domingo, 25 de agosto de 2002
Any Ventura: "Me gusta lo que escribía hace veinte años (en 1982)"
No me llevé bien con esta mujer. Ante la pregunta de si en radio Mitre estaban atrasados con los sueldos me contestó qué haría yo si ella me preguntara eso a mí al aire con respecto a Crónica. Como le contesté que estaba a su disposición cuando quisiera, que le contaría lo atrasados que estábamos, me dijo: "Pero yo no lo haría, porque soy amiga del Gallego (Garcia, Hector Ricardo, alias el dueño del lugar donde trabajo) y hablo con él casi todos los días". No me dejaron publicar nada de eso, por supuesto, aunque guardé el cassette. Si ella no fuera periodista, diría que me intentó apretar. Por eso le pregunté veladamente si estaba orgullosa de lo que escribía en Gente durante el Proceso y la respuesta está ahí abajo.
"El programa no es un magazine ni lo quiere ser, es totalmente distinto a todo". Así califica la periodista multimedia Any Ventura a su criatura radial "Primera tarde" (Mitre, AM 790, lunes a viernes de 13 a 15). Y amplía: "Lo novedoso es que es el único programa que toca un sólo tema por emisión. Además, los oyentes se incorporan casi como columnistas, opinando sobre esa consigna única".
-¿Qué pasa si surge una noticia?
-No estamos presionados por el "último momento" porque de eso se ocupa el informativo. Pero si pasa algo serio damos vuelta el programa. Somos periodistas, no tenemos una frutería. Es un desafío lindo porque es un horario difícil.
-¿Por qué?
-Porque empezamos a competir con la TV.
-¿Competís con la tele?
-Bueno, en realidad la carrera es contra una radio. Lo cierto es que soy mi mayor competidora. A mí me tiene que gustar lo que hago.
-¿Escuchás la competencia?
-Todo. A Niembro y a "Buenos muchachos", que me gusta.
-¿Cómo les va en audiencia?
-Bien, las últimas mediciones nos pusieron por encima de Niembro. Vamos segundos de la Diez.
-¿Qué le falta a Mitre para retomar el liderazgo?
-Tiempo. Los medios tienen oleadas. Viene esa onda de ser los primeros y todo lo que programás, luce. Un poco lo que pasa con Suar en canal 13, que está en la buena racha.
-¿No pasó mucho tiempo para hablar de racha en radio?
-No sé qué decirte. Nadie es eternamente primero. Yo llegué hace poco, venía de Rivadavia, otra radio acostumbrada a liderar, pero que se desbarrancó. Con todo, noto la enorme diferencia de repercusión de lo que decís en Mitre. Enseguida me llaman los jefes de prensa de los políticos para preguntarme: "¿Qué dijiste?"
-¿Hay características de los oyentes según la radio?
-Sí. La primera tanda de oyentes de Mitre odia a Menem y lo dice ni bien se abren los micrófonos. Son antiperonistas y defienden a Zamora y Lilita Carrió. La segunda, puede llegar a defender a Menem. Así como en la Diez los oyentes que salen al aire son menos "antimenem"
acá son más "progres" y buenos para conseguir avisos porque son "ABC1". También pasa en todos lados que les cuesta estar en contra del conductor. Hay una predisposición a decirle "...sos divino".
-¿En qué punto de tu carrera estás?
-Coincide con la de mi vida: Más tranquila. Mi trabajo es importante y de eso vivo pero no me expongo al fracaso. No voy a ser nunca una estrella como Susana Giménez. Me encantaría ser como Oriana Fallace con el glamour de "Su". Soy lo que soy y me gusta. Porque los colegas me conocen. No seré el 10 de Boca, pero puedo estar en el banco de suplentes de la selección.
-¿Lo lamentás?
-Al contrario. A diferencia de Oriana, tengo hijos y puedo comer afuera sin que sea una pesadilla como le pasa a Susana. Dejás muchísimo de tu carrera por la familia. Me perdí grandes viajes por tener tres bebes. Tampoco podía cubrir notas de noche. Para colmo me separé joven. Cuando crecieron, se me hizo más fácil.
-¿No te agrega "humanidad" esa opción?
-Ahora me doy cuenta de eso.
-¿Por qué dejaste "Yo amo a la TV?
-Porque entre mi programa de cable, el libro que estoy escribiendo y la radio, para el viernes no me daba más el cuero.
-¿Cortaste lo que menos satisfacción te daba?
-Corté con lo que tenía que cortar. Los otros proyectos son míos y con "Yo amo..." no sólo no tenía contrato sino que ya les había advertido que esto me podía pasar. Aunque asusta dejar un trabajo.
-¿Quedó la puerta abierta?
-Todas. Carlitos Rottemberg es un amigo maravilloso, Blanc confió en mí y me dio una oportunidad en un medio en que nadie lo hace y Lafauci es entrañable, por nombrar a los antiguos. Pero no me daba más el tiempo. Además soy una señora abuela que tiene un novio. Muchos años cuidé bebes, ahora siento que es el momento de "tirar la chancleta". No puedo trabajar 24 horas por día. Tampoco tengo 20 años, tengo que cuidar los afectos.
-¿Qué te dejó "El Martillo"?
-Estaba bueno y nos fue bárbaro. No siguió porque lo de América se fue todo. Además era difícil convencer a alguien de que vaya a un programa como ese, que tenía a diez tipos y dos conductores pegándole. No se puede controlar, sí negociar con el invitado.
-¿A qué periodistas admirás?
-Joaquín Morales Solá y a Andrews, que hace las editoriales de Noticias.
-Dos personas de gráfica.
-Sí, los periodistas de verdad salen de ahí.
-¿Te sentís identificada?
-Vengo de la gráfica, y sé que lo más grande es lo que queda escrito. Es sagrado.
-¿Releés lo que escribías hace veinte años?
-Sí, porque tengo todo guardado y me sirve como archivo para nuevas entrevistas a los mismos personajes de entonces.
-¿Y qué te produce?
-Me gusta. Tenía un toque, un tono diferente. Lo mejor que puedo decir de mí es que no soy obvia.
Gustavo Masutti Llach
Revista Ahora - Diario Crónica
Buenos Aires - Argentina
Agosto de 2002
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