FICHA
“La siesta inolvidable”.
Mitre AM 790
Lunes a viernes de 14 a 17
Conducción: Jorge Halperín.
Columnistas: Sylvina Walger, Carlos Barragán, Mariela Alvarez.
“Nos distingue un clima, en el que el equipo está muy integrado y destila mucha buena onda. Eso se traslada a la gente. Tenemos una opinión independiente, a veces diferente a la del resto de la radio. Nuestro perfil es de análisis porque las noticias ya las gastaron a la mañana. Extraemos y contextualizamos para darle sentido a los hechos”.
A pesar de ser un muy prestigioso periodista, su cara es mucho menos popular que su voz o su pluma. Eso se explica porque Jorge Halperín se hizo fuerte en la gráfica y en la radio. Como todo buen reporteador, es espontáneo para contestar, pero se nota que no está en su salsa, que le cuesta ceder la iniciativa de la “charla pública”.
-¿La génesis de “La siesta inolvidable” es aquel programa que hacías con Adolfo Castelo?
-Sí. Yo convoqué a Adolfo para radio Del Plata y como anduvimos bien, nos llamó Mitre en 2002. Cuando fallece Castelo llega Lorena Maciel y ahora conduzco yo. Pero el equipo de producción siempre fue el mismo.
-¿Qué agregó la incorporación de Sylvina Walger?
-El debate. Discrepamos en muchos temas y discutimos calientes al aire. A la radio le pareció un hallazgo por la recepción que tuvo en la gente.
-¿Cuál es la línea del programa?
-Tenemos una mirada progresista, con Sylvina en disidencia en algunos temas, lo que le aporta sangre. Hasta que llegó ella las opiniones eran más homogéneas.
-¿Qué tan en serio discuten?
-Nuestras peleas no son un show, aunque llegaron a cuadruplicar la audiencia. Sylvina dice algo políticamente incorrecto y se arma. Nos peleamos de verdad al aire. A veces anunciamos un “debate combate” con días de anticipación.
-¿Estaría mal si fuera una puesta en escena?
-Tal vez no. Hoy prima la idea de que todo debe ser entretenimiento. No hay que aburrir ni priorizar sólo la diversión. Es un cuento que una nota no tiene que durar más de cuatro minutos o una columna no más de tres. Si interesa puede durar mucho más. Y si no, tres minutos son una eternidad. Los manuales no son infalibles.
-¿Contra quiénes competís?
-Ni sé muy bien con quiénes compartimos el horario. Si trabajás bien, te tiene que ir bien. Me preocuparía si tuviésemos una fuga masiva de la audiencia. En ese sentido, aun con el riesgo de que parezca una pose, no nos fijamos en lo que hacen los demás.
-Sin embago...
-No disputamos el público con Baby Etchecopar, por ejemplo. El está en una emisora (La Diez) que tiene liderazgo de audiencia en todo el día y nuestro segmento no es la excepción. No sabría cómo sacarles gente porque no puedo copiarles la fórmula. Me falta el talento como para imitar a Baby (entrega una sonrisa inescrutable). El resto está tratando de alcanzarnos. La que nos queda es mejorar siempre lo que estamos haciendo.
Gustavo Masutti Llach
Fotos: Marisa Marquez.
Revista Ahora - Diario Crónica
Buenos Aires, Argentina
5 de agosto de 2007
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