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domingo, 30 de junio de 2002

Mario Caira: "En la Argentina no rinde nada"


Como siempre, el cambio de autoridades de Radio Nacional, AM 870, implicó modificaciones en la grilla. Así, sin Varsky, Verea y Simón ni Teté Coustarot, a quienes no se les renovó el contrato, el espacio quedó libre para "A vivir que son dos días". Entonces, desde el 8 de abril, de lunes a viernes de 13 a 15, desembarcó Mario Caira con su equipo y una propuesta alegre y entretenida. "Es el mismo programa que iniciamos en 1998 en Radio Diez y que pasó por El Mundo -explica-. Se apoya en la buena onda, la información general y los consejos prácticos. No le escapamos a la crisis, pero tratamos de darle a la gente, y a nosotros mismos, un respiro. Es casi una terapia. El eje del programa no soy yo, sino las secciones. Como las de Walter López, Claudia Medic, Quique Cano, el brujito Maya, Jorge Carro, Gabriel Rolón y Nidia Aguirre, entre otros. Yo apenas distribuyo los tiempos".
-¿Cómo le encontraron la vuelta al horario?
-Tenemos un ritmo que bien podría ser de una segunda mañana (de 9 a 12). De hecho, escuchamos ofertas para ocupar ese horario, porque tenemos el equipo y la ganas como para hacerlo. Lo nuestro abre una puerta para esperar las noticias de "la vuelta", con buen ánimo. Es ideal, porque Nacional llega a todo el país a través de las 42 filiales, y en el interior tienen ese huequito de tiempo para entretenerse.
-¿Es posible hacer un programa como el tuyo en la primera mañana?
-Sí. Funcionó muy bien en la segunda mañana con Tinelli, Pergolini o Peña, salvando las distancias. Lo hacía Jorge Rial en La Red y cambió la mañana. Hadad, por ejemplo, cambió mucho: al principio hacía un programa con música americana y tranquilo. Después le dio más lugar a Rolo Villar, a la música latina e impuso un ritmo "Pum, para arriba". Por eso, nada es imposible. Cuando empezamos nos decían que éramos "grasas" y que no teníamos un estilo de AM. Hoy muchos nos copian. Eso nos gratifica.
-Ustedes se sienten más cómodos en el espectáculo.
-Puede ser, me da de comer desde hace diez años. Sé lo que pasa de los dos lados del mostrador. El nuestro es un show de entretenimiento, así encaramos los espectáculos, el deporte o la historia.
-¿Se les mete la realidad por la ventana?
-No metemos la actualidad. Cada vez que hay un paro, una marcha o algo por el estilo, lo aclaro, para que no crean que no estamos comprometidos. Si el país está de luto, no podemos estar de joda. Pero nuestro aporte a salir de la crisis es dibujarle una sonrisa al que está cagado de hambre. Eso es muy valioso.
-Participan diecinueve personas. ¿Económicamente rinde repartir entre tantos?
-En la Argentina no rinde nada, ni para uno solo. Trabajamos con la confianza de la radio y creamos una cooperativa como la del teatro "a la gorra". Lo que entra, se reparte. Un sistema casi comunista en una economía capitalista. La otra opción era quedarse en casa lamentándose. No da para veinte personas pero hoy tenemos el producto vivo y mejorado.
-¿Apunta a que reditúe o a ser un trampolín?
-Un poco las dos cosas. La realidad es caótica, a todos nos golpeó la crisis. Pero queremos ganar plata porque no es un hobbie. Este es nuestro oficio y tenemos familias detrás. Pero no podemos echarle la culpa a los que no nos contratan. Hay que apostar.
-¿Cómo les va con la competencia, aunque todavía no tengan planillas de rating?
-Por la cantidad de llamados y la respuesta que tenemos, nos va bien en todo el país. En Capital y Gran Buenos Aires también.
-¿Los escuchaste?
-Sí, porque la mayoría empezó en febrero. En la Diez está el Baby Echecopar y "Buenos Muchachos", los conozco, son grandes profesionales y trabajé con ellos. En Mitre está Any Ventura, que tiene un perfil diferente, en Continental está Julia Bowland, y en la Red, Niembro y después Gonzalo Bonadeo. Otras propuestas. Lo nuestro es único, ni mejor ni peor.
-¿Con quiénes disfrutás?
-Soy un fanatico de mi programa, lo escucho grabado una semana después. Después pongo al Negro Oro, a Chiche Gelblung (aprendí mucho trabajando con él), a Mancini, Eliaschev, a Carlitos Asnaghi y el fútbol de Nacional.
-¿Nacional te obliga a cambiar tu léxico porque los porteñismos en las provincias pueden no entenderse?
-No, porque siempre hice un programa con proyección federal. La gente compra un producto si es genuino. Si forzás para cambiar y agradar, el público se da cuenta y te deja de lado. Trato de ser yo y es lo que ofrezco.
-¿Cómo te afectará el Mundial?
-A nivel radio nos enriquece, porque no nos toca en ningún horario. Sí estaremos un poco apoliyados por ver los partidos. No tenemos guita como para mandar a alguien a Japón, pero nos la rebuscamos para tener presencia entrevistando a los parientes, el portero, la primera novia o la primera maestra de los jugadores. Está bueno porque se muestra su costado humano.


Gustavo Masutti Llach
Revista Ahora - Diario Crónica
Buenos Aires - Argentina
Junio de 2002

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