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domingo, 27 de diciembre de 1998
Roberto Perfumo: "Los diálogos de los protagonistas con ex-protagonistas no son iguales que con periodistas".
"Me siento bien. Afianzado en el periodismo. Es como empezar a jugar al fútbol. Cuesta, pero lo tomo como un ejercicio y trato de aprender algo nuevo cada día". Roberto Perfumo fue apodado "El Mariscal" en sus tiempos de jugador, cuando en los ´60 y ´70 manejaba los hilos de la defensa vistiendo la camiseta de Racing, River o de la Selección Nacional. Hoy es uno más de los personajes del deporte que se suma al periodismo. Tras un exitoso y relativamente corto período como entrenador, escribió un libro ("Jugar al fútbol"), empezó a aparecer como columnista en programas de fútbol ("Fútbol por expertos" y transmisones de partidos del juvenil, como comentarista) y por fin llegó a la radio. "Siempre estuve en Splendid -aclara-. Primero tuve un programa con Silvio Marzolini de lunes a viernes de 23 a 24. Después él se fue a trabajar con Hugo Porta a la Secretaría de Deportes y me quedé solo. Desde hace cuatro meses cambié de horario y hoy, "Perfumo, el fútbol y la gente" va de lunes a viernes de 12 a 14".
-¿Cuál es la estructura del programa?
-Hablo del juego y trato de transmitir la experiencia que pude recoger como futbolista. La radio es un fenómeno de imágenes impresionante. Tenés que explicar todo basándote en la imaginación del oyente. Fue un ejercicio duro acostumbrarse. También sacamos al aire a los oyentes, que opinan libremente, y tenemos entrevistas por teléfono y en el estudio con futbolistas retirados y activos.
-¿Te costó al principio?
-Tuve que entrenarme y empecé con el lógico "cagazo" de todo primerizo. Por suerte estoy bien rodeado por mucha gente experimentada y el ambiente es muy relajado. Queremos que esa misma soltura se note por el micrófono.
-¿Cuál es la diferencia de tu programa con los demás? En tu horario están Fernando Niembro y Horacio García Blanco en otras radios hablando de fútbol.
-Los diálogos de los protagonistas con ex-protagonistas no son iguales que con periodistas. Siempre hay un cuidado especial que conmigo los jugadores no ponen en juego. Hace un rato hablaba con Pernía y a cada momento él decía "vos sabés cómo es esto...". Eso facilita que el programa tenga otro enfoque. Siempre hay alguna anécdota, una vivencia o un concepto.
-¿Qué te piden tus oyentes?
-Que hable del juego y no de chusmerío como los demás. Quieren saber lo que pasa adentro de la cancha y no tanto lo de afuera.
-Cuando estabas con Marzolini (dos directores técnicos) se la pasaban "buceando" en cuestiones tácticas y dejaban un poco afuera al hincha "de tablón".
-Es cierto. Somos dos profesionales y nos entusiasmábamos. Ahora lo corregí y el programa es más fresco. El desafío es poder transmitirle a la gente común la visión del profesional y del que vivió el juego. El hincha es irracional e ingenuo. Su mirada es pura. Nosotros "laburamos" de esto, es una gran diferencia.
-Pasando al fútbol. ¿Este Boca casi campeón tiene muchas de esos elementos que le llenan los ojos a los profesionales y un poco menos al hincha común?
-Sí, claro. Bianchi logró poner en la cancha algo sencillo: el arquero ataja, los defensores defienden y los de arriba hacen goles. Eso que parece tan simple es muy difícil de conseguir en el fútbol. Boca es un gran ejemplo de equipo.
-¿Cómo logró eso?
-Primero apartó a los jugadores de todo lo que es la parte institucional. Se llamaron a silencio y a "laburar". Con perfil bajo.
-¿Boca es el mejor cuadro del año?
-El Vélez de Marcelo Bielsa también fue bueno. Pero me parece que este equipo tiene más potencial. Si es que no pasa lo de siempre: los planteles se empiezan a desarmar, se venden jugadores y se pierden sociedades que funcionan bien en la cancha. Veremos qué pasa. Por lo menos hay una promesa de Mauricio Macri de no vender a nadie hasta junio. Pero por la organización de los torneos, Boca recién jugará la Copa Libertadores del 2.000 y va a ser otro equipo, seguramente.
-Estás alejado de la dirección técnica.
-Lo último que dirigí fue Gimnasia y Esgrima de La Plata en el ´94 y ganamos aquella famosa "Copa Centenario". A partir de entonces me empecé a volcar al periodismo y, aparte, soy director de la empresa "Cracks" que prepara chicos desde 14 a 18 años y tiene base en Deportivo Italiano. Allí hago docencia y me encanta.
-No es la primera vez que tenés un paréntesis en tu carrera deportiva.
-No, en el ´81 saqué mi línea de ropa y me había ido bien. Hasta el ´91, que volví a dirigir Racing y se me prendió ese fuego de nuevo. Aquel equipo de la "Academia" estaba para grandes cosas. Estaba Borelli, Carranza, Marini y Fleita. Todos jovencitos. Pero Racing es así: impredecible. Fijate que ahora que hay un ciclo que va por el buen camino (el de Angel Cappa) y termina abruptamente.
-¿Nunca más te llamaron de algún club?
-Sí, pero me negué. No tenía entusiasmo.
-Vos fuiste un eximio "número dos". ¿Qué defensores jóvenes ves con proyección para jugar el mundial del 2002?
-Walter Samuel, el marcador central de Boca. Y el "Ratón" Ayala, que ya tiene una gran experiencia internacional. Pero Samuel es la gran promesa de los defensores clásicos argentinos. Es un jugador bárbaro.
-¿Qué le falta para confirmar todo lo que promete?
-Jugar, porque tiene todo. Nada más le falta desarrollarlo del todo. Lo va a hacer cuando tenga 100 partidos más en la primera de Boca. Tiene una gran vocación defensiva, fuerza para cruzar y no es "patrullero del área" sino que sabe "leer" el juego. Encima es humilde en serio. Sin verso, porque tuve oportunidad de hablar con él. Y es muy fuerte en el choque. Estamos hablando de un pibe de 1,83 y 80 kilos, no es joda. Yo pesaba 75 y medía 1,80. Y Samuel no "arruga". Eso en Boca es fundamental.
-¿Y del resto?
-Está la potencialidad de los jugadores nuevos que siempre aparecen. Supongo que Néstor Pékerman va a preferir para el Sub-23 algunos chicos que él conoce bien porque vienen trabajando desde hace un tiempo juntos. Tal es el caso de Juan Román Riquelme.
-¿Funcionará la fórmula "Pékerman, director general de selecciones y Bielsa entrenador de la selección mayor"?
-Va a haber una mezcla interesante entre la táctica de Bielsa y el gusto y el trabajo de Pékerman. Néstor no es lírico ni come vidrio. Me parece es un verdadero milagro para el fútbol argentino. El consiguió integrar el valor del talento con la disciplina adentro de la cancha. Pienso que la dupla va a funcionar. Lo que la va a llevar adelante es la capacidad de las personas involucradas. Tanto Bielsa como Pékerman saben escuchar. Es algo nuevo que puede ser muy interesante.
Gustavo Masutti Lach
Revista Ahora- Diario Cronica
Buenos Aires - Argentina
Diciembre de 1998
viernes, 25 de diciembre de 1998
director de Radio de la Ciudad - Héctor Lapadú
El director de Radio de la Ciudad (AM 1110 y FM 92.3), Héctor Lapadú (ex concejal porteño por la UCR) enciende un Galouises y se recuesta en su silla. A su espalda, cuelgan una foto de él con Fernando De la Rua y una caricatura de Atahualpa Yupanqui. Habla sin trabas ni pausas, aunque a veces -como los psicoanalistas- contesta con preguntas. Algo de su verborragia la despliega en su programa, "Entre líneas", (Libertad, AM 950, sábados de 11,00 a 12,00) pero hoy el tema es la radio de la ciudad de Buenos Aires.
-A usted le tocó llegar en un momento de cambios.
-Sí. Todos saben que fuimos despojados de la frecuencia AM 710. La ciudad estuvo a punto de quedar sin radio. Conseguimos el 1110 del dial (ex-radio Argentina). Desde hace tres meses conseguimos equipo nuevo y, salvo algunos reclamos aislados de la gente, no tenemos problemas.
-¿Qué tipo de reclamos?
-Interferencias. El dial está muy sucio por la cantidad de emisoras no autorizadas ("truchas"). Esto es culpa de un estado desertor que no se ocupa y de un Confer que no funciona.
-¿Qué porcentaje del éxito de Radio 10 (va primera en audiencia) le asigna a que tiene la ex frecuencia de Municipal?
-Muchísimo. Está manejada por gente de radio que conoce muy bien su trabajo pero la frecuencia ayuda. La 710 es la única de banda ancha del país. Además es libre, no se repite ni en Argentina ni en sus países limítrofes, lo que le da un alcance tremendo. Por eso generó tanto interés. Si a eso se le agrega que, aparentemente, emite con una potencia muy superior a la autorizada y tiene una antena que está en el corredor aéreo de Campo de Mayo... todo es muy curioso. Tuvo una serie de ventajas.
-Cambiemos de tema. ¿A que "target" apunta la Radio de la Ciudad?
-Es una radio estatal y tratamos que la programación sea atractiva para el oyente y con un gran contenido de servicios y cultural. A partir del año que viene trataremos de cubrir una parte del mercado que las radios comerciales (porque buscan los sectores de mayor consumo) han dejado de lado: los mayores de 40.
-¿Cómo se prioriza la información?
-En los noticieros, primero están las informaciones locales, después las nacionales y por último las internacionales. Los conductores manejan sus programas como quieren. No les bajamos línea. Del mismo modo que ni Cultura ni la jefatura de gobierno nos imponen pautas.
-¿Cómo es y a cuánto asciende su presupuesto anual?
-Nosotros tenemos una economía mixta: recibimos 1.000.000 de pesos de la Municipalidad y otro tanto por venta de publicidad y espacios. Tenemos la ventaja de que no necesariamente tenemos fines de lucro.
-¿Y cuánto gana el director?
-Normalmente 3.000 pesos. No es mi caso: estoy ad-honorem porque cobro jubilación.
-¿Les alcanza ese presupuesto?
-Sí, ¿por qué no?
-Sin embargo tuvieron algunos problemas con el personal. Casi no cubren las elecciones presidenciales.
-Es que tenemos un régimen muy particular: nuestros empleados son municipales. La radio funciona igual que "alumbrado, barrido y limpieza". Estamos tratando de cambiar eso porque, por ejemplo, aquí tenemos mucho ausentismo legal. Siempre nos falta un tercio del personal. Hay un reclamo del gremio municipal para con el gobierno de la ciudad. No es un problema nuestro, pero nos afecta.
-Una ley acaba de unir ATC con Radio Nacional en un ente con control parlamentario. ¿Se puede pensar en algo parecido con Radio Municipal?
-Sí. Se trata de crear las condiciones para que la radio sea controlada por la Legislatura. Esto es porque las emisoras siempre se pusieron al servicio del gobierno de turno. Y las usaron para hacer política partidaria en vez de brindar servicios.
-¿Hay peligro de reducción de personal?
-No. Habría reacomodamientos. Es difícil hablar de esto en momentos de tanta desocupación. Nuestra gestión no prescindió de nadie.
-El año que viene hay elecciones en la Capital Federal.
-Y nuestra gestión termina con este período. Quiero que encuentren una radio ordenada, con buenas condiciones técnicas y con una programación adecuada a un sustento democrático. Aquí no se ve gente que no trabaje. No podemos convertir un medio en un comité. No podemos ser una agencia de colocaciones políticas. Somos pluralistas: tenemos a Roberto Di Sandro y a Carlos Rodari, con opiniones concretas y opuestas.
-¿Qué opina de la concentración de medios?
-No estoy de acuerdo. Es al menos sospechosa. Las licencias deberían ser intransferibles por 25 años y hoy la 710 se puede vender gracias a un decreto. Hay un desembarco de capitales extranjeros que se están quedando con los medios. Eso se debe corregir en el próximo gobierno. Es preocupante que la misma firma que compró la "10" hizo lo propio con "El Mundo" y está auditando a "Libertad". El mismo decreto aclara que no se puede tener más de una radio, un canal o un diario en la misma zona. Después van a venir con el tema de la continuidad jurídica.
-¿Tienen problemas para conseguir publicidad por el prejuicio de oficialismo?
-No. Nadie puede sospecharnos de eso.
-En Nacional dicen que tienen esa traba.
-Es que me parece que ellos tienen un tizne oficialista. Los que integran esa radio dicen que están al servicio del gobierno nacional.
-¿Con respecto a esto, cómo evalúa entonces la política de medios del gobierno de Alfonsín, con la mayoría de los canales de TV y las radios en manos del Estado?
-No puedo decir que fuimos exitosos. Respetuosos sí, exitosos no. Ahora queremos ser eficaces.
-¿No adolecía de lo mismo que usted marca de Radio Nacional hoy?
-No creo. Los medios no deben estar en poder del Estado. Aunque debe haber medios estatales y el resto competir. Fue algo que no supimos y no pudimos solucionar (quisimos, en esto no se cumple la trilogía de Alfonsín).
-¿Por qué no los privatizaron?
-No nos dieron los tiempos. Nos tocó gobernar momentos difíciles. Esta vez es distinto.
-¿Si hubiese estado a cargo de un medio en esa época habría contratado a Mirtha Legrand?
-¿Por qué no?
-Ella acusa que la pusieron en una "lista negra" porque la consideraron "frívola".
-No tuve conocimiento de eso. Pudo haber habido preferencias. No lo sé. Habría que ver que opinaban los directores de entonces.
-Le pregunté qué hubiera hecho usted.
-Yo no hubiera proscripto a nadie. La señora tiene su público. Pero eso lo tienen que decidir los privados. Las listas negras las tuvimos con los militares, con Perón y antes también. Nunca más. Es impensable.
Gustavo Masutti Lach
Revista Ahora- Diario Cronica
Buenos Aires - Argentina
Diciembre de 1998
-A usted le tocó llegar en un momento de cambios.
-Sí. Todos saben que fuimos despojados de la frecuencia AM 710. La ciudad estuvo a punto de quedar sin radio. Conseguimos el 1110 del dial (ex-radio Argentina). Desde hace tres meses conseguimos equipo nuevo y, salvo algunos reclamos aislados de la gente, no tenemos problemas.
-¿Qué tipo de reclamos?
-Interferencias. El dial está muy sucio por la cantidad de emisoras no autorizadas ("truchas"). Esto es culpa de un estado desertor que no se ocupa y de un Confer que no funciona.
-¿Qué porcentaje del éxito de Radio 10 (va primera en audiencia) le asigna a que tiene la ex frecuencia de Municipal?
-Muchísimo. Está manejada por gente de radio que conoce muy bien su trabajo pero la frecuencia ayuda. La 710 es la única de banda ancha del país. Además es libre, no se repite ni en Argentina ni en sus países limítrofes, lo que le da un alcance tremendo. Por eso generó tanto interés. Si a eso se le agrega que, aparentemente, emite con una potencia muy superior a la autorizada y tiene una antena que está en el corredor aéreo de Campo de Mayo... todo es muy curioso. Tuvo una serie de ventajas.
-Cambiemos de tema. ¿A que "target" apunta la Radio de la Ciudad?
-Es una radio estatal y tratamos que la programación sea atractiva para el oyente y con un gran contenido de servicios y cultural. A partir del año que viene trataremos de cubrir una parte del mercado que las radios comerciales (porque buscan los sectores de mayor consumo) han dejado de lado: los mayores de 40.
-¿Cómo se prioriza la información?
-En los noticieros, primero están las informaciones locales, después las nacionales y por último las internacionales. Los conductores manejan sus programas como quieren. No les bajamos línea. Del mismo modo que ni Cultura ni la jefatura de gobierno nos imponen pautas.
-¿Cómo es y a cuánto asciende su presupuesto anual?
-Nosotros tenemos una economía mixta: recibimos 1.000.000 de pesos de la Municipalidad y otro tanto por venta de publicidad y espacios. Tenemos la ventaja de que no necesariamente tenemos fines de lucro.
-¿Y cuánto gana el director?
-Normalmente 3.000 pesos. No es mi caso: estoy ad-honorem porque cobro jubilación.
-¿Les alcanza ese presupuesto?
-Sí, ¿por qué no?
-Sin embargo tuvieron algunos problemas con el personal. Casi no cubren las elecciones presidenciales.
-Es que tenemos un régimen muy particular: nuestros empleados son municipales. La radio funciona igual que "alumbrado, barrido y limpieza". Estamos tratando de cambiar eso porque, por ejemplo, aquí tenemos mucho ausentismo legal. Siempre nos falta un tercio del personal. Hay un reclamo del gremio municipal para con el gobierno de la ciudad. No es un problema nuestro, pero nos afecta.
-Una ley acaba de unir ATC con Radio Nacional en un ente con control parlamentario. ¿Se puede pensar en algo parecido con Radio Municipal?
-Sí. Se trata de crear las condiciones para que la radio sea controlada por la Legislatura. Esto es porque las emisoras siempre se pusieron al servicio del gobierno de turno. Y las usaron para hacer política partidaria en vez de brindar servicios.
-¿Hay peligro de reducción de personal?
-No. Habría reacomodamientos. Es difícil hablar de esto en momentos de tanta desocupación. Nuestra gestión no prescindió de nadie.
-El año que viene hay elecciones en la Capital Federal.
-Y nuestra gestión termina con este período. Quiero que encuentren una radio ordenada, con buenas condiciones técnicas y con una programación adecuada a un sustento democrático. Aquí no se ve gente que no trabaje. No podemos convertir un medio en un comité. No podemos ser una agencia de colocaciones políticas. Somos pluralistas: tenemos a Roberto Di Sandro y a Carlos Rodari, con opiniones concretas y opuestas.
-¿Qué opina de la concentración de medios?
-No estoy de acuerdo. Es al menos sospechosa. Las licencias deberían ser intransferibles por 25 años y hoy la 710 se puede vender gracias a un decreto. Hay un desembarco de capitales extranjeros que se están quedando con los medios. Eso se debe corregir en el próximo gobierno. Es preocupante que la misma firma que compró la "10" hizo lo propio con "El Mundo" y está auditando a "Libertad". El mismo decreto aclara que no se puede tener más de una radio, un canal o un diario en la misma zona. Después van a venir con el tema de la continuidad jurídica.
-¿Tienen problemas para conseguir publicidad por el prejuicio de oficialismo?
-No. Nadie puede sospecharnos de eso.
-En Nacional dicen que tienen esa traba.
-Es que me parece que ellos tienen un tizne oficialista. Los que integran esa radio dicen que están al servicio del gobierno nacional.
-¿Con respecto a esto, cómo evalúa entonces la política de medios del gobierno de Alfonsín, con la mayoría de los canales de TV y las radios en manos del Estado?
-No puedo decir que fuimos exitosos. Respetuosos sí, exitosos no. Ahora queremos ser eficaces.
-¿No adolecía de lo mismo que usted marca de Radio Nacional hoy?
-No creo. Los medios no deben estar en poder del Estado. Aunque debe haber medios estatales y el resto competir. Fue algo que no supimos y no pudimos solucionar (quisimos, en esto no se cumple la trilogía de Alfonsín).
-¿Por qué no los privatizaron?
-No nos dieron los tiempos. Nos tocó gobernar momentos difíciles. Esta vez es distinto.
-¿Si hubiese estado a cargo de un medio en esa época habría contratado a Mirtha Legrand?
-¿Por qué no?
-Ella acusa que la pusieron en una "lista negra" porque la consideraron "frívola".
-No tuve conocimiento de eso. Pudo haber habido preferencias. No lo sé. Habría que ver que opinaban los directores de entonces.
-Le pregunté qué hubiera hecho usted.
-Yo no hubiera proscripto a nadie. La señora tiene su público. Pero eso lo tienen que decidir los privados. Las listas negras las tuvimos con los militares, con Perón y antes también. Nunca más. Es impensable.
Gustavo Masutti Lach
Revista Ahora- Diario Cronica
Buenos Aires - Argentina
Diciembre de 1998
miércoles, 16 de diciembre de 1998
Quique Duplaa - Cecilia Laratro : "La gente tiene el derecho a la información"
Tienen dos estilos bien diferentes. Cecilia Laratro (45) es seria, aplomada y tiene una larga trayectoria en radio y TV. Enrique "Quique" Duplaá (37, sí, el hermano mayor de Nancy), extrovertido y alegre, exhibe un currículum con 15 años de radio. Además, "El Alargue" (La Red, domingos de 24,00 a 6,00 y lunes de 0,00 a 6,30) está por cumplir 300 emisiones bajo su mando. Los dos son "vecinos" en Radio Municipal. De 10,00 a 11,00 Cecilia conduce "La Banca 61", "con Gustavo López y Conrado Geiger. Es el programa de la Dirección de prensa de la Legislatura Porteña. Y está centralizado en la actividad de la ciudad de Buenos Aires (aunque se toquen otros temas)". Luego, y hasta las 12,00 llega "Quique" con "Pilas... Buenos Aires". "La idea era hacer un poco de lío -confiesa-. Ojalá podamos ser una especie de 'Rapidísimo' de fin de siglo. Me encantaría ser como Larrea. Me diferencio del resto de la radio por no opinar de política. No me interesa. Aunque no me privo de quejarme del nivel de smog o de los gastos reservados".
-¿Escuchan radio?
(C)-Muy poco. A la mañana a Nelson Castro y a Roman Lejtman. A veces a Pepe Eliaschev. Me gustan básicamente porque son inteligentes. Me gustan sus miradas de la realidad. La objetividad químicamente pura no existe.
-¿La radio es un bastión de la información?
(C)-Seguro que hay muchas más noticias que en la TV. Existe una cuestión de mercado: los noticieros de TV fueron levantados o dejados, de acuerdo a su nivel de rating. Habría que debatir si es correcto. Me parece que la gente tiene el derecho a la información. Es un servicio. En otra época era impensable levantar un noticiero porque tiene pocos anunciantes o rating como si fuera una telenovela. La radio por suerte no tiene ese nivel de competencia.
(Q)-Yo estoy podrido de la concentración de medios. Hay colegas que trabajan a la mañana en la AM, a la tarde en la FM, a la noche en el diario y el fin de semana en la televisión. Y todo por un sueldo y medio. Así está el mundo. Y como te inundan la calle con publicidad, la gente termina enganchada con esos multimedios.
-Pero vos estás en un multimedio.
-Es cierto, estoy en la radio de Torneos y Competencias. Pero no saco beneficios. Ahí tenés un Macaya que es el número uno (como profesional y como tipo) y yo soy el último. A mí me conocen gracias a Torneos. Pero los únicos que me dieron la oportunidad de hacer algo fuera del deporte fueron los directivos de Municipal.
-¿Los medios son un reflejo de lo que pasa en la sociedad?
(C)-Creo que los medios y la sociedad tienen una relación dialéctica. Los medios reflejan a la sociedad, pero a la vez le imponen modelos. Por eso tienen una responsabilidad. Los medios pueden colaborar a elevar o embrutecer.
-Cervantes Luro afirma: "los medios enseñan cómo hablar cada vez peor".
(C)-No sé si es tan así. Los medios tienen su lenguaje. Por ejemplo en CQC Tognetti o Malnatti pueden desenmascarar a un personaje en 30 segundos. Más rápido y profundo que en un largo reportaje.
(Q)-Es una locura. Yo soy responsable de la educación de nadie más que de mis hijas. Sé hasta dónde puedo llegar. En La Red les enseño a hablar a los chicos que salen al aire. Los corrijo si se equivocan. Cada vez que puedo, sin aburrir. Además... hoy por hoy, escuchar "boludo" no debería sorprender a nadie. Mientras tanto Videla está de joda por ahí y asilamos al paraguayo ese (Lino Oviedo), ¡no jodamos!
Cada mañana, "La Banca 61" retrata a aquellos que tienen algo que decir sobre Buenos Aires, desde legisladores hasta ciudadanos comunes.
-La legislatura tiene una relación de fuerzas políticas. ¿Se refleja eso al aire, ya que es su programa?
(C)-Para nada. Digo sólo lo que pienso. No tengo ningún compromiso político ni ideológico con nadie.
-¿Ni una sugerencia...?
-No. Nunca me pasó.
-¿Y qué harías?
-En las épocas duras, en las que no se daban sugerencias sino órdenes, dí un paso al costado. Al principio de "60 minutos" yo formaba parte del plantel. Pero cuando vi que se daban "bandos" y ni se guardaban las normas mínimas de trabajo periodístico, me fui a "Show fantástico". Conservar el puesto de trabajo es importante pero tengo mis principios y convicciones y eso tiene un costo.
-El estar fuera del sistema es terrible.
-Sí, porque no hay una red social para los que se "caen". Si no estás en el sistema, te morís de hambre. No es lo mismo un desocupado español que uno argentino. Todavía podemos ir al hospital público, aunque cada vez menos.
Por su parte, "Pilas... Buenos Aires" es el "recreo" de la radio. Muy "arriba" y con varios rocks en una emisora de tango, desde hace dos meses, "Quique" se hizo un lugar.
-Tuviste un cambio de estilo. Hace tres años eras aplomado y "seco".
-Cambié porque una vez mi viejo se quejó de que a la noche todos ponen música triste y hablan despacito. Ahora cuando él se desvela no me escucha porque no puede volver a dormirse.
-En "El alargue" sacabas al aire oyentes sin "filtro".
-Ahora no sólo les corto la comunicación si se "zarpan" sino que puse un contestador automático. El fútbol genera violencia y me parece que yo la estaba fomentando. Como cuando sale uno y dice" "eh, ustedes, los de tal equipo, corren de local, los vamos a matar". Antes le tenía mucho miedo a ser censor. Ahora se acabó y lo saben. Tienen la libertad de cambiar de radio.
-Hiciste algo de TV, ¿preferís la radio?
-La radio es tan poderosa... Hace unos años yo era el último de los productores de Julio Lagos en Rivadavia. Era verano y hacía como 600 grados de temperatura (exagera). A Julio se le ocurrió decir: "¿quién me va a escuchar hoy? Estoy hablando solo". ¡Para qué! Reventaron los teléfonos: tipos de Ushuaia, de La Pampa, de todos lados. Ahí me dí cuenta de que eso era lo que quería para mí. Que alguien te escuche mientras está arando la tierra es maravilloso. La tele es divina y poderosísima. La CNN transmite la guerra en directo con cámaras satelitales. Pero a la hora de la verdad estamos nosotros. Eso es mágico. Yo trabajé en la tele y no me pude enamorar. Y eso que hoy todos son "jeta". Nombrame un "grosso" de radio al que no se le conozca la cara. A mí nadie me reconoce. No como a mi hermana que no puede caminar por la calle.
-¿Ya no te molesta nombrarla en tus notas?
-No me jode hablar de ella. La adoro. Me embola que digan "el hermano de Nancy..." Elio Rossi me gastaba mucho con ella al aire.
-¿La llevaste a la radio alguna vez?
-No. En el ´92 ella estaba en la cresta de la ola y yo trabajaba con Badía en Pinamar. El me pidió que la reporteara y no pude. ¡No me sale, es mi hermanita y lo va a ser siempre!
Gustavo Masutti Llach
Revista Ahora - Diario Crónica - Buenos Aires
1998
-¿Escuchan radio?
(C)-Muy poco. A la mañana a Nelson Castro y a Roman Lejtman. A veces a Pepe Eliaschev. Me gustan básicamente porque son inteligentes. Me gustan sus miradas de la realidad. La objetividad químicamente pura no existe.
-¿La radio es un bastión de la información?
(C)-Seguro que hay muchas más noticias que en la TV. Existe una cuestión de mercado: los noticieros de TV fueron levantados o dejados, de acuerdo a su nivel de rating. Habría que debatir si es correcto. Me parece que la gente tiene el derecho a la información. Es un servicio. En otra época era impensable levantar un noticiero porque tiene pocos anunciantes o rating como si fuera una telenovela. La radio por suerte no tiene ese nivel de competencia.
(Q)-Yo estoy podrido de la concentración de medios. Hay colegas que trabajan a la mañana en la AM, a la tarde en la FM, a la noche en el diario y el fin de semana en la televisión. Y todo por un sueldo y medio. Así está el mundo. Y como te inundan la calle con publicidad, la gente termina enganchada con esos multimedios.
-Pero vos estás en un multimedio.
-Es cierto, estoy en la radio de Torneos y Competencias. Pero no saco beneficios. Ahí tenés un Macaya que es el número uno (como profesional y como tipo) y yo soy el último. A mí me conocen gracias a Torneos. Pero los únicos que me dieron la oportunidad de hacer algo fuera del deporte fueron los directivos de Municipal.
-¿Los medios son un reflejo de lo que pasa en la sociedad?
(C)-Creo que los medios y la sociedad tienen una relación dialéctica. Los medios reflejan a la sociedad, pero a la vez le imponen modelos. Por eso tienen una responsabilidad. Los medios pueden colaborar a elevar o embrutecer.
-Cervantes Luro afirma: "los medios enseñan cómo hablar cada vez peor".
(C)-No sé si es tan así. Los medios tienen su lenguaje. Por ejemplo en CQC Tognetti o Malnatti pueden desenmascarar a un personaje en 30 segundos. Más rápido y profundo que en un largo reportaje.
(Q)-Es una locura. Yo soy responsable de la educación de nadie más que de mis hijas. Sé hasta dónde puedo llegar. En La Red les enseño a hablar a los chicos que salen al aire. Los corrijo si se equivocan. Cada vez que puedo, sin aburrir. Además... hoy por hoy, escuchar "boludo" no debería sorprender a nadie. Mientras tanto Videla está de joda por ahí y asilamos al paraguayo ese (Lino Oviedo), ¡no jodamos!
Cada mañana, "La Banca 61" retrata a aquellos que tienen algo que decir sobre Buenos Aires, desde legisladores hasta ciudadanos comunes.
-La legislatura tiene una relación de fuerzas políticas. ¿Se refleja eso al aire, ya que es su programa?
(C)-Para nada. Digo sólo lo que pienso. No tengo ningún compromiso político ni ideológico con nadie.
-¿Ni una sugerencia...?
-No. Nunca me pasó.
-¿Y qué harías?
-En las épocas duras, en las que no se daban sugerencias sino órdenes, dí un paso al costado. Al principio de "60 minutos" yo formaba parte del plantel. Pero cuando vi que se daban "bandos" y ni se guardaban las normas mínimas de trabajo periodístico, me fui a "Show fantástico". Conservar el puesto de trabajo es importante pero tengo mis principios y convicciones y eso tiene un costo.
-El estar fuera del sistema es terrible.
-Sí, porque no hay una red social para los que se "caen". Si no estás en el sistema, te morís de hambre. No es lo mismo un desocupado español que uno argentino. Todavía podemos ir al hospital público, aunque cada vez menos.
Por su parte, "Pilas... Buenos Aires" es el "recreo" de la radio. Muy "arriba" y con varios rocks en una emisora de tango, desde hace dos meses, "Quique" se hizo un lugar.
-Tuviste un cambio de estilo. Hace tres años eras aplomado y "seco".
-Cambié porque una vez mi viejo se quejó de que a la noche todos ponen música triste y hablan despacito. Ahora cuando él se desvela no me escucha porque no puede volver a dormirse.
-En "El alargue" sacabas al aire oyentes sin "filtro".
-Ahora no sólo les corto la comunicación si se "zarpan" sino que puse un contestador automático. El fútbol genera violencia y me parece que yo la estaba fomentando. Como cuando sale uno y dice" "eh, ustedes, los de tal equipo, corren de local, los vamos a matar". Antes le tenía mucho miedo a ser censor. Ahora se acabó y lo saben. Tienen la libertad de cambiar de radio.
-Hiciste algo de TV, ¿preferís la radio?
-La radio es tan poderosa... Hace unos años yo era el último de los productores de Julio Lagos en Rivadavia. Era verano y hacía como 600 grados de temperatura (exagera). A Julio se le ocurrió decir: "¿quién me va a escuchar hoy? Estoy hablando solo". ¡Para qué! Reventaron los teléfonos: tipos de Ushuaia, de La Pampa, de todos lados. Ahí me dí cuenta de que eso era lo que quería para mí. Que alguien te escuche mientras está arando la tierra es maravilloso. La tele es divina y poderosísima. La CNN transmite la guerra en directo con cámaras satelitales. Pero a la hora de la verdad estamos nosotros. Eso es mágico. Yo trabajé en la tele y no me pude enamorar. Y eso que hoy todos son "jeta". Nombrame un "grosso" de radio al que no se le conozca la cara. A mí nadie me reconoce. No como a mi hermana que no puede caminar por la calle.
-¿Ya no te molesta nombrarla en tus notas?
-No me jode hablar de ella. La adoro. Me embola que digan "el hermano de Nancy..." Elio Rossi me gastaba mucho con ella al aire.
-¿La llevaste a la radio alguna vez?
-No. En el ´92 ella estaba en la cresta de la ola y yo trabajaba con Badía en Pinamar. El me pidió que la reporteara y no pude. ¡No me sale, es mi hermanita y lo va a ser siempre!
Gustavo Masutti Llach
Revista Ahora - Diario Crónica - Buenos Aires
1998