La actriz Nora Massi recorre los pasillos de Radio Nacional y sube y baja por las escaleras. En la mano derecha lleva el Martín Fierro que ganó hace unos días su programa "Las dos carátulas" (AM 870, viernes a las 22) y no disimula su satisfacción. No es para menos, el envío es uno de los más antiguos de la radiofonía mundial, y lleva más de medio siglo de emisiones ininterrumpidas. Y ella es la responsable actual de llevar la antorcha.
-La vi muy orgullosa paseando el Martín Fierro por todo el edificio de Nacional.
-Sí, porque es un premio para la emisora. "Las dos carátulas" es el emblema de Radio Nacional. Desde el maestranza hasta el director general quieren al programa. Cómo no voy a compartir la estatuilla si es de todos. Además, aquí la trascendencias es otra porque tenemos el orgullo de salir para todo el país, a través de las cuarenta repetidoras de la radio. Termina el programa el viernes, y el sábado ya estamos recibiendo e-mails de oyentes de todas las provincias. Esa labor de Nacional merecería un poco más de espacio y reconocimiento en los medios.
-¿Más que radioteatro, "Las dos carátulas" sería teatro en radio?
-Exacto. Nada que ver con aquellas obras en entregas como "Tarzán". Sus raíces están en el teatro leído, y al principio, iba en vivo y con público.
-¿Había antecedentes mundiales de algo así?
-Nada. Ni lo hay ahora. Porque la BBC tenía ciclos de teatro pero ninguno con una permanencia ininterrumpida de cincuenta y cuatro años al aire. El primer programa salió al aire el el 9 de julio de 1950 (yo no estaba, por supuesto). Más allá de los cambios de día y horario, se mantuvo hasta hoy. Ni siquiera las dictaduras lo levantaron.
-¿Lo intentaron?
-De hecho, lo relegaron, porque el teatro siempre molesta. Pero como las obras las firmaba un señor que vivió en el Siglo V, no lo pudieron tocar. Por más que entonces se decían las mismas verdades. Así como también tuvo su momento de esplendor y ganó premios internacionales.
-¿Quién selecciona las piezas a interpretar?
-Yo, con la asesoría cultural de toda la vida de Luis Ordaz, que nos asiste ad honorem.
-¿Cuál es el criterio al elegir una obra?
-Debe ser una revisión absoluta de géneros, y se hace hincapié en el teatro nacional, desde sus orígenes coloniales.
-¿Tienen elenco estable?
-Más bien un equipo de trabajo de alrededor de diez actores. Porque para manejar este tipo de desafío se necesitan actores con mucha destreza y conocimiento de la literatura teatral. En otra época había tres elencos (uno para interpretar teatro español, otro argentino y el último, universal) que ensayaban diez días como mínimo. Hoy eso no se puede hacer, si hasta los actores suelen tener otro trabajo porque cobran muy poco.
-¿Y el invitado?
-Es como un solista que se incorpora a una orquesta armada o un bailarín a un cuerpo de ballet. Su aporte es muy importante, valioso y todos, China Zorrilla, Thelma Biral, Brandoni, Martha Bianchi, el que sea, trabajan con fervor y una gran disciplina. Las estrellas también se ponen la camiseta.
-¿Tienen cachets altos?
-No, vienen por el mínimo que pueden cobrarnos.
-Usted tiene un vínculo con el programa que viene de largo.
-Es así. La gente de mi generación siempre empezaba a hacer sus primeras armas en "Las dos carátulas", salieran del ISSER o del Conservatorio de Arte Dramático. Yo seguí el mismo camino. Cuando entré, el galán era Alfredo Alcón, con su voz maravillosa. Después todos nos fuimos, porque así funcionan los semilleros.
-Y volvió décadas más tarde como directora y productora.
-Sí, fue cerrar un círculo porque no volví como actriz. Un gran orgullo.
-En su función "sobrevivió" a siete presidentes.
-Entré durante la gestión de Julio Maharbiz. No sé si "sobrevivir" es la palabra.
-Lo digo porque los puestos culturales suelen ser botín de las nuevas administraciones.
-Sí, pero el teatro es para especialistas. No es un cargo político y, de alguna manera, está sobreentendido. Desde luego no me voy a eternizar, en cualquier momento puedo no estar. Lo que yo hago no es sólo decidir qué obra ponemos. Hay una preproducción importante, que no puede hacerla cualquiera. No es simple, de hecho, estamos adelantados un mes.
-¿Y cómo ve el panorama cultural nacional? Sobre todo después de las declaraciones del ministro de Cultura torcuato Di Tella, ("...la cultura no es prioridad para el gobierno").
-No es así, la cultura le importa mucho al gobierno. El problema es que el ministro tiene una personalidad muy especial. Lo conozco de haber compartido con él reuniones en el Fondo Nacional de las Artes, y sé que suele ser muy chistoso, bromea todo el tiempo. Más allá de su capacidad, no es un hombre muy formal (en el sentido que se le aplica a los funcionarios) y a veces no toma consciencia de la repercusión que puede tener una declaración. Mona Moncalvillo, directora de la radio, me dijo que ella recibió el apoyo de presidencia (los ministerios dependen de allí) hacia la radio. Y le comentaron que la intención es poner el acento en la educación y la cultura.
-¿Nadie les baja línea?
-No, jamás. De ningún lado. Ni con la elección de las obras o de la música, ni con el manejo de actores. En "Las dos carátulas" nunca hubo listas negras, ni tampoco me pidieron un actor. Nada. Al menos en los catorce años que estuve yo. Aunque sospecho que fue así siempre, en épocas buenas, regulares y malas.
Gustavo Masutti Llach
Revista Ahora - Diario Crónica
Buenos Aires - Argentina
Junio de 2004
1 comentario:
Hola, mi mama, de nombre Violesta, tiene 86 años y escucha todos los domingos su programa, quisiera escuchar en su programa "Las de Barranco", una obra que le apasiona. Desde ya muchas gracias!!!!
PD. El día 30 de Octubre cumple 87 años!!!!!
Publicar un comentario