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martes, 1 de agosto de 2000

Carolina Perín: "Yabán fue una víctima"

Las oficinas de Carolina Perín se limitan a un austero departamento de dos ambientes en el barrio de Tribunales. Desde allí, la conductora de "Primera mano" (Continental, AM 590, lunes a viernes de 6,00 a 9,00, junto a Osvaldo Granados) piensa y organiza sus programas de radio y de TV por cable. Previsora, la locutora recibida hace 15 años y profesora de geografía e historia, asegura que lleva un archivo de notas y solicita grabar la entrevista. Una vez dispuesto el grabador se entrega a la charla. Sonríe y el diamante que tiene en uno de sus dientes brilla. "'Primera mano' es un programa con noticias y no de noticias", define. Y se explaya: "Como es imposible dar todo lo que pasa en el día, entrego un completo resumen de títulos y se desarrollan pocos temas para ganar en profundidad sin perder agilidad. Y le doy mucha importancia a que siempre haya más de una mirada sobre cada tema porque me parece la elección más seria".
-¿Cuál es tu opinión de los medios en Argentina?
-Me parece que la era del videoclip nos lleva situaciones riesgosas. Nos sorprendemos porque Favaloro se quitó la vida. Me pregunto: ¿Cuántos espacios le dieron el tiempo suficiente para que se explaye sin que un asistente lo apure para llegar a la tanda. Yo siento un poco eso. Esto no pasa en el mundo. Hay talk shows y programas de reflexión. No pido 24 horas de educación a distancia, pero si no llevo cada tanto a un filósofo, o alguien que me deje algo, no ayudo a la gente a que eleve su nivel cultural y sea menos permeable al manipuleo internacional.
-Enrique Szewach dice que las medidoras sólo se ocupan de los hogares. ¿Esto perjudica a programas como "Primera mano"?
-Pienso que sí. El nuestro es un horario de radio-auto, aunque nos perjudica a todos por igual. Las proporciones no cambian.
-¿Por qué creés que el share general de Radio Continental cayó tanto (de pelear por el primer puesto, hoy está quinta y "Primera mano" va cuarto en su horario)?
-La programación perdió el fuego sagrado que tiene la vida. A pesar de que sigue teniendo una alta participación de los oyentes, (fue precursora). Todo lo que tiene que ver con compaginaciones musicales están ligados al estado de ánimo del oyente y en eso se quedó atrás.
-¿Los conductores no forman parte de ese proceso?
-No. Porque no estamos en compartimientos estancos, no compramos el espacio. Respondemos a una línea marcada por la gerencia. No se necesita un gran equipo pero hay que modificar algunos roles para optimizarlos. Más que nada porque la producción no es como antes, que con dos personas que llaman por teléfono alcanzaba. Hay que pensarlo de otra manera, innovando todo el tiempo y con todas las herramientas de la tecnología a favor.
-¿Decís que la responsabilidad por la caída es de la gerencia?
-Es imposible hoy pensar una radio sin una coordinación de todos los elementos que la componen. Aunque a veces por cuestiones de personalidad se haga más difícil.
-¿Será porque la radio es la "Cenicienta" de los multimedios?
-No debería ser así. Al contrario, creo que es una estrella. Tal vez los dueños, que no suelen ser gente de los medios, todavía no lo perciben. Pero se van a dar cuenta por el peso y prestigio que tiene la radio, que está llamada a tener un lugar más preponderante en el corto plazo.
-¿Te referís al desembarco de Telefónica en Continental?
-Por ahora no tenemos nuevo gerenciamiento. Pero las expectativas son positivas porque tienen mucha experiencia en medios.
-¿En la radio creés que van a invertir o administrar?
-Si se quiere rentabilidad no hacen falta grandes inversiones. La parte técnica está instalada y los profesionales son maravillosos. Sólo se necesita imaginación y la decisión de apostar a un buen gerenciamiento.
-¿Qué opinás de que se ligue a Continental con el menemismo?
-Esa es una idea muy perversa. Ninguno de los profesionales de Continental empezamos allí. Hay una trayectoria previa. Todos éramos muy exitosos antes. Mactas, Hanglin, Dolina, Victor Hugo o yo tuvimos nuestros Martín Fierro antes, durante y ojalá después de Continental y de la presidencia de Menem. Si nunca hubo un trato irrespetuoso para el por entonces presidente Menem, tampoco hoy lo sufre Fernando De la Rua. Es un estilo, estamos formados así.
-¿Qué quedó de tu pelea tan promocionada con Luis Majul?
-¿A vos te parece que él es un periodista serio?
-No estoy para calificar. Es la gente la que debe elegir.
-Si es por las mediciones, va en el puesto 17 (conduce, en el mismo horario, "La cornisa" por la FM Uno). No vale la pena recordar eso. Ni siquiera fue una pelea sino una cuestión de respeto por el oyente. Mi trayectoria dice que soy respetuosa.
-¿Sin rencores, entonces?
-Totalmente. Al punto que tuvo un hijo grave y yo a las 3 de la mañana salí a buscar un sacerdote en Mar del Plata. Esto él no lo cuenta.
-¿Como él dijo, vos eras cariñosa y después cambiaste?
-Yo no cambié. Jamás levanté el tono de voz, sólo hay que preguntarle a mi producción. Simplemente es muy difícil que me desvíes del camino cuando creo que una causa es justa. El venía muy acelerado y se fue a volar a su propio ritmo.
-En la lista de llamados de Alfredo Yabrán apareció muchas veces tu nombre...
-Nunca lo negué ni lo negaré. Los llamados que se publicaron fueron menos que los reales. Me hubiera encantado entrevistarlo y por eso lo buscaba. Al aire, porque tuve entrevistas con el señor Yabrán. Pero él no quería.
-¿Qué opinás de él?
-No creo nada (salvo algo del libro de Bonasso) de lo que se publicó. El manejo del caso Cabezas en los medios fue lamentable.
-¿Lo ves como una víctima?
-Si me remito a lo que sé del caso Cabezas y las personas vinculadas que conocí, absolutamente. Los que lo tratan desde hace veinte años tal vez tengan otra evaluación. Hablo del período del 21 de Marzo de 1997 hasta su muerte, que fue cuando lo conocí. No me importa si es polémico lo que digo porque fue un hombre al que había que escuchar. Pienso en las familias a las que les dio trabajo y lo conocían, su familia y me lamento de que haya manejado tan mal lo mediático. Se puede pintar a algien como el perverso poderoso que odia a la gente o como una persona que se preocupa por el bienestar de sus empleados.
-¿Con cuál de las dos imágenes te quedás?
-Con esta última. Tengo derecho a pensarlo.
-¿Tenés un canal de cable en San Luis, como denunciaron en "Día D"?
(Se ríe)-Me lo contó mi peluquero. Parece que hay un cable que se llama "Carolina". Esto es poco serio y de una irresponsabilidad tan grande... Ojalá tuviera algún cable, pero hace falta mucho dinero. Te confieso que ni siquiera me preocupa desmentirlo o pelearlo en la Justicia.

Gustavo Masutti Llach  
Revista Ahora - Diario Crónica
Buenos Aires, Argentina
Agosto de 2000

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