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domingo, 25 de julio de 1999

Mario Mactas: "El idioma es la materia prima de la radio".

Habla pausado y con una cadencia, un timbre y un tono de voz que lo hacen inconfundible. Mario Mactas exhibe personalmente los mismos modos que se pueden percibir a traves del parlante desde "A la vuelta" (Continental, AM 590, lunes a viernes de 17,00 a 19,00) y en su participación en su "espacio cultural" e irónico junto a Rolando Hanglin en "El gato y el zorro" (dentro de "RH Positivo") unos 20 minutos antes del comienzo de su programa.
"'A la vuelta' es un programa que alcanzó una base muy ancha. Se escuchan porque fue tomando un lenguaje propio y una propuesta que llamaríamos (un poco sonrojados) intelectual con una experiencia de calle. No presenta la realidad con chistes o risitas, pero sí desdramatizada. Considera a la realidad como un espectáculo en el que suceden cosas buenas y malas. No damos discursos, no nos subimos al púlpito ni sermoneamos. Tampoco le decimos a la gente lo que es políticamente correcto. Dejamos que la realidad fluya, transcurra. Los que escuchan sabrán cómo interpretarla y resolver.
-Usted marca una diferencia entre la calle y la cultura. ¿Cree en "la universidad de la calle"?
-No. Me parece que la experiencia de vida es muy rica. Pero también en los libros y en los claustros de las Universidades también se aprende mucho. Son cosas diferentes que rara vez confuyen. Los estudiantes universitarios muchas veces parece que estuvieran lejos de la realidad. Ellos están dentro de una realidad propia.
-Hace unos años usted hacía un programa de mañana...
(Se anticipa)-La diferencia es que te tenés que levantar tempranísimo y vivís loco, porque terminás cuando todos empiezan.
-Le iba a preguntar por la audiencia.
-Se supone que hay muchos más oyentes temprano. Y que también hay una dura lucha entre las emisoras por cada uno de ellos. Aunque no estoy tan seguro de que sea distinto a la tarde. Me parece que la radio es un medio muy emocional, que vibra diferente al mero análisis de la razón. De modo que hay programas de la tarde como el mío que convocan a mucha gente.
-¿El vespertino es un oyente más "relajado"?
-Yo me lo imagino arriba de un auto. No sé cómo serán los de la mañana y los de la tarde. Probablemente en muchos casos sea el mismo que va y viene del trabajo. Presiento (no es un dato científico) que ya no necesita el impacto de la información más ardiente.
-¿Busca análisis?
-Sí. Tal vez necesite algo más analítico y distendido. Eso pasa con los diarios de la mañana y de la tarde. Aquí y en todo el mundo. Son diferentes. Los diarios de la tarde siempre son más divertidos y más gratos.
-¿Entonces es difícil producir un programa de la tarde?
-Creo que sí. A la tarde hace falta encontrarle una "vuelta" a la realidad, para que no sea una clásica emisión "pegada" a los cables de las agencias de noticias. Hace falta mucha creatividad. En cambio, a la mañana se necesita inmediatez. Es el mismo oficio pero como si estuvieras jugando en distintos puestos de un equipo de fútbol.
-¿A la mañana se corre todo el tiempo tras la noticia?
-Por supuesto. Son programas "despertadores" y exitantes y buscan lo resonante. Tienen un poco más de "cafeína".
-Por su discurso interpreto que disfruta más la tarde.
-Sí. Me produce mayor placer.
-Se dice que usted es un bohemio y le gusta la noche. ¿Esto pesa a la hora de los gustos de los que hablamos o se trata de un personaje?
-No he creado ningún personaje. Para bien o para mal soy lo que soy. Muchos lo hacen, los engordan, los adelgazan y los divorcian. No los critico. Siempre se alude a esto de que soy un seductor y un noctámbulo. En cambio, cuando estoy solo en mi casa me miro al espejo y veo algo francamente distinto. Pero como decía Dalí: "Que hablen aunque sea bien".
-¿Es una suerte arrancar su participación radial diaria con esa especie de recreo que es "El gato y el zorro"?
-Es verdad. Me divierte y me pone de buen talante. Es como si recuperara el humor propio del Colegio Nacional de Buenos Aires. Tanto Hanglin como yo estudiamos allí y con el tiempo nos hemos dado cuenta de que ese es el peculiarísimo sentido del humor que ahí se cultiva. Lleva cierto esfuerzo. Porque plantea un desafío de conexión de neuronas y asociación libre y termino cansado aunque dure pocos minutos.
-¿Le parece común ese buceo en el catellano que hacen ustedes en "el gato y el zorro" en otros programas de radio?
-La radio está hecha de palabras El idioma es la materia prima de la radio. Si otros creen que la simpleza mental o la mediocridad es la base, tienen otra posición.
-No me contestó...
-Creo que la radio es un buen medio. En la Argentina los medios de comunicación están en una especie de decadencia pero la radio es de lo mejor.
-¿Consume radio?
-Todo el día. En el auto, en casa, hasta leo y dormito escuchando radio. Soy adicto y dependiente.
-¿Quienes son sus preferidos?
-Gomez Castañón, (Rolando) Hanglín, Cerasuolo y Dolina son admirables (todos de Continental). En otras radios, Mario Pergolini, Ari Palouch, Luisa Valmaggia y Fernando Bravo son excelentes profesionales. En la Argentina abundan.

Durante la dictadura debió exiliarse en España para poner distancia con una serie de amenazas que recibió. Volvió en el ´86 y siempre aclaró que los del exilio fueron los mejores años de su vida. Sobrevivió a cuatro matrimonios, que le dejaron tres hijas y un varón. Actualmente está en pareja con Leonor "algunos años más joven que yo".
-¿Siente nostalgia de su paso por Barcelona?
-Terriblemente. Es la ciudad que más quiero en el mundo.
-¿Qué lo hizo volverse?
-Los motivos son siempre complejos. Algún divorcio que me estaba sorprendiendo, las niñas eran chicas y pensé que si crecían nunca querrían volver y otros más oscuros que me guardo. "Ubi bene, ubi patria", como decían los romanos. "Donde estás bien es tu patria". Donde trabajás, sos feliz y la vida te propone placer dicha y esperanza es mi patria. Todo eso lo tenía en España y aquí también aunque un poco menos. No obstante, me siento un tipo afortunado. Siempre disfruté de la compañía de mujeres guapas y trabajé de lo que me gusta. De manera que le estoy muy agradecido a la vida y a la suerte.

Gustavo Masutti Llach
Revista Ahora - Diario Crónica
Buenos Aires - Argentina
25/07/1999

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