sábado, 27 de abril de 2002

Betty Elizalde: "Los periodistas debemos cuidarnos porque seremos los próximos en ser escrachados".

Por suerte, Betty Elizalde nunca se fue. Aunque estuvo más de nueve meses sin aire, en setiembre del año pasado volvió con "Siempre Betty", y ahora va por La Isla, FM 89.9, (lunes a viernes de 13 a 16) . Además, despunta el vicio del teatro con "Siempre el mismo cuento", los jueves a las 21 en el Paseo La Plaza. "La Isla no es como Continental o Mitre -aclara-. Te obliga a tener un perfil más bajo. No es la misma promoción porque acá somos todos pobres. Pero de a poco, con el boca en boca se va armando la cadena".
-La dueña, Gloria López Lecube me dijo que esa radio era una Pyme.
-Es así. Son tiempos en los que hay que autoproducirse. Habrá que aprender nuevos oficios para subsistir y volverse empresarios. Es un desafío interesante aunque no esté de acuerdo con que uno no se dedique sólo a lo que hace bien.
-Sobre todo sin anunciantes en el mercado.
-Lo primero que se derrumba cuando hay crisis es la pauta publicitaria. Preguntá en Canal 13 o Telefe. No hay ni un "chivo", dan lástima. Pero la peleamos. Mientras no tenga que poner, para mí es muy importante mantener un lugar de independencia. Aunque no gane ni un peso.
-¿Si estuvieras en otra emisora estarías limitada?
-Sí. No digo nada nuevo. Hay radios con ideología o manejados por una telefónica y sabés qué no se puede decir. Después de todo no me parece mal porque si soy dueña no te voy a contratar para que hables mal de mí. Es maravilloso ir a la radio sin responder a ningún interés ni que me bajen línea. Hago lo que siento y pienso. Eso tiene un valor sublime. Elijo los cuentos, los discos y las entrevistas.
-¿Cuál es tu visión de los medios?
-Que ahora son multimedios, manejados por un señor que vive en Canadá, España o Alaska y desde allá suben o bajan el pulgar. Igual que una cadena de hamburguesas. No me preocupo porque tengo tengo una audiencia grande, compuesta por todas las edades.
-¿Cambiarías esta libertad por dinero?
-Tener un cheque con muchos ceros sería una satisfacción a fin de mes, cada vez que voy a cobrar (se ríe). Pero cada día sería una tortura, algo para remontar. En cambio, ahora la felicidad que me da la radio no la encuentro ni en el mejor spa. No tiene precio.
-¿Por qué no fuiste a Del Plata?
-Siempre se frustra. El año pasado estuvo muy cerca. Creo que es la radio donde mejor trabajaría. Una vez que estás ahí no te condicionan ideológicamente y podés crear. No soy una periodista política que se maneja con una agenda. Y la única de las radios grandes que te lo permite es Del Plata. Con ellos hablo a principio de año pero el problema es que buscan gente que lleve plata. No estoy para eso. Imaginate que no me voy a prestar a que me pongan a prueba un par de meses para ver si hacen diferencia conmigo. Sería muy pesado. Aunque este año insistiré.
-Llevate unos mariachis.
-¿Por los dueños mexicanos? (se ríe). Nunca vi a ninguno. Para charlar con ellos habrá que ir al D.F. de México. Siempre me manejé con los ejecutivos de acá. Ahora está Jorge Rodríguez que por lo menos es un tipo del medio.
-Tu estilo tranquilo contrasta con los tiempos violentos que vive Buenos Aires. ¿Te tenés que adaptar?
-No. Tengo mi independencia. Trato de manejarme siguiendo ese principio.Tal vez un día me enganche con La Pavada de Crónica y puedo llegar a jorobar toda la tarde con eso. Depende del estado de ánimo con que enfrento el micrófono. Tampoco las noticias o la actualidad son el eje del programa.
-¿Entonces?
-Utilizo todos los recursos que puede proveer la radio: El buen sonido, la buena puesta en el aire y la buena música, que no la paga ninguna empresa discográfica. Soy yo la que se busca los disquitos y los lleva al estudio para pasarlos. Deben ser canciones de calidad y eso no invalida que sean populares. Tengo el orgullo de, por ejemplo, haber sido la primera que pasó a Chabela Vargas. De pronto me pongo a hablar con un intelectual sin lapresión de que tengo que cortar porque me espera un político para salir al aire.
-Pero alguna vez entrevistaste políticos.
-Rara vez, y porque me interesa algún tema puntual.
-Quiero marcar que se te mete la realidad por la ventana.
-Seguro. Siempre está presente. Pero trato de que no todo gire alrededor suyo. Por ejemplo, no doy la cotización del dólar ni el riesgo país. Prefiero no llenarme la cabeza con porquerías que no me sirven absolutamente para nada. Lo mío es más un oficio de entretenedora. Me encanta esa palabra. Al no ser periodista política tengo una gama amplísima para moverme. Puedo ponerme estúpida y pavear todo el programa si quiero. O seria al minuto siguiente. Porque la sorpresa es fundamental en este medio.
-¿Pre producís?
-Sí, pero un escuchador, con un mensaje, me puede cambiar todo el esquema y el rumbo.
-¿Quiénes te entretienen a vos?
-Lalo Mir, Fernando Peña y cuando quiero informarme pongo a Nelson Castro, Orlando Barone, Chiche Gelblung o Gómez Castañón. Aunque hago zapping, escucho a todos y los cambio cuando me doy cuenta que me la quieren vender cambiada.
-Pero la gente ya no tiene la guardia tan baja.
-Es cierto. Mirá Venezuela. Además, los periodistas debemos cuidarnos porque seremos los próximos en ser escrachados.

Gustavo Masutti Llach
Revista Ahora - Diario Crónica
Buenos Aires - Argentina
Abril de 2002

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