Sábados y domingos de 7 a 9
Del Plata, AM 1030
Producción: Rodear.
“Locos de Buenos Aires”
Provincia, AM 1270
Lunes a viernes de 16 a 18.
“Comienza el día”
lunes a viernes, de 5 a 7
Radio Belgrano, AM 950.
Está a punto de cumplir 38 años de trabajo constante en la radio. Allí pasó por todas las escalas e hizo todos los trabajos perodísticos posibles. Estuvo en un móvil, en la locución, fue redactor, productor ejecutivo y periodístico, gerente de noticias y hasta director de Radio Nacional durante la presidencia de Eduardo Duhalde, con quien realizaba aquel célebre programa en el que el presidente hablaba por la radio pública. Hoy tiene “los huevos en tres canastas”, como él mismo lo explica: “En Provincia hago reportajes todos los días. En Belgrano me redujeron el horario en dos horas, pero apareció la posibilidad de hacer el fin de semana en Del Plata. Lo digo con mucho dolor, pero la propuesta original de Belgrano no se condice con la que se plasmó luego. No me da vergüenza, las cosas no salieron como se pensaba cuando me fui de Del Plata para ir a Belgrano”.
-La idea era pelear arriba.
-Sí, pero la crisis impidió que se hicieran las inversiones técnicas necesarias. Por eso, dejé la exclusividad de lado. Cuando te convertís en una suerte de Pyme de vos mismo no te podés dar esos lujos. Además, mientras no se produzca una revolución tecnológica, y las AM aparezcan en los I-Pod y en los teléfonos celulares, habrá un grave problema de financiamiento.
-En Nacional hiciste aquel programa con Duhalde como presidente y conductor.
-Haber estado en ese momento de la Argentina tan difícil es un orgullo. Elegí hacerlo porque yo era el director y no quería obligar a ningún empleado de la radio a que quedara “pegado”. Con Duahlde no volví a hablar. Y todos los mandatarios deberían hacerlo. Porque en ese pequeño espacio se fijaba gestión en un país que se incendiaba.
-¿Quedaste “pegado” a su figura?
-No, más que por eso por dirigir Nacional. Es curioso, algunos creen que yo era del riñón de Duhalde. Tengo un grato recuerdo porque tenía libertad. Además, salvo ese, no hice ningún programa durante mi gestión.
-Es una pena que los presidentes posteriores no lo sostuvieran.
-Sí, porque se hacían muchos anuncios. Allí se conocieron las retenciones, por ejemplo. Parece hace un siglo, pero fue hace siete años. El último programa se hizo un día antes de que asumiera Néstor Kirchner. Me hubiera gustado que la radio pública siguiera siendo señera en ese sentido. Ahora la gente se entera de los anuncios por los diarios, Crónica TV o TN, cuando se podría hacer sin intermediarios. Sin llegar al extremo de Hugo Chávez, al que, con todo respeto, es inaguantable escucharlo cinco horas hablando. Acá lo bueno era que duraba quince minutos.
Gustavo Masutti Llach
Fotos: Martin Dubovsky
Revista Ahora - Diario Crónica
Buenos Aires - Argentina
26 de julio de 2009
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