domingo, 20 de junio de 1999

Antonio Carrizo: "Santo Biasatti no habla con políticos. El es superior a la Constitución Nacional".


Es un placer hablar con Antonio Carrizo. La cita es en un coqueto restaurante de Palermo (propiedad de uno de sus hijos) y cada persona que pasa por la calle lo saluda afectuosamente. Siempre en la radio, se pasó a Libertad porque no le gustaba el horario que le habían asignado en Radio 10 (mediodías del fin de semana). “Me alejaba de la familia –reflexiona-. Y a mi edad, y con mi trayectoria, no estoy para renunciar a ciertos derechos. Me fui en buenos términos aunque no era muy amigo de esa barra”.
-¿Ahora está más a gusto?
-Sí. Libertad es una radio más artesanal, al modo de Romay (es el dueño). Tengo menos atención de la directiva de la radio. Y voy de lunes a viernes de 20 a 22.
-¿Cómo está de ánimo? Pasó un par de malos ratos.
-La semana pasada le comenté a mi mujer que estaba viviendo un gran momento. Pero al rato me llaman de Tribunales para cobrarme una garantía de alquiler monstruosa. A los dos días de ese golpe económico, mi hija, Blanquita, que venía con dolores fuertes de espalda, se enteró que tenía un disco roto. Hubo llantos, lloros y sustos. Pero al final la operaron perfecto en el Hospital Italiano. El Doctor Ortolan ya la mandó a su casa. Ya está. De la canción “Salud, dinero y amor” no me había quedado nada. Hoy recuperé la salud y el amor de mi hija. Todavía me falta el dinero (sonríe resignado).
-¿Cómo ve el panorama político nacional? Se han recalentado las internas mucho más que en años anteriores.
-Eso es un proceso mundial. En todos lados las “primarias” son de una virulencia impresionante. En EEUU se han llegado a agarrar a trompadas. No sé por qué acá no se puede hacer política. A mí me gusta mucho, pero desde afuera. Pensar que los políticos no se deben pelear es fascista. Lo mismo decían Lenin, Hitler y Mussolini. Cualquier partido político tiene una historia de luchas internas y fracturas.
-¿Por qué cree que los políticos tienen tan mala prensa?
-Porque es fácil pegarles. Los problemas del Ser Humano nunca van a poder resolverlos los legisladores de un día para otro. Es “mejor” amontonar dramas personales y cargárselos al político. Es de una simpleza alarmante. La misión del político es luchar políticamente. Los medios de comunicación decidieron que los políticos son malos.
-A mí me asustan los mensajes de los oyentes a las radios.
-Sí. Son de un fascismo tremendo. Pero los apañan los comunicadores que los atienden con entusiasmo. Esteban Mirol quería matar al intendente de San Nicolás cuando se cayó el chico al pozo. Santo Biasatti no habla con políticos. El es superior a la Constitución Nacional. La política te construye un aeropuerto en tu casa, pero te da exilio, cárcel, persecución y tortura. Te da pobreza. Los periodistas políticos ganan mil veces más acusando a los políticos. Alfonsín una vez me dijo que su tristeza era que por dedicarse a la política, no le pudo dar un bienestar a su familia.
-¿Es una estrategia?
-No. Es facilismo. Hoy se quejan en todos lados porque salieron libres los barra brava de Boca. ¿Quieren que les den cadena perpetua por agarrarse a bollos en una tribuna?. No se puede. Acá se armó un escándalo por la “pista de Anillaco”. Si elegimos un presidente que es de Anillaco, lo primero que se debe hacer es un aeropuerto para que no vaya a su pueblo en micro.
-¿Entonces por qué se oculta?
-Porque saben que en la Argentina eso está mal. Y está mal que esté mal. Desde el principio se planteó como una denuncia. Fue tan brutal aquel ataque que cualquier cosa que diga el gobierno se volvía en su contra. Y lo lógico era decir que era correcto que esa pista se construya. Ese hombre debe gozar de ciertos privilegios en el trato para que nadie se olvide que fue elegido por el pueblo. Sea quien sea. Clinton paró el aeropuerto de Los Angeles para peinarse (hizo subir a su peluquero). Fue su primer escándalo. Es una pelotudez que Alfonsín le haya sacado el título de “excelentísimo” al presidente de la Nación. Es demagogia y degrada el voto de los que lo eligieron.
-Usted se define como desarrollista.
-Sí... no. Ya no hay más desarrollismo porque son ideas que nadie rechaza. En su momento, Frigerio (y llevó a la rastra a Frondizi) realizó el más importante giro político de los últimos 50 años. Tal como Perón dio un giro social. La idea de que hay que aprovechar los recursos del país, que para eso hace falta dinero y que Argentina no lo tiene, no se discute. Es curioso, Perón y Frigerio, los dos hombres que dieron grandes golpes de timón siempre fueron “leprosos” entre los políticos.
-¿De Duhalde o De la Rua, quién se acerca más a estas ideas?
-Ninguno puede alejarse. Todo lo que digan en contra es pura campaña política. El mundo que viene no se va a dividir en partidos políticos. Hasta se podrán contratar empresas privadas para que gobiernen. Ya está pasando. ¿Qué diferencias hay entre Bush y Clinton o Blair y Tatcher? Ninguna. Hoy se habla de dolarización y yo tengo cinco tarjetas de crédito. Van cayendo las fronteras. Yo no voy a ver ese proceso pero los jóvenes sí.
-¿Es decir que la gente sólo puede elegir por simpatía porque en el fondo son todos iguales?
-Es así. Tiene que ver con la percepción emocional y psicológica del elector. Gana el que tiene más carisma.
-Defíname a los candidatos a presidente.
-De la Rua es un hombre de estudio, de gabinete, de academia, que se dedicó a la política y a las leyes. Duhalde tiene más instinto popular (aunque también tiene estudios). Son dos seres políticos. Creo que los dos quieren lo mismo y en octubre definirá la pertenencia del votante a ciertas tradiciones políticas.
-¿Según esa definición, De la Rua tiene imagen de administrador y Duhalde de caudillo?
-Ninguno de los dos es administrador. En la Argentina, todavía el gobernante es político.

Gustavo Masutti Llach
Revista Impacto
Buenos Aires - Argentina
Junio de 1999

Paula García: "En un movil te jugás la vida"


"La mayoría de lo que se habla en las radios es material que proveemos nosotros. Después en el piso ellos lo adornan y lo analizan". En Radio Continental llaman a los movileros "los ojos de la radio". Sin embargo, en muchos casos estos periodistas que salen a la calle son también la "cara". Paula García se encarga de los móviles de la mañana de la esa emisora ("Primera mano", "Tiempos Modernos" y "R.H. Positivo") y dentro de su rutina figura el soportar manifestantes enfervorizados por lo que se escucha desde estudios."Para ser movilero se debe tener un poco de inconsciencia -reconoce-. Si pensás un poco, hay lugares en los que no te meterías. Además te tiene que encantar: sabés que sufrirás el frío, el calor, el barro, tratarás con gente 'pesada' y cada tanto quedarás en el medio de un tiroteo".
-¿Necesitás adrenalina para trabajar?
-Sí, de otro modo me aburro. Para colmo, estamos en una época en que no pasan cosas como antes.
-¿Te parece? Hoy todo el mundo sale a la calle a protestar.
-Es cierto. Pero es todo muy previsible. Hoy marchan los colectiveros, mañana los taxis y pasado discutimos por el "despiole" de tránsito. Elementos para aburrirse en el país no hay. Tal vez el problema sea que falta creatividad en los medios para encarar las noticias.
-Es la segunda elección presidencial que cubrís. ¿Qué diferencias encontrás con la del ´95?
-Hay menos efervescencia. Encima, no se ve el diálogo "picante" entre los candidatos y todo queda en "chicanas" dentro de la interna. Tal vez ahora se caliente un poquito. Creo que la gente puso su fe en la Alianza y ahora se encuentran con que es más de lo mismo. Al PJ ya lo conocemos. En lo periodístico, ya no se cubren campañas. Si De la Rúa o Duhalde se van a Córdoba no le importa a nadie. Antes había que seguirlos hasta allá. Hoy sólo se los busca por temas puntuales.
-¿De la Rúa es aburrido?
-No más que Alfonsín. Ese mote le termina jugando a favor porque la crítica queda ahí y no en que se le inunda la ciudad, por ejemplo. Menem usa técnicas similares.
-¿Y Duhalde?
-Es serio y amable. Pero en definitiva todos son iguales en algo: si salen en la tapa del diario por mandarse alguna "macana", ya se ponen quisquillosos. Corach habla todos los días pero cuando realmente te interesa lo que puede decir, no lo hace.
-¿Cavallo era tan "leche hervida"?
-Siiií. Ahora se volvió candidato y sonríe. Se hace mediático en el segundo mandato de Menem. Antes era parco como Roque Fernández hoy. En general todos hablan a menos que estén comprometidos por algo que no les conviene. Entonces te descalifican. Ese era un mal menemista que ahora lo tiene también la Alianza.
-¿Qué notas te gusta cubrir?
-Las que siento que dejan algo, aunque no sean la noticia del día. Por ejemplo cuando consigo una silla de ruedas o un barrio protesta porque se quedó sin luz. Otros prefieren cubrir "gobierno" o "Congreso". A mí no me convence hacerle el juego a un político. Prefiero estar al lado de la gente.
-Mercedes Ninci (movilera de Mitre) asegura que la calle te carga de angustia y bronca a la hora de entrevistar a un funcionario.
-Es así. Cubrimos desde los pobres desgraciados hasta los ricos y famosos. Nadie te la cuenta. Si viene un funcionario y te dice: "a esa escuela mandamos 30 computadoras". Vos venís de ese lugar y acabás de ver que no es cierto. Los dejás explicar, se los negás y entonces te repiten lo mismo o te descalifican. Tratás de mantener la cordura pero a veces te "sacan" y explotás. Muchas veces cortás el micrófono y les decís: "dejate de joder, andá a ver la realidad". Los funcionarios deberían hacer nuestro trabajo y "patear" la ciudad.
-¿Cuál fue tu movil más peligroso?
-Una vez estábamos cubriendo las inundaciones en Dock Sud y nos tirotearon la camioneta. Pero fue un hecho policial. El más "jodido" fue el caso de "Sopapita" Merlo, en Villa Pineral. Nos agarraron a tiros a todos y Enrique Sdrech terminó con una bala en el brazo.
-¿Qué sentís cuando te pasa eso?
-En el momento no te das cuenta de que te jugás la vida. Hasta es bárbaro. Mas tarde, en frío, te replanteás si vale la pena. Para colmo, hay tantos despidos por todos lados...
-¿Se perdieron algunos códigos en la calle?
-Sí. Antes entrabas a una villa y nadie te tocaba porque eras un medio. Hoy nos roban a nosotros y hasta a las ambulancias. Los pibes que están en esa están tan jugados que no les importa nada. ¿Qué cambia si te mata o no?
-¿Alguna vez te "quebraste" por lo que veías?
-Lo de la explosión de la AMIA fue tremendo. Se te hacía un nudo en la garganta y lo único que te salía era: "no se puede creer, no quedó nada". Y tal vez estabas parada en los escombros y te dabas cuenta de que de abajo tuyo salía un brazo. Otra vez que nos quebramos todos fue con Santiaguito un nene que esperaba un hígado y (se le llenan los ojos de lágrimas) no pasó la operación porque llegó tarde. En un caso fueron 86 personas y en el otro uno, pero con nombre y apellido.

Como algunas de sus colegas, se casó en abril de 1996 con Marcelo, un camarógrafo del noticiero de Telefé y desde hace un año y medio tiene a Lucas, su hijo.
-Al igual que Mercedes estás casada con un camarógrafo. ¿Qué pasa en esas guardias largas?
(Risas)-No necesariamente son las guardias. Tenés razón, somos varias. Y siempre periodistas con camarógrafos. Debe ser porque conocen tus horarios y mañas y no compiten con vos.
-¿Alguna vez un entrevistado trató de seducirte?
-Algunos son más "lanzados". Hay uno de los que integra las fórmulas presidenciales con chances, que es "súper-franelero": te toca, te acomoda la ropa... Preguntale a cualquier movilera y te va a confirmar que es "de terror". Pero el peor era un ministro de la municipalidad (cuando la administraba el menemismo) que cerraba la puerta con llave y me tiraba indirectas. Cada vez que tenía que reportearlo sufría, no quería quedarme a solas con él.
-¿Te gustaría hacer estudio?
-Sí, pero me da miedo perder lo que te da la calle. Algunos conductores no saben ni cuánto cuesta un kilo de pan.
-¿Los movileros tienen un techo o pueden tener perfil alto?
-Depende de los conductores y el espacio que te dan. Algunos son "adelante móvil-gracias móvil". Otros te incorporan a la charla. En Continental nos tienen muy bien. Si es por eso, no creo que tengamos un techo.

Gustavo Masutti Llach
Revista Ahora - Diario Crónica - Buenos Aires

Fotos: Mariano Gutierrez Alarcón.
Junio de 1999

domingo, 13 de junio de 1999

Amelia Troisi: "Hay tipos que nunca podrán volver a la función pública. Del ridículo no se vuelve".


El horario de trabajo de Amelia Troisi en Radio Rivadavia es de lunes a viernes desde las 7 hasta las 19. Ella se encarga de los móviles políticos de "Contacto Directo" (con Santo Biasatti), "Rapidísimo" (Héctor Larrea), "Movida 630" (Juan Alberto Mateyko) y "Sexta Edición" (Enrique Llamas de Madariaga). A los 37, tiene 20 de radio, "empecé mi carrera en 1978 en Radio Mitre como asistente de Raúl Calviño", recuerda. Luego estudió periodismo en el Círculo de la Prensa, locución en el Cossal, producción en el Isser y es exponente de la única promoción de Canal 13 de "Producción televisiva". "Sólo me falta ser operadora", se enorgullece. Cuenta en su haber con tres años con Hugo Guerrero Marthineitz, cuatro con "Pepe" Eliaschev, cuatro con Julio Lagos y diez con Llamas de Madariaga."El periodista movilero no debe ser considerado de menor categoría que el que hace 'estudio'", define.
-Si haces la aclaración es porque sufriste el prejuicio.
-Sí, nos llamaron "bestias" y nos usan de ejemplo de lo malo. Se trabaja mal pero en parte la culpa es de empresas que mandan a la calle a gente que no es periodista. Y no conocen las reglas básicas.
-Rivadavia es independiente ¿Es una ventaja o están indefensos?
-Es muy positivo no pertenecer a ningún "holding" por la credibilidad de la gente. Nos damos el lujo de sacar al aire las dos campanas y el público sabe que, además, no hacemos campañas ni a favor ni en contra. Algunos no entienden que el verdadero negocio en el periodismo pasa por contar la verdad. Hay algunos grupos (sin generalizar ni particularizar), más preocupados por defenderse a sí mismos que a la información. Eso a la larga puede generar una crisis de credibilidad en los medios.
-¿La Argentina marcha a parecerse a Estados Unidos?
-Creo que con la globalización al mundo le pasa eso.
-Allá los periodistas tienen un nivel de credibilidad similar al de los vendedores de autos usados, según una encuesta reciente. ¿Nos espera eso?
-Es verdad. La gente debe empezar a ser más crítica de lo que oye. Tendrán que estar atentos a quién responde el que te informa. Y me parece que la prensa va a llegar a ese descrédito.
-¿Hay exceso de información?
-Lo que satura es la sobreabundancia de versiones. A mi me gusta la información, no los "corrillos" o "trascendidos". Hoy está muy valorizado el "chisme político", que es algo que distrae y no sirve.
-¿Qué notás de diferencia en la gente que se acerca a los móviles en estos diez años?
-En el comienzo de la democracia la gente llamaba mucho a las radios y pedían que investiguemos. Hoy salen ellos a investigar y pedir. No importa su clase social ni su nivel cultural. Toman la calle y pelean por sus derechos.
-Se perdió el miedo a hablar.
-Sí, al contrario. A veces hasta "se pasan de rosca". Ojalá que se profundice un poco más porque todavía nos falta. Por ejemplo, este fue un año donde se destacó la defensa de los derechos del consumidor. Que es una tendencia mundial. La gente cuestiona, se baja de la TV por cable cuando le bajan la calidad del servicio, protesta cuando un banco falla o pone el grito en el cielo si le cortan un servicio. Pero falta.
-Sin embargo, hay menos participación política.
-Es así. Se organizan de manera apolítica en vez de comunicarle sus necesidades a un partido.
-¿Creés que es por desencanto hacia los políticos?
-Un poco por eso y otro porque la gente debe participar. Si no te gusta algo vos tenés la responsabilidad como ciudadano de hacerte escuchar.
-¿Quién es el entrevistado más "difícil" del gobierno?
-El más inaccesible es Roque Fernández. Directamente no habla. No se da cuenta que tiene la obligación de dar cuenta a la prensa. Cavallo iba más allá del debate y te apabullaba con cifras. Había que prepararse bien para entrevistarlo. Hay que llevar un arsenal para debatir. Si buscás información debés tener información. En cambio, Corach es "el oráculo de Delfos": tiene respuestas para todo. Erman González era accesible hasta que se sintió amenazado.
-¿Y la oposición?
-Ellos están cómodos porque creen tener toda la prensa de su lado. Es hora de que tomen conciencia de que si son gobierno se les van a hacer los mismos cuestionamientos. Muchos suelen enojarse bastante cuando te salís de la pregunta que les conviene. Se confunden. A veces les llevás una inquietud lógica y te descalifican preguntando: "¿a vos quién te manda?". Eso es peligroso para ellos.
-¿El oficialismo aceptó el papel de "cacheteado"?
-Después de diez años, sí. Lo ni unos ni otros aceptan es que enfrente tienen periodistas y no militantes.
-¿Recibiste amenazas?
-Sí (con naturalidad), todo el tiempo. Siempre hay alguno que se molesta. No te digo quiénes, no vale la pena.
-¿En alguna corrida te lastimaron?
-Estamos tan acostumbrados a los golpes que una magulladura te parece normal. Cuando estás en una manifestación no tenés un cartel que te acredite. Mataron un periodista en Kosovo. No hay ni debería haber una seguridad implícita.
-¿Serías corresponsal de guerra?
-Para cualquier periodista eso es un premio. Me encantaría estar en la linea de fuego. Es una oportunidad única. Nunca pensás que te vas a morir. La meta es la gran nota, ayudar a la humanidad y de paso ganar el premio Pullitzer. Somos periodistas pero no santos. Tampoco cuando estoy en el medio de un tiroteo en la calle (me pasó) pienso en la muerte sino en llevar la información y que sirva para algo.
-¿Existe la objetividad del periodista?
-Es algo que todos buscamos. Y hay que esforzarse por lograrlo.
-¿Se consigue dejando de lado la ideología?
-No. Hay que saber que no sos el "ombligo del mundo" y que lo que decís no es para vos mismo, sino para que el oyente decida qué quiere pensar. Es una actitud de respeto. Es imposible dejar de lado tus ideas. Y no hay que sobreactuar.
-Lalo Mir me dijo: "no existe el descrédito. Cualquiera vuelve después de tres años y nadie se acuerda, por vituperado que sea".
-No estoy de acuerdo. Quiero pensar que sí. Hay tipos que nunca podrán volver a la función pública. Del ridículo no se vuelve. El descrédito está vinculado a eso.



Gustavo Masutti Llach
Fotos: Newmen
Revista Ahora - Diario Crónica
Buenos Aires - Argentina
13 de junio de 1999

domingo, 6 de junio de 1999

Mercedes Ninci: "El movilero está cara a cara con la noticia".


Es curioso. Mercedes Ninci (34) es la joven "movilera" de Radio Mitre que aterroriza a los políticos. Sistemáticamente se pelea con el ministro Carlos Corach todas las mañanas y no duda a la hora de hacer una pregunta urticante. Enfrente puede estar Menem, De la Rua, Duhalde, Cavallo o quien sea. Sin embargo, cuando le toca estar "del otro lado del grabador" se la ve inquieta, casi nerviosa. "El trabajo de movilero me pone cara a cara con la noticia -explica-. Estoy en un contacto cercano con la gente y muchas veces me hace mal. Vos sacás a una mujer que llora porque le mataron al hijo, termina la nota, vas al piso y se terminó. Pero la mujer sigue llorando adelante tuyo. Al aire eso no se nota".
-¿Esa carga la volcás a la hora de entrevistar a un funcionario?
-Por supuesto. Voy con bronca y por eso me irritan tanto las mentiras. Yo llevaría un día en el móvil a Corach, Lombardo o Alderete. Así ven los problemas del país. Pongo al aire a un desocupado y cuando termina de hablar, el tipo me pide trabajo o ayuda. A una mujer le compré cosméticos porque me di cuenta de que no tenía ni un peso. Es muy duro porque me involucro mucho.
-En los últimos tiempos la gente dejó su actitud pasiva y empezó a tomar la calle para protestar: cortes de luz, recortes presupuestarios...
-Hasta para pedir un semáforo. Me peleo con los que los critican. Los taxistas se enojan pero ellos también hacen sus manifestaciones que duran horas delante de la Municipalidad.
-¿Es cierto que en tus comienzos eras tímida y vergonzosa?
-Si. Empecé acreditada en el Ministerio de Economía y era la única mujer. En el ´90 pasaba de todo por ahí (como ahora por los policiales). Recibí el choque de venir del interior. Hasta que le pregunté algo gracioso a Erman González, salió en todos lados y me solté.
-A partir de entonces, muchas veces tus preguntas generaron noticias.
-Es que pregunto cosas que generan respuestas que "hacen tapa". Para lograr eso, el secreto es estar informada. Me levanto a las 4 y media, pongo Crónica TV, que tiene servicio nocturno, Radio Mitre a la vez y leo los diarios. Como no tengo buena memoria me anoto frases para tirarlas en la rueda de prensa. Porque si no es textual, el tipo te contesta: "no estoy seguro de que haya dicho eso". De este modo, le corto una salida. Y uso el sentido común, lo que preguntaría la gente.
-¿Alguna vez te sentiste intimidada por un personaje?
-No, nunca. Me pasaría con Gabriel García Márquez, por ejemplo. Cuanto más poder tienen, menos me intimidan. Sobre todo cuando creo que no lo usan para el bien común.
-¿Quiénes son los que más se enojan? -Corach y Kohan se ponen muy molestos. En una época fue Cavallo, cuando era ministro. Después se le pasó.
-Corach creció mucho en su figura ante los medios. De ser tímido pasó a disfrutar y hasta parece manejar la situación.
-Cuando recién asumió como ministro fui como cinco veces sola a la puerta de su casa (saqué su dirección de la guía). Sus frases eran larguísimas y aburridas. A partir de que se empezó a llenar la vereda de periodistas, se volvió más mediático. Acorta las frases y busca el impacto. Sabe que en radio y TV se necesita eso.
-¿Por qué creés que se dio ese crecimiento? -Recibió entrenamiento, seguro. Aparte es re-Figuretti. Le encanta hablar. Reconozco que nos "ha dado de comer" con sus declaraciones. Hoy es el ministro más importante (como lo fue Cavallo) y baja la línea del gobierno. Todos saben que la prensa va a estar en la puerta de su casa. Ni hablar de que se debe leer todos los diarios y se comunica por teléfono con Menem para coordinar qué va a decir antes de salir. Tiene las frases preparadas porque ya sabe qué le van a preguntar. Por eso yo trato de romperle el discurso con otra cosa y es donde saca las mejores frases. Es un provocador.
-¿Cómo es eso? -Busca la polémica. Cuando se anunció la carpa docente en Plaza de Mayo dijo que la iba a cercar.
-Y desvía el tema. -Desde ya. Porque la polémica pasa a si se instala o no la carpa y no se habla del fondo de financiamiento a los docentes y del aumento de salarios.
-¿Tenés esperanza en que cambie algo después de las elecciones? -Espero. A esta altura no sé. Me angustia mucho el país. Será porque estoy todo el día con los desocupados y en los hospitales donde no hay nada. Voy sumando. Encima no puedo ayudarlos. Cuando tengo posibilidad de hacer algo, lo hago.
-¿Cuál es tu límite? -Cuando a alguna persona se le suicida un hijo. Hace poco hubo una ola y considero que no sirve. Se sabe que el suicido genera contagio. Si es famoso no se puede "zafar", pero no me gusta.

Tirita de frío a la hora de las fotos aunque y se carga a sí misma: "me cuesta, porque quedo dura como un paquete de pastillas". Combina su belleza con una voz aguda, potente y con una inconfundible tonada traída de su Córdoba natal.
-Alguna vez hiciste "estudio", pero volviste al móvil. ¿Te da claustrofobia? (Risas) -Algo así. Si estoy en la radio y doy paso a un móvil, que está entre los travestis y los botellazos, me muero de ganas de estar ahí.
-¿Cuántas veces recibiste palazos? -Siempre. El primer huevazo que le tiran a Astiz me pegó a mí. Y cuando los travestis le tiraron botellas contra la policía en la embajada inglesa la recibí yo. Estoy acostumbrada.
-¿Sos adicta a la adrenalina? Me enteré que para "descansar" en vacaciones te fuiste al Africa a pasear en camión. -Es así. Anduvimos en carpa por varios países en el medio de la selva. Estuvimos en las aldeas y escuchamos a los leones cerca nuestro. En el medio de la naturaleza y sin teléfono. Ahora, mi marido quiere escalar el Aconcagua.
-A él, Ricardo Zambrani, lo conociste gracias al móvil. -Sí, él era camarógrafo de Canal 13 y nos encontramos en el velorio de Diego Ibáñez, en Mar del Plata. Las peleas que se ven por TV entre los movileros son ficticias. Duran cinco minutos para conseguir un buen lugar. Somos amigos. Después los funcionarios se quejan de que les sacás los dientes a golpes de micrófono.
-¿Creés que tu estilo encajaría en "Caiga Quien Caiga"? (Se ríe)-Me enteré de que Daniel Tognetti dijo que la única mujer que podía estar sería yo. No lo conozco a Mario (Pergolini), pero de los demás chicos soy amiga. Chispa no faltaría.
-¿Te gustaría? -Sería divertido pero me parece que es otro tipo de carrera. Quiero hacer televisión, documentales, tantas cosas...

Gustavo Masutti Llach
Revista Ahora - Diario Crónica
Buenos Aires, Argentina
6 de junio de 1999