lunes, 12 de marzo de 2001

Jorge Waisburd, director de la 2x4: "El mundo ama al tango"

En el extenso currículum vitae de Jorge Waisburd (Argentino, casado, 51 años, tres hijos) figura, además de ser el actual director de la 2x4, FM 92.7 (ex FM de la Ciudad), haber producido el "boom" de FM Tango de 1990 a 1993 y varios premios como el Ondas '91, dos Martín Fierro ('90 y '92) y un Clio por una publicidad radial. Tiene una bella oficina alfombrada de rojo con dos banderas (una argentina y otra de la ciudad) detrás de su escritorio pero nos recibe en la oficina de producción, menos "fashion". "Es que me paso el día acá, colaborando con los muchachos. La otra ni la registro", se justifica. "Mi función en la radio es poner una idea en el aire", explica con su voz grave de locutor matriculado. "Juan Alberto Badía me convocó para eso".
-Hay una ordenanza que limita la música de a radio al tango. Ese es el único límite. La AM apunta al vecino. ¿Cuál es el target de la FM?
-Paradógicamente no hay radios de tango en Buenos Aires. La ciudad la necesita y aquí estamos, más allá de la ordenanza. En eso sirve al vecino pero tambien al mundo. Esta radio sale por internet y el mundo ama al tango. Intentamos crear una postal sonora.
-¿Escucha otras radios?
-No. Ni para ver en qué andan. Jamás lo hice.
-¿Cómo es la programación musical?
-Ponemos todo de todos. El único umbral es el de la calidad pero después conviven los estilos del ´40 con los del ´60 y los argentinos que tocan el bandoneón en Europa. Me interesa mucho poner tango en vivo aunque no la transmisión en directo porque esta es una radiecito muy prolija con un aire muy limpio y cuidado.
-¿Cuál sería el concepto de "radio arte"?
-La transmisión de esta radio apela más a los sentimientos que a la data. Esto es: los programas tradicionales de tango tienen conductores tangófilos que se regodean con los datos técnicos como qué día se grabó, quién estaba sentado en el piano y curiosidades. Yo prefiero programar un tango que te conmueva. Y entre tango y tango no quiero escribir algo poético porque al que se escuchó antes es a Discépolo y el que viene después es Manzi. La data satisface sólo a una porción del público y esta radio debe ser masiva. Hace 30 años que hago radio y cada vez estoy más convencido de que somos apenas un puente entre el artista y el oyente. Si califico los temas me convierto en un crítico.
-¿Cómo van las mediciones de audiencia?
-Yo no puedo entender cómo esta radio no figuraba cuando no hay nada más popular que el tango. Las mediciones me sorprendieron porque rompemos la estructura de los programas. No hay talk shows ni negocitos privados.
-¿"Negocitos"?
-Me refiero a que pasamos todo. Edmundo Rivero era medio hermano de mi padre. Su única queja era: "yo grabé más de 400 tangos y siempre me pasan los mismos cuatro". El difusor que tiene media hora (y acá te contesto la mala referencia que hice a los "negocitos") pone a Rivero con Troilo en "Sur" porque es un número puesto.
-Un hit.
-Exacto. Ni siquiera se animan a poner el lado "B". Al no tener compromisos podemos abrir el juego.
-¿Tienen una proporción de hits? Porque yo, si no soy "del palo" y pongo la radio es porque quiero escuchar a Gardel cantando "Mi Buenos Aires querido" o al Polaco Goyeneche con "Naranjo en flor".
-No hay una proporción estudiada como en un "play disc" o un "top forty" de una radio de pop. Gardel tiene un lugar respetuoso en la radio. Cada vez que empieza un turno o cambia el operador (cada seis horas) se pone un disco suyo. Todos los días empiezan con Gardel pero tampoco lo ponemos todo el día. Se ubica sensiblemente. Hay bloques de mujeres solas u orquestas, por ejemplo.
-¿Cuántos musicalizadores trabajan?
-Hay un productor musical y dos programadores más. Se programan las 24 horas, no se repiten bloques. Y entran 18 temas cómodos por hora.
-¿Y cómo vienen de anunciantes?
-Hay poquitos. En otros países el sector privado apoya más al tango. Si acá hay 160 páginas de tango en Internet (por poner un número), en Estados Unidos hay 1600. Ni hablar en Japón o Finlandia. No puedo criticarlos porque los que avisan son comerciantes y su objetivo es ganar dinero. No se puede pautar en una radio que no se escucha.
-Volvemos al tema de la audiencia.
-Empezamos a medir hace muy poco. La gestión Badía empezó el 18 de setiembre. Según Ibope, en la primera medición pasamos a 13º en algunos horarios en los que tradicionalmente estábamos 17º. En "amas de casa" vamos 7º y en hombres y mujeres de más de 55, todos los niveles sociales, la radio va primera. Hoy puedo pretender que la agencia paute publicidad acá.
-¿Cuál es el presupuesto anual?
-Es difícil decirlo porque viene junto con el de la AM. Pero somos mucho más baratos que ellos por nuestra característica.
-¿Qué porcentaje de ese presupuesto es la publicidad?
-Casi inexistente. Llegamos con los presupuestos de las empresas agotados. El verano no existe y apuntamos fuerte a marzo y abril. Igualmente estamos subvencionados y no necesitamos de la publicidad para subsistir. Eso nos permite ser un poquito mejores. Queremos que se paute en esta radio pero no estamos desesperados. En esta gestión no se van a vender espacios por más que paguen una fortuna. Por suerte tampoco tenemos compromisos políticos.
-Hace un par de semanas el interventor de Comfer me dijo que Badía tenía seis meses (se están por vencer) para deshacerse de sus acciones de la radio de Pinamar o dejar la de la Ciudad.
-Sabía que tenía una radio, no que tuviera limitaciones o que tomar una decisión. No tengo nada que opinar al respecto. Pero si por cualquier circunstancia él se va, yo me voy con él. No soy amigo personal suyo pero estoy acá porque Badia confió en mí. Tengo todas las lealtades del mundo pero ningún compromiso. Sobre todo porque esto tiene algo de vocacional. Badia gana en una presentación más que acá en todo el mes. Y este trabajo es desgastante. Además, tampoco encontramos un paraíso.
-Pero no pueden invocar la "pesada herencia".
-No lo dije por la gestión anterior. Sino por la discoteca y la parte técnica que no es culpa de ellos. Sí tal vez la estructura municipal en la que la radio es una rara avis. Entonces no tenemos un escalafón profesional, los empleados de la radio son municipales y es injusto. Porque a veces los ascensoristas ganaban el doble que un locutor. Y no va en desmedro de los ascensoristas sino que trato de poner en su medida al tipo que estudió y está matriculado. Por eso no puedo pagar lo mismo que ofrece el mercado a los profesionales.
-La última se la hago a todos los funcionarios...
-¡Uy, qué feo eso de funcionario...!
-Pero le toca. ¿Cuánto gana?
-Mi contrato es de 3.000 pesos por mes en bruto. Sobre eso se hacen todos los descuentos.

Gustavo Masutti Llach
Revista Ahora - Diario Crónica - Buenos Aires
Marzo de 2001

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