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viernes, 22 de septiembre de 2006

Miguel Steuermann: “Muchos judíos gozan de la Jai pero pautan en otro lado”



Ubicada en el centro del emblemático barrio del Once, su nombre significa “vida” y es la única radio judía de América Latina. Tiene casi quince años al aire, pero hace menos de dos que consiguieron la licencia de definitiva de la frecuencia FM 96.3. Se caracteriza por su música y porque en su agenda siempre figuran Medio Oriente, la xenofobia, Israel y los derechos humanos. De todo esto habla Miguel “Miki” Steuermann, su director – fundador. “No competimos contra ninguna FM por audiencia, sí debemos lidiar con pulpos que se llevan la publicidad y con una colectividad a veces ingrata, y una sociedad que no es antisemita pero sí un poco fascista”.

-¿Por qué comunicar desde el judaísmo?
-Frente a una cantidad tan enorme de medios (algo que se agudiza con la globalización) uno debe afirmarse en su identidad. Lo “judío” es un valor agregado a nuestro mensaje. Es importante tener un medio que nos represente y tienda puentes hacia adentro y afuera de la comunidad.
-¿En qué se diferencian de las demás emisoras?
-La Jai se marca a través de la música (no sólo de Israel, desde klezmer, hasta canciones en hebreo), de nuestro vínculo con Israel (tenemos dos corresponsales en Jerusalén), por nuestra preocupación por lo que pasa en Medio Oriente, y rondamos varios ejes temáticos que nos son caros a los judíos como los derechos humanos, la dignidad de hombre y el antisemitismo.
-¿Todos tus oyentes son judíos?
-No, sólo la mitad.
-¿Contra quién compiten?
-Por audiencia, contra nadie. Sí contra una comunidad judía a veces ingrata, y una sociedad que no es antisemita pero sí un poco fascista.
-Hace seis años pedías auxilio económico para la radio. Después vinieron años malos ¿Cómo están hoy?
-Es difícil. Sobrevivimos a las peores crisis y seguimos con la esperanza de crecer. Acostumbrase a vivir con lo justo te da otras armas a la hora de las privaciones generales. Pero es complicado pelear con los grandes pulpos, porque se llevan para sus medios lo poco que hay de publicidad genuina.
-¿Qué tiene de bueno y malo una identidad tan clara?
-Es una ventaja tener una audiencia cautiva muy identificada. Las dificultades pasan porque para la comunidad la radio es muy importante pero su actitud es la de “que se haga cargo otro”. Los medios no sólo viven de buenas intenciones. Muchos judíos gozan de la radio pero pautan en otro lado.
-¿Y los demás?
-Otras empresas nos ven como la radio de la sinagoga, o el brazo armado del Mossad (N. de la R: el servicio secreto israelí). Nada de esto es cierto, pero lo comercial es complejo. Hoy pautan algunas compañías de comunicaciones, de cosmética capilar y otras. Eso sí, nada de publicidad oficial.
-¿Sufrieron atentados?
-En la radio no. Pero hay un rebrote antisemita preocupante. Entrá a cualquier foro en internet y te darás cuenta.
-¿Hoy es políticamente incorrecto defender a Israel en los medios?
-Sí, no lo entiendo. Tenemos que cuidarnos de una derecha muy diestra y de una izquierda muy siniestra. Me considero un hombre de izquierda pero no de la reaccionaria y totalitaria, esa que se enamoró de los peores monstruos de la historia: Kadafi, Fidel Castro, Stalin, Saddam y Arafat. Y no hacen autocrítica.
-¿Por qué pasa?
-Por la moda anti – Estados Unidos, que se extiende a Israel. Puede no gustarte Bush, pero tienen mucho para enseñar al mundo más allá de sus atrocidades. Nuestros periodistas e intelectuales son acríticos, dejaron de lado su compromiso social con el pensamiento. Se debe ser parcial para marcar lo correcto. Gente como Saramago demuestra que se puede escribir bien y ser un necio.
-¿Israel no perdió la “ventaja moral” en Medio Oriente?
-Tiene aciertos y errores. Es una de las mayores democracias del mundo. Hoy allá, en pleno conflicto, se juzga al presidente por acoso sexual y al primer ministro por varias causas. Con Israel la humanidad tiene una doble moral. Se le exige lo que a nadie. Cuando se habla de genocidio es por mala intención o ignorancia. Es un país más chico que Tucumán, con siete millones de habitantes rodeados por centenares de millones de árabes, algunos de ellos con la explícita intención de borrarlos del mapa. Y hay pocas críticas hacia los otros.
-La “ventaja moral” no tiene que ver con que los otros sean supuestamente peores.
-Pocos países podrían sostener la democracia con atentados permanentes por parte de suicidas, teniendo además uno de los seis ejércitos más potentes del mundo. Podría barrer del mapa a Líbano y no lo hace porque respeta la vida.
-¿Esta es la línea de la radio ante el conflicto en Medio Oriente?
-No tenerla sería poco profesional. Buscamos esclarecer un tema muy complejo y mostrar la moral y ética de Israel como país, sociedad y democracia...
-Imagino que no justifican los excesos.
-No puedo decir que los hubo, en una guerra tan atípica. Los “pobres milicianos” árabes no tiran piedras: lanzaron más de tres mil misiles y usan a las mujeres y chicos como escudos humanos. Israel tiene que hacer el trabajo sucio de Occidente frente a la amenaza del fanatismo totalitario islámico.
-Las fotos no mienten.
-Israel no usa a las víctimas como propaganda. La primera baja israelí de la guerra fue una chica argentina y la enterraron acá. No se enteró nadie por pedido de la familia.
-¿Es decir?
-Israel y Medio Oriente no son un problema aislado. Ese pequeño país es la avanzada de Occidente, con sus valores de democracia, libertad y derechos humanos en esa zona. Eso en el marco de un conflicto mundial provocado por una cultura nihilista y totalitaria que tiene capturado a parte del Islam y que pretende que el mundo occidental desaparezca. Cuando el segundo de Bin Laden le pide a Bush que los americanos se conviertan al Islam no está siendo cínico. Lo cree en serio. Estos grupos ya están en Europa.

Gustavo Masutti Llach
Revista Ahora - Diario Crónica
Buenos Aires - Argentina
Septiembre de 2006

Luisa Delfino: “El colegio debería enseñar a escuchar”


Con su “Te escucho” ya se hizo un lugarcito en la historia de la radio. Hoy el envío va los sábados desde la medianoche hasta las 5 por Del Plata (AM 1030). Afirma que su programa ya no “tira pálidas” y que está tranquila y llena de proyectos. “Jamás estuve de mal humor o deprimida en la radio porque el micrófono me levanta el ánimo (...).Estoy encasillada pero eso no tiene nada de bueno o malo, es lo que me tocó”.


Desde su bonhomía, Luisa Delfino ya consiguió lo más difícil: meterse en el imaginario popular como esa amiga que está en los medios y a la que se le puede contar lo más oculto, aquello que no sabe ni la propia familia. Por eso no se queja de estar encasillada y, en cambio, se enorgullece de la vigencia de su programa: “’Te escucho’ arrancó el 11 de marzo de 1991 y la marca es mía, tanto para acá como para el resto del mundo –aclara-. La idea surgió de la sensación de que no nos enseñan a escuchar al otro. En general, durante una conversación, las dos personas están esperando que el otro termine de hablar para meter lo propio. El colegio debería enseñar a escuchar”.
-No es el mismo programa del ‘91.
-No, es más “arriba”. Después de la debacle del 2001 me dije que había que cambiar porque ya habíamos sufrido suficientes pálidas. Si aparece alguien con una encrucijada dramática, se lo derivamos a los psicólogos. Apuntamos más a la contención amorosa y tenemos secciones fijas.
-¿Cuáles? -En “Rutas argentinas”, hablan los camioneros; en “los que se fueron”, con los argentinos que viven fuera del país; y “me cansé de estar solo”, está abierta a gente de 18 a 80 años que busca compañía.
-¿Cómo funciona esta última?
-Le voy preguntando a los oyentes dónde nacieron, qué les gusta y cosas por el estilo. Así se arma una especie de ficha, pero de adentro, emocional. Al final les pregunto cuánto miden y qué es lo que descartan de plano en una pareja, para que no llame cualquiera.
-¿Qué es lo que menos soportan?
-La mentira. Los dos sexos. Los hombres, en segundo lugar, la asfixia.
-¿Y si se mete un psicópata?
-No es mi culpa. Vos salís al aire, te llaman diez chicas y la producción te pasa a vos los teléfonos o los e-mails de contacto de ellas. Es tu decisión conectarte o no.
-¿Cuántos de tus actuales oyentes son propios y cuántos de Del Plata?
-Estoy fascinada con eso. A la semana de empezado el programa les dije que aceptaba su decisión de aceptarme o no, de si me reciben con cariño o cambian de sintonía. La radio tiene a sus oyentes cautivos, y a ellos les pedí que me dijeran si les gustaba o no. Mandaron un montón de mensajes de bienvenida y me puse muy feliz.
-El público de Del Plata y Continental tiene fama de difícil.
-Lo son, porque son fieles. Pero les caí bien porque nadie dice eso al aire y yo sí. También estoy abierta a sus sugerencias. Como dice Zelmira, mi terapeuta, les pregunto qué les resuena.
-No me contestaste cuántos son tuyos.
-Porque no puedo saberlo. Sé que tengo más de las tres cuartas partes de los que me seguían en Continental. Más los que encontré en Del Plata, que no tengo ni idea de cuántos son porque recién me estoy haciendo amiga de ellos.
-Vos sos muy amorosa con tus oyentes ¿es un personaje?
-No, nunca lo fue.
-¿Y qué pasa cuando estás de mal humor o deprimida?
-Jamás me pasó en la radio porque el micrófono e levanta el ánimo. ¿Sabés que cuando hablo en un estudio estoy siempre sonriente? Y se nota que llega a destino.
-¿Estás encasillada?
-Sí. No tiene nada de bueno o malo, es lo que me tocó. Hice otras cosas. El año pasado metía columnas en el programa de Lanny Hanglin, pero no me pagaban. Tampoco quiero generar un proyecto propio porque estoy muy cómoda como columnista o partenaire.
-¿No te llaman porque creen que sos cara?
-Eso sí que me da risa. Que por lo menos pregunten.
-¿Tuviste ofertas para hacer TV en los últimos tiempos?
-No, no me llama nadie. Voy mucho de invitada, algo que me encanta porque significa que sigo vigente y no me genera obligaciones. Me encantaría hacer algo a la noche y un día por semana. El “Te escucho” u otra cosa.
-¿Te preocupa?
-No. Durante el 2001 no tenía trabajo y perdí todo. Eso fue positivo porque con Daniel nos juntamos mucho más como pareja. Y, como dicen los orientales aprendimos a “andar livianos”, a vivir sin tanto apego a lo material. No porque no me guste. Me encanta ir a un shopping y comprar, tengo mi costado frívolo. Pero aprendí a disfrutarlo desde otro lugar.
-¿Es decir?
-No doy por sentado nada. Tengo un programa de radio: lo agradezco. No sé por cuanto tiempo, hoy está.
-¿Por qué nunca cambiaste el look?
-Porque me siento identificada. En el 2001 me lo corté (no mucho) para cambiar y me quise morir. Cuando sea vieja tendré el pelo muy largo y me lo voy a atar en un rodete. Voy a estar muy cómoda.
-También publicaste un libro sobre las papeleras.
-Sí, “El río de los pájaros pintados versus papeleras” Es simple y muy didáctico. Habla el río Uruguay en primera persona y no ofende a los uruguayos , ni a la gente de Gualeguaychú, mi pueblo.

Gustavo Masutti Llach
Revista Ahora - Diario Cronica
Buenos Aires - Argentina
Septiembre de 2006

domingo, 3 de septiembre de 2006

Oscar “Cholo” Gómez Castañón: “Hay que limitarse al ‘último momento’ y divertir”


El conductor – periodista justifica la afirmación en que “la gente se agobia ante tantas noticias”. Durante mucho tiempo fue un referente de las mañanas de AM, sin embargo, ahora dice que se “enamoró de la tarde” desde que conduce “Día a Día” (La Red, AM 910, lunes a viernes de 14 a 16), programa que cumplió dos años al aire en ese horario. “Escucho La Red, Pergolini, Andy, y cuando el horario me lo permite, Fernando Peña. Como oyente busco compañía en mesas anárquicas en las que el diario no está presente. Hay que tener talento, coraje y apertura mental para laburar sin pauta”.


“Hace mucho que no voy a la radio con tanto placer como ahora. No seamos hipócritas, esto es muy lindo, pero también un laburo y debo reconocer que el marco de la Red ayuda. Porque hay otras emisoras en las que dirigen esos iluminados que quieren torcer discursos y manejar todo sin respetar a los conductores. Si ya te conocen y te contrataron por quien sos ¿para qué te quieren convertir en Chirolita? Y pasa seguido, eh”. Está eufórico el “Cholo” Gómez Castañón. Y habrá que creerle porque el patagónico no es de aquellos que arranca cada año con una declaración como esta. De hecho, no le tembló el pulso para irse de Continental, donde estaba afirmado, cuando se sintió incómodo. Continúa con su monólogo: “El programa anda muy bien, ya estamos afianzados. Le tenía miedo a la tarde pero ahora no la cambio por nada. Encima se dio un equipo horizontal con mucha química, con Federica Pais, Guillermo Pardini, Héctor Gallo y Micaela Grinza. Nos hicimos amigos y esa conexión se nota al aire. A veces siento que estamos haciendo FM”.
-¿Es a propósito? -Sí, porque con ese clima de libertad desacartonada seducís a un público más joven.
-¿Qué te gusta de la tarde? -Me enamoró. Porque podés tener charlas y notas largas, casi prohibidas a la mañana. A la gente le gusta escuchar los debates en tanto y en cuanto se sienta identificada con alguna postura de lo que escucha. En la radio tradicional no se podía tener un bache. Creo que hoy, al contrario, los oyentes se agobian si le estás tirando información sin parar. Prefieren fundirse en una mesa de café que los haga sentir parte.
-¿Cómo le iría a tu programa en otro horario? -Sería un gol en la segunda mañana. Claro, primero tenés que encontrar un programador que lo acepte, que entienda que hacer la tapa del diario todo el día es un embole.
-¿Qué se debe informar? -Aquellas cuestiones inexorables, ineludibles. La radio sigue llegando primero a la información, pero ya no es un dogma. De hecho, tanta información le está haciendo daño a la AM. En una época éramos los únicos, pero ahora la gente tiene demasiados medios para enterarse de lo que pasa. Hoy cualquier tipo por la calle está tan informado como un productor de radio.
-¿Entonces? -Quedate con el “último momento” y después divertí. La radio debe aggiornarse.
-¿Volverías a la mañana? -No sé, la mañana manda pero acá estoy muy cómodo. Vamos terceros, y voy entre dos naves, como son el programa de Niembro y el de Bilardo. Además, puedo trabajar de noche en otras cosas.
-Nelson Castro dice que acá se hace radio de autor. -Es así. Si en Argentina hacés una radio técnica como en otros países (“radio reloj” o temperatura, por ejemplo), vas al fracaso. Se sigue a Fulanito, o a Menganito y su equipo, pero con nombre y apellido.
-¿Qué lugar queda para el “hincha” de una emisora? Ese que clava la sintonía. -A priori, la gente dice que escucha tal o cual radio. Pero es porque tiene ahí a cinco tipos que le gustan. Si le sacás uno, no va a cambiar de sintonía. Se sigue a una emisora porque gustan sus autores. Claro, después hubo radios grandes que fueron vaciadas artísticamente. Las despersonalizaron.
-¿El negocio de un conductor es permanecer, entonces? -Siempre y cuando se sienta cómodo con el que viene antes y después. No hay que ir adonde vas a ser una isla.
-¿Cuáles son los semilleros de la radio?
-Todavía se reciben currículums. Es más raro que se acepten demos y se tome un programa entero, a menos que sea muy original y para un horario no central. Lo más lógico es que los que trabajan en escuelas de periodismo te recomienden algún alumno que promete. Estos institutos ayudaron a que los chicos que se acercan ya conozcan el código y no haya que enseñarles todo desde cero. Otra fuente son las mal llamadas “FM truchas”.
-¿Qué suman? -Esos chicos aportan aire fresco, te rejuvenecen. Nunca tenés que tratar de amoldarlos a lo tuyo, porque les sacarías lo mejor. Dejalos volar y apenas orientalos para que no se estrellen.
-¿Estás consumiendo radio? -Por lógica, sintonizo la emisora en la que estoy trabajando. Me da pertenencia y continuidad. Fuera de esta base, escucho partes de Andy, de Pergolini, y cuando el horario me lo permite, Fernando Peña.
-Nada de noticias. -Exacto. Busco compañía en mesas anárquicas en las que el diario no está presente. Quiero sorprenderme con el boludeo, porque me rompe mucho el “menú”. Hay que tener talento, coraje y apertura mental para laburar sin pauta.



Gustavo Masutti Llach
Revista Ahora - Diario Crónica

Buenos Aires, Argentina
Septiembre de 2006