Rodolfo “Alacrán” Samsó: “Los personajes se agotan cada vez más rápido”

FICHA
“Bien levantado”
Pop Radio, FM 101.5
Lunes a viernes de 6 a 9.
Conducción: Bautista “Beto” Casella
Con: Lola Cordero, Andrés Klipphan, Rodolfo Samsó, Osvaldo Guerra y Carolina.

“Es un programa de noticias miradas a través del prisma del humor. Comenzamos en 2005 en Mega, y este año pasamos a Pop. En apenas un mes y medio nos pusimos primeros, como en la radio anterior. Tiene que ver con hacer lo que quiere la gente, fidelidad, no lo sé. Pero cuando llegaron las mediciones, nadie lo podía creer”.

“¡Qué destino! Cuando nací éramos mellizos. Papá dijo: ¿son dos? Al más nabo lo tiro al río... ahí aprendí a nadar. A los tres meses ya caminaba... nadie me hizo upa”. Frases como estas se encuentran en la petit autobiografía que publica en su página web www.mundoalacran.com.ar, pero la realidad es que más allá de los chistes, Rodolfo Samsó es un profesional del humor obsesivo, que no deja nada librado al azar. Al punto que sabe qué chiste contó cada día en los cinco años que duró “Bien Levantado” hasta hoy.
-Sos responsable de meter humor en un clima jocoso.
-Soy una 4 x 4 que trato de adaptarme en un país que se empecina en aplastarme. En los programas serios era petardista. Acá, trato de sorprender y lo último que encontré es sacar mi verdadera personalidad. Me despojo de Alacrán, del Wachón o de la Abuelita para comentar desde Rodolfo. Y descoloco con eso.
-¿El oyente se satura?
-Los personajes se agotan cada vez más rápido. Meto uno nuevo y creo que voy a tirar todo el año. Sin embargo, en un mes bajan los llamados de oyentes, Beto se me empieza a aburrir y tengo que buscar otro. Si pega uno me doy por satisfecho.
-¿Hoy cuál es?
-La abuelita, que tiene un humor muy negro (similar a Señora Luna, que hacía en “Cha, cha, chá”) y que curiosamente le encanta a los pibes. Con el Wachón ya no pasa nada.
-Los chistes también se agotan.
-Trato de encontrarles ropa nueva. Cada chiste que digo va a parar a una ficha y de ahí a un archivo. Sé cuándo conté cada uno y puedo repetir uno de tres años atrás pero nunca uno que conté el mes pasado.
-¿Y en los shows?
-Tienen otra lógica. La adrenalina y la complicidad con el público son diferentes. Muchas veces me pasan cosas extrañas, como que digo cosas en serio y se lo toman a risa.
-¿Por ejemplo?
-En un espectáculo en la calle Camargo, hace unos años, fue la peor presentación de mi vida. Desastre, no se reía nadie, quedé muy mal. Hace poco me tocó de nuevo actuar en esa calle, muy cerca de ahí y en los dos primeros chistes me pasó lo mismo. Paré todo, les conté la anécdota, les dije que no les cobraba pero me iba porque en ese lugar se daba una conjunción cósmica que hacía que me fuera mal. Me pidieron que siguiera y a partir de ese momento levantó un poco. Al final me dijeron que les había gustado y se quedaron convencidos de que lo que había hecho era una rutina que repetía en todos lados. No hay caso, no me toman en serio.
-¿Por eso no te llaman para papeles dramáticos?
-Claro, te ofrecen por lo que ven, nadie se juega. Cada vez será más difícil. Y me muero por hacer personajes de suicidas, asesinos seriales, mafiosos o villanos abyectos. Los haría muy bien.

Gustavo Masutti Llach
Fotos: Daniela Java
Revista Ahora - Diario Crónica
Buenos Aires - Argentina
26 de abril de 2009