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jueves, 28 de enero de 1999

Luis Pedro Toni: "Es siempre preferible la radio actual que la de antes"


La cara de Luis Pedro Toni es bien conocida por sus participaciones televisivas. Sin embargo, se podría afirmar que la radio es su hábitat natural: en ese medio viene revelando los secretos del mundo del espectáculo, en forma ininterrumpida, desde hace treinta y cinco años. Actualmente participa en dos ciclos. Por la mañana en "El oro y el moro" (Radio 10, AM 710, lunes a viernes de 9,00 a 12,00, conducido por Oscar González Oro) y a la tarde, tres veces por semana, en "Sexta Edición" (Rivadavia, AM 630, lunes a viernes de 17,00 a 19,00, conducido por Enrique Llamas de Madariaga).
-¿Cual es la diferencia entre los dos ciclos?
-Llamas es eminentemente un periodista político y Oro es un locutor que conduce un magazine con humor. Son diferentes. Aparte, con Llamas hago solamente crítica de cine. Es una participación más técnica aunque le meto humor porque esa es mi característica. Con Oro tengo buen feeling y nos damos pie para rematar los chistes. Ahí me encargo de las noticias del espectáculo y tiro chimentos.
-¿La recesión lo afectó?
-Bastante. Tanto en radio como en TV nos bajaron los contratos. Por eso tuve que tomar un trabajo como Jefe de Prensa del Festival de Cine de Mar del Plata. Para equilibrar mi presupuesto.
-¿A qué medio afectó más la "poda"?
-Tal vez en televisión fue más duro. Pero les toco a todos. Hoy si querés hacer un comentario en una radio te dicen: "bueno, traé un anunciante y de lo que abona hay tanto para vos y tanto para la radio". Te aclaran que no te van a pagar nada. Te coparticipan de la responsabilidad empresaria.
-¿Es decir que no sólo hay que ser periodista sino también vendedor?
-Si, pero en muchos casos para trabajar hay que hacer eso. Y en cable también pasa lo mismo.
-¿Qué opina de la proliferacion de programas de chimentos en TV?
-A la gente le gusta verlos. Y habrá más porque los canales los están proyectando para el año que viene. En casi todos los programas tienen un periodista con este tipo de información. La "carnadura" del ambiente artístico está presente en TV porque la gente lo demanda.
-¿Es una moda más?
-No. Es una constante. Pase lo que pase "La Pavada" de CRONICA no la mueve nadie. Ni los chimentos de Clarín, La Prensa o La Nación desde la década del '60. Hay una meseta de demanda permanente. Y esto se expande a todos los ámbitos (deportivo, artístico, político...). Porque en definitiva a la gente le interesa el aspecto humano de los personajes que "consume" a diario.
-¿Cómo lo encontró este "boom"?
-En el final de mi carrera. Hay que tratar de hacer bien las cosas porque como uno es viejo lo "rajan". Porque por una lógica de la ley biológica se busca renovar con gente joven. Mientras este lúcido seguiré adelante. Pero hay que estar con los ojos bien abiertos porque el medio es muy competitivo. Le ha pasado a colegas míos, tal vez no tan grandes como yo, pero que se dejaron estar y quedaron afuera del circuito. Y el día que no dé para más daré un paso al costado. Espero que falte mucho. A veces tampoco hay suerte.
-¿Hay posibilidad de verlo en alguno de esos ciclos?
-Me llamaron para una "revista" nueva que arrancará en enero en América con González Oro. La producción sería de Jorge Rottenberg y Daniel Grimbank. Ellos se asociaron porque la tele no pone "un mango".
-Hablemos de sus comienzos en radio.
-En este medio tuve mi primer contacto con la profesión. Empecé con "Reporter del espectáculo" en 1964 hasta hace dos años pasando por diferentes emisoras. También trabajé con grandes de la animación como Cacho Fontana, Héctor Larrea o Antonio Carrizo.
-¿Qué cambios vio en la radio a lo largo de estos 35 años?
-Positivos. Hoy es mucho más informal y desacartonada. La radio española, por ejemplo, sigue como la nuestra de hace tres décadas: todo organizado, programado y preproducido. Hasta se conversan previamente las preguntas y las respuestas con los entrevistados. En cambio, acá la radio tiene una instantaneidad y una espontaneidad que muchas veces la vuelve un tanto irresponsable. Pero es siempre preferible la radio actual que la de antes. Aquella estaba muy coaccionada, armada y encasillada. Hoy los conductores son muy espontáneos y hasta los antiguos se adaptaron a los tiempos. Este tipo de comunicación tiene un riesgo, lógicamente. Pero pasa por la responsabilidad de cada uno dónde se ponen los limites a la hora de decir algo que puede molestar al público.
-¿Consume radio?
-Sí, Rivadavia y Radio 10 en informaciones. Por la mañana hago zapping y por la tarde escucho tangos en FM de la Ciudad. Los domingos a la tarde ahora lo puedo escuchar a Cacho Fontana (su programa es brillante). Antes no podía porque Platense estaba en primera y escuchaba los partidos (ahora juega los sábados). Cuando mi señora está en mi casa escuchamos Clásica. Como verás, la radio es una compañía permanente.
-Usted viaja seguido al exterior. ¿Escucha radio en el extranjero?
-Sí, siempre.
-¿A quién nos parecemos?
-Nuestra forma de hacer radio es única, particular. La radio estadounidense tiene otro estilo, por ejemplo. Ellos tienen una división muy clara entre AM y FM. Acá son parecidas. Allá en la FM la música es sagrada así como el estilo y la definición. LA AM es más masiva. En Miami o Nueva York hasta las radios latinas son distintas a las nuestras. A pesar de que acá algunas las imitan. Tal vez nuestras AM se parezcan un poco más a las de Francia, Italia y España. Así y todo aquellas son muy formalistas.
-Pero tampoco tienen el formato "magazine".
-Es cierto. Ese programa que incluye todos los temas del espectro es una creación muy argentina. Ese "formato argentino" es el que aceptó el público. Como hubo otro anterior a los años ´60 que se caracterizaba por el número en vivo por la noche. Había grandes programas, con orquestas y público en el estudio. A ese formato lo mató la televisión. Y ya murió también en TV porque la programación evolucionó de otra manera. Hoy mandan los shows hablados y con escándalos.

Gustavo Masutti Llach
Revista Ahora  -Diario Crónica
Buenos Aires - Argentina
1999




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