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domingo, 25 de julio de 2004

Mercedes Ninci:"Me resultó fácil destacarme por mi tonada cordobesa"





Allá va Mercedes Ninci, persiguiendo a los protagonistas del día. Al aire libre, con su panzota de ocho meses de embarazo a cuestas, rodeada de un cardúmen de periodistas, fotógrafos y camarógrafos. Esquivando -y dando- pisotones y codazos, y tratando de no enredarse con los cables. Son los gajes del oficio de los movileros radiales, de los cuales ella es un referente. Es lógico que lo sea, lleva trece años en la calle, siempre "defendiendo los colores" de Radio Mitre, AM 790.
-¿Cuál fue tu primera nota?
-Cuando Domingo Cavallo, que era Ministro de Economía de Menem, anunció el Plan de Convertibilidad. Fue el 21 de marzo de 1991. No entendía nada del tema, me quería morir. Gracias a Dios, estaba por ahí Marcelo Bonelli, que me ayudaba y asesoraba.
-¿Por quién entraste a la radio?
-Precisamente, por él. Creo que me resultó fácil destacarme por mi tonada cordobesa, que se distinguía porque sonaba diferente.
-¿Te gusta el móvil después de tanto tiempo?
-Sí, para hacer bien este trabajo tenés que ser feliz en la calle, aunque haga un frío terrible o te toque una guardia aburrida y larga. Eso no quita que me encantaría incorporarme al piso, si se da la oportunidad. Aunque, aún si pasara al estudio, necesitaría mantener el contacto con la calle, porque ahí está la noticia. La nota es la nota. No es lo mismo que te hable la policía y te cuente por teléfono que, a un secuestrado lo encontraron en una casa en Moreno, que ir al lugar, hablar con la gente, averiguar qué hizo la policía, en fin: investigar. Sólo así se mantiene el contacto con la realidad.
-¿Los que están en el piso lo pierden?
-No necesariamente. Pero por eso me gusta mucho lo que hace Santo Biasatti, que cada tanto sale a la calle. Ese sería el modelo de conductora que elegiría para mí.
-¿Cuáles son las desventajas del movilero?
-Y... cuando estás en la calle todo el día, como me pasó el año pasado, resulta agotador. Porque trabajaba a la mañana para la radio y a la tarde para la televisión. Cuando llegaba la noche estaba destrozada. Por eso este año me lo tomé como semi-sabático.
-¿Cómo es eso?
-Claro, salgo al aire a la mañana para la radio, y la tarde se la dedico en exclusiva a mi hija.
-¿Y el embarazo no se transforma en una complicación extra para este tipo de trabajo?
-No, la verdad que no.
-¿Ni siquiera en los apretujamientos y en los empujones?
-No es lo ideal, pero viste cómo es. Ya estoy acostumbrada, la panza va para adelante y yo atrás. Además, con los otros movileros nos conocemos todos desde hace mucho, y somos como un grupo de amigos. Es cierto que la gente nos ve por televisión peleándonos con los cables y a los empujones. Pero, así y todo, el clima de trabajo es buenísimo, muy cordial.
-¿Vas a pedir la licencia por maternidad antes o después?
-Soy de las que prefiere esperar hasta último momento y después tomarme todo junto. Porque el tema del amamantamiento es más arduo, a veces te baja mucha leche.
-¿La vez pasada hiciste eso mismo?
-Bueno, Florencia casi nace en el Puente Pueyrredón. Yo estaba cubriendo la famosa marcha a Plaza de Mayo en el aniversario del 20 de diciembre. Es más, una colega de DyN me sacó una foto embarazada y rodeada de los piqueteros. Mis compañeros de Mitre siempre están "cortando clavos" por miedo a que tenga el parto en el móvil. No vaya a ser cosa que nazca en la camioneta.
-¿Vas a "cerrar la fábrica"?
-No tengo más remedio. Mi marido me dijo que si quería otro hijo iba a tener que ser con otro hombre (se ríe). A mí me gustaría tener cinco.
-¿Cinco?
-Sí, porque no te olvides que soy de Córdoba. Allá se acostumbra la familia numerosa, y en la mía somos muchos hermanos. Pero bueno...
-Hace poco te atropelló un auto.
-Sí, claro, en la puerta de la quinta de Maradona. Fue porque entró como un bólido y no nos dio tiempo a corrernos.
-¿Te pidió disculpas el chofer?
-Sí, hasta me llamó por teléfono a mi casa. Me explicó que no podía detenerse porque lo tenía a Maradona escondido en el asiento de atrás, y si paraba se iba a armar un escándalo.
-¿Quedaste muy lastimada? Porque fue dramático verte embarazada, con un cuello ortopédico, y tirada en el piso.
-No. Apenas tuve un esguince en pie izquierdo, pero ahora estoy espléndida. Me siento como para correr una carrera de nuevo. Yo les gritaba a los de la ambulancia: "¡Sáquenme esta cosa incómoda del cuello que lo que me duele es el pie!" Además, se terminó dando una situación insólita, porque, después de cubrir tantos accidentes y situaciones con heridos, la noticia era yo. Era tan raro ver a todos los movileros a mi alrededor, y yo transmitiendo desde adentro de la ambulancia.
-Cotaste la monotonía.
(Se ríe)-Sí, porque esa era una de las típicas notas en las que se montan guardias de veinticuatro horas y no pasa nada. Y cuando hay una novedad, nos tiramos todos encima.
-¿Te ves en el piso dentro de cinco años?
-No, no me quiero ni mirar. Yo vivo el día.
-Estuviste nominada al Martín Fierro.
-Sí, cuando me avisaron pensé que el del informativo me estaba cargando. Era raro, porque estuve nominada con Magdalena Ruiz Guiñazú (fue la ganadora), que es la conductora del programa del que soy movilera. Es decir: tuve que competir con mi jefa. Ya la nominación era suficiente premio para mi. A Magda le parecía muy divertido, yo estaba nerviosísima.

Gustavo Masutti Llach
Revista Ahora - Diario Crónica - Buenos Aires
Julio de 2004

 

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