martes, 28 de noviembre de 2000

Oscar Gómez Castañón:."El dial va del 590 al 790"


Sin dudas, una de las voces-emblema de Radio Continental es la de Oscar Gómez Castañón. Es que su programa, "Tiempos Modernos" (AM 590, lunes a viernes de 9,00 a 12,00) cumplirá en 2001 su noveno año ininterrumpido al aire en el mismo horario (arrancó en el ´89). Además, durante mucho tiempo se desempeñó como gerente de programación de la emisora, cargo que resignó hace unos pocos meses en muy buenos términos. "El contrato con la radio lo arreglo de palabra porque tengo relación de dependencia a raíz de mi cargo ejecutivo, asevera. Veremos cómo se desactiva esa situación. Ahora soy asesor porque estaba cansado de pelear tantos años en la trinchera. Esto me sacaba fuerza para hacer mi programa y otros proyectos que tengo".
-Este año lo encaraste sin Luis Majul y ahora se fue Jorge Jacobson.
-Cambiamos mucho para que nada cambie. Ese es nuestro concepto de renovarnos y seguir arriba. A ellos les salieron muy buenas propuestas. Pero estoy muy contento con los columnistas que incorporamos (Barone y Lavieri ahora y Verónica Bonacchi desde el 1 de enero).
-Se dice que la estrategia de Telefónica en Telefe (son los nuevos dueños del pool que incluye a Continental) es "poner los números en caja aunque se resigne rating". ¿Cómo afectará a una radio que viene perdiendo audiencia en los últimos dos años?
-Continental tiene un gerenciamiento muy bueno y efectivo. Las nuevas autoridades dan mucha libertad. Esa política que vos decís será para el canal porque la radio tiene sus números ordenados. Nunca tuvo problemas de presupuesto porque es austera. De hecho, el 2001 tendrá la misma cantidad de figuras que el año pasado y pueden incorporarse más.
-¿Por qué perdió oyentes?
-Pasó de estar en la punta a la base del grupo lider y tuvo que ver con una línea editorial, en la primera mañana, que se la relacionaba con el gobierno que se iba. De a poco se está revirtiendo: El año que viene estará Alfredo Leuco, más contestatario y picante, y se mantendrá el resto de la programación excelente de esta temporada. Continental es como esas marcas de auto tradicionales que nunca se rompen y se va a recuperar pronto. Por entonces se perdió terreno ante radios que eran bien opositoras en un momento de mucho hartazgo de la gente ante el menemismo que dejaba el poder después de diez años.
-Para el año que viene la Red apuesta fuerte. ¿No hay riesgo de que el eje del dial se corra de Continental (590)-Rivadavia (630)-La Diez (710)-Mitre(790), a La Diez-Mitre-La Red (910)?
-El dial va del 590 al 790. Como siempre. En los últimos tiempos se sumó la Diez dentro de ese lote. No creo que nuestra audiencia se vaya a La Red. Continental sigue siendo, tal vez, la radio con mayor cantidad de periodistas y figuras reconocidas. Es clásica y confiable y no va a estar buscando extremos para sumar audiencia. Ese sello lo tenemos nosotros solos. Se está peleando muy fuerte por otros segmentos. Público que se impacta con cosas fuertes como las de Jorgito Rial. La competencia se va a dar en las radios más populares. Continental debe volver a hacer el pulido fino y le tengo mucha fe para el año que viene.
-El target que eligieron es el mejor para conseguir anunciantes en un momento de reducción de la "torta".
-Eso deberías hablarlo con la gente de la oficina comercial. Las tandas de Continental sufrieron un bajón, como todas, pero la nuestra está al nivel de la TV. No hay pequeños anunciantes, son todas grandes marcas, líderes. La radio se cuida mucho de la cantidad de minutos de publicidad para que el cliente se sienta cuidado. Seguramente no somos los que más sufrimos la reseción, pero de eso no se salva nadie. Exceptuando a los vendedores de antidepresivos.
-¿A quiénes escuchás?
-Me gustan todos los de mi radio. En serio. Y de las otras: la Folclórica, Lalo Mir, Fernando Peña y La Negra Vernaci. Disfruto de la radio bien hecha, y que despierta mi creatividad, no importa el discurso.
-Hablemos un poco de vos. ¿Tu secreto es que no perdiste la mirada de hombre del Interior?
-No es una elección. Cuando vivís veinte años en lugares chicos de la Patagonia es muy difícil cambiar porque se viene a la Capital. Aún cuando no sé si puedo vivir en otro lado. Me sale naturalmente. Además esto te lo puede decir Landricina o cualquier folclorista: da placer que relatos y visiones de gente del interior les gusten a los porteños.
-Y los oyentes aportan lo suyo.
-Nosotros ponemos al aire a mucha gente del Interior para que se tome conciencia de que tenemos un gran país. Ese también es uno de los sellos de esta radio. Sale al aire uno desde Salta y después otro de Los Angeles. Ya no podés contar que en la 9 de Julio chocó un 600 cuando hay un pueblo bajo el agua. Las radios que no se den cuenta de esto van a sufrir. Porque la gente vive acá pero le gusta sentirse integrada al mundo. Te agranda el sentido de la vida.
-¿Que los medios de Buenos Aires se ocupen del Interior disminuye las antinomias?
-Claro. Por más que el nivel de vida de la Capital sea muy superior al del resto, el país es uno. Y cada región suma.
-¿Seguís viajando al Interior?
-Voy seguido a 25 de Mayo, donde tenemos con la familia (compuesta por su esposa Silvia y sus hijos Joaquín de 14, Federico de 12 y Martín, de 10) unas poquitas hectáreas de campo. Allí disfrutamos de poder dejar salir a mis hijos a la calle sin miedo y andar a caballo. Apenas son dos horas de viaje.
-¿Son dos países?
-Se siente mucho la diferencia entre Capital y el resto. En forma de vida y económicamente. Pero no tenés que irte muy lejos, se nota al cruzar la General Paz. Ojalá todos lleguen a tener el standar de los tres millones de porteños. Y esto no es una crítica para ellos.
-¿A qué se van a dedicar tus hijos?
-El mayor seguirá medicina, el que sigue arquitecto y el otro no sabe.
-¿El es tu última esperanza de que sigan tus pasos?
-Ojalá que no me siga nadie. En este negocio no siempre triunfan los más capaces. Quisiera que tengan una vida más ordenada, previsible, no tan expuesta.

Gustavo Masutti Llach
Revista Ahora - Diario Crónica
Buenos Aires, Argentina
Noviembre de 2000

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