Mariano Closs: "Nunca quise ser famoso"

Es uno de los relatores y periodistas de fútbol más populares e influyentes de la Argentina. Por jugado en sus opiniones, cosecha amores y odios de la misma intensidad. Pero Mariano Closs no pasa inadvertido. Aunque hable poco con la prensa.


Rompió el silencio. Está en uno de los picos más altos de su carrera profesional, firme en la radio (la tira “Un buen momento”, lunes a viernes de 18 a 21, y las transmisiones de fútbol por La Red) y los relatos de la Copa Libertadores por Fox. Sin embargo, coincide con el perfil más bajo de su vida pública. Y es que después de alguna turbulencia, decidió no repetir errores y proteger a su nueva familia de la exposición en los medios. “Puede ser –acepta-. De chico fui inconsciente de que era conocido. Hacía mi vida como si nada, sin tener en cuenta de que tenía notoriedad. No me importaba. Crecí y me di cuenta de que debo cuidarme, porque lo que digo puede tomarlo un deportista, un dirigente o alguien del público. Pero nunca quise ser famoso”.
-¿Sufrís la popularidad?
(Suspira)-Eso le pasa a Maradona o a Pergolini, que son famosos de verdad. Hago mi vida de siempre. Saludo a todo el mundo y escucho a todo el que me para por la calle. Pero cuando tenés chicos o estás con tu señora, es un poco incómodo que te miren tanto.
-Es resguardarlas a ellas.
-Sí porque ni Claudia (su mujer) ni mis hijas (Martina, de 3 y Catalina, de 6) eligieron esta profesión. Ahora me di cuenta de que con una opinión puedo herir a la familia de un protagonista.
-¿Qué perdiste con tu éxito?
-Ya me cansa un poco viajar tanto. Extraño mucho a Claudia y a las nenas, y jugar a la pelota con mis amigos.
-No hay reclamo posible. Ella te conoció así.
-Desde luego. Pero por ejemplo hace un mes me agarró un virus en el tubo digestivo, en un viaje a México, y estuve muy mal. Me sentí tan solo, tan lejos... Más allá de que mis compañeros me dieron una mano, quería estar en mi cama con mi familia mimándome. Por eso los valoro tanto. Vuelvo al principio. Ya la pasé bien, ahora el perfil bajo es porque estoy en otra etapa.
-Estás reflexivo pero se te “soltó la cadena” cuando te peleaste con Federico Lussenhoff al aire en el programa de Niembro.
-Sí. Cometí un error. Yo tenía contacto con jugadores de River (aclaro que no es Abreu, que no estaba todavía) que me decían que en el vestuario los grandes maltrataban a los chicos. Un día lo expuse a él con sus falencias (jugó mal y lo expulsaron) en el relato, sin contar todo lo que sabía. Se malinterpretó que lo agredía gratuitamente. El temperamento me jugó una mala pasada.
-Te cayeron con que le dijiste que sos el número uno.
-Pero no soy así. Lo que pasa es que él me ninguneó como periodista y perdí el control. Yo le hubiese dicho lo mismo aunque fuera el octavo, fue como en la cancha, en el barrio. No medí. A los dos segundos me arrepentí, pero la macana ya me la había mandado.
-En Chile te acusaron de ser parcial en el relato.
-Me llamó la atención eso. Yo no relato como argentino. Soy consciente de que lo soy, pero trabajo en una cadena latinoamericana. Nunca voy a favorecer al compatriota. Si hasta me critican los de acá por algunas opiniones. No soy nacionalista para trabajar. Si en las eliminatorias, en la radio, grito el gol de los visitantes. No soy menos patriota por eso.
-¿Cómo percibís a los relatores de la tele?
-Perdieron un poco de personalidad. Están todos en la copia, en la frase ingeniosa y poco talento. De los nuevos, me gusta Pablo Bari y el mejor es Gustavo Cima.





Todo bien con Don Niembro

Mucho se habló de su pelea con su coequiper Fernando Niembro. Parece que a Mariano le dolió que "Chiche" desautorizara al aire en su programa alguna de sus opiniones. Si bien reconoce que existió la discusión, Mariano no blanquea el motivo y asegura que ya pasó: "Hoy mi relación Con Fernando es otra, para bien. Fueron casi trece años de estar permanentemente juntos. Compartiendo intimidades y viajes, y fue la primera discordia que pudimos haber tenido".
-Te enojaste.
-Sí. No lo voy a negar.
-Se dijo que porque se llevó periodistas en su pase a Del Plata.
-No, eso está en las reglas del juego. Si les paga más... fue por otro tema que no viene al caso ventilar. Ya pasó, de hecho seguimos trabajando juntos. Aunque ahora a veces él vaya con otro relator y yo con Juan Pablo Varsky. No podría trabajar con alguien que estoy peleado. La tele me implica complicidad con el comentarista, juguetear un poco.
-No pasó siempre.
-No. En el verano se notó.
-Se tiraban indirectas.
-Y bueno... queda a la libre interpretación del público.



"Ta, ta, ta..."

-Estás distanciado de él. ¿Qué opinás de Victor Hugo Morales?
-Hace mucho que no lo escucho porque relatamos a la misma hora. Hoy la vida nos hace competir y me llena de satisfacción, porque él fue quien me dio la oportunidad a los 15 años. Siempre hubo una confusión, porque voy a estar eternamente agradecido con él, más allá de nuestra relación. Lo respeto como profesional y como hombre grande (sin ironías, no lo trato de anciano, eh). Sin dudas fue el mejor relator de todos, con perdón de José María Muñoz. Mi responsabilidad laboral la copié de él. No me olvido. Por eso no tendría problemas en juntarme a charlar con él.


Gustavo Masutti Llach
Fotos: Marisa Marquez
Revista Ahora - Diario Crónica
Buenos Aires - Argentina
Mayo de 2008