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domingo, 10 de febrero de 2002

Rolando Graña: "Uno puede hablar de todo el mundo y de lo que se le da la gana".


Rolando Graña se acomoda en uno de los estudios de la Mega, donde sale al aire con el flamante "A brillar mi amor" (FM 98.3, lunes a viernes de 7 a 10). A pesar de que durmió poco porque la noche anterior estuvo al frente de "PuntoDoc" por televisión, se lo ve distendido, descansado y feliz, por haberse convertido en el primer periodista con un programa en la emisora líder. "La radio tiene un sistema de chequeo permanente -explica sobre su incorporación-. Usa una base de oyentes para testear la programación. Así, preguntan si les gusta tal o cual canción. En un momento dado se empezó a consultar qué nombre les gustaría para un programa periodístico. Los nombres que salieron fueron los de Román Lejtman, Ari Paluch y yo, que era el único que estaba sin aire en la radio. Me llamó Daniel Hadad y me hizo la propuesta".
-A muchos les sorprendió que aceptaras.
-Le dije: "Sabemos que opinamos distinto en muchos temas. ¿Te bancarías lo que pueda decir delante de un micrófono?" Contestó que me respetaba profesionalmente y que la única condición que me ponía era que mantuviera el formato musical de la radio, porque era la columna vertebral que unía a todo el público tan diferente de Mega. Acepté sin problemas porque la música afloja esa sensación que dan los noticieros de que cuando abras la puerta se te va a caer el mundo encima. No me puedo quejar, no tuve ninguna queja ni sugerencia sobre el contenido.
-¿Y el arreglo económico?
-No hubo dramas. Fue un trato primitivo: Cobro un sueldo y él sabe que yo no tengo "chivos". No coproduzco ni trato con los anunciantes. No sé hacerlo de otra manera. Además, un programa con un periodista a la mañena suma anunciantes y esto se vio porque la tanda se multiplicó.
-¿Escuchás la competencia?
-Ahora no, pero los conozco perfectamente. Aunque todavía no tenemos mediciones (en este horario Mega iba segunda o tercera), nuestra pelea es con Rock & Pop ("Aire comprimido"), Aspen (Julio Lagos) y Metro (Paluch). Igual, al ser Mega tan poco segmentada competimos con AM. De hecho, me parece que nuestra mejor apuesta sería atraer gente de la AM.
-¿Por qué se pasarían?
-Porque el oyente de AM está alienado de escuchar que muere gente en la calle, por la inseguridad.
-¿De AM con quién competís, entonces?
-La banda se maneja por generaciones. Los menores de 40 no tienen mucho hábito de oir AM. Es la radio de los papás. Fijate que el promedio de edad de los Ibarra o Magdalena va de los 50 a los 60 y los mensajes de los oyentes te marcan lo mismo. El promedio de edad de Mitre o la Diez es más alto que el de la FM.
-¿Quién te gusta de AM?
-El mejor es Pepe Eliaschev. Lo seguí durante años aunque no estuviera de acuerdo con muchas de sus opiniones. Me gusta porque combina las dos cualidades que más admiro: la elocución (la seguridad en el habla) y la claridad en los conceptos.
-¿Qué tipo de conducción preferís, esa?
-Sí. Podés repartir la pelota como Fernando Bravo: habla el de economía, el de deportes o el de espectáculos. O el conductor concentra el saber en varios temas y delega otros. Prefiero este último porque tenés más peso. Es bueno que el oyente sepa que al que escucha sabe de qué habla. Me inquieta el modelo que tiene su caricatura en Susana Giménez. Eso de "no sé nada y me río" pero estoy acá por mi linda cara. Jactarse de la ignorancia, uf... Ojo, no digo que haya que crucificarlos en una plaza pública.
-Enrique Prosen, del CIE, me dijo que trataba a los políticos como a una marca.
-Creo que es un error porque las campañas se acaban pronto y el nombre de un periodista es a largo plazo. ¿Cuanto vale la marca "Magdalena" si hubiera que comprarla? Con su trayectoria y credibilidad no se puede valuar. Si aspirás a mantenerte en este laburo no podés apostar al corto plazo porque la gente te las cobra. Pensá en cómo le pasaron la factura a Gomez Fuentes o a Neustadt.
-Pero el periodista no está al margen de lo que pasa donde trabaja.
-Yo no voy en nada en las utilidades del programa. Cobro un sueldo y soy un trabajador, por eso no me contamino. Con los matices necesarios, uno puede hablar de todo el mundo y de lo que se le da la gana. Nunca me pongo a favor o en contra de nadie porque creo en las sutilezas. No es fútbol donde sos hincha de un club y no te podés bajar.
-¿Entonces?
-Cuando tiro una noticia, el 80 por ciento es información y el 20, opinión. De este modo te escuchan aunque no estén de acuerdo con ese 20 por ciento. Así trabajamos en PuntoDoc. y la gente reconoce el laburo y la investigación, como no te perdona que le mientas.
-¿Es el modelo CNN, donde trabajaste?
-Más o menos, porque ahí te limitan lo que podés decir. En Argentina el modelo periodístico americano fracasa porque le parece frío. Se busca identidad con la opinión. El equilibrio es sutil.
-¿Qué diferencias hay entre PuntoDoc y Telenoche investiga?
-Nosotros buscamos una buena historia, no siempre pegarle a alguien, aunque a veces lo hagamos. Ellos no pegan muy alto, no se meten con Palito, De la Sota, Norma Godoy o Ramón Puerta. Fijate que con "Papito" Ramini no pasó nada. Pero tienen un "rebote" periodístico mayor por el multimedio. Claro, estar en una productora y un canal chico nos da impunidad y rebeldía.
-¿Seguís con custodia?
-No, terminé a fin de año. Ahora los aprietes son judiciales. Me podrán sacar media casa, que es lo único mío.
-Está la fantasía de que los periodistas son millonarios.
-Por eso creo que a los periodistas nos corresponde hacer una declaración jurada de bienes. Porque como asalariado no te podés hacer rico. No por medios lícitos. A menos que seas empresario, que lo tendrías que justificar, un periodista gana como un abogado medio pelo. Te da para clase media o media-alta pero nunca para magnate. Y no está mal porque eso te alejaría de la gente.

Gustavo Masutti Llach
Revista Ahora - Diario Crónica
Buenos Aires - Argentina
Octubre de 2002

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