Mateyko: "La radio te desnuda cuando no sabés".

FICHA
“La Movida del Verano”
Radio Mitre Córdoba AM 810 (www.radiomitre810.com.ar).
Lunes a viernes desde las 14.
Conducción: Juan Alberto Mateyko y Flavia Irós.
Con: Federico Tolchinsky, Jorge Cuadrado y el humor de Cube4.

“Durante el año se llama ‘La Movida de la Tarde’. A diferencia del 2008, que eran eventos semanales, esta vez saldremos de lunes a viernes, con la fórmula de siempre: trabajo, ritmo, humor y música. Y actualidad, claro, porque no podés hacer de la vida un carnaval constante que dure doce meses”.


“Cuando me preguntan ‘¿Por qué Córdoba?’ Respondo: ‘¿Por qué no Córdoba?’”. El hombre es mucho más que un icono del verano, lo saben los que disfrutaron del profesionalismo que desplegó a lo largo de estos casi cuarenta años de vigencia en los medios con su particular estilo. Sinónimo de Mar del Plata durante años, hoy está en La Docta, y llegó para quedarse.
-¿Ya estás afincado, no?
-Sí. Cuando llegué, en agosto, el atractivo de mi programa pasaba por las figuras que podía traer desde Buenos Aires. Pero por mi manera de ser me metí en la actualidad de la ciudad y la provincia, me propuse conocer a sus personajes y particularidades. Leí, caminé y me interioricé mucho. La radio te desnuda cuando no sabés. Recorrí buena parte de la Córdoba, que es hermosa.
-¿Y cómo te llevás con tener lejos a tus hijos (Rosa María de 18 y Juan Bautista de 10)?
-Quiero que vengan seguido a verme, porque ellos saben que lo que hace papá es para ellos. Y necesito estar bien para trabajar. Ahora vivo en Córdoba. Lo saben.
-¿Cómo te recibieron los cordobeses?
-Me maravilla el cariño que me demuestran. No por mis pergaminos sino por lo que les brindo hoy. Y no sólo es la capital, salimos en toda la provincia por un canal de cable y los oyentes de internet cada vez son más. La gente supo que de esta etapa de mi vida no iba a hacer una pasada liviana. Es una cuestión de compromiso. De hecho, mi hijo y la mamá (Naanim) vinieron a pasar Navidad a Córdoba. Con ella estamos separados pero no peleados.
-Te aceptaron en la provincia, entonces.
-Sí, la primera etapa es la más difícil y ya la pasé. Los cordobeses son muy genuinos y se dan cuenta de si lo que hacés viene con sinceridad o es una ficción. Además, les fui contando cómo iba descubriendo a la ciudad y a la provincia. Se daban cuenta de que no leía gacetillas de turismo. Ellos son muy nacionalistas de pago chico en el buen sentido, aman su tierra. Pero eso se combina con que reciben una enorme cantidad de estudiantes universitarios de todo el país, lo que los vuelve muy cosmopolitas. Es una mezcla interesante. Ojalá mi hija se radique para estudiar acá, porque hasta el aire es buenísimo. Le pasó hasta al Che Guevara, que se tuvo que venir a tratar el asma acá.
-Para el que no lo escuchó, el programa es similar a lo último que hiciste por acá, que fue en Rivadavia.
-Exacto. Si tengo que hablar de problemas municipales, policiales o locales, lo hago sin problemas. No podés vivir aislado y que todo sea musical, artístico y con comentarios sobre el mundo de la farándula. Aparte son cuatro horas por día.
-¿El ritmo porteño de hacer radio es más acelerado?
-Más o menos. Me rodearon muy bien. Y los operadores cordobeses son tan brillantes como sus humoristas. Meten frases grabadas, no me dejan pasar ni un furcio que ya me están cargando.
-¿Tenés problemas de exclusividades con los artistas?
-No, porque ellos mismos y sus empresarios se encargan de decir “no puedo dejar de ir a lo de Mateyko”. Es lo que sembré durante toda mi vida y ahora lo cosecho. Son mis viajes a Miami, a Mónaco, a Nueva York y mantener esas relaciones. Tuvimos una serie de figuras, a las que trajimos en vivo, como Julio (Iglesias) que no lo hace en ningún lugar del mundo.
-¿El mercado es igual?
-No necesariamente. Tiene particularidades, con ídolos muy locales. También hay artistas internacionales que se hicieron fuertes en Córdoba y de allí pasaron a Buenos Aires. Como Marco Antonio Solís, que llena estados allá y no sé si lo hace allá. La mejor presentación de Luis Miguel también la dio acá.
-¿Cómo es tu contrato?
-Por un año más. Pero viste como es eso, si estamos los dos de acuerdo, el papel firmado sirve. Si la radio está incómoda conmigo o al revés, cambia todo.
-¿Y la televisión?
-Todo a su tiempo. Seguro que tengo ganas, pero tengo que dosificar el esfuerzo y agudizar el ingenio. La bendición es estar trabajando, no hay que quejarse.

Gustavo Masutti Llach
Revista Ahora - Diario Crónica
Buenos Aires - Argentina
11 de enero de 2009