Con "Marca de radio" (Rivadavia, AM 630, sábados de 10 a 13), Eduardo Aliverti se volvió una "columna" de los fines de semana. Sin embargo, el periodista y locutor no se relaja y va por más en esta nueva temporada: "Ahora buscamos afianzar el carácter político del programa -explica-. Esto tiene que ver con que, a partir del descrédito de los políticos, la radio y la TV se vieron 'contaminados' por lo social. Es decir, se sigue el humor de la clase media, que es lo que fija la agenda mediática. Estamos convencidos de que la política es más necesaria que nunca".
-¿Hay otro desafío?
-Sí. Tiene que ver con lo estético. Más allá de que somos líderes en el horario, y que ya tenemos siete años de vida, siempre es necesario renovarse. Desde la base sonora, hasta la manera de editar un reportaje. Y por ser semanal, tenemos la obligación de ser sintéticos, sin perder profundidad.
-En un horario con oyentes relajados.
-Es así, pero con una audiencia cautiva muy importante. Una vez el petiso Guinzburg me dijo: "Más que oyentes, tenés militantes". Aunque por más militantes que sean, son gente de pensamiento crítico. Por eso no me interesa ganar audiencia dispersa a costa de perder a los cautivos. Eso me pasaría si pierdo profundidad analítica.
-¿Hay mucha opinión en la radio?
-Sí. después se puede pensar que hay más salames que pensantes, más "oligos" que talentosos. Creo que la radio está muy, y mal opinada, sobre todo la AM.
-¿El "postdelarruísmo" está marcado por una aceptación mayor de la política en el público?
-Sí. Hay más tolerancia hacia la participación de los políticos en todos los programas. Esto se ve con claridad en la primera mañana durante la semana. Intuyo que está ligado a que el gobierno de Kirchner despierta esperanza, pero no necesariamente confianza. Por lo tanto, la gente está ávida de saber si puede mutar su esperanza en confianza. Nos quemamos muchas veces con la leche de la misma vaca.
-¿Cómo se paran los medios ante esta realidad?
-Tienen un ataque de "oficialitis aguda". De una intensidad que no veía desde la primavera alfonsinista.
-¿Más que en el menemismo?
-Más que en el menemismo de la convertibilidad, que fue el más popular. Lo que pasa es que el gobierno de Menem te dejaba muchos resquicios para criticar a la corruptela. Ahora no parece haber tantos.
-¿En qué se basa esa "oficialitis"?
-En acciones progres en lo social y derechos humanos, un discurso de centro izquierda de presunto enfrentamiento con los acreedores, y no hay que olvidarse de la crisis de la que se viene. A "Marca..." le va bien porque ejercemos un pensamiento crítico, no elogiamos todo, todo el tiempo. La oficialitis aguda siempre es peligrosa.
-La economía del país creció un ocho por ciento, pero en los medios no se ve que la inversión haya aumentado en la misma proporción. ¿Es así?
-En la crisis los medios se achicaron violentamente. En la tele, programas periodísticos que siempre se caracterizaron por un alto nivel de edición artística, casi llegan al nivel del helecho y la mesa.
-¿Y en la radio?
-Hay mayor intervención de los oyentes en reemplazo de trabajo de producción y una CATARATA de pasantes. Esto se nota mucho. Con respecto a los porcentajes que marcás, en la radio no se notan cambios. Hay movidas interesantes para este año. Tinelli invirtió mucho en la nueva Del Plata y está la AM 1150. También hay pases de figuras como Lalo Mir en Mitre. Pero en lo que hace al sustrato del despliegue de producción e investigación, la radio sigue como en lo peor de la crisis.
-Se sigue contratando a la figura para que lleve su dinero a la radio. ¿no?
-Sí, la figura tiene que remar. Todavía no hubo una reaparición de los sponsors privados en la radio. Si recorrés los horarios de mayor audiencia vas a encontrar publicidad oficial, una presencia tibia de las privatizadas y grandes empresas de servicios y nada de pequeñas y medianas empresas.
-¿La publicidad oficial se maneja con honestidad?
-En lo personal no puedo decir que por ser crítico me hayan sacado la publicidad. En los grandes medios noto algunos programas, como el de Mariano Grondona, que en su reaparición se ve casi monodependiente del Banco Provincia. No tengo chequeado que haya una contrapartida.
-En Eter sos formador de profesionales de los medios. ¿Cómo imaginás la radio del futuro?
-La radio sigue siendo el medio más popular en llegada y oferta de propuestas. Además, es mucho más barato acceder a una hora de radio que de TV y de la gráfica. Por eso, la visualizo tan fuerte como siempre. Tengo mis dudas del avance de la radio desde el punto de vista de la profundidad analítica (siempre hablando de los medios del sistema y no de los espacios alternativos).
-¿Por qué?
-Porque, sobre todo la FM, fue ganada por la cultura del clip. Todo tiene que ser rápido, sobre todo por la impronta de algunos comunicadores (los podés respetar o no) que buscan meter mucha información sin análisis. Sí hay una revalorización del concepto de la AM como lugar para opinar.
-No se ve vanguardia, nadie se arriesga a equivocarse ¿no?
-Comparto. Fueron vanguardia el "Fontana show", "Sin anestesia", el Negro Martinheitz y La Rock & Pop en los '80. De los '90 para acá no hay nada a esa altura. No se justifica, si se tienen en cuenta los avances tecnológicos.
-¿Es por vagancia o cobardía?
-Es una muy buena pregunta para la que no tengo respuesta. Supongo que un poco de las dos. Hay personalidades cómodas con su audiencia que no les interesa moverse. Y entre los más jóvenes puede haber temor de innovar. Ensayo una respuesta: antes un productor era un tipo con un nivel intelectual interesante, que sabía dirigir equipos, cruzar datos. A causa del vértigo y de la flexibilidad laboral, entre otros temas, hoy es un mero agendero telefónico.
-¿Escuchaste a Mirtha Legrand, un ícono de la tele?
-Todavía no. Es admirable que tome ese desafío a su edad, y tengo expectativas sobre cómo le puede ir. El otro día un colega me decía, acerca de los fracasos de la mayoría de las figuras de la TV en radio: "En la radio se ven los pingos". Cuando no te sirve el maquillaje, ni la caripela, ni el phisique du rol. Por eso es un desafío muy interesante, desde el análisis radiofónico, cómo le puede ir a una figura con sus características y magnitud. Habrá que esperar.
Gustavo Masutti Llach
Revista Ahora - Diario Crónica - Buenos Aires
Marzo de 2004
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