Anita (como todos la llaman) Martínez es uno de esos personajes imposibles de encasillar. Baila, actúa y conduce en televisión y radio. Ahora afianzó esta última faceta con dos programas en Belgrano, AM 950: “Oíd argentinos” (lunes a viernes de 14 a 17) e “Infidencias” (sábados de 14 a 15).
“Como no soy periodista necesitaba afianzarme en un espacio antes de pasar a otro más masivo. A las seis de la mañana tenés que ser una bomba y no se pueden hacer entrevistas largas”.
Está contenta porque se trata de su primera entrevista para hablar de su condición de conductora de radio. Es que las otras aristas de esta bella morocha menudita son más populares. A saber: Empezó como bailarina en el musical “Cats” hace más de diez años, se hizo conocida a partir de ganar un casting para entrar a TyC Sports donde condujo un programa de calidad de vida, que ganó un Martín Fierro, y después trabajó en la pantalla chica junto a Manuel Wirtz, Alejandro Fantino, Juan Alberto Mateyko, Fabián Gianola y Marcelo Tinelli, entre otros. “El del sábado es un programa con invitados que vienen a contarnos la música que escuchan (Serrat es uno de los más elegidos)”, describe. Y agrega: “Por su parte, la tira semanal es de interés general. Me llamaron para hacer un programa de actualidad y humor”.
-Que son tus marcas.
-Sí, aunque nunca me metí a fondo con las noticias, la radio me permite acercarme a eso. Sin embargo, tengo a Claudia Cherasco en actualidad, Bárbara Arroyo en tendencia y moda, y a Marina Vollman en la parte social y relax. Lo mío es la conducción.
-Fernando Bravo me dijo que, si bien su función es darle la palabra a los especialistas, en Argentina el oyente espera la opinión del conductor. ¿Sentís ese peso?
-Seguro. Conducir para mí no es delegar la responsabilidad de la bajada de información en un columnista. Si presento una nota, no puedo simplemente decir “¿de qué vas a hablar?”, necesito hacer una introducción informativa. No me pasa tanto con la opinión. Al conductor no se le debe escapar nada. No puede ignorar de qué se habla. Por eso me lo tomé con gran responsabilidad desde el primer día. El que escucha AM es porque le gusta informarse. Y quiere oír algo que no haya leído. Por eso es un laburo enorme, porque tengo que leer libros y conectarme a internet para revisar los diarios de afuera.
-¿Lo disfrutás?
-Muchísimo, porque tiene que ver con lo que más me gusta, con el manejo de la palabra y con escaparme un poco de la imagen.
-Siempre te apoyaste en lo físico y lo gestual. ¿No te falta una herramienta?
-Más bien siento que tengo un desafío por delante: el de incorporar cosas. El cuerpo está, cuando hago una nota gesticulo aunque nadie me pueda ver.
-Belgrano es un proyecto reciente. ¿Cómo llegaste?
-Me convocaron las nuevas autoridades. Me interesó que iba a estar Fabián Gianola, Franco Bagnato y María Belén Aramburu, entre otros. Me dieron alternativas de horarios, pero como no soy periodista necesitaba afianzarme en un espacio antes de pasar a otro más masivo.
-¿La primera tarde es más liviana, entonces?
-No, pero te podés permitir un poco más de profundidad en temas que tienen que ver con lo sensible. A las seis de la mañana tenés que ser una bomba y no se pueden hacer entrevistas largas.
-¿No está muy volcado a la mirada femenina?
-Fue mi gran inquietud cuando me lo ofrecieron. No quería un programa sexista, pero tenemos una tendencia natural a ser mujeres. Tratamos de no caer en eso, sobre todo porque le debo mucho a la platea masculina: hice de hombre y trabajé en canales de deportes.
-¿Qué ventajas le encontrás a la radio por sobre la tele?
-Me encanta el trabajo en equipo, y en televisión se es más individualista y narcisista.
-¿Y en contra?
-La TV es más instantánea, masiva y entrás mucho más fácil en las casas. No creo que sea una contra, porque la radio requiere más seducción y profundización.
-¿Hablaron de objetivos de audiencia?
-No. Me imagino que las perspectivas de la radio son de liderar. Mi compromiso pasa por no defraudar a esa gente que ya escuchaba esta AM sin traicionarme.
-¿Tenés en clara cuál es tu competencia?
-No, porque me considero una aprendiz. Los respeto a todos. Es buenísimo que se abra el abanico de posibilidades. Ojalá yo sea una de esas alternativas.
-Le pasás la posta a Moria Casán, que tiene un programa después del tuyo.
-Sí, y está bueno. Porque hacemos algunos cruces al aire muy divertidos, nos da frescura a las dos.
-Fue inesperado, se definió en una semana.
-¡Sí! Y me enteré en la radio, un sábado.
Gustavo Masutti Llach
Revista Ahora - Diario Crónica
Buenos Aires - Argentina
Abril de 2006
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