jueves, 5 de octubre de 2000

Jorge Bocacci: "Aunque mide, no hay tango en horario central en ninguna radio comercial".


"'Bocacci a tango limpio' es un programa sencillo, sin almidón, espontáneo, fresco, simple y con una gran cuota de participación silenciosa del oyente. Trabajo como si estuviera tomando mate en casa y eso se percibe. Y por sobre todo tiene muy buena música. Porque pongo los mejores tangos de hoy y de siempre. No tiene secretos". Así define su creador, Jorge Bocacci, al ciclo que conduce de lunes a viernes de 14,00 a 16,00 por Radio Colonia, AM 550. Profesional de los medios desde el '71, el hombre desfiló por varias radios y en muchas de ellas lideró la audiencia. Ese trabajo le valió el reconocimiento de APTRA, que lo nominó en ocho oportunidades y lo premió con cuatro Martín Fierro. Fanático, este locutor y licenciado en ciencias de la comunicación, tiene casi quince mil discos de tango y su imagen está profundamente ligada a la música ciudadana.
-Tu horario habitual era la noche. ¿Te gusta la tarde?
-El nuevo horario me gusta mucho. Porque puedo captar a los talleristas, los comerciantes y los tacheros que escuchan poca FM. Además, por la crisis, no tienen casi trabajo; entonces se entretienen escuchando la radio. Esto me lo marca la calle. La gente está y algunos me siguen desde el '86.
-¿Cómo ves la actualidad de la difusión radial del tango?
-Hoy no vas a encontrar en ninguna radio comercial un programa de tango en un horario central. Hay una carencia de la difusión de esta música y el público te agradece que la programes. Curiosamente, hay mucho tango en las radios de baja potencia de los barrios (no me gusta decir "truchas" porque hay colegas que trabajan en serio). Y en horarios no marginales.
-¿Por qué se da este fenómeno?
-No sé. El tango siempre tiene audiencia y eso lo testimonian los "numeritos" de Ibope, por eso no sé por qué no se le da un lugar. En su momento ocupaban los mejores horarios con orquestas que tocaban en vivo y los presentaban Antonio Carrizo o Cacho Fontana.
-¿Será que no es negocio?
-Puede ser que a las multinacionales no les interese apoyarlo porque no da el "target". Nuestro país no respeta la edad. Y como se supone que el tango le gusta a la gente grande, se queda afuera del mercado. Porque todos los ciclos apuntan a los jóvenes. ¿Acaso la gente grande no come o se viste? No le encuentro una explicación válida.
-¿El lugar que dejan vacante las empresas no debería ocuparlo el estado, teniendo en cuenta que es música que nos representa?
-Sí. Pero ellos confían en que ese lugar lo llenen los pequeños productores que van con su "bagallito" de avisos para conseguir un espacio. Siempre lo reclamé apoyo estatal desde el micrófono. No el subsidio pero sí el auspicio a nivel municipal, provincial y nacional. Si hay un presupuesto destinado a cultura se debe apoyar la música argentina. Hay un canal y una radio oficiales y a veces nuestra música está ausente allí.
-¿La casa natal de Carlos Gardel, tapiada y en ruinas es un símbolo?
-Sí. Es la cara de un país que abandona y desprecia sus valores culturales. El fiel reflejo de que no respetamos trayectorias. Si la casa de Gardel, símbolo de la música argentina (porque cantó 29 géneros musicales, no sólo tango), no se respeta... Un país sin identidad no tiene futuro. Esta sociedad en descomposición en que vivimos no es casualidad. Surge porque no cuidamos los valores. Parece que miramos con más amor lo de afuera. Lo mismo se puede decir del Café de los Angelitos y tantos otros lugares más. El estado tiene la obligación moral de preservar ese patrimonio cultural.
-En los diagnósticos estamos más o menos todos de acuerdo. ¿Cómo se sale adelante?
-Es muy lindo que el presidente salga del país y le pidan que baile o cante un tango. Se le hinfla el pecho de emoción pero cuando vuelve se olvida. Si no hay decisión no se puede. Los chicos deben conocer sus raíces. Primero en el hogar y después en las escuelas. En el primario se debe enseñar quién fue Cadícamo, Troilo y Homero Manzi. Que después escuchen lo que les gusta, pero antes deben tomar contacto lo nuestro. Y la televisión y la radio tienen que servir de apoyo.
-¿Qué opinás de la asunción de Juan Alberto Badía al frente de Radio de la Ciudad, identificada con el tango?
-Es un hombre del medio que siempre estuvo vinculado a la difusión de la música de los Beatles. Espero que mi colega y amigo Badía ponga todo su conocimiento y su corazón de argentino para defender nuestra música.
-¿Te parece que es la persona adecuada para hacerlo?
-No. Hay otros profesionales que dedicaron toda su vida a la difusión del tango. No me preguntes quienes porque me ponés en un brete. Ellos serían mejores. Pero tal vez Badía lo haga muy bien. Después de todo, vino un grupo de capitales extranjeros y de una FM de música nacional creó un "boom" y se ubicaron primeros en pocos meses (La referencia es para Mega y el grupo Emmis, estadounidense). Se ve que queremos escuchar eso. A veces no necesitás conocer demasiado del tema si estás decidido. Es una cuestión de sentimiento, más que político.
-¿Escuchás radio?
-Poco. Ahora Colonia, porque siempre escucho la radio en que trabajo. Por una cuestión de sentimiento.
-Otra de las referencias obligadas al hablar con vos es tu paso por "Titanes en el Ring".
-Tengo un gran recuerdo de esa etapa. Además hay una posibilidad de que vuelvan de la mano de su hija Paulina. Martín Karadajián creó un show de un deporte duro y crudo. El llamaba a los luchadores "actores mudos". Fue un fenómeno social que se convirtió en mito a nueve años de su muerte. Marcó mágicamente a una generación. Y generó cultura porque los chicos salían corriendo a ver quién era Marco Antonio o Gengis Kahn.
-¿Y cómo era Karadajián-persona?
-Muy exigente y disciplinado. Si el micro salía a las ocho de la mañana, a las ocho y un minuto se había ido. También fue un gran padre y esposo y a nosotros nos tuteló y nos dejó bien plantados.



Gustavo Masutti Llach
Revista Ahora - Diario Crónica
Buenos Aires - Argentina
Octubre de 2000




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