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miércoles, 4 de abril de 2001

Nelson Castro: "Mis oyentes tienen conmigo un apoyo crítico"

"Está apurado" advierte una hiperkinética productora de "Puntos de vista" (lunes a viernes de 6,00 a 9,00) mientras "vuela" por los pasillos de radio La Red. Sin embargo, al llegar a uno de los estudios de la emisora, a Nelson Castro se lo ve tan amable, relajado, receptivo, reflexivo y tranquilo como siempre. Y, sin apuros, el también conductor de "Juego Limpio", contestó sobre la actualidad de los medios y del país.
-¿La credibilidad es su mayor baza?
-Desde siempre. Ese es el mayor capital de cualquier periodista que intenta tener trascendencia. Siempre digo que la credibilidad es como la virginidad. Una vez que se perdió, se perdió para siempre. Por eso hay que cuidarla mucho porque está puesta a examen todos los días. Y está muy bien. Porque nosotros debemos dar prueba para satisfacer las exigencias del oyente. Que demanda y te marca cuando tiene alguna duda. No sirve ser cien veces creíble si fallás en la ciento una.
-¿Tiene margen como pasa con un equipo de fútbol que gana?
-Mi experiencia personal es que mis oyentes tienen conmigo un apoyo crítico. Cuando tienen dudas las expresa y hay que aclarar. No me molesta. Si estás tranquilo con tu comportamiento ético no hay problemas con las aclaraciones.
-Usted goza de mucha credibilidad en el medio...
-Gracias.
-No fue un elogio. ¿Más allá de sus cualidades cree que se potencia por el contraste con colegas que vienen trabajando desde la época de la dictadura?
-No sé por qué se produce esto. Creo que la democracia permitió construir conductas ciudadanas distintas. El ciudadano se dieron cuenta de la importancia del rol de los medios en la sociedad. Por lo tanto, esos medios tienen valor de acuerdo con la gente que esté. Por eso se aprecia el compromiso que uno tiene con la búsqueda de la verdad de los hechos y con la pluralidad que se tiene para exponerlos. No sólo sacar al aire a todos sino también dar pie a todas las opiniones, que no siempre iguales a las propias. Me enorgullece que me escuche gente que no opina igual que yo. También se evalúa nuestra independencia para hablar de temas que hasta pueden perjudicar a nuestros anunciantes, por ejemplo.
-¿Se puede disfrutar un programa como el suyo?
-Uf, buena pregunta. En general es difícil disfrutar de un noticiero de hoy. La noticia es la novedad. El avión que llega no es noticia porque no es novedad. Más allá de que sea una noticia alegre o angustiante. Después tenés realidades mejores o peores.
-¿Por ejemplo?
-Si hiciera mis programas en Suiza, las noticias serían otras.
-¿Sería más aburrido?
-Más diverso. Podríamos hablar de cultura o educación. Porque allá el desempleo y toda la marginación que genera no son noticia. Sin corrupción ni delincuencia. A mí me encantaría hacer un programa así. Pero la realidad caliente te lo impide, te ata. ¿Quién te creería que estamos bien? Si están sin trabajo ni seguridad no están predispuestos a escuchar a un filósofo.
-¿Está cómodo en TN y su forma de pintar la realidad?
-Muy cómodo. Me gusta su estilo. El programa lo produzco y lo manejo yo. La responsabilidad es mía. Somos la única producción vendida de afuera. No podría trabajar en otras condiciones.
-¿Carlos Avila (su jefe en La Red) nunca lo tentó para pasar a América TV?
-No hubo ofertas concretas. Tampoco estoy desesperado por trabajar en la TV de aire. Me gustaría hacer lo que quiero hacer. Hasta que no se den esas condiciones, no me interesa. Si no tuve ofertas antes, mucho menos ahora, que la televisión es mala.
-Amplíe ese concepto.
-La baja de encendido demuestra que la gente le da la espalda. Hay cosas muy buenas, pero en general...
-¿Se refiere al periodismo?
-Hay una falta impresionante en ese sentido. Por suerte ahora vuelve Lanata. No hay programas ni posibilidad de hacer envíos con otras posibilidades de producción. Me refiero a una propuesta que supere a los invitados y la mesa. En el aire se apunta a eso. Si en el cable, con menores recursos lo intentamos. Por eso veo que lo que hay en el aire es deficitario.
-¿No acepta sólo porque no puede poner al aire su idea?
-Es que además, hay una presión desmedida por el rating. Hay una distorsión. No sólo está la baja de encendido. Los programas periodísticos tienen una cantidad de audiencia determinada. Cuando se los compara con Tinelli siempre van a perder. Es natural. Porque es como comparar una pera con un elefante. Nada que ver. Mientras haya esa confusión, me abstengo de la televisión abierta. Tampoco tuve ofertas.
-¿Trabajaría en Canal 7?
-No. En primer lugar porque tengo un compromiso que respetar con TN.
-¿Tiene contrato?
-Mi palabra.
-¿Comprometida hasta cuándo?
-Se renueva por temporada. Aparte, volviendo al tema, en canal 7 no podría hacer lo que quiero por sus limitaciones técnicas y sus indefiniciones. Con todo, reconozco que se han hecho cosas buenas. Es un canal más plural y "Okupas" y "Todo por dos pesos" tienen calidad.
-¿Es pluralista con "tufillo" oficialista?
-Siempre tuvo y luchará durante mucho tiempo contra la idea del canal oficialista de turno. Creo que tuvo cambios evidentes y mejoró. Pero, por ejemplo, dejaron cesante a Enrique Alejandro Mancini porque era la "imagen del menemismo". Me espantó y lo repudio porque critiqué mucho al menemismo por estas cosas. La Alianza venía con otra propuesta. Esas cosas también alejan mi interés de estar en ese canal.
-A mí me preocupa mucho la concentración de medios.
-A mí también. Gustavo López (titular del COMFER) me dijo que ya estaban los papeles y que tanto Telefónica como el CIE tendrían que vender. Eso no puede ser porque la concentración de medios es mala para una sociedad. Lo mismo pasa con los medios de las provincias donde tiene participación el poder político del lugar. Se dan casos aberrantes. Por eso necesitamos una ley de radiodifusión sabia. Porque tal como está hoy necesita muchos cambios y discusión.
-¿Cree que en estos casos los capitales se adaptarán a las leyes o viceversa?
-Hasta que no lo vea no lo creo. Espero que se adpten a la ley. Pero albergo cierto escepticismo porque no es lo que pasa hoy. El tema de los medios de comunicación es una cuestión de estado. No de política. En Estados Unidos tienen una comisión reguladora muy buena. Por más que ellos también tienen grandes capitales que pujan. Por eso ese consejo debe ser muy fuerte, con apoyo político total e insospechado de trabajar hoy para A y mañana para B. Además se debe tener una continuidad en las reglas más allá de quién gobierne.
-Los estadounidenses se caracterizan por violar afuera las normas que repetan dentro de sus fronteras.
-No tengas dudas. Pero muchas veces porque se los deja. Pero fijate que es muy poco el empresariado nacional dueño de medios. Eso es terrible y pasa muy pocos países del mundo. Seguramente en ninguno importante de los que conozco. Eso es muy preocupante.
-¿El manejo de la justicia con respecto al caso del tráfico de armas es un paso adelante?
-La justicia se ha interesado en tener los tiempos que no tuvo hasta aca. Esto es así por una resolución de la Sala Segunda de la Cámara Federal que tiene una independencia absoluta. Dictaminó que hubo una asociación ilícita y que hay que buscar en los niveles superiores del gobierno. Marco esto porque no se trata de una opinión de los periodistas.
-¿Fue importante la labor del periodismo?
-Sí. Los que trabajamos con seriedad aportamos pruebas que en su momento no fueron consideradas. Por ejemplo, tengo hecha una nota con Roberto Sassi del año ´98, en la que dice que lo habían estafado, que había hablado con Sarlenga y que le habían dicho que todo lo había arreglado Menem. Tal es así que me están pidiendo el video de nuevo porque no se sabe qué pasó con el anterior. Acá hay un delito y eso está claramente comprobado y tenemos que averiguar quiénes fueron los culpables.
-¿Y el gobierno dónde se para?
-Hace poco salieron a decir que "van a respetar lo que diga la justicia". ¿Hace falta que digan eso?
-¿Todo esto sucede a pesar de De la Rúa?
-Creo que sí. Con esa declaración está claro. Políticamente no le conviene al gobierno toda esta movida porque está en un momento económico muy difícil. Necesita la aprobación de leyes fundamentales.
-¿Podemos llegar a tener nuestro Collor de Melo?
-No lo sé. Quisiera que se llegue hasta el final para averiguarlo. En estas tres semanas pasaron más cosas que en los últimos seis años con respecto a la causa.
-¿A De la Rúa le preocupa más que esté salpicado Menem o Cavallo?
-Que esté salpicado Menem le preocupa porque políticamente puede complicarlo en el tratamiento de las leyes. Esto no le debe dar alegría.
-Pero se rompe el aura mesiánica que traía Cavallo.
-Sin dudas, aunque la posición de Cavallo es un poco mejor que la de Di Tella y Camilión. Porque no tenía cuestiones técnicas para ver. Di Tella tuvo observaciones advirtiéndole que si se firmaban los decretos se iba a incurrir en un delito. Pero si Cavallo firmó debe ser investigado. Tampoco hay que olvidarse de que se vendió por cien millones pero entraron al país cuarenta.

Gustavo Masutti Llach
Revista Ahora - Diario Crónica
Buenos Aires, Argentina
4 de abril de 2001

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