martes, 30 de abril de 2002
Leonardo Luca: La música tropical siempre fue marginal y eso te marca una diferencia social"
Leonardo Luca es uno de los conductores más escuchados del país. Así puede sonar osado. Sin embargo, cuando se agrega el dato de que es la voz de "El cordobazo" (lunes a viernes de 13 a 15) y "El dengue" (lunes a viernes de 15 a 18), bastiones de la música tropical, y que la radio, Cadena Cumbia Latina, tiene 80 repetidoras en el país, con sedes desde Orán hasta Ushuaia, pocos se atreverían a poner en duda la sentencia.
"'El Dengue' es un poco más volado -diferencia-. Tiene participación del oyente (nos piden temas y los complacemos, no hay listado) y me permito jugar. En cambio, 'El cordobazo' es más clásico, más serio. Es muy loco lo que hacemos ahí porque el programa es de música típica de Córdoba, pero en Buenos Aires. No sé si los cordobeses tienen algo como esto (allá vamos terceros). Y nos va muy bien porque la cumbia villera está decayendo. Ya no tiene el furor de antes y el cuarteto resurge".
-¿Cómo es tu público?
-Hay de todo. La música tropical siempre fue marginal y eso te marca una diferencia social.
-¿Incluso cuando sonaba en Punta del Este?
-Ni con "La ventanita del amor" dejó de serlo. Si todavía los artistas no pueden trabajar libremente en TV fuera de sus propios programas. Tienen que comprar su propio espacio. Yo trabajé en muchos medios intentando imponer este género. Y siempre, de fondo, escuchabas algún "...mirá estos negros de mierda". Si no les gusta, perfecto. Pero por lo menos deberían respetar a todos los que laburan de esto, desde los plomos hasta los que manejan los micros de los artistas. Pero ojo que la radio no se escucha sólo en la villa. Rodrigo llenó trece Luna Park, es un récord.
-Sin embargo, debe ser la preferida ahí adentro.
-Es muy probable. La gente de bajos recursos se identifica más fácil con una letra que le habla de lo que le pasa. Se siente representada por los que son como ellos. Pero aunque se avergüencen y lo nieguen, muchos clase media y alta nos escuchan. Este fenómeno trascendió todo. Fijate que sale en internet por Tropicalisima.com y recibimos mails de oyentes de EEUU, Suecia, España o Israel. Y con el éxodo de argentinos, más todavía. Porque les mandamos nostalgia, están desesperados por mantener su cultura.
El clima de la radio es distendido y profesional. De las paredes del estudio cuelgan en paz posters de River y Boca. Hay gorritos de Gimnasia y Platense que conviven con las fotos de Trinidad o el Indio. Los oyentes llaman, salen al aire y se identifican: "Soy de Salta y vivo en Caballito". "Llamo de Casanova", "Te hablo desde Tortuguitas". "Soy Andrea, una de las 'botelleras de Lomas'". La mayoría están desocupados y piden temas de Damas Gratis, Flor de Piedra, Rodrigo y Leo Mattioli. Luca se maneja con solvencia con ellos, en su idioma, y se le nota que los quiere.
-¿La cumbia villera es un fenómeno porteño?
-Sí, el resto del país lo aceptó. De los barrios bajos y fue inventado por Pablo Lescano.
-¿Te gusta?
-El ritmo es copado. No estoy muy de acuerdo con el mensaje. A veces me da impresión escuchar a un chiquito de 6 años cantar "...quiero tomar cocaína", "vamos a robar un banco" o "muerte a la yuta". Se lo dije a Pablo.
-Hay mucha agresividad en la calle. ¿Cómo manejás el equilibrio para no echarle nafta al fuego?
-Me parece que las letras son honestas. No inventan nada, describen lo que pasa.
-Quiero marcar que el que te escucha puede estar por salir a robar en un rato.
-Es probable. Yo trato de bajar los decibeles y ponerle humor. Que se den cuenta de que no es todo tan real y no se tomen a pecho. Depende de mí si después de escuchar "fumate un porro", "meté caño" o "matá a un chabón", salgo a hacerlo o me muero de risa. Después de todo, la Bersuit también tiene temas como "Entregá la bolsa" o "Señor Cobranza". Pero claro, su público es de otro target. Tienen auto. El de la cumbia villera no. Ojo que la cumbia tiene muchas facetas y subgéneros. Desde la cumbia romántica al cuarteto o a la santafesina.
-¿Pensás en que el que te escucha puede tener el revólver arriba de la mesa y lo que le digas puede definir si lo agarra o no?
-Mi visión debe ser más abarcadora.También pienso que tiene el revólver arriba de la mesa y que hace dos días que no come.
-A eso me refiero.
-Es espeluznante ver a los chiquitos tirarse de cabeza para conseguir algo de comer en la basura de Mac Donald's. Se pelean por eso. Eso da bronca e impotencia. Desde mi lugar, y sabiendo que me escucha esa gente, me duele mucho y por eso doy el máximo.
-Es bueno que no subestimes a esa porción de tu público y les expliques qué es el CER, como solés hacer.
-Mi obligación es respetarlos, tratarlos de igual a igual, divertirlos, informarlos y explicarles, desde mi punto de vista, cómo son esas cosas. Pensá que hay gente que no tiene ni un televisor y que si consigue un mango, en vez de comprar el diario, compra pan y cincuenta gramos de fiambre. Gracias a Dios, la radio todavía es gratis.
Gustavo Masutti Llach
Revista Ahora - Diario Crónica
Buenos Aires - Argentina
Abril de 2002
sábado, 27 de abril de 2002
Betty Elizalde: "Los periodistas debemos cuidarnos porque seremos los próximos en ser escrachados".
Por suerte, Betty Elizalde nunca se fue. Aunque estuvo más de nueve meses sin aire, en setiembre del año pasado volvió con "Siempre Betty", y ahora va por La Isla, FM 89.9, (lunes a viernes de 13 a 16) . Además, despunta el vicio del teatro con "Siempre el mismo cuento", los jueves a las 21 en el Paseo La Plaza. "La Isla no es como Continental o Mitre -aclara-. Te obliga a tener un perfil más bajo. No es la misma promoción porque acá somos todos pobres. Pero de a poco, con el boca en boca se va armando la cadena".
-La dueña, Gloria López Lecube me dijo que esa radio era una Pyme.
-Es así. Son tiempos en los que hay que autoproducirse. Habrá que aprender nuevos oficios para subsistir y volverse empresarios. Es un desafío interesante aunque no esté de acuerdo con que uno no se dedique sólo a lo que hace bien.
-Sobre todo sin anunciantes en el mercado.
-Lo primero que se derrumba cuando hay crisis es la pauta publicitaria. Preguntá en Canal 13 o Telefe. No hay ni un "chivo", dan lástima. Pero la peleamos. Mientras no tenga que poner, para mí es muy importante mantener un lugar de independencia. Aunque no gane ni un peso.
-¿Si estuvieras en otra emisora estarías limitada?
-Sí. No digo nada nuevo. Hay radios con ideología o manejados por una telefónica y sabés qué no se puede decir. Después de todo no me parece mal porque si soy dueña no te voy a contratar para que hables mal de mí. Es maravilloso ir a la radio sin responder a ningún interés ni que me bajen línea. Hago lo que siento y pienso. Eso tiene un valor sublime. Elijo los cuentos, los discos y las entrevistas.
-¿Cuál es tu visión de los medios?
-Que ahora son multimedios, manejados por un señor que vive en Canadá, España o Alaska y desde allá suben o bajan el pulgar. Igual que una cadena de hamburguesas. No me preocupo porque tengo tengo una audiencia grande, compuesta por todas las edades.
-¿Cambiarías esta libertad por dinero?
-Tener un cheque con muchos ceros sería una satisfacción a fin de mes, cada vez que voy a cobrar (se ríe). Pero cada día sería una tortura, algo para remontar. En cambio, ahora la felicidad que me da la radio no la encuentro ni en el mejor spa. No tiene precio.
-¿Por qué no fuiste a Del Plata?
-Siempre se frustra. El año pasado estuvo muy cerca. Creo que es la radio donde mejor trabajaría. Una vez que estás ahí no te condicionan ideológicamente y podés crear. No soy una periodista política que se maneja con una agenda. Y la única de las radios grandes que te lo permite es Del Plata. Con ellos hablo a principio de año pero el problema es que buscan gente que lleve plata. No estoy para eso. Imaginate que no me voy a prestar a que me pongan a prueba un par de meses para ver si hacen diferencia conmigo. Sería muy pesado. Aunque este año insistiré.
-Llevate unos mariachis.
-¿Por los dueños mexicanos? (se ríe). Nunca vi a ninguno. Para charlar con ellos habrá que ir al D.F. de México. Siempre me manejé con los ejecutivos de acá. Ahora está Jorge Rodríguez que por lo menos es un tipo del medio.
-Tu estilo tranquilo contrasta con los tiempos violentos que vive Buenos Aires. ¿Te tenés que adaptar?
-No. Tengo mi independencia. Trato de manejarme siguiendo ese principio.Tal vez un día me enganche con La Pavada de Crónica y puedo llegar a jorobar toda la tarde con eso. Depende del estado de ánimo con que enfrento el micrófono. Tampoco las noticias o la actualidad son el eje del programa.
-¿Entonces?
-Utilizo todos los recursos que puede proveer la radio: El buen sonido, la buena puesta en el aire y la buena música, que no la paga ninguna empresa discográfica. Soy yo la que se busca los disquitos y los lleva al estudio para pasarlos. Deben ser canciones de calidad y eso no invalida que sean populares. Tengo el orgullo de, por ejemplo, haber sido la primera que pasó a Chabela Vargas. De pronto me pongo a hablar con un intelectual sin lapresión de que tengo que cortar porque me espera un político para salir al aire.
-Pero alguna vez entrevistaste políticos.
-Rara vez, y porque me interesa algún tema puntual.
-Quiero marcar que se te mete la realidad por la ventana.
-Seguro. Siempre está presente. Pero trato de que no todo gire alrededor suyo. Por ejemplo, no doy la cotización del dólar ni el riesgo país. Prefiero no llenarme la cabeza con porquerías que no me sirven absolutamente para nada. Lo mío es más un oficio de entretenedora. Me encanta esa palabra. Al no ser periodista política tengo una gama amplísima para moverme. Puedo ponerme estúpida y pavear todo el programa si quiero. O seria al minuto siguiente. Porque la sorpresa es fundamental en este medio.
-¿Pre producís?
-Sí, pero un escuchador, con un mensaje, me puede cambiar todo el esquema y el rumbo.
-¿Quiénes te entretienen a vos?
-Lalo Mir, Fernando Peña y cuando quiero informarme pongo a Nelson Castro, Orlando Barone, Chiche Gelblung o Gómez Castañón. Aunque hago zapping, escucho a todos y los cambio cuando me doy cuenta que me la quieren vender cambiada.
-Pero la gente ya no tiene la guardia tan baja.
-Es cierto. Mirá Venezuela. Además, los periodistas debemos cuidarnos porque seremos los próximos en ser escrachados.
Gustavo Masutti Llach
Revista Ahora - Diario Crónica
Buenos Aires - Argentina
Abril de 2002
-La dueña, Gloria López Lecube me dijo que esa radio era una Pyme.
-Es así. Son tiempos en los que hay que autoproducirse. Habrá que aprender nuevos oficios para subsistir y volverse empresarios. Es un desafío interesante aunque no esté de acuerdo con que uno no se dedique sólo a lo que hace bien.
-Sobre todo sin anunciantes en el mercado.
-Lo primero que se derrumba cuando hay crisis es la pauta publicitaria. Preguntá en Canal 13 o Telefe. No hay ni un "chivo", dan lástima. Pero la peleamos. Mientras no tenga que poner, para mí es muy importante mantener un lugar de independencia. Aunque no gane ni un peso.
-¿Si estuvieras en otra emisora estarías limitada?
-Sí. No digo nada nuevo. Hay radios con ideología o manejados por una telefónica y sabés qué no se puede decir. Después de todo no me parece mal porque si soy dueña no te voy a contratar para que hables mal de mí. Es maravilloso ir a la radio sin responder a ningún interés ni que me bajen línea. Hago lo que siento y pienso. Eso tiene un valor sublime. Elijo los cuentos, los discos y las entrevistas.
-¿Cuál es tu visión de los medios?
-Que ahora son multimedios, manejados por un señor que vive en Canadá, España o Alaska y desde allá suben o bajan el pulgar. Igual que una cadena de hamburguesas. No me preocupo porque tengo tengo una audiencia grande, compuesta por todas las edades.
-¿Cambiarías esta libertad por dinero?
-Tener un cheque con muchos ceros sería una satisfacción a fin de mes, cada vez que voy a cobrar (se ríe). Pero cada día sería una tortura, algo para remontar. En cambio, ahora la felicidad que me da la radio no la encuentro ni en el mejor spa. No tiene precio.
-¿Por qué no fuiste a Del Plata?
-Siempre se frustra. El año pasado estuvo muy cerca. Creo que es la radio donde mejor trabajaría. Una vez que estás ahí no te condicionan ideológicamente y podés crear. No soy una periodista política que se maneja con una agenda. Y la única de las radios grandes que te lo permite es Del Plata. Con ellos hablo a principio de año pero el problema es que buscan gente que lleve plata. No estoy para eso. Imaginate que no me voy a prestar a que me pongan a prueba un par de meses para ver si hacen diferencia conmigo. Sería muy pesado. Aunque este año insistiré.
-Llevate unos mariachis.
-¿Por los dueños mexicanos? (se ríe). Nunca vi a ninguno. Para charlar con ellos habrá que ir al D.F. de México. Siempre me manejé con los ejecutivos de acá. Ahora está Jorge Rodríguez que por lo menos es un tipo del medio.
-Tu estilo tranquilo contrasta con los tiempos violentos que vive Buenos Aires. ¿Te tenés que adaptar?
-No. Tengo mi independencia. Trato de manejarme siguiendo ese principio.Tal vez un día me enganche con La Pavada de Crónica y puedo llegar a jorobar toda la tarde con eso. Depende del estado de ánimo con que enfrento el micrófono. Tampoco las noticias o la actualidad son el eje del programa.
-¿Entonces?
-Utilizo todos los recursos que puede proveer la radio: El buen sonido, la buena puesta en el aire y la buena música, que no la paga ninguna empresa discográfica. Soy yo la que se busca los disquitos y los lleva al estudio para pasarlos. Deben ser canciones de calidad y eso no invalida que sean populares. Tengo el orgullo de, por ejemplo, haber sido la primera que pasó a Chabela Vargas. De pronto me pongo a hablar con un intelectual sin lapresión de que tengo que cortar porque me espera un político para salir al aire.
-Pero alguna vez entrevistaste políticos.
-Rara vez, y porque me interesa algún tema puntual.
-Quiero marcar que se te mete la realidad por la ventana.
-Seguro. Siempre está presente. Pero trato de que no todo gire alrededor suyo. Por ejemplo, no doy la cotización del dólar ni el riesgo país. Prefiero no llenarme la cabeza con porquerías que no me sirven absolutamente para nada. Lo mío es más un oficio de entretenedora. Me encanta esa palabra. Al no ser periodista política tengo una gama amplísima para moverme. Puedo ponerme estúpida y pavear todo el programa si quiero. O seria al minuto siguiente. Porque la sorpresa es fundamental en este medio.
-¿Pre producís?
-Sí, pero un escuchador, con un mensaje, me puede cambiar todo el esquema y el rumbo.
-¿Quiénes te entretienen a vos?
-Lalo Mir, Fernando Peña y cuando quiero informarme pongo a Nelson Castro, Orlando Barone, Chiche Gelblung o Gómez Castañón. Aunque hago zapping, escucho a todos y los cambio cuando me doy cuenta que me la quieren vender cambiada.
-Pero la gente ya no tiene la guardia tan baja.
-Es cierto. Mirá Venezuela. Además, los periodistas debemos cuidarnos porque seremos los próximos en ser escrachados.
Gustavo Masutti Llach
Revista Ahora - Diario Crónica
Buenos Aires - Argentina
Abril de 2002
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