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martes, 9 de enero de 2007
Julio Bárbaro: “La ley de Radiodifusión es un tema menor”
Su gestión al frente del COMFER, organismo del Estado responsable de regular la instalación y funcionamiento de las emisoras de radio y televisión en todo el país empezó junto con el gobierno de Kirchner. A pesar de su tono franco y declamativo, su estilo es claro: buscar el consenso y evitar la confrontación. “Con la digitalización las radios truchas desaparecerán de hecho, mientras tanto que vivan”, sostiene. “La ilegalidad deja de ser un acto revolucionario cuando lo que busca es sólo sacar ventaja. El que pone una radio trucha no es un humilde que pide un plan trabajar”.
Hace mucho calor y Julio Bárbaro bufa: “Somos los únicos dos que laburamos, Buenos Aires está vacía”, luego sonríe cómplice. Se acomoda en el sillón, mira la pared de televisores sin volumen y felicita su gestión: “Dentro de nuestras virtudes está que tenemos las puertas abiertas. El de la radio más chiquita del país golpea y pasa. También sacamos los gestores del medio, los trámites están en internet. Y lo más importante, vendimos casi 3000 pliegos de FM”.
-¿Es decir?
-En todo el país, donde hay espacio sólo se cobra 1000 pesos, si quieren en cuotas. Así legalizamos la mayor cantidad posible de radios. Había 5000 ilegales, bueno, la mitad ahora está dentro de la ley.
-¿El resto no es técnicamente legalizable?
-En Capital Federal no se puede porque no hay lugar.
-¿La aparición de AM truchas tiene que ver con que el espectro de las FM está tan saturado que no entra ni una más?
-Es un fenómeno de Capital y Gran Buenos Aires tan insólito que en el mundo no nos creen que pasa. Para poner una AM hay que tener un consenso internacional. Fue efecto de la crisis, deberían desaparecer. No se puede justificar que, porque no hay trabajo, pongan un kiosco en la 9 de Julio.
-Sucede.
-Sí, pero se los desaloja de inmediato. No hay motivos para que haya AM ilegales. Tiene la misma lógica que los piquetes, se acabarán cuando se los pueda integrar a la sociedad. Llamé a los dueños y les ofrecí que sus técnicos definieran cuantas entraban y los legalizábamos.
-¿Qué pasó?
-Sus ingenieros confirmaron que había lugar para 9 y que eran más de 100.
-¿Entonces? Algunas deben tener mejores equipos que Radio Nacional. -Exacto. Pero en 2007 al ilegal se lo decomisa porque tuvieron opción. La ilegalidad deja de ser un acto revolucionario cuando lo que busca es sólo sacar ventaja. El que pone una radio trucha no es un humilde que pide un plan trabajar.
-¿Cooperativa (740) y la de las Madres de Plaza de Mayo (530) siguen esta lógica? -No voy a hablar de una en particular. Salvo que sea universitaria, para obtener una licencia hay que ganar una licitación en un concurso. Aquí no se presentó ningún trámite. Podría decomisarlos sin opiniones en contra porque los diarios, las radios y la TV me lo piden. Pero es más simple, con la norma digital van a desaparecer todas de hecho. Mientras tanto, que vivan. Argentina es el único país del mundo en el que sintonizás una radio y suena otra. No es una virtud.
-El secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli, declaró que “La ley de Radiodifusión no está en agenda”. -Tiene razón. La cuestión de la TV gratuita o legalizar 4.000 radios es más importante. Necesitamos un sistema que se refleje en una ley.
-En este caso lo formal no es un tema menor. -Sí, porque cuando voy al Congreso no tengo diferencias con nadie. Si hay que sacar una ley se vuelven absolutas. Una ley puede ser el motor que organice o la foto del final. Yo apunto a la segunda opción. Pusieron el grito en el cielo porque renovamos por diez años la licencia a los medios. Es ridículo pensar que si llamamos a una licitación la va a ganar otro.
-Sin embargo, “la esposa de César, además de ser, debe parecer (pura)”. -Acá es y parece. En ningún país se cambian los dueños de los medios. (Hugo) Chávez está haciendo lo que nos piden a nosotros y mirá el lío que se le armó. La democracia es aceptar al que estaba aunque nos caiga mal.
-¿Cuáles son los objetivos de este año? -Fortalecer la TV gratuita a partir de la digitalización. En un país con 6 millones de abonados de cable, quedan 2 millones sin acceso ni a un canal de aire. Hace poco un juez de Mercedes, San Luis, decomisó un canal de aire. Lo llamé porque si bien era ilegal, era gratuito. El que no tiene cable, sólo tiene eso. Como estado tengo que favorecerlo porque es lo que le llega al pobre. El sueño es tener un canal satelital para el que en el interior no puede pagar DirecTV. Comprás un decodificador y bajás sin pagar siete señales, entre ellas una deportiva de la secretaría de deportes, y otra de películas del INCAA. Si el servicio gratuito no es bueno, el pago del cable no es legítimo, aunque sea legal.
-¿La foto del final tendrá empresarios con más de una radio? -Mi voluntad es que no. A los mexicanos de CIE les pedí que vendieran y nadie quiso comprar. Desde que estoy acá cien individuos vinieron a preguntar por la compra de radios. Creen que vale como un kiosco. No hay empresarios que quieran poner 3 millones de dólares por radios que cuestan 7. Con la digitalización cada señal se cuadruplica. En España se licitaron los nuevos espacios, acá se los dejás a los canales. Cuatro no viven, no hay mercado. Lo más grave es que los extranjeros tienen medios.
-¿Con los horarios de la TV se perdió la batalla? -No. La rentabilidad es del cable, tengo que tener consideraciones con el aire porque está en crisis. En marzo los horarios estarán bien.
-Las multas no frenaron las transgresiones en los medios. -Siiií. Hoy hay once millones de pesos de multas. Siete homologados.
-En radio no pasa. -Ahí no soy duro. Fernando Peña se sentó ahí y le dije “usted tiene talento”. Protejo la pantalla, en radio no gano nada con eso y sospecho que si corto a los malhablados, se van los mejores. Ocuparían el lugar idiotas que no dicen malas palabras pero no tienen contenido ni creatividad.
Gustavo Masutti Llach
Revista Ahora - Diario Crónica
Buenos Aires, Argentina
Enero de 2007
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