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domingo, 7 de febrero de 1999

Adrián Sapetti: "Para ser travesti hay que tener muchos huevos"



"El que me escuche algo va a aprender. Y se va a divertir", promete Adrián Sapetti, reconocido psiquiatra y sexólogo, autor de "La sexualidad femenina", "La cara de Dios" y "La sexualidad de la pareja", quien tiene otra pasión: la radio.
Por FM Palermo, los lunes de 23 a 24 conduce "El jardín de las delicias", donde aborda temas tan dispares como "el amor al prójimo y los ideales en el fin del milenio" o "Leonardo Da Vinci cocinero". "Es un programa de arte, cultura y a veces, divulgación científica, -explica-. El otro se llama "Sexo en cuerpo y alma", y va por la misma emisora los miércoles de 20 a 21, con la co-conducción de Adrián Helien. Su nombre deja en claro que es un programa de sexología.
-¿Cuál es su estructura?
-Desarrollamos un tema y tiene participación de los oyentes, que dejan sus mensajes por teléfono. A veces hacen preguntas y cada tanto organizamos un concurso, en los que sorteamos un libro. En otras oportunidades presentamos testimonios al aire. Como hace unas semanas, que una chica contó su caso: un matrimonio no consumado. Algo no muy difundido.
-¿Pasa seguido?
-Más o menos al 2 por ciento de las parejas.
-¿Tanto?
-Sí. Yo traté en mi consultorio más de 100 casos. Se considera pareja o matrimonio no consumado a aquel que durante un período de por lo menos seis meses intentaron y no pudieron lograr la penetración. Lo que pasa es que nadie lo cuenta. Una vez atendí a una pareja que estuvo 18 años sin consumar. Con los años me vinieron a ver con un bebé en los brazos. Fue muy emocionante. Sin embargo pueden tener relaciones sexuales sin penetración, no son célibes.
-Usted me habla de diferentes problemas para cada pareja. No obstante, supongo que en todos los casos debe haber un hilo conductor común a todos.
-Sí, las características fóbicas de uno o los dos miembros de la pareja. Que se exteriorizan en eyaculaciones precoces, impotencia o vaginismo (contracción involuntaria de la vagina).
-¿Cuáles son las consultas más frecuentes que le hacen los oyentes?
-De todo. Se "enganchan" de acuerdo al tema que se esté tocando. Ya sea que hablemos de afrodisíacos o de violencia sexual. Las mujeres se quejan de que los hombres no escuchan lo que ellas necesitan.
-También pone música.
-Sí. Trato de que tenga que ver siempre con el tema que estamos tratando. Paso tanto tangos como salsa o Gershwin.
-¿Qué temas generaron mayor respuesta en la audiencia?
-Psiquiatría y antipsiquiatría en "El jardín..." y "Abuso sexual" y "Eyaculación precoz" (curiosamente llamaron muchas mujeres) en el otro.
-¿Hay algún tema que a la gente le causó gracia?
-Cuando hablamos de travestis fue muy divertido. Se movilizaron muchas cosas que tienen que ver con la ambigüedad. Yo saqué a varios de ellos al aire e hice reportajes en la calle. Hasta salieron al aire las cosas que les gritaban desde los autos.
-No tuvo que ir muy lejos. ¿No?
-No, la "zona roja" está bastante cerca de la radio.
-¿Qué actitud tomaron? Suelen ponerse a la defensiva cuando ven un micrófono.
-Es que los atacaron mucho, hasta murieron algunos. Yo los admiro. Para ser travesti hay que tener muchos huevos (risas). Ellos enfrentaron a la "cana", a los vecinos, a todos.
-¿Escuchó "sexuálogos" (por Splendid Talk)?
-Sí, hasta fui de invitado. Está bueno pero es muy serio, yo soy más "jodón". El humor humaniza.
-Me imagino que le habrá dedicado un programa al famoso Viagra ¿no?
-Por supuesto. Es una megaestrella. Se podría decir que ya es un mito farmacológico sin precedentes. El fenómeno va más allá de lo sexual. Nunca un medicamento generó tanto revuelo. Me llamaron para dar infinidad de conferencias tanto en Capital como en el Interior. Lo que tuvo de bueno, así como en su momento pasó con las pastillas anticonceptivas o el Sida, es que puso sobre el tapetes ciertos temas. De pronto se escucha hablar de eyaculación, impotencia, homosexualidad, drogadicción, todo cayó en la "volteada".
-¿El furor por el Viagra está ligado al deseo de la juventud eterna?
-En parte sí. Pero su efecto no es "placebo", sino bien farmacológico. Acá en el consultorio hicimos pruebas dándole a los pacientes una dosis y luego lo sometimos a un estímulo visual y la erección fue muy fuerte, incluso con rubor en el rostro.
-¿El Viagra puede servir en casos no clínicos? Por ejemplo, si el estímulo no alcanza para una erección, la puede potenciar?
-Por supuesto. Es curioso que no se pregunte eso. Hay otro caso muy común: el del cincuentón (es el paciente típico) que "se le baja" cuando se pone el preservativo. A ellos también los ayuda.
-¿Qué pasa si una mujer lo toma?
-Es la gran investigación que hay en Inglaterra. Produce mayor turgencia clitoriana y mayor vasoconstricción. El deseo va a depender como siempre del estímulo. Todavía no está aprobado en Estados Unidos.
-Leí que en la Argentina no tuvo buena repercusión de ventas.
-Yo también, pero es falso. Agotaron el stock.
-¿Cada dosis "rinde" una eyaculación?
-Sí, pero la puede hacer más larga. Y no se aconseja tomar otra. Si lo tomás y no te estimulás, no pasa nada. Podés seguir tu vida normal.
-¿Se anima a dar un porcentaje de eyaculadores precoces?
-Crónicos, con más de un año de problema, alrededor del 15 por ciento.
-Si a esa cifra se le suman los que sufren de falta de deseo, impotencia o anorgasmia. ¿Quién tiene sexo normal?
-Hay que definir "normal", primero.
-Lo que se tiene por clásico: heterosexual, con penetración vaginal y orgasmo de los dos.
-No sé. Lo que pasa es que se complementan, no se suman. Es difícil que la mujer de un impotente o un eyaculador precoz llegue al orgasmo, por ejemplo.
-¿Hay alguna explicación sociológica para la impotencia o la eyaculación precoz?
-Sí, hasta antropológico. Se sospecha que los primeros coitos eran rápidos y con el hombre erguido, tomando por atrás a la mujer. Eso le permitía ver que no lo atacara ningún animal. La mujer no contaba. El tema de los eyaculadores precoces sale a la luz por las mujeres. El control eyaculatorio es cultural, no constitutivo.
-¿Va a ser cada vez más común escuchar al hombre decir "hoy no, que me duele la cabeza"?
-No. La excusa preferida es el "stress laboral".

Gustavo Masutti Llach
Fotos: Marta Oliva
Revista Ahora - Diario Crónica
Buenos Aires - Argentina
7 de febrero de 1999

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