Alfredo Rosso: “El rock mantiene la rebeldía de no querer ser como nuestros papás”

FICHA

“El rincón del fan”

Nacional Rock, FM 93.7

Sábados de 17 a 20

Conducción y musicalización: Alfredo Rosso

Asistente de Producción: Noemí Hakel

“Es mi programa de los sábados. Este año le cambiamos el nombre porque le dedicaremos cada emisión a una banda (Rolling Stones, Pink Floyd, Seru Girán, etcétera) o a temas (el Glam Rock, La Cueva, recambio de los ’80 en Argentina, o el blues de Chicago). Mi esposa Noemí es quien dará información sobre el contexto histórico”.

“La Casa del Rock Naciente”

Rock & Pop, FM 95.9

Domingos de 18 a 20

Conducción y musicalización: Alfredo Rosso

“Ahora está más concentrado en las novedades del rock actual. Por tener poco espacio me enfoco en lo que no suena en otras radios”.

Cuesta presentar a alguien que domina tantas aristas de un género. ¿Cómo se lo define a Alfredo Rosso? Podría ser como arqueólogo, historiador, sociólogo o antropólogo del rock. Pero también como difusor o descubridor de nuevos talentos y tendencias. No queda más que caer en la fácil pero no por eso menos cierta o prestigiosa etiqueta de “periodista de rock”. Rótulo que supo ganarse con su trabajo ininterrumpido en los medios desde 1975 y que le granjeó el respeto de sus pares y de los músicos. Hoy tiene un pié en la Rock, de Radio Nacional y otro en la Rock & Pop. “Pero el gran proyecto para este año es ‘Mediodía’ –advierte-, un programa diario que irá por la Rock de Nacional y tendrá todo tipo de música. Con base en el rock de todo el mundo, sí, pero abierto a otros géneros como el jazz, la música étnica o brasileña. También, por ser Rafa (Hernández, el conductor) quien es, habrá mucho del mundo de la cultura”.

-¿Cómo te definirías?

-No sé. Me gusta esta condición que tiene el rock, como el arte en general, de hacernos la vida más grata. Nos da contenidos, nos sentimos espiritualmente más plenos y nos hace mejores personas. Claro, cuando escuchás a un grupo tampoco lo podés disociar de su época, de su contexto cultural, ni de las tensiones sociales o del mercado que vivían o viven. Trato de reflejar eso.

-¿Tiene un canon el rock de hoy? ¿Hay un estilo dominante como lo fue el beat, el punk, el sinfónismo, o el grunge?

-Hay que ponerlo en perspectiva. Tuve la suerte de estar en Londres en el amanecer del brit pop. Esas cosas nos pasan poco por vivir en la periferia: en general llegás muy temprano o tarde. El punto es que había una ebullición que no se sabía para dónde iba a dispararse.

-La primera década del siglo ya se cerró. ¿Qué dejó?

-Que triunfó el eclecticismo. Se dejaron atrás los últimos prejuicios entre géneros que quedaban. Hoy lees en las revistas especializadas cuáles fueron los 50 mejores discos de cada año y no domina un género. Tenés un álbum de rock de cámara al lado de otro electrónico y allá uno de pop. Los grupos ya no tienen pruritos en grabar un tema bailable o culturoso.

-¿Y la rebeldía?

-Todavía se busca, pero el rock ya no es el ariete principal de ese sentir revolucionario, vanguardista. Lo que no cambió son esas ganas de ser diferentes a nuestros papás y abuelos. Hay links, vínculos. Si hablás con pibes que tienen una bandita, son chicos que van al teatro a ver el off y no las revistas de Sofovich, por ejemplo. Ese nexo está, pero también hay mucha más oferta. Escucho a amigos míos decir: “uf, no pasa nada”. ¡No!: ¡pasa demasiado! El tema es que ya no tenés el tiempo del que disponías a los 25 para bucear, encontrarlo y disfrutarlo. Encima hay mucho material. Hoy cualquier pibe graba un disco en su cuarto, con su computadora. Antes requería un proceso casi reverencial, de llevar un cassette artesanal a un productor para ver si te dejaban armar un demo.

Gustavo Masutti Llach

Fotos: Martín Dubovich

Revista Ahora - Diario Crónica

Buenos Aires - Argentina

6 de febrero de 2011