Marcela Godoy : El “cable a tierra” de Pettinato

FICHA

“El Show de La Noticia”

LA 100, FM 99.9

Lunes a viernes de 6 a 9

Con: Roberto Pettinato, Mariel Di Lenarda, Marcela Godoy y Gustavo Grabia.

“Soy la mano derecha de Roberto. Como él dice: ‘Su esposa de la radio’. Como locutora, me toca ser la ‘parte 100’ del programa, la que juega el personaje formal. Soy el cable a tierra, los demás vuelan. Tiro los centros y Petti hace los goles. Nos divertimos mucho”.

En 1994 la locutora (egresada del ISER) Marcela Godoy debutó en la radio acompañando a un prócer del medio como Cacho Fontana. Pasaron varias emisoras (Nacional, Uno, La Red, Aspen) y canales de televisión hasta que en 2005 encontró su lugar en LA 100 al lado de Roberto Pettinato. Quien, además, la llevó a “Un mundo perfecto”, su programa de TV en América. Y se nota la química entre ellos.

-Con Pettinato juegan la fórmula del “buddy – buddy”, uno loco y uno cuerdo.

-Eso funciona siempre si se hace bien. Si te divertís, se transmite. Si está forzado, la gente también se da cuenta.

-Tu personaje parece limitado, pero no es así. Gabriel Rolón con Dolina, por poner un ejemplo, demostró que se puede lucir.

-Exacto. Depende también de la generosidad del “loco” al que tenés que “asistir”. Roberto es muy generoso y te invita a volar con él. No te mira desde arriba. Y si él brilla, vos también.

-El programa empezó mucho más guionado.

-Sí. Además estaba muy editado.

-Eso es muy difícil de sostener.

-Claro, demanda mucho esfuerzo. Pero también pasaba que Roberto estaba contenido.

-¿Lo hacía por inseguridad?

-No tenía experiencia, por eso escribía mucho. Eso produjo un boom porque no se hace ese tipo de radio acá. Al principio hasta le daba pudor leer sus textos y emocionarse. Impactaba verlo. Ahora le pasan esas cosas cuando toca el saxo. Pero ya no lee, se anima a improvisar más.

-¿Qué fue lo primero que te preguntó?

-“¿De qué signos sos?” Me causó gracia. Ahora puedo retarlo y me escucha. A su vez el me enseñó mucho de música. Está bueno ese enriquecimiento mutuo.

-Después de 16 años de radio estás poniendo el pie en la tele.

-Sí. Da mucho vértigo. Porque la trascendencia es mucho mayor. Un minuto en cámara hace que al otro día te lo comente todo el mundo. O que aparezcan mensajes de los oyentes del tipo: “Godoy, te vimos comprando zapatos”. Guau, ¿cuál será el límite? Porque los habitantes habituales de la tele están acostumbrados, pero yo todavía me pongo un poco incómoda cuando alguien se me queda mirando un rato largo. Es así.

-¿Es el paso obligado?

-Me parece que sí, te guste o no. Si se da, tenés que aprovecharlo. Sobre todo porque la tele está tan bizarra que podés brillar o ser uno más.

-¿Entrar a la TV no es como bailar con el diablo?

-Bueno… depende de uno cambiar o no. Todavía no llegué a no poder tomar el 132, pero voy camino a… Estoy en el punto en el que podés cambiar. Por eso tengo claro que son importantes los pies sobre la tierra y tener bien en claro adónde querés ir. Si lo tuyo es ir a un restaurante y no pagar, o garronear, todo vas por mal camino. Lo gratificante sería estar en un lugar y se acerque alguien para decirte “qué bueno lo que hacés”. Algunos no pueden ni caminar por la calle, pero ese el precio, ¿no?

Gustavo Masutti Llach



Revista Ahora - Diario Crónica
Buenos Aires - Argentina
13 de marzo de 2011