sábado, 7 de julio de 2001

Humberto Tortonese: "Suar es tan burdo que cansa"


Fiesta. La "Negra" Elizabeth Vernaci maneja la batuta y marca el ritmo con su estilo particular. Y cuando le toca el turno, Humberto Tortonese brilla. La estética del programa es como la de un grupo de amigos que se reúnen a jugar o el de un conjunto de vecinas malas que "no dejan títere con cabeza". Si hubiera que resumir, esa es la fórmula de "Tarde Negra" (Rock & Pop, FM 95.9, lunes a viernes de 17,00 a 19,00). A pesar de que Humberto Tortonese se destaca por sus presentaciones en teatro, el gran público lo conoció por sus presentaciones con Alejandro Urdapilleta en televisión. Se lo ve cómodo y entusiasmado en su nuevo rol: "Nunca había hecho radio y realmente es muy divertido -asegura-. Decidí venir a la radio en parte porque la que me invitó fue la Negra. Ella tiene un timing bárbaro y uno puede acomodarse a hacer lo suyo sin problemas. La pasamos bien porque se crean muy buenos climas. Acá podés decir lo que quieras".
-¿Siempre preparás el material o improvisás?
-Un poco y un poco. Siempre traigo algo pero a veces lo que sale mejor es lo que pinta en el estudio. Si tenés buena conexión con tus compañeros es fantástico.
-¿Disfrutás más improvisando?
-Lo que me gusta es que salga ahí. No premedito venir al estudio a improvisar. A veces te salen cosas maravillosas. La radio da tanto para eso como para traer cosas escritas. Por ejemplo, hicimos nuestras versiones desopilantes de películas como "La Mary" o "Papá Corazón". También hago un curso para transformarme en heterosexual y siempre me dan una mujer histérica o me toca ir al hipódromo o al fútbol. También es gracioso el "Tortotour" donde me voy de viaje y siempre termina en algo erótico.
-Lo que hizo Fernando Peña antes que vos en ese programa, pegó mucho. ¿Es por eso que decidiste no hacer personajes y diferenciarte?
-No lo escuchaba a él aunque sabía de qué se trataba. Pero cuando me llamó la negra yo planteé hacer otra cosa. Sólo puedo venir al programa a ser yo mismo. Le avisé a la Negra que no esperara que fuera a hacer personajes. Menos en radio. Y no es por diferenciarme de Fernando sino porque estaba planteado así desde el principio. Si sale algún personaje es desde mí. Eso es lo que me sirve.
-"Tarde Negra" está abonado a las sanciones del CONFER. ¿Ya te llegó alguna multa?
-No. Si me tocó no me enteré. Es que al que escucha este programa es el lenguaje que le gusta. Y tienen la libertad de girar el dial. ¡Si dicen cualquier cosa a cualquier hora en televisión y radio!. Es una estupidez. Si quieren seguir jodiendo... En vez de fijarse si uno dice caca, teta o culo deberían prestarle atención a un país en el que la gente se muere de hambre. O que miren cuánto ganan los maestros y cómo se educan los chicos.
-¿Escuchás radio?
-No. En casa papá escuchaba radio Colonia que era muy graciosa. Salían al aire noticias rarísimas. De pronto venían con la historia de uno que tiró el cigarrillo al inodoro y como no tenía agua explotó y se quemó el culo. Y los enfermeros se reían y lo hacían caer al piso. Cosas como esa. Además como lo contaban ellos resultaba más chistoso. Pero no volví a escuchar.
-¿Y ahora?
-Desde que estoy en la radio me da un poco de curiosidad. Quiero saber qué hay. Revuelvo por el dial y encuentro cada cosa... El otro día me colgué con una mina que hacía predicciones. Y le tiraba mala onda a todo el mundo. "En el amor va a ir todo mal", le decía a una. "No esperes por este año trabajo", a otra. "Esa enfermedad no veo que se cure", a un tipo. Lo escuchaba pegado a una radio chiquita que tengo y no lo podía creer. Me río porque tengo una gran capacidad para encontrarle la gracia a todo.
-¿Qué te deja como actor la experiencia en radio?
-El público. Siempre es un estímulo. Acá están del otro lado, escuchando y no los ves. Soy muy verborrágico y nunca sabés del todo hasta dónde llegás con la palabra. Y la repercusión que tiene este medio no lo conocía. Es distinta a la televisión o al teatro. Está bien que algunos ya me conocen. Pero ahora me escuchan los taxistas y por medio de ellos te enterás de todo. Después tengo que tratar de transformar toda esa realidad en locura.
-¿Te gustaría tener un programa propio?
-Esas cosas son cuando estás cómodo y tenés ganas. Por ahora ni se me pasa por la cabeza. Quiero estar enfocado para seguir acá. Elizabeth tiene mucha experiencia y yo recién estoy aprendiendo. Después veré. Pero hoy tengo que reconocer que mi intención es seguir haciendo teatro y, si sale, algo de televisión y de cine. Esas son mis prioridades de siempre. Y todavía no pienso cambiarlas.
-¿Empezás a filmar?
-Sí, pero no puedo decir nada porque me mata el director.
-Hiciste aquello con Alejandro Urdapilleta y Antonio Gasalla y algo con Juan Castro y nada más. ¿No hay lugar para vos en la televisión?
-La TV está muy manejada. Nunca te será fácil entrar. En algún momento quisimos hacer algo con Alejandro y no se dió. Ya no me interesa. Canal A me ofreció hacer micros leyendo poesías y ese tipo de cosas. Tal vez haya lugar si uno lo busca y lo inventa. Pero ahora los programas tienen que vender sí o sí. Parece que todo el tiempo tenés que estar nombrando un jarabe o buscando el negocio.
-¿Importa más la publicidad que el rating, incluso?
-Claro. Todo el mundo habla de (Adrián) Suar porque hace ficción. Pero cada diez segundos te mete a Coto u otra publicidad. Eso es una vergüenza. Es tan burdo que cansa. Antes se hacía el negocio sin interrumpir tanto. Ahora nos invaden con propagandas por todos lados y no descansás ni cuando ves ficción. Ese es el negocio. Si yo tuviera que volver a la televisión sería con otra cosa. Y te contesto recién ahora: no sé si hay lugar para mí. Pero tampoco me saca el sueño. Igual mientras haga teatro, radio y cine, ¿para qué?

Gustavo Masutti Lach
Revista Ahora- Diario Cronica
Buenos Aires - Argentina
Julio de 2001

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