domingo, 25 de noviembre de 2001
Zulma Faiad: "No hay sitio para el arte en los medios."
A pesar de que las primeras imágenes que aparecen al pensar en ella son las de la vedette y la actriz, su faceta con perfil bajo ya está cerca de cumplir una década. Zulma Faiad es conductora de radio y su programa, "Simplemente Zulma" (Colonia, AM 550, sábados de 23,00 a 24,00) va camino a convertirse en un clásico de los sábados por la noche a pesar de que debió superar el trance de cambiar de emisora cuando las nuevas autoridades de Radio Nacional la dejaron fuera de grilla después de ocho años.
"La esencia del programa no cambió -asegura- . La estrella del programa siguen siendo las palabras. Lo diferente son las vivencias que tuve en todo este tiempo. También va cambiando la audiencia. Seguimos poniendo la mejor música, que selecciono de mi propia discoteca, y mantenemos las entrevistas y los comentarios de libros. Además está Alejandro Rebagliati, que es un columnista de actualidad, muy serio, que no se casa con nadie y tiene gran lucidez y transparencia. Los temas también los propone el mismo público".
-¿Cómo te imaginás a tus oyentes?
-La verdad es que no necesito imaginarlos. Tengo contacto directo con muchos de ellos, unos cuantos de Uruguay. Me llaman por teléfono, me escriben cartas y algunos se vienen hasta la radio para conocerme. Me regalan flores y chocolates.
-Tenés dos horas menos que cuando empezaste.
-Sí. Porque ahora hay fútbol por la noche y la radio transmite todos los partidos. La verdad es que sufrí un montón que me hayan recortado el horario. Porque tenemos tantas cosas para compartir que siempre me quedo corta. Para colmo el programa va en vivo y es un esfuerzo extra.
-¿Te enoja?
-Lo entiendo. Vivimos en un mundo en el que todo está comercializado y el país está inmerso en una crisis total. Se sabe que las radios necesitan anunciantes que aporten dinero. Y, como es lógico, el fútbol aporta muchos más que un programa como el mío, donde la reflexión manda. En ese contexto cuesta mucho imponerse. Tanto en las radios comerciales como en las públicas.
-¿Por qué?
-Porque por más que lo busques no hay lugar. Subsisten los que pueden comprar un espacio radial y comercializarlo. Más allá de que hay grandes profesionales en el aire, a los artistas los están dejando de lado. No hay sitio para el arte en los medios.
-¿Y quién ocupa esos lugares más allá del deporte?
-Mucha gente que por figurar consigue su espacio. Si sos amigo de los banqueros tenés asegurado tu rinconcito. Pero con eso están generando decadencia.
-¿Qué vas a hacer para no quedarte afuera?
-Tendré que cambiar. Moverme de otra forma. Soy conductora y actriz, no me corresponde salir a buscar publicidad. Además no me sale. Tampoco voy a pagar por trabajar. Eso no es correcto. Es difícil porque tampoco hago lobby ni tengo contactos o amigos en las radios. Pero voy a seguir luchando porque no le voy a permitir a nadie que me oxide. Tendré que poner un productor comercial, vender el producto y después salir a ofrecerlo a las radios.
-¿Hasta cuándo tenés contrato con Colonia?
-Hasta diciembre. Dure lo que dure la voy a seguir peleando. Tengo mucho para dar aunque sea una lástima que pierda audiencia. Porque voy después del fútbol y antes de un pastor evangelista. No creo que entre en la nueva imagen de Colonia. Porque ellos apuntan al deporte y lo mío pasa por el bolero y el poema. Veremos.
-¿Por qué te fuiste de Nacional?
-Luis Cella me dijo que no tenía el perfil adecuado para la nueva radio.
-¿Cuál es?
-Creo que ni ellos lo saben. Tampoco me conocían a pesar de que hacía ocho años que estaba en el aire. Luis Cella (el director) preguntó qué hacía en la radio y le mandé un currículum para que lo supiera. Después me dijo que "...no daba el target". ¿Cuál es el target? ¿Cómo te pueden decir semejante boludez? El target es público que te sigue y yo lo tenía. Pero cambian las autoridades y tenés que empezar de cero. En una privada no me hubiese pasado.
-¿Sería que te vinculaban con la gestión menemista anterior?
-Qué se yo. Si no me caso con nadie en política... Creerían que estaba ahí por eso, porque cuando te ponen una estampilla no te la sacás más. Los que la manejan ahora fueron prejuiciosos. Pero estaba Canela que tampoco era menemista y también la sacaron. Pusieron a Liliana López Foresi y no le renovaron el contrato. Me parece que no saben muy bien lo que quieren. En su momento me deprimí cuando me tuve que ir. No me volverá a pasar.
-¿Consumís radio?
-No soy oyente por eso no podría nombrarte modelos de conductores radiales. De chica escuchaba radioteatros con mi mamá y ahora cuando voy en el auto pongo Millenium porque tienen el estilo que me gusta. Me divierten Baby Etchecopar y la radio de Tinelli (Radio Show). No me gustan los términos medios.
-¿Y la televisión?
-Hay programas de la tarde y de la noche no se soportan. El único periodístico que veo es el de Lanata porue me hace reir. Pero "Gran Hermano", "Confianza ciega"... ¿qué es eso? Son malos para la salud.
-¿Te invitaron a "Reality-Reality?
-Sí, pero no iba a aceptar ni loca. Les dije que estaba en medio de una crisis existencial. No les mentí porque se había muerto mi mamá poco tiempo antes. Pero cuando les contestás eso te entienden. Les agradezco la propuesta pero no tengo salud para soportar un trabajo que no me gusta. De hecho, no entiendo cómo mis colegas aceptan eso. Son actores, no pueden estar brillantes las 24 horas del día. Nadie puede.
Gustavo Masutti Llach
Revista Ahora - Diario Crónica
Buenos Aires
Noviembre de 2001
viernes, 23 de noviembre de 2001
Blanca Rébori: "Vende tanto Chayanne como Víctor Heredia"
"El lema 'Un espacio que se ocupa de lo nuestro' define muy bien lo que es el programa", afirma Blanca Rébori sobre su creación, "Raíces" (Nacional, AM 870, lunes a viernes de 21,00 a 24,00). A punto de cumplir la mayoría de edad (llegará a los 18 años en enero próximo), este diario de la cultura multipremiado (recibió el Martín Fierro, Discepolín, Al Maestro con cariño, Sin anestesia, Manos de mi gente memoria de mi pueblo y el Santa Clara de Asís) "habitó" siempre radios oficiales (empezó en Municipal en 1984) y con todas las administraciones tuvo roces.
-¿Por qué no hay espacio para programas como éste en las radios comerciales?
-El formato encaja en cualquier radio por su estructura ágil y moderna. Debe ser una cuestión de mercado y target. Los números de rating nos dan muy bien. Vamos segundos y terceros siempre.
-También está bien vendido comercialmente. ¿Entonces?
-No sé qué pasa con las radios comerciales. Tal vez tengan algún prejuicio hacia lo cultural latinoamericano. Pero no importa lo que vendas sino el formato. Que sea atractivo para el oyente. Aunque también es cierto que no me preocupé nunca por "venderlo".
-¿Será porque estas radios están más globalizadas?
-Debe ser un problema de desconocimiento. Porque vende tanto Chayanne como Víctor Heredia, Mercedes Sosa, Los Nocheros, Salgán o León Gieco. Todos tienen su porción de público. Hasta la gente del jazz que presentamos. Igualmente no me preocupo porque este tipo de programa encaja perfecto en el proyecto de Radio Nacional.
-Tu programa se caracterizó por estar siempre en radios oficiales (Municipal y Nacional) y porque en todas tuvo conflictos.
-El problema es que todos creen saber de cultura y de medios. Cada funcionario viene con su librito pero al final se da cuenta de que "Raíces" le sirve. Más allá de lo personal. Porque lo dice todo el mundo. Pensá que este es un espacio en el que se ofrece de todo sin pedir ni un mango a cambio. Mirá el dial: programas de actualidad política o de chismografía hay hasta al hartazgo (hay que saberlos hacer). En cambio, un envío sobre la cultura, que no es solemne ni aburrido, no hay. Por eso la gente siempre termina reclamando la vuelta de "Raíces". Tuve muchos líos con Horacio Frega, durante el menemismo.
-Y con los radicales también. Te dejaron sin aire cuando asumieron en Nacional.
-Tuve problemas con todos. Incluso con gente que ha mentido, que parecía que estaba todo bien, pero cuando llegaron al poder... Acá estuve cuatro meses fuera del aire hasta que me "retomaron". Pero por suerte se terminan dando cuenta. Porque cuando me sacan del aire los reclamos llegan por millones (exagera). Desde la gente hasta los legisladores, los músicos y la gente de la cultura.
-¿Alguna vez te arrepentiste de hacer "Raíces"?
-No. Pero sé que me hubiera resultado mucho más fácil encarar otro tipo de periodismo. Porque es más cómodo. Por más que ahora tenemos circuitos que están aceitados y funcionan muy bien, las notas las tenemos que salir a buscar.
-¿Quién fue más coercitivo a la hora de "bajar la línea", el menemismo o el delarruismo?
-Con el menemismo fue muy difícil. Pero voy a aclarar algo: a mí siempre me costó pero nunca bajé la cabeza. Si tuve tantos conflictos significa que nunca "me dejé". Pero, repito, a la larga todos terminan entendiendo por dónde pasa la propuesta.
-Pero te presionaban.
-Nunca sentí presiones. Pero es cierto que en la época de Frega, si lo que decía no les gustaba me cambiaban de horario, de día y hasta de banda. Acá quedé afuera pero me "retornaron".
-¿Te retomaron porque entendieron la propuesta o debieron ceder ante la presión de la opinión pública?
-La presión fue muy grande, es cierto. Y lo valioso es que la campaña nació de la gente de la cultura, sobre todo. También de los políticos y de los oyentes. Yo estoy convencida de este programa. No es una rutina. Todos los días pensamos y repensamos a quién hay que darle pelota o rescatar del olvido. Sabemos a quién apuntamos.
-¿Es incómodo tu programa?
-¿Para quién?
-Para el poder.
-Al contrario. Si fueran un poco más perspicaces y habilidosos se darían cuenta de que sirve para dar una imagen del país. Porque yo busco todo el tiempo mostrar aquello que no se ve de lo bueno que hacemos los argentinos. La gente sigue produciendo pese a la crisis, los momentos difíciles, la desocupación y pese a todo. Cuando ves lo que se rema en un país tan deliberadamente atomizado te das cuenta de que siempre vas a encontrar propuestas. Entonces sería tonto, estúpido y absurdo que el poder me vea como un rival. Si acá mostramos cosas que exceden lo cultural y valen la pena.
-¿Cómo percibís el estado de ánimo de la gente?
-Yo noto que mi público, al menos, no tiene la guardia baja. Veo que tienen mucha resistencia. Y uno se para para eso: para resistir. Porque de otra manera te arrancan las raíces y te pasan por encima. Con el supuesto mercado y todo eso. Por eso la sociedad debe tener redes propias de resistencia. De contención.
-¿Sos consumidora de radio?
-Sí. Desde que me levanto porque me quiero informar y saber dónde estoy parada. Porque por más que hable de cultura, las cuestiones sociales y políticas están ahí. Por eso escucho muchas radios y no me caso con ninguna.
-Escuchás a todos, ¿con quiénes disfrutás?
-Con Marcelo Simón. Lamento profundamente que no esté haciendo radio o televisión en Buenos Aires (está en Radio Provincia). La televisión no tiene espacio para este tipo de expresiones. Y lo que hay es muy malo. Se quedan en regionalismos estúpidos, clisés y lugares comunes. Se creen que el folclore es sólo el chiripá, el talero o el mate. Y convierten en boludeces cuestiones profundas. Volviendo a la radio, también me gusta Lalo Mir y varios columnistas. Y sobre todo trato de aprender todo el tiempo. Sea de formatos nuevos o de maestros como Héctor Larrea, Mareco, Ariel Delgado o Cacho Fontana. Ante capos como esos no tengo más que reverencias.
Gustavo Masutti Llach
Diario Crónica Revista Ahora
Buenos Aires
Noviembre de 2001
-¿Por qué no hay espacio para programas como éste en las radios comerciales?
-El formato encaja en cualquier radio por su estructura ágil y moderna. Debe ser una cuestión de mercado y target. Los números de rating nos dan muy bien. Vamos segundos y terceros siempre.
-También está bien vendido comercialmente. ¿Entonces?
-No sé qué pasa con las radios comerciales. Tal vez tengan algún prejuicio hacia lo cultural latinoamericano. Pero no importa lo que vendas sino el formato. Que sea atractivo para el oyente. Aunque también es cierto que no me preocupé nunca por "venderlo".
-¿Será porque estas radios están más globalizadas?
-Debe ser un problema de desconocimiento. Porque vende tanto Chayanne como Víctor Heredia, Mercedes Sosa, Los Nocheros, Salgán o León Gieco. Todos tienen su porción de público. Hasta la gente del jazz que presentamos. Igualmente no me preocupo porque este tipo de programa encaja perfecto en el proyecto de Radio Nacional.
-Tu programa se caracterizó por estar siempre en radios oficiales (Municipal y Nacional) y porque en todas tuvo conflictos.
-El problema es que todos creen saber de cultura y de medios. Cada funcionario viene con su librito pero al final se da cuenta de que "Raíces" le sirve. Más allá de lo personal. Porque lo dice todo el mundo. Pensá que este es un espacio en el que se ofrece de todo sin pedir ni un mango a cambio. Mirá el dial: programas de actualidad política o de chismografía hay hasta al hartazgo (hay que saberlos hacer). En cambio, un envío sobre la cultura, que no es solemne ni aburrido, no hay. Por eso la gente siempre termina reclamando la vuelta de "Raíces". Tuve muchos líos con Horacio Frega, durante el menemismo.
-Y con los radicales también. Te dejaron sin aire cuando asumieron en Nacional.
-Tuve problemas con todos. Incluso con gente que ha mentido, que parecía que estaba todo bien, pero cuando llegaron al poder... Acá estuve cuatro meses fuera del aire hasta que me "retomaron". Pero por suerte se terminan dando cuenta. Porque cuando me sacan del aire los reclamos llegan por millones (exagera). Desde la gente hasta los legisladores, los músicos y la gente de la cultura.
-¿Alguna vez te arrepentiste de hacer "Raíces"?
-No. Pero sé que me hubiera resultado mucho más fácil encarar otro tipo de periodismo. Porque es más cómodo. Por más que ahora tenemos circuitos que están aceitados y funcionan muy bien, las notas las tenemos que salir a buscar.
-¿Quién fue más coercitivo a la hora de "bajar la línea", el menemismo o el delarruismo?
-Con el menemismo fue muy difícil. Pero voy a aclarar algo: a mí siempre me costó pero nunca bajé la cabeza. Si tuve tantos conflictos significa que nunca "me dejé". Pero, repito, a la larga todos terminan entendiendo por dónde pasa la propuesta.
-Pero te presionaban.
-Nunca sentí presiones. Pero es cierto que en la época de Frega, si lo que decía no les gustaba me cambiaban de horario, de día y hasta de banda. Acá quedé afuera pero me "retornaron".
-¿Te retomaron porque entendieron la propuesta o debieron ceder ante la presión de la opinión pública?
-La presión fue muy grande, es cierto. Y lo valioso es que la campaña nació de la gente de la cultura, sobre todo. También de los políticos y de los oyentes. Yo estoy convencida de este programa. No es una rutina. Todos los días pensamos y repensamos a quién hay que darle pelota o rescatar del olvido. Sabemos a quién apuntamos.
-¿Es incómodo tu programa?
-¿Para quién?
-Para el poder.
-Al contrario. Si fueran un poco más perspicaces y habilidosos se darían cuenta de que sirve para dar una imagen del país. Porque yo busco todo el tiempo mostrar aquello que no se ve de lo bueno que hacemos los argentinos. La gente sigue produciendo pese a la crisis, los momentos difíciles, la desocupación y pese a todo. Cuando ves lo que se rema en un país tan deliberadamente atomizado te das cuenta de que siempre vas a encontrar propuestas. Entonces sería tonto, estúpido y absurdo que el poder me vea como un rival. Si acá mostramos cosas que exceden lo cultural y valen la pena.
-¿Cómo percibís el estado de ánimo de la gente?
-Yo noto que mi público, al menos, no tiene la guardia baja. Veo que tienen mucha resistencia. Y uno se para para eso: para resistir. Porque de otra manera te arrancan las raíces y te pasan por encima. Con el supuesto mercado y todo eso. Por eso la sociedad debe tener redes propias de resistencia. De contención.
-¿Sos consumidora de radio?
-Sí. Desde que me levanto porque me quiero informar y saber dónde estoy parada. Porque por más que hable de cultura, las cuestiones sociales y políticas están ahí. Por eso escucho muchas radios y no me caso con ninguna.
-Escuchás a todos, ¿con quiénes disfrutás?
-Con Marcelo Simón. Lamento profundamente que no esté haciendo radio o televisión en Buenos Aires (está en Radio Provincia). La televisión no tiene espacio para este tipo de expresiones. Y lo que hay es muy malo. Se quedan en regionalismos estúpidos, clisés y lugares comunes. Se creen que el folclore es sólo el chiripá, el talero o el mate. Y convierten en boludeces cuestiones profundas. Volviendo a la radio, también me gusta Lalo Mir y varios columnistas. Y sobre todo trato de aprender todo el tiempo. Sea de formatos nuevos o de maestros como Héctor Larrea, Mareco, Ariel Delgado o Cacho Fontana. Ante capos como esos no tengo más que reverencias.
Gustavo Masutti Llach
Diario Crónica Revista Ahora
Buenos Aires
Noviembre de 2001
martes, 20 de noviembre de 2001
Guillermo Gilabert de Radio Disney
Su cara apareció en la pantalla chica en "Rock & Pepsi" que iba al mediodía por canal 13 hace unas temporadas. Ya en radio y siempre vinculado a la música, trabajó en la Top y en Radio Uno hasta principios de año, cuando luego de una prueba, Guillermo Gilabert pasó a musicalizar la programación de la flamante Radio Disney y a conducir "Club de clubes" los sábados de 13,00 a 17,00. "Estoy dentro de una emisora como esta, cuya programación es netamente musical -relata- y mi responsabilidad en el programa son los fans. Lo difícil es darles el lugar sin dejar a nadie afuera. No obstante, la esencia de la radio está en todos los programas. Sea en los oyentes o en la música".
-Definí el estilo de Radio Disney.
-Es una radio de éxitos, con un formato Top 40, con un ranking que va rotando y que se arma a partir de los pedidos que llegan por teléfono (más de 1000 por día). Apunta a los adolescentes. Y además tiene secciones como "El despertador", por la mañana, en la que un oyente llama a la radio y pide que se lo saque de la cama con una canción. Le ponemos el tema al aire y lo telefoneamos para saludarlo.
-¿El público entonces es sólo adolescente?
-No. Se han comunicado parejas a la radio para comentar que tienen la primera ecografía de su bebé, que cumplen 30 años de cassados o, como me pasó en mi primer día, un chico le pidió por mi intermedio matrimonio a su novia. Shockea.
-¿Eso vale para "Club de clubes"?
-Esas horas están dedicadas a los fanáticos. Los que primero llegan, por supuesto, son los "musicales". Con el tiempo empezaron a aparecer fans de otras ramas como el animé (dibujos animados japoneses) y ciertas series como "Código X", "Buffy la Cazavampiros" y ahora de Harry Potter. Tratamos de que nadie quede afuera.
-¿Cómo se estructura?
-El programa tiene secciones como "Los fans cuentan", donde ellos hacen minibiografías y siempre tienen mejor información, aún hasta que la misma discográfica.
-¿Apuntar al fanático es buscar fidelidad?
-La radio quiere hacerse fanática del fan. Uno de los separadores dice: "...coleccionamos fans". Está claro.
-¿Cuáles son los más seguidores?
-Cuando un artista saca un disco se sabe que se viene la invasión de cartas y presencia. Como ahora Luis Miguel, que está a punto de editar, o Michael Jackson, quien tiene uno de los clubes mejor organizados.
-Muchos fans son casi "fundamentalistas". ¿Te pasó que te recriminen un chiste o un comentario sobre su artista de culto?
-Al aire nunca voy a comentar si uno canta mal o bien. No está en mí y nunca sabés cómo se lo van a tomar aunque lo digas con onda. Me pasó al revés.
-¿Por ejemplo?
-Fanáticas de Cristian Castro me dijeron que el pelo rubio le queda horrible. Y se lo dicen al artista también. Pero es muy difícil cuando hay fanatismo de por medio porque se juega con un ídolo. Aunque no vean todo bien y sean muy críticos.
-¿Cómo es la hora de "Pop Stars"?
-Funciona durante la última hora de "Club de clubes". Surge como un complemento o refuerzo del programa de televisión a partir de que Disney es la radio oficial del programa. Arrancó a la par y hoy se genera un debate entre los oyentes sobre la tele. Dicen quién les gusta que se quede o se lamentan por alguno que se fue. Se da que llaman chicos de doce años pidiendo un "Pop Stars" para ellos o uno masculino. Básicamente se resume lo que pasó en la semana y se reviven momentos. Nos va muy bien.
-¿Cómo se musicaliza?
-Se pasan canciones de los grupos Pop Stars de todo el mundo. Seguro que cuando haya ganadoras, acá tendrán su primera entrevista radial. El programa de TV es muy fuerte y todo el mundo habla bien de él. Algo raro, después de todo es un reality show. Pero como apunta a los sueños y a la sana ambición de llegar y no a la vida privada...
-Aunque tiene ese concepto muy "American way of life" en el que compiten hasta los chicos.
-Pero no está exacerbado. Nunca vi que el programa se meta en las miserias de la gente. A las chicas las ves bien y contentas porque saben a qué van. Yo pasé por muchos castings y sé de qué se trata.
-Radio Disney está al aire desde abril. ¿Cómo marchan en las mediciones?
-Mejor de lo que esperábamos. Más que bien.
-¿En la general o en adolescentes?
-En todo, porque hay mucha competencia. El formato se extendió bastante y en las edades nos llevamos sorpresas porque se enganchó mucha gente grande. Los números demuestran que crece a nivel exponencial en ciertos horarios.
-Sé que en su momento, por ejemplo, a Leonardo Grecco le hicieron afeitar el bigote. ¿Qué tan rígido es Disney para poner pautas de trabajo?
(Se ríe)-Además de locutor soy musicalizador. Esto implica seleccionar las mejores canciones dentro de lo que la radio pretende. Hasta hoy nunca vino nadie a decirme "... ese tema no va" o algo por el estilo. Te dejan crear mucho, a pesar de que pasa algo extraño acá porque es muy especial.
-¿Por qué?
-Radio Disney es en Estados Unidos una cadena con como cincuenta emisoras dedicada a los niños y sus mamás. El lenguaje es más parecido al de Radio Panda. El ratón Mickey y Blancanieves mediante, en Buenos Aires la gente pensó que sería igual por asociar Disney a los chicos. Pero cuando escuchan dos o tres temas se dan cuenta de que se apunta a los adolescentes y a la familia. Ojo que allá programa Britney Spears, N´Sync, James Brown y Chubby Checker. No se quedan en la música infantil.
-¿Tienen trato con las autoridades centrales?
-Sí, vinieron a escuchar la radio y quedaron muy conformes. Porque para ellos esto es una apuesta fuerte.
-¿En qué sentido?
-Esta es la primera Radio Disney fuera de los Estados Unidos. No hay ni siquiera en Europa, que tienen un Eurodisney en París. Esa es una responsabilidad enorme. Porque ellos quieren extenderse. Por suerte, como te decía, te dan libertad y, por eso, casi la totalidad de las ideas de la radio se generaron aquí. Son muy respetuosos. Y a pesar de que el nombre puede asustar por lo grande, son flexibles.
Gustavo Masutti Lach
Revista Ahora- Diario Cronica
Buenos Aires - Argentina
Noviembre de 2001
domingo, 18 de noviembre de 2001
Marcelo Polino y Marcela Tauro: No los quiebran ni los golpes.
Lo ideal hubiese sido hablar "largo" con Marcelo Polino y Marcela Tauro, la pareja de integrantes de "Quién es quien" (Radio 10, AM 710, sábados de 13,00 a 15,00) para que expliquen las claves del éxito de un programa que ya lleva más de un año liderando la audiencia en su horario. Sin embargo no se pudo. Polino se diculpó por no poder quedarse a dialogar en extenso debido al incómodo momento que vive tras haber sido emboscado y agredido cobardemente. Por eso Marcela habló un poco más que su locuaz compinche.
-El público sigue respondiendo.
(Marcela Tauro)-Gracias a Dios seguimos primeros. No sé bien el rating porque me olvidé de pedirlo pero estamos cómodos arriba.
(Marcelo Polino)-Creo que si tenemos éxito con la propuesta pasa porque somos frontales, decimos la verdad y hablamos con el vocabulario que el público quiere escuchar por los medios. Que es ni más ni menos que el lenguaje de la gente común, sin ningún tipo de rebusques.
-¿Cómo definen a "Quién es quién"?
(MP)-Es un programa chusma. Ni más ni menos que un reflejo del país que nos toca vivir.
(MT)-La gente nos dice que se divierte mucho con nosotros a pesar de que no hacemos un programa para que la gente se ría. Por eso cuesta definirlo.
-¿Cuáles son las diferencias con los otros programas de espectáculos de la radio?
(MP)-No te puedo contestar eso porque no los escucho. Pongo Radio 10 todo el día. Sé que el nuestro es bastante atípico como programa de espectáculos. Porque vamos un sábado por la tarde y en nuestro estilo somos únicos.
-¿Marcela, escuchás radio?
(MT)-Sí. A Marcelo Longobardi, Baby y al Negro Oro. A veces a Marcelo Tinelli, Jorge Rial, "Buenos Muchachos" y a Chiche Gelblung. Me divierto y me informo con la radio. A la mañana me levanto con la radio prendida, lo primero que leo es "La Pavada" para estar enterada y después sigo con los demás diarios.
-La última vez que hablamos estaban peleados con Natalia Oreiro. ¿Cómo está esa relación 14 meses después?
(MT)-Yo me arreglé, Marce me parece que no.
(MP)-No estoy peleado con Natalia. Ni tengo que arreglarme. Sólo dije que no me gustaba cómo canta. Me parece una buena actriz, si hasta miraba sus novelas y me resultaba muy graciosa.
-No la van a poder sacar al aire.
(MP)-Sí. Si ella acepta que a alguien no le guste como cantante se puede hacerle un reportaje. Ella tiene una visión muy interesante para dar sobre el fenómeno de las telenovelas en el mundo. Tiene una vida rica porque vino desde Uruguay sin nada y llegó hasta arriba. No sé, hay miles de temas para tocar con ella. El problema es que en este país o amás todo lo que hace el artista o sos un detractor. No es una cuestión de amor u odio. Ni la quiero ni la dejo de querer. Una vez me enojé, es cierto, pero porque me pidieron que le pase las preguntas por fax. Eso ya fue. Simplemente, repito, sólo no me gusta como canta.
(MT)-La entrevisté para la tele a pesar de que la "matamos". Se la bancó y eso se lo recononozco.
-¿Tuvieron algún enojo nuevo este año?
(MT)-Tan importante como ese, no. Solita (Silveyra) se ofendió pero se le pasó rápido. Igual nos dio la nota. En general se fastidian pero hablan igual. La Alfano (Graciela) nos dejó plantados varias veces y tiene esos amores-odios que le agarran. La Duplaá (Nancy) sí nos "retiró la embajada" porque hablamos de su romance con Pablo Echarri.
-A pesar de que salió en la tapa de todas as revistas.
(MT)-Lo dijimos hace mucho. Pero cuando se hizo público no se retractó. Encima nos toman de tontos y dicen que se conocieron en una fiesta hace poco.
-Cambiando de tema, Marcela, la semana pasada te tocó hacer el programa sola.
(MT)-Sí. Fue muy triste porque con él nos conocemos con la mirada. Pensá que estamos juntos desde la época que trabajábamos para Lucho Avilés en 1992. Sobre todo por el motivo por el que faltó. Igualmente salió al aire por teléfono durante la primera media hora.
(MP)-En realidad podría no haber faltado nunca. Pero como tenía machucado el ojo no quería ponerme en la vidriera (Radio 10 tiene un estudio con ventana a la calle). Así que ya estoy de vuelta.
-No te van a quebrar.
(MP)-Lo que pasa es que tiene que ver con mi estilo. Para cambiar mi personalidad tendría que hacer años de terapia. Si no me gusta lo que me decís te vas a enterar por mí. No te lo voy a mandar a decir ni voy a hablar por atrás. Si estoy enojado, lo digo. Y en este medio tan hipócrita no es común que alguien sea frontal. Entonces, como eso no cierra, cada tanto te ligás una piña. Pero no me quejo. No me puedo poner en víctima porque esto me trajo beneficios. Así me hice conocido, después de todo.
(MT)-Todos lo apoyamos. Sobre todo porque siempre dice la verdad.
-¿Te dio miedo lo que le pasó?
(MT)-Cuando me enteré, sí. Ya lo habían agredido quince días atrás pero no le había dado importancia. De hecho, ese mismo sábado que estuve sola pasó algo gracioso. Había hablado con Guido y nos contó que su hermana, Silvia Suller, se iba a encontrar con su ex, Silvio Soldán, en Tribunales por el juicio a Giselle Rímolo. Se puso a hablar de Tita (la madre de Soldán) y cuando termina el programa la gente de la producción y de seguridad me llaman y llevan a una oficina con cara de preocupados. Me puse paranoica, enseguida pensé que me había mandado alguna y había largado algo que no debía al aire. Me dicen que llamó alguien al conmutador de la radio para amenazar con que "... si no dejaba tranquila a Tita no salía viva del estudio". Te imaginás que me alivié al saber que era eso y ni le di importancia.
-A pesar de que no era el día adecuado para eso.
(MT)-Los productores se asustaron un poco más. Hasta se ofrecieron para llevarme a mi casa. Pero no es la primera vez que me pasa. Ya una vez me habían dejado una amenaza en el teléfono celular. Hice la denuncia, fui a la comisaría. Me llamaron para declarar en el juzgado y nunca más pasó nada. Podrían haberme matado si es por eso. Por suerte no pasó nada.
Gustavo Masutti Llach
Revista Ahora - Diario Crónica
Buenos Aires - Argentina
Noviembre de 2001
-El público sigue respondiendo.
(Marcela Tauro)-Gracias a Dios seguimos primeros. No sé bien el rating porque me olvidé de pedirlo pero estamos cómodos arriba.
(Marcelo Polino)-Creo que si tenemos éxito con la propuesta pasa porque somos frontales, decimos la verdad y hablamos con el vocabulario que el público quiere escuchar por los medios. Que es ni más ni menos que el lenguaje de la gente común, sin ningún tipo de rebusques.
-¿Cómo definen a "Quién es quién"?
(MP)-Es un programa chusma. Ni más ni menos que un reflejo del país que nos toca vivir.
(MT)-La gente nos dice que se divierte mucho con nosotros a pesar de que no hacemos un programa para que la gente se ría. Por eso cuesta definirlo.
-¿Cuáles son las diferencias con los otros programas de espectáculos de la radio?
(MP)-No te puedo contestar eso porque no los escucho. Pongo Radio 10 todo el día. Sé que el nuestro es bastante atípico como programa de espectáculos. Porque vamos un sábado por la tarde y en nuestro estilo somos únicos.
-¿Marcela, escuchás radio?
(MT)-Sí. A Marcelo Longobardi, Baby y al Negro Oro. A veces a Marcelo Tinelli, Jorge Rial, "Buenos Muchachos" y a Chiche Gelblung. Me divierto y me informo con la radio. A la mañana me levanto con la radio prendida, lo primero que leo es "La Pavada" para estar enterada y después sigo con los demás diarios.
-La última vez que hablamos estaban peleados con Natalia Oreiro. ¿Cómo está esa relación 14 meses después?
(MT)-Yo me arreglé, Marce me parece que no.
(MP)-No estoy peleado con Natalia. Ni tengo que arreglarme. Sólo dije que no me gustaba cómo canta. Me parece una buena actriz, si hasta miraba sus novelas y me resultaba muy graciosa.
-No la van a poder sacar al aire.
(MP)-Sí. Si ella acepta que a alguien no le guste como cantante se puede hacerle un reportaje. Ella tiene una visión muy interesante para dar sobre el fenómeno de las telenovelas en el mundo. Tiene una vida rica porque vino desde Uruguay sin nada y llegó hasta arriba. No sé, hay miles de temas para tocar con ella. El problema es que en este país o amás todo lo que hace el artista o sos un detractor. No es una cuestión de amor u odio. Ni la quiero ni la dejo de querer. Una vez me enojé, es cierto, pero porque me pidieron que le pase las preguntas por fax. Eso ya fue. Simplemente, repito, sólo no me gusta como canta.
(MT)-La entrevisté para la tele a pesar de que la "matamos". Se la bancó y eso se lo recononozco.
-¿Tuvieron algún enojo nuevo este año?
(MT)-Tan importante como ese, no. Solita (Silveyra) se ofendió pero se le pasó rápido. Igual nos dio la nota. En general se fastidian pero hablan igual. La Alfano (Graciela) nos dejó plantados varias veces y tiene esos amores-odios que le agarran. La Duplaá (Nancy) sí nos "retiró la embajada" porque hablamos de su romance con Pablo Echarri.
-A pesar de que salió en la tapa de todas as revistas.
(MT)-Lo dijimos hace mucho. Pero cuando se hizo público no se retractó. Encima nos toman de tontos y dicen que se conocieron en una fiesta hace poco.
-Cambiando de tema, Marcela, la semana pasada te tocó hacer el programa sola.
(MT)-Sí. Fue muy triste porque con él nos conocemos con la mirada. Pensá que estamos juntos desde la época que trabajábamos para Lucho Avilés en 1992. Sobre todo por el motivo por el que faltó. Igualmente salió al aire por teléfono durante la primera media hora.
(MP)-En realidad podría no haber faltado nunca. Pero como tenía machucado el ojo no quería ponerme en la vidriera (Radio 10 tiene un estudio con ventana a la calle). Así que ya estoy de vuelta.
-No te van a quebrar.
(MP)-Lo que pasa es que tiene que ver con mi estilo. Para cambiar mi personalidad tendría que hacer años de terapia. Si no me gusta lo que me decís te vas a enterar por mí. No te lo voy a mandar a decir ni voy a hablar por atrás. Si estoy enojado, lo digo. Y en este medio tan hipócrita no es común que alguien sea frontal. Entonces, como eso no cierra, cada tanto te ligás una piña. Pero no me quejo. No me puedo poner en víctima porque esto me trajo beneficios. Así me hice conocido, después de todo.
(MT)-Todos lo apoyamos. Sobre todo porque siempre dice la verdad.
-¿Te dio miedo lo que le pasó?
(MT)-Cuando me enteré, sí. Ya lo habían agredido quince días atrás pero no le había dado importancia. De hecho, ese mismo sábado que estuve sola pasó algo gracioso. Había hablado con Guido y nos contó que su hermana, Silvia Suller, se iba a encontrar con su ex, Silvio Soldán, en Tribunales por el juicio a Giselle Rímolo. Se puso a hablar de Tita (la madre de Soldán) y cuando termina el programa la gente de la producción y de seguridad me llaman y llevan a una oficina con cara de preocupados. Me puse paranoica, enseguida pensé que me había mandado alguna y había largado algo que no debía al aire. Me dicen que llamó alguien al conmutador de la radio para amenazar con que "... si no dejaba tranquila a Tita no salía viva del estudio". Te imaginás que me alivié al saber que era eso y ni le di importancia.
-A pesar de que no era el día adecuado para eso.
(MT)-Los productores se asustaron un poco más. Hasta se ofrecieron para llevarme a mi casa. Pero no es la primera vez que me pasa. Ya una vez me habían dejado una amenaza en el teléfono celular. Hice la denuncia, fui a la comisaría. Me llamaron para declarar en el juzgado y nunca más pasó nada. Podrían haberme matado si es por eso. Por suerte no pasó nada.
Gustavo Masutti Llach
Revista Ahora - Diario Crónica
Buenos Aires - Argentina
Noviembre de 2001
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