martes, 27 de julio de 2004

Daisy May Queen: "La radio está esperando al que desafíe al método, que lo quiebre".

"Me despierto con la adrenalina que se genera cuando la luz del estudio se pone roja, para avisarme que estoy en el aire. El resto, lo hago casi dormida, con el piloto automático". Así, cada mañana llega al estudio, se pone los lentes, prende la computadora y busca esos sitios de Internet "secretos" de donde saca las primicias ("...'encanuto' las direcciones porque si las doy al aire, el que sólo busca información, no me escucha más") y el rito de inicio se completa con un té caliente. Esa es la rutina de la locutora Daisy May Queen, pilar de la FM Hit, 105.5, donde conduce "Los 40 principales", (lunes a viernes de 9 a 13) desde su inicio, hace 13 años. Llena de proyectos, anuncia el Festival de FM Hit para setiembre: "Será en la cancha de Boca Juniors y tendrá muchos invitados que fueron número uno de los 40 principales. Como siempre, a beneficio de comedores sociales". Y agrega: "Además, en agosto voy a cubrir el Festival 46664 Latino en Benidorm, España".
-Sos un estandarte de un estilo. ¿Ves venir una nueva camada, de locutoras jóvenes, que lo renueve?
-Todos los años la Hit hace cástings. Vienen decenas de chicas, y me pongo a escucharlas. Lo que noto es que estudiaron un método, y lo hacen a la perfección. Pero todo el medio está esperando al que desafíe al método, que lo quiebre. Por ahora no se lo ve.
-¿Rescatás a alguien?
-Acá en la radio está Carolina Caliverti, a la que, siempre en joda, le digo que es mi sucesora. Ella es muy graciosa y espontánea, muy capaz, y un ser maravilloso.
-Vas a seguir firme, entonces. ¿Te preocupa reciclarte?
-Es una de mis obsesiones. No quiero quedarme afuera de las nuevas tendencias (no hablo de lo fashion, sino de lo artístico). Trato de estar al tanto de lo que les interesa a los chicos y saber qué es lo nuevo que sale.
-¿Qué grupo o solista hace furor hoy entre los adolescentes?
-Airbag "arde" entre los teenagers.
-¿Qué porcentaje de tu audiencia se renueva?
-No hay números. Mi marketing pasa por los mensajes que recibo. Así sé que algunos me siguen del principio, otros van y vienen, otros escuchan desde el exterior, por nostalgia. Y hay muchísimos nuevos de 13 o 14 años, de todo.
-¿Y por qué te siguen eligiendo?
-Hay algo que es básico: la onda del rock y el pop es fluctuante, ahora está arriba un estilo, mañana el otro. Cuando empecé, al tope estaba Luis Miguel, después Guns n´ Roses, y luego los BackStreet Boys. Pero la línea que nunca cambia es la que pasa por los sentimientos. De ahí no me muevo. Las preguntas de los chicos son siempre las mismas.
-¿Te seguís entusiasmando con el tipo de música que pasás?
-¡Cómo no me voy a entusiasmar! Esto lo sufro desde mi adolescencia. Si siempre fui fan de Queen, y hasta Charly García alguna vez los tildó de comerciales. Todos me acusaban de que me gustaba la "música de supermercado", y los mayores me decían: "Queen no es música, artistas eran los Beatles, o los Rolling Stones". Ojalá que nunca me quede en el tiempo, y me siga entusiasmando lo nuevo.
-¿Lo que ponés a aire, también lo escuchás en tu casa?
-Sí. En casa pongo Franz Ferdinand, Airbag, La oreja de Van Gogh, Amaral, Maroon 5... Es grosso lo que viene y me da ganas de participar en los futuros éxitos. Me llena de orgullo que Airbag esté número uno, porque creí en ese producto, y ayudé a esos artistas desde el minuto cero. Es diferente cuando formás parte de un suceso, aunque sea desde este lugar.
-¿Cuántas veces acertás al suponer que un tema será número uno?
-El ochenta y cinco por ciento.
-¿Por que las discográficas no te llaman como "cazatalentos", entonces?
-Ah, no te creas. Algunas se avivaron y me piden consejos. Todavía gratis, de onda, ¿por qué no? Habrá que buscar un capitalista para armar Daisy Records (se ríe). En serio, si alguna vez me pegan una patada en las radios, mi sueño es trabajar en una discográfica, trabajando con material nuevo.
-¿Escuchás radio?
-Sí, cuando estoy en casa pongo a Virginia Hanglin y a Mirtha Legrand, las "Damas de la Red". Si no, a Mario Mactas.
-¿FM?
-Nada. Porque soy una mina muy influenciable. Voy una semana a Venezuela y vuelvo con su tonadita, igual en Chile y España. Es un peligro que me ponga a escuchar a la competencia y les copie cosas. Me muero. Mirá si vengo y digo: "FM Hit, poné música". Por eso me limito a a radio en inglés, porque se me pega menos.
-¿Seguís escuchando radios de afuera vía Internet?
-Sí, y la conclusión es que la radio argentina está muy avanzada. Buenos Aires, en ese sentido, está a la altura de cualquier gran capital del mundo. Los principales programas de top forthy son iguales a "Los 40 principales". No hay diferencias. Y estamos mucho mejor que la radio española, a la que le faltan ritmo y efectos. En Europa no pueden creer lo que hacemos.
-¿Y en América?
-Los mexicanos andan bien y las radios de Puerto Rico tienen mucha potencia. En Miami se trata de conformar a todos los que están ahí, pero con un tufillo más yanqui. Pero mis preferidos son los ingleses porque son muy sofisticados en sus consignas. Claro, tienen mucha producción y dinero. Y su horario fuerte es de 6 a 9, no como nosotros que el máximo encendido es la segunda mañana.
-Pero Europa tiene una diferencia de concepto en su visión comercial de la radio, ¿no?
-Sí, totalmente. Allá lo que manda son las radios para adolecentes.
-Acá escuché que "...los adolescentes no interesan porque no tienen plata".
-En Europa no le venden a los adultos porque saben que ya tienen una opinión formada, y es difícil hacerlos cambiar. Hablé con varios directivos de radios europeas y ellos tienen visión de largo plazo: Por ejemplo, le venden autos a los adolescentes (para ellos ese segmento va de 14 a 25 años) porque esa es la edad en la que eligen la marca para toda la vida. Fijate qué diferente, están un paso más allá.

Gustavo Masutti Llach
Revista Ahora - Diario Crónica
Buenos Aires, Argentina
Julio de 2004

domingo, 25 de julio de 2004

Mercedes Ninci:"Me resultó fácil destacarme por mi tonada cordobesa"





Allá va Mercedes Ninci, persiguiendo a los protagonistas del día. Al aire libre, con su panzota de ocho meses de embarazo a cuestas, rodeada de un cardúmen de periodistas, fotógrafos y camarógrafos. Esquivando -y dando- pisotones y codazos, y tratando de no enredarse con los cables. Son los gajes del oficio de los movileros radiales, de los cuales ella es un referente. Es lógico que lo sea, lleva trece años en la calle, siempre "defendiendo los colores" de Radio Mitre, AM 790.
-¿Cuál fue tu primera nota?
-Cuando Domingo Cavallo, que era Ministro de Economía de Menem, anunció el Plan de Convertibilidad. Fue el 21 de marzo de 1991. No entendía nada del tema, me quería morir. Gracias a Dios, estaba por ahí Marcelo Bonelli, que me ayudaba y asesoraba.
-¿Por quién entraste a la radio?
-Precisamente, por él. Creo que me resultó fácil destacarme por mi tonada cordobesa, que se distinguía porque sonaba diferente.
-¿Te gusta el móvil después de tanto tiempo?
-Sí, para hacer bien este trabajo tenés que ser feliz en la calle, aunque haga un frío terrible o te toque una guardia aburrida y larga. Eso no quita que me encantaría incorporarme al piso, si se da la oportunidad. Aunque, aún si pasara al estudio, necesitaría mantener el contacto con la calle, porque ahí está la noticia. La nota es la nota. No es lo mismo que te hable la policía y te cuente por teléfono que, a un secuestrado lo encontraron en una casa en Moreno, que ir al lugar, hablar con la gente, averiguar qué hizo la policía, en fin: investigar. Sólo así se mantiene el contacto con la realidad.
-¿Los que están en el piso lo pierden?
-No necesariamente. Pero por eso me gusta mucho lo que hace Santo Biasatti, que cada tanto sale a la calle. Ese sería el modelo de conductora que elegiría para mí.
-¿Cuáles son las desventajas del movilero?
-Y... cuando estás en la calle todo el día, como me pasó el año pasado, resulta agotador. Porque trabajaba a la mañana para la radio y a la tarde para la televisión. Cuando llegaba la noche estaba destrozada. Por eso este año me lo tomé como semi-sabático.
-¿Cómo es eso?
-Claro, salgo al aire a la mañana para la radio, y la tarde se la dedico en exclusiva a mi hija.
-¿Y el embarazo no se transforma en una complicación extra para este tipo de trabajo?
-No, la verdad que no.
-¿Ni siquiera en los apretujamientos y en los empujones?
-No es lo ideal, pero viste cómo es. Ya estoy acostumbrada, la panza va para adelante y yo atrás. Además, con los otros movileros nos conocemos todos desde hace mucho, y somos como un grupo de amigos. Es cierto que la gente nos ve por televisión peleándonos con los cables y a los empujones. Pero, así y todo, el clima de trabajo es buenísimo, muy cordial.
-¿Vas a pedir la licencia por maternidad antes o después?
-Soy de las que prefiere esperar hasta último momento y después tomarme todo junto. Porque el tema del amamantamiento es más arduo, a veces te baja mucha leche.
-¿La vez pasada hiciste eso mismo?
-Bueno, Florencia casi nace en el Puente Pueyrredón. Yo estaba cubriendo la famosa marcha a Plaza de Mayo en el aniversario del 20 de diciembre. Es más, una colega de DyN me sacó una foto embarazada y rodeada de los piqueteros. Mis compañeros de Mitre siempre están "cortando clavos" por miedo a que tenga el parto en el móvil. No vaya a ser cosa que nazca en la camioneta.
-¿Vas a "cerrar la fábrica"?
-No tengo más remedio. Mi marido me dijo que si quería otro hijo iba a tener que ser con otro hombre (se ríe). A mí me gustaría tener cinco.
-¿Cinco?
-Sí, porque no te olvides que soy de Córdoba. Allá se acostumbra la familia numerosa, y en la mía somos muchos hermanos. Pero bueno...
-Hace poco te atropelló un auto.
-Sí, claro, en la puerta de la quinta de Maradona. Fue porque entró como un bólido y no nos dio tiempo a corrernos.
-¿Te pidió disculpas el chofer?
-Sí, hasta me llamó por teléfono a mi casa. Me explicó que no podía detenerse porque lo tenía a Maradona escondido en el asiento de atrás, y si paraba se iba a armar un escándalo.
-¿Quedaste muy lastimada? Porque fue dramático verte embarazada, con un cuello ortopédico, y tirada en el piso.
-No. Apenas tuve un esguince en pie izquierdo, pero ahora estoy espléndida. Me siento como para correr una carrera de nuevo. Yo les gritaba a los de la ambulancia: "¡Sáquenme esta cosa incómoda del cuello que lo que me duele es el pie!" Además, se terminó dando una situación insólita, porque, después de cubrir tantos accidentes y situaciones con heridos, la noticia era yo. Era tan raro ver a todos los movileros a mi alrededor, y yo transmitiendo desde adentro de la ambulancia.
-Cotaste la monotonía.
(Se ríe)-Sí, porque esa era una de las típicas notas en las que se montan guardias de veinticuatro horas y no pasa nada. Y cuando hay una novedad, nos tiramos todos encima.
-¿Te ves en el piso dentro de cinco años?
-No, no me quiero ni mirar. Yo vivo el día.
-Estuviste nominada al Martín Fierro.
-Sí, cuando me avisaron pensé que el del informativo me estaba cargando. Era raro, porque estuve nominada con Magdalena Ruiz Guiñazú (fue la ganadora), que es la conductora del programa del que soy movilera. Es decir: tuve que competir con mi jefa. Ya la nominación era suficiente premio para mi. A Magda le parecía muy divertido, yo estaba nerviosísima.

Gustavo Masutti Llach
Revista Ahora - Diario Crónica - Buenos Aires
Julio de 2004