Aunque la mayoría de sus anunciantes y su audiencia es argentina, el director de la emisora uruguaya no desmuetra un gran aprecio por el país hermano. Dice que "Argentina está haciendo un curso de democracia en los últimos veinte años y Uruguay es netamente democrático" y que Radio 10 triunfa porque descubrió que en todo argentino sigue habiendo un "enano fascista".
"Un tuerto en el país de los ciegos". Así definió alguna vez el mítico Ariel Delgado a Radio Colonia (AM 550, "una frecuencia privilegiada"), la emisora uruguaya a la que los argentinos supieron hacerle un lugar. En 2003 cumplirá setenta años y su director, Mario Kaminsky, comenta que los festejarán con "una nueva imagen". "La leyenda de esta radio marca que acá podían hablar los que no podían hacerlo en las épocas negras de la Argentina -recuerda-. En el '65 tiene un gran cambio, de la mano de Héctor Ricardo García, que le dio un tremendo impulso periodístico y junto a Revista Así, el diario Crónica y desde el '71 Canal Once se convirtieron en el primer multimedio de estas tierras. Con él llega Ariel Delgado quien fue director y licenciatario (era uruguayo y argentino) y se convirtió en la gran estrella de esta radio, quien creó esa mística del "hay más noticias para este boletín".
-¿Cuándo llegan ustedes?
-En 1977 y tratamos de convertirla en una emisora más musical porque estábamos ligados a Microfon, que fue la gran compañía musical de esa época. En el '89 la compra un consorcio uruguayo-argentino liderado por Omar Macri (nada que ver con Mauricio o Franco) y me contrataron para que la dirija por dos años. Ya llevo catorce.
-¿Qué se puede esperar a partir de ahora?
-Queremos darle un nuevo color. Siempre hemos preservado el tesoro que es el la columna vertebral: Las noticias. Tenemos dos panoramas dirigidos por Freddys Cabrera (6 a 6,30 y 13 a 14.30) con corresponsalías fuertes en Buenos Aires y Montevideo. Incorporamos en los últimos tiempos a Cacho Fontana (sábados de 20 a 24) y de lunes a viernes a Humberto Toledo (de 6.30 a 9.30 y 17 a 19), Anselmo Marini (hasta las 13), Luis Cali (automovilismo, de 19 a 20), Mario Mactas con Anamá Ferreyra y China Zorrilla (de 20 a 24) y Carlos Beillard (de 0 a 3). También hay una corresponsalía desde Miami de Raul Urtizberea, que le agrega una mirada rioplatense a las noticias que llegan desde Estados Unidos. Además tenemos el humor de Julio Frade y Eduardo D'Angelo, aquellos de "Comicolor" o "Telecataplum".
-¿Cuál es su función de hoy?
-Para Argentina es reflejar su realidad sin condicionamientos. La libertad de prensa se deformó y se convirtió en libertad de empresas. Colonia es un espejo que tira lo que sucede. No cometemos barbaridades ni se van a escuchar agresiones ni malas palabras como en las radios argentinas. No tenemos sesgo. Con todo respeto, tiene las ventajas de nuestro país: Argentina está haciendo un curso de democracia en los últimos veinte años y Uruguay es netamente democrático.
-...con algún gobierno militar.
-Claro. Pero salvo algún lapso de gobiernos militares, tenemos cien años de democracia.
-¿Qué proporción de la audiencia es argentina?
-No tenemos ese dato pero sin dudas son muchos más. En Uruguay nos acusan de ser demasiado argentinos. Por audiencia somos una radio del segundo cordón del Gran Buenos Aires, Entre Ríos y la Provincia de Buenos Aires. Llegamos con frituras hasta Ushuaia.
-Es decir, un público popular.
-Sí. Estamos haciendo un denodado esfuerzo para levantar un poco el nivel económico de la audiencia porque a muchos anunciantes no les interesa lo popular. La crisis argentina baleó a las clases más bajas.
-¿Los anunciantes son argentinos o uruguayos?
-Sesenta por ciento argentinos.
-Le sacaron la marcha característica al informativo. ¿Por qué?
-Ya tenía sesenta años y nos representó en un momento. Pero entendíamos que para los setenta años teníamos que cambiarnos el traje. Más allá de la herencia, hay que agregarle cosas nuevas. Por eso, cambiamos la marcha de la bandera de los Estados Unidos por una versión de Astor Piazzola de la película "Evita".
-Mire que Rivadavia intentó modificar "El Rotativo del Aire" y su clarín y la gente lo pidió de vuelta.
-En cualquier disciplina del mundo del espectáculo todo depende de la voz del público. Y es prueba y resultado. Hoy no tengo la marcha, estoy con Piazzola y Madonna, pero no puedo garantizar que no vuelva la marcha si el público lo reclama. Hasta ahora no sabemos cómo le fue. No tenemos una historia feliz con las mediciones de audiencia argentinas. Siempre nos usaron para asustar a alguna radio líder pero siempre estamos en "la mitad de la tabla".
-¿También quieren modificar la edad del público?
-No. Tenemos un target de 35 a 60 años. Nuestro lema es: "Una radio para gente como uno. Adultos contemporáneos pero con historia". Es decir, los muchachos que hace dos décadas tenían quince años y con nosotros descubrieron el folclore romántico de los Del Suquía, Aldo Monjes o desde Camilo Sesto a Manolo Galván, pasando por la música disco de Barry White o Donna Summer. Esos chicos hoy tienen entre 35 y 38.
-Haga un análisis de la AM de Buenos Aires.
-En los últimos años hubo un fenómeno que se llama Radio 10, que está hecha con mucha inteligencia. Porque, frente a un periodismo inundado de muchachos "progres", descubrió que en todo argentino sigue habiendo un "enano fascista". Les dio el mensaje que necesitaban con un plantel de grandes profesionales y barrió a todos con una sola premisa -que la repetía el padre de todo esto, don Jaime Yankelevich-: "Lo más importante en radio es que el ruido llegue muy lejos". El resto es Clarín. ¿Qué puedo decir de su potencia y su conducta? (No me hagas hablar de eso). O los mexicanos del CEI, vinculados al espectáculo, que compraron inteligentemente un montón de radios (siete) pero su llegada a la Argentina estaba vinculada con un proyecto de país que no existe más. Después quedan los restos de la vieja Radio Rivadavia y no hay más nada. En FM hay chicos de mucho talento como Paluch y Lalo Mir (aunque es un veterano). La Rock & Pop es un fenómeno muy interesante pero Pergolini no me gusta. El resto navenga en algo que no se sabe qué es.
Gustavo Masutti Llach
Revista Ahora - Diario Crónica
Buenos Aires - Argentina
Abril de 2003
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