lunes, 19 de mayo de 2008

Carlos Ulanovsky: “Es sospechosa tanta participación de los oyentes”

FICHA
“Reunión Cumbre. Disfrute Nacional”
Nacional, AM 870
Sábados de 17 a 19.

Conducción: Carlos Ulanovsky.

Producción: Soledad Itria.
Algunos invitados: Marcelo Birmajer; Horacio Fontova; Kevin Johansen; Ana María Shua; Bettiana Blum; Norma Aleandro; Juan Sasturain; Julia Zenko; José Sacristán; Oscar Martínez; Daniel Divinsky y Renata Schusseim.


“Es un programa de actualidad, mirado desde los tinglados del espectáculo y la cultura. Pretende recuperar el arte de la conversación, que se perdió en todos lados, por falta de tiempo. Hay cuatro invitados con los que charlamos durante las dos horas, y secciones musicales fijas”.




No son tantos los periodistas que, desde la gráfica, se convirtieron en referentes de la radio. Uno de ellos es sin dudas Carlos Ulanovsky, quien a pesar de ser un hombre de letras, no sorprende descubrirlo en el dial, porque pasó mucho tiempo frente al micrófono. Por eso es un placer escucharlo hablar del tema en su doble función: desde adentro y como observador.
-El tuyo es un formato original para el mundo, pero clásico en Argentina. Antonio Carrizo dice que acá se hace “radio de autor” ¿Cacho Fontana pasó a la historia por él más que por ser el primero que hizo un magazine radial?
-Sí, aunque escucho poca radio de afuera. Sería una gloria cumplir con eso. Ojalá pudiera ponerle la firma a mi programa y trato de hacer eso. Quiero entretener y seguir mi intuición periodística. Y una vez por mes haré el programa con espectadores y sumaré a los corresponsales de las otras sedes de Nacional.
-¿Con participación del público?
-Sí, claro.
-En consonancia con un avance de los oyentes en el aire.
-Ese es un tema extraordinario. De lo más novedoso que pasa. Desde que Hugo Guerrero Marthineitz ponía al aire sus “telefonemas” cambió mucho y en la última década se acentuó más ese fenómeno. Igual, es sospechoso que tengan tanta participación.
-¿Se evita producir?
-En parte. Pero también Carrizo me dijo que él limita la cantidad de voces de oyentes porque no quiere entregar los contenidos.
-Dolina agrega que el oyente opina con impunidad.
-Es así. Igual, está la superstición de que si no tenés llamados, el programa no existe. Como conductor, si no llegan te preocupás. También se cree que no vas en vivo. El punto es cuánto de tus contenidos resignás para poner oyentes. Dolina es un caso aparte, porque el suyo es un programa para escuchar. Y si te ponés a llamar por teléfono, te distraés y te perdés algo importante. Una pena.
-¿Por qué participa el oyente?
-Hay de todo. Está el que tiene un escape de gas en la puerta de la casa y llama a la radio en vez de a la empresa. Supone que alguien lo va a escuchar. También el que perdió a su mascota, o el que está solo (“hoy es mi cumpleaños, felicítenme”). Y el que quiere sus quince segundos de fama, claro. Se dieron cuenta de que llaman, y a la media hora le pasan el mensaje. Es mucho más fácil que aparecer en la tele o en las cartas de lectores de un diario.



Gustavo Masutti Llach
Fotos: Daniela Java
Revista Ahora - Diario Crónica
Buenos Aires - Argentina
19 de Mayo de 2008

domingo 4 de abril de 2004
Carlos Ulanovsky: "Es incómodo no poder darle a la gente lo que te pide"





La salamandra no es un bicho
Todos los sábados a las 22, por Radio Palermo, FM 94.7, Ester Vicente y Gustavo Ghisalberti conducen “La Salamandra”, un programa de rock que sabe mezclar a los Beatles con Pink Floyd, U2 y Robert Johnson en un mismo envío. Para recomendar. Se los puede presenciar en vivo en Ravignani 1732 en el horario de salida al aire.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

gracias por tu blog. Por tu profesionalismo y talento.
Es un aporte buenisimo para los que amamos la radio !!!
Exitos y adelante.
belen castellino.

La Salamandra dijo...

Muchas Gracias por este comentario sobre nuestro programa. Fue una grata sorpresa encontrarlo y una gran ayuda.Lo hacemos con todo el amor del mundo tanto por el rock como por la radio. Un abrazo y felicitaciones por el blog, hace falta que alguien se dedique seriamente a la radio.