porcentaje del verdadero José Luis tiene el caballero español que sale por la radio?

-Bastante. Pero quiero aprovechar para desembarazarme del sanbenito que me colgó alguna gente: "...bueno, tu te has consustanciado tanto con tu personaje que ya eres así". Lo que me están diciendo es que soy un tipo frívolo, caballero entre comillas que no tiene base...
-Un "caballero posmo".
-Exacto, un snob. Y no es así, por más que el personaje y yo tengamos muchos puntos de contacto.
-¿Cuáles?
-El amor por el humor disparatado, el despiste, el ser un poco Quijote y el hecho de que a veces me puedo tornar violento.
-¿Violento?
-Sí, no me averguenza decirlo. Con los años me he ido aplacando, aunque a veces sienta que voy a entrar en erupción como un volcán.
-¿Qué lo enoja, la estupidez, la mala fe, la traición...?
-La inoperancia, la estupidez y todo eso me irrita, pero es pasajero. Lo que me pone violento es la injusticia y la puñalada por la espalda. En esos casos he llegado a tomar a un tipo de las solapas y he tenido ganas de pegarle una hostia.
-Estuvo en Madrid en la época del atentado. ¿Cómo la percibió?
-Vi mucha gente joven que, lógicamente, no vivió la terrible posguerra y estaban aturdidos. La gente mayor, en cambio, decía que le volvían imágenes de aquella época. Pero sobre todo, lo que se veía es sorpresa.
-¿Por qué?
-Porque España viene de varios años de bonanza económica, política, social y de seguridad. Un sacudón como este los dio vuelta. Y se vivieron cosas impactantes y emocionantes. Como en los barrios, donde, espontáneamente, los comerciantes salieron a la puerta de sus locales y se quedaron allí en posición de firmes un rato, como homenaje a las víctimas. En esas pequeñas cosas se advierte que el pueblo español está maduro y que puede aguantar cualquier cosa. Aunque nunca se esté preparado para una catástrofe de semejante magnitud.
-¿Influyó ese atentado en la derrota del partido de Aznar y la vuelta del PSOE con Zapatero?
-Se dijo mucho eso aunque es, por lo menos, discutible. Porque el ambiente era de mucha confusión y no podría asegurar que los atentados generaran un victoria amplia del PSOE. Hay muchos puntos oscuros todavía.
-¿Por ejemplo?
-La participación de ETA. Primero se los culpó y después se dijo que era una maniobra del PP (de Aznar) para encubrir y sacar provecho de la tragedia. Pero por más que Al Qaeda se lo haya atribuído, no me atrevería a descartar un apoyo logístico de ETA. Por muchas cosas, entre ellas, las características de los explosivos. Da la impresión que este será uno de esos casos en los que pasan los años y un día sale el libro de un tío que cuenta la verdad. Como está empezando a pasar con el 11 de setiembre. Otro problema es una cierta ingenuidad en los receptores de los mensajes periodísticos. La noticia tiene que cerrar rápido. Y después todo se avala con un "lo leí en el diario" o un "lo vi en televisión".
-¿Es culpa nuestra, de la prensa?
-No siempre, porque ya no tenemos tiempo ni para especular. Porque la cantidad de información con que se nos bombardea y la velocidad con que llega es abrumadora. Cuando estuve en España me costaba mucho encontrar algo para decir que no hubiera llegado a Buenos Aires vía cable, Internet, o por televisión. Esto nos obliga a ser más precisos con el lenguaje. Y más creativos.

Gustavo Masutti Llach
Revista Ahora - Diario Crónica - Buenos Aires
Abril de 2004

domingo, 4 de abril de 2004

Carlos Ulanovsky: "Es incómodo no poder darle a la gente lo que te pide"



Gustavo Masutti Llach
Fotos: Juan Arias
Revista Ahora - Diario Crónica
Buenos Aires - Argentina
04 de abril de 2004

jueves, 1 de abril de 2004

Fabio Zerpa: "Me decían: 'Je, vos sí que encontraste el curro con eso de los OVNI"


"Al principio todos me miraban de costado y con una sonrrisita socarrona me decían: 'Je, vos sí que encontraste el curro con eso de los O.V.N.I.'". Con perseverancia, el investigador (como prefiere que se lo describa) Fabio Zerpa consiguió primero que se hicieran chistes sobre él. Más tarde, a mediados de los ochentas, Andrés Calamaro le cantó que "tenía razón". Y hoy, el autor de "El Nostradamus de América" afirma que en San Juan van a inaugurar la "Biblioteca Popular Fabio Zerpa". En ese camino hacia el reconocimiento, ganado a fuerza de voluntad, sin dudas se encuentra el programa que le ofreció la señal de cable Infinito, "Casa Infinito". "Es una idea maravillosa -se entusiasma-. Por lo pronto voy a compartir pantalla con tres profesionales excelentes".
-¿Quiénes?
-El programa dura dos horas, dividido en cuartos, que representan un elemento. Los primeros treinta minutos son de Laura Oliva (tierra), que se encarga de la comida natural. El segundo segmento (agua) es de Rolando Hanglin, que se ocupa del cuerpo humano. Le sigue Carmen Barbieri (aire), y el tema de las mancias.
-¿Y usted?
-Como buen sagitariano, represento el elemento fuego, y voy a hablar de los grandes misterios del hombre. Es decir: parapsicología, ovnilogía, hechos insólitos, mundos paralelos y la neoantropología, cuya visión admite que los extraterrestres pueden haberse encontrado con el hombre en el pasado.
-¿Esto tiene base científica?
-Desde luego. Como profesor de historia, con estudios de antropología, puedo asegurar que, por poner un ejemplo, está probada la existencia de los continentes perdidos de la Atlántida y Lemuria. Sin embargo, los arqueólogos clásicos lo siguen negando.
-Bueno, falta un Schliemann que descubra una ciudad sumergida.
-Es verdad. Sin embargo, se estan encontrando muchos rasgos atlantes en Cádiz y todo el sur de España. También en las Islas Canarias. Estuve muchas veces allí.
-¿Vió la isla misteriosa?
-La de San Brandán, sí. La vi una vez desde Lanzarote, a las once de la mañana. Estaba mirando una especie de neblina y en el medio apareció esta isla. La ves llena de árboles y vegetación, pero sin pájaros ni animales. Estuvo ahí tres o cuatro minutos y desapareció de nuevo. Curiosísimo. Está claro que el precepto de Santo Tomás: "Ver para creer", ya no se puede sostener. Nosotros apenas vemos la primera octava de colores del espectro, el arco iris. Y hace décadas que sabemos de los rayos x, gamma, ultravioletas e infrarrojos.
-¿Cómo se metió en estos temas?
-En el ´66 fui a filmar a Chile, como el galán argentino, la película "El largo viaje". Pero me escapé a ver la Isla de Pascua una semana. Allí un nativopascuense me habló de sus mitos y leyendas. Entre otras cosas me dijo que la Cordillera de los Andes era hueca. No dije que sí ni no. Me puse a investigar y años después fui a decirle que tenía razón.
-¿De qué otras cosas está convencido?
-Sé que habrá un contacto con una civilización extraterrestre, como me dijo el doctor James Mac Donalds (vicerrector del la Universidad de Tucson, Arizona). Cuando estuve en el programa de Cristina, que se ve en toda América, le anticipé, basado en las profecías de la Pirámide de Egipto y de Benjamín Solari Parravicini, "el Nostradamus de América", que en el 2001 habría una bisagra histórica y acerté. Ahora se viene una este año y otra más en 2005.
-¿Se vienen tiempos mejores?
-Sí, sin dudas. Llega el tiempo de la Edad de Oro. No puede ser que la Pirámide, Nostradamus, Solari Parravicini, Hermes Trimegisto, los mayas, los aztecas, los aymará y todos los profetas estén equivocados. Para los aborígenes americanos el período de oscuridad terminaba en 1992 y se venía el tiempo de la luz. La Edad de Oro empieza en Sudamérica. Vamos a pasar al primer plano mundial. Será difícil, porque hay mucha gente que no quiere que Latinoamérica se supere. Habrá cimbronazos.
-¿Cree en la teoría conspirativa?
-Seguro que se oculta información. El señor George Bush no le puede decir a su pueblo que una nave burló a todos los radares y bajó en Estados Unidos. Si explica esto se acaban los presupuestos millonarios en defensa.
-¿Si tienen ese poder tecnológico por qué no se contactan y ya?
-Por el colapso cultural que provocarían. Fijate que yo soy un parámetro. Tardé décadas en dejar de estar loco para el gran público.
-En los sesentas había una fiebre por los O.V.N.I. que ya no se ve.
-Porque ahora hay más conocimiento, la gente razona más y no van al periodismo con la noticia, sino a nosotros los investigadores. Porque la prensa falseó muchos datos.
-¿Cómo está la Argentina en la investigación de estas temáticas?
-Muy bien. En Latinoamérica estamos atrás de México y Brasil y por encima del resto.
-¿Qué Zerpa veremos en este ciclo? ¿El clásico o uno más new age?
-El investigador. Siempre fui el mismo. Y hasta que me saquen con las patitas para adelante seguiré con esa actitud. Pero como decía André Malraux: "El siglo XXI será espiritual o no será".
-¿Está cómodo con esta vuelta a la TV?
-Yo me hice conocido y tuve éxito gracias a la televisión, pero nunca me gustó.
-¿Por qué?
-Por la histeria con que se trabaja en la Argentina.
-¿No es algo mundial?
-No. En España se trabaja con firmeza y dinámica, pero sin histeria. No se ve esa angustia esperando el rating, o la locura de grabar de un día para otro. Tampoco en México o Estados Unidos. Por otra parte, yo trabajo de otra manera. Arrancó con veinte programas grabados. No tengo premuras y puedo dedicarme con más tranquilidad.
-¿Qué está investigando ahora?
-Todo. En mi fundación hay seis investigadores que reciben testimonios de todo tipo: poltergeist, vidas anteriores, fantasmas y esos temas.
-Se le nota la pasión.
-Y cómo no. Me costó lágrimas de sangre esta pasión por la búsqueda de la verdad. En los sesenta o setentas era un delirante o un tipo que encontró un curro. Ahora me siento más reconocido, me llaman del exterior para que opine y hasta le pusieron mi nombre a una biblioteca. Y estoy esperando alguna noticia de la Legislatura que, si sale, ya me podría retirar.

Gustavo Masutti Lach
Revista Ahora- Diario Cronica
Buenos Aires - Argentina
Abril de 2004