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domingo, 3 de septiembre de 2006

Oscar “Cholo” Gómez Castañón: “Hay que limitarse al ‘último momento’ y divertir”


El conductor – periodista justifica la afirmación en que “la gente se agobia ante tantas noticias”. Durante mucho tiempo fue un referente de las mañanas de AM, sin embargo, ahora dice que se “enamoró de la tarde” desde que conduce “Día a Día” (La Red, AM 910, lunes a viernes de 14 a 16), programa que cumplió dos años al aire en ese horario. “Escucho La Red, Pergolini, Andy, y cuando el horario me lo permite, Fernando Peña. Como oyente busco compañía en mesas anárquicas en las que el diario no está presente. Hay que tener talento, coraje y apertura mental para laburar sin pauta”.


“Hace mucho que no voy a la radio con tanto placer como ahora. No seamos hipócritas, esto es muy lindo, pero también un laburo y debo reconocer que el marco de la Red ayuda. Porque hay otras emisoras en las que dirigen esos iluminados que quieren torcer discursos y manejar todo sin respetar a los conductores. Si ya te conocen y te contrataron por quien sos ¿para qué te quieren convertir en Chirolita? Y pasa seguido, eh”. Está eufórico el “Cholo” Gómez Castañón. Y habrá que creerle porque el patagónico no es de aquellos que arranca cada año con una declaración como esta. De hecho, no le tembló el pulso para irse de Continental, donde estaba afirmado, cuando se sintió incómodo. Continúa con su monólogo: “El programa anda muy bien, ya estamos afianzados. Le tenía miedo a la tarde pero ahora no la cambio por nada. Encima se dio un equipo horizontal con mucha química, con Federica Pais, Guillermo Pardini, Héctor Gallo y Micaela Grinza. Nos hicimos amigos y esa conexión se nota al aire. A veces siento que estamos haciendo FM”.
-¿Es a propósito? -Sí, porque con ese clima de libertad desacartonada seducís a un público más joven.
-¿Qué te gusta de la tarde? -Me enamoró. Porque podés tener charlas y notas largas, casi prohibidas a la mañana. A la gente le gusta escuchar los debates en tanto y en cuanto se sienta identificada con alguna postura de lo que escucha. En la radio tradicional no se podía tener un bache. Creo que hoy, al contrario, los oyentes se agobian si le estás tirando información sin parar. Prefieren fundirse en una mesa de café que los haga sentir parte.
-¿Cómo le iría a tu programa en otro horario? -Sería un gol en la segunda mañana. Claro, primero tenés que encontrar un programador que lo acepte, que entienda que hacer la tapa del diario todo el día es un embole.
-¿Qué se debe informar? -Aquellas cuestiones inexorables, ineludibles. La radio sigue llegando primero a la información, pero ya no es un dogma. De hecho, tanta información le está haciendo daño a la AM. En una época éramos los únicos, pero ahora la gente tiene demasiados medios para enterarse de lo que pasa. Hoy cualquier tipo por la calle está tan informado como un productor de radio.
-¿Entonces? -Quedate con el “último momento” y después divertí. La radio debe aggiornarse.
-¿Volverías a la mañana? -No sé, la mañana manda pero acá estoy muy cómodo. Vamos terceros, y voy entre dos naves, como son el programa de Niembro y el de Bilardo. Además, puedo trabajar de noche en otras cosas.
-Nelson Castro dice que acá se hace radio de autor. -Es así. Si en Argentina hacés una radio técnica como en otros países (“radio reloj” o temperatura, por ejemplo), vas al fracaso. Se sigue a Fulanito, o a Menganito y su equipo, pero con nombre y apellido.
-¿Qué lugar queda para el “hincha” de una emisora? Ese que clava la sintonía. -A priori, la gente dice que escucha tal o cual radio. Pero es porque tiene ahí a cinco tipos que le gustan. Si le sacás uno, no va a cambiar de sintonía. Se sigue a una emisora porque gustan sus autores. Claro, después hubo radios grandes que fueron vaciadas artísticamente. Las despersonalizaron.
-¿El negocio de un conductor es permanecer, entonces? -Siempre y cuando se sienta cómodo con el que viene antes y después. No hay que ir adonde vas a ser una isla.
-¿Cuáles son los semilleros de la radio?
-Todavía se reciben currículums. Es más raro que se acepten demos y se tome un programa entero, a menos que sea muy original y para un horario no central. Lo más lógico es que los que trabajan en escuelas de periodismo te recomienden algún alumno que promete. Estos institutos ayudaron a que los chicos que se acercan ya conozcan el código y no haya que enseñarles todo desde cero. Otra fuente son las mal llamadas “FM truchas”.
-¿Qué suman? -Esos chicos aportan aire fresco, te rejuvenecen. Nunca tenés que tratar de amoldarlos a lo tuyo, porque les sacarías lo mejor. Dejalos volar y apenas orientalos para que no se estrellen.
-¿Estás consumiendo radio? -Por lógica, sintonizo la emisora en la que estoy trabajando. Me da pertenencia y continuidad. Fuera de esta base, escucho partes de Andy, de Pergolini, y cuando el horario me lo permite, Fernando Peña.
-Nada de noticias. -Exacto. Busco compañía en mesas anárquicas en las que el diario no está presente. Quiero sorprenderme con el boludeo, porque me rompe mucho el “menú”. Hay que tener talento, coraje y apertura mental para laburar sin pauta.



Gustavo Masutti Llach
Revista Ahora - Diario Crónica

Buenos Aires, Argentina
Septiembre de 2006

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