Cuando estaba en el cable, hace más de siete años, el actor se autodefinía como “un gran provocador”. Pasó por la tele con “El ángel de la medianoche”, con varias ficciones y hasta fue panelista “opinólogo”. Sin embargo, Radio 10 y, sobre todo su público, lo terminaron domando y, aunque no perdió su cinismo y su acidez, cada vez es más “tierno” con los oyentes.
“En “Titanes en el Ring” yo hubiera sido la momia negra: malo, repulsivo y sorongo. Pero eso fue mucho antes de Radio 10. Soy el único actor al que lo conquistó el público y no al revés. Cambié”.
“Mi programa es la esencia de la radiofonía, y no digo que es el mejor, no soy pedante”. Afirma tajante Angel Baby Etchecopar sobre “El Angel” (Radio 10, AM 710, lunes a viernes de 13 a 15), envío que lidera más que cómodo la audiencia en su horario. Y agrega: “Con una cámara Súper 8 se puede ganar un Oscar. Lo que vale es el talento. Mi equipo es mínimo (lo integran la locutora Belén Castellino, el operador Jorge Dudech, y las productoras Mariela Paoltroni y Silvina Carrera) pero hicimos un éxito”.
-También influye la emisora.
-Seguro, porque Radio 10 es la más escuchada. Si me pongo a pensar en la masividad me asusto, trato de creer que trabajo para los que me están mirando por la ventana del estudio.
-¿Sos un respiro dentro de la programación?
-Sí, porque miramos todo desde otro lugar. Lo nuestro es meternos en el living de la gente y hablarle de sus cosas con su mismo código. Aunque nos equivoquemos.
-¿Cómo es tu relación con el público?
-Trato de no creermela. Porque cuando te vas de acá, no existís...
-Alguna vez declaraste que, por tu estilo, cuando te sacaran del aire la gente no te iba a defender.
-En “Titanes en el Ring” yo hubiera sido la Momia Negra: malo, repulsivo y sorongo. Pero eso fue mucho antes de Radio 10. Soy el único actor al que lo conquistó el público y no al revés. Cambié.
-Mucho, te peleás menos.
-Porque aprendí a hacer radio. No puedo hacer como Pergolini, que se hace el rebelde todo el tiempo. La vida no es siempre quinto año. José Luis Rodriguez Pagano (director periodístico de la radio) es mi amigo y me enseñó todo. No puedo ser como el boxeador Jake La Motta, que recibía todas las piñas. Los medios son como una pelea larga y hay que recibir lo menos posible para ganar por puntos. Nunca hay que bajar la guardia.
-Sin embargo, llegaste a Radio 10 por ser un “fajador”, siguiendo con tu metáfora.
-Pero ahora soy un estilista. Al principio pensaba que perdía la personalidad, pero le di bola a José y a Daniel (Hadad) y la gente me lo agradece. Me reinventé. De reaccionario pasé a ser reaccionario humorístico.
-Las opiniones al límite te dejan expuesto a las contradicciones.
-Soy un ser humano (se queda pensando). ¿Cómo cuáles?
-En el ‘98 decías que Pergolini merecía el Martín Fierro de Platino.
-Era un capo, ya no lo es aunque lo crea. En el ’98 yo era un loco. Me decían “zurdo”, después “facho”. Cómo me van a decir eso si en la dictadura a mí y a mi viejo nos llevaron y mi hermano murió en Malvinas. Hay pendejos culo sucio de veinticinco años que me dicen “facho” cuando en esa época era yo el que estaba escondido, no ellos. Todo es contradictorio.
-¿Y qué sos?
-Argentino. Soy radical alfonsinista. A Alfonsín lo podemos mostrar al mundo como un estadista. Nunca voté a Menem, aunque cuando se fue le reconocí cosas positivas y me hice amigo de él cuando estuvo preso. Antes lo odiaba. Defiendo a los que están el piso y todos le pegan. Me pasó con mi programa de televisión, “Contrafuego”. Me mataron y todavía me aconsejan que no hable más del tema. No sólo lo sigo reivindicando sino que lo voy a llevar al cine muy pronto. No reniego de lo que hice. Acá todos son mercenarios.
-¿Por quién lo decís?
-Por los de “TVR”, por ejemplo. Ellos deciden a quién pegarle, van al archivo y te destruyen. No hacía falta, “El Angel” (su personaje) se mataba solo.
-Tu personaje me hacía acordar al de la película de Oliver Stone, “La Radio Ataca”.
-Sí, aunque lo mío es anterior. Empecé en el ´83, con la primera FM.
-Ese personaje agrede al público y mete el dedo en la llaga hasta que lo matan.
-Estaba loco y era un suicida. Yo soy un profesional y tengo talento. En vez de con tres tiros en el cuerpo, terminé llenando los teatros y felicitado por la gente.
-¿De qué se alimentaba aquel Angel? ¿Del enojo, del resentimiento, de la furia?
-De que los argentinos somos jodidos. Si le decís a un tipo que tiene bajo el cierre de la bragueta, en vez de darte las gracias te contesta “¿y vos qué estabas mirando?”. De eso se alimentaba. Un tipo me decía que su mujer se fue con su amigo. Un programa standard le hablaba mal del amigo. Yo le decía que era un cornudo. Nunca hubiera escrito un tango, porque un tipo al que lo deja la mina es un salame y no un héroe. Hay conductoras a las que llaman por teléfono y les dicen “Vivo en Lugano, contrafrente” “Ay, que divino” y ella tiene una mansión en Bal Harbor. Eso no va.
-Tu pelea más cruel es con las amas de casa, a las que acusás de mediocres.
-Sí, pero hoy me lo agradecen. Yo lleno los teatros con el público de Sandro. Les encantó que les saqué el delantal. Porque le macho argentino las tuvo sometidas para que fueran mucamas, cocineras y para el sexo (mal). Les dije que estaban vivas y que se buscaran un amante.
Gustavo Masutti Llach
Revista Ahora - Diario Crónica
Buenos Aires - Argentina
Enero de 2006
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miércoles, 25 de enero de 2006
domingo, 22 de enero de 2006
Luis Majul: “Vuelvo a la AM para jugar en primera”
La Red, AM 910, ya puso al aire su nueva programación. Algunos siguen, como Fernando Niembro, Mariano Closs y Oscar Gómez Castañón. Otros cambian de horario como Carlos Bilardo. Y hay incorporaciones de peso como las de Mónica Gutierrez y Luis Majul, quien apuesta todas las fichas a “Espíritu crítico” (lunes a viernes de 6 a 9). “El espíritu crítico será vital en un año en que aumentarán las presiones del gobierno y de los poderosos en general hacia los medios y los periodistas. Pero hay un grupo que estamos dispuestos a resistir con investigación, análisis y crítica”.
“No confíes en todo lo que te dice la radio, la tele, los diarios ni las revistas. El leer entrelíneas, el espíritu crítico es lo que te va a salvar”, reza siempre Luis Majul al final de sus programas. Sin embargo, hay que creerle cuando dice que “...volver a la AM es uno de los mayores desafíos de mi carrera”.
-¿Cómo llegaste a La Red? Tenías un contrato vigente con la Pop.
-Sí, hasta fines de 2006, y lo advertí cuando me vinieron a buscar con la oferta. Me fue muy bien ahí, estuvimos desde el principio y de un share de cero lo llevamos a casi cinco. Hablaron los dueños de las radios, se pusieron de acuerdo y firmé la rescisión del contrato.
-¿La salida fue amistosa?
-Diplomática, querían que me quedara.
-¿Por qué le cambiaste el nombre?
-Porque “Espíritu Crítico” (una sugerencia de Alfredo Leuco) es un desafío diferente. Además, quiero separarlo de mi producto en televisión. “La cornisa” en la radio siempre fue un periodístico, desde luego, pero con esto vamos más allá. Acá no hay música, por ejemplo, como me pasaba en la Pop, la Uno, o la Hit. Tenía que remar más y, aunque en general, superaba los promedios de la emisora.
-¿Te entusiasma volver a la AM?
-Claro. Aquí debuté en Continental en el 93. Ahora reaparezco, pero para jugar en primera. Sin soberbias, porque La Red está entre las tres primeras en el rating. Además, toda la programación tiene que ver con lo que hago.
-¿Qué desafíos te plantea esta temporada?
-El espíritu crítico será vital en un año en que aumentarán las presiones del gobierno y de los poderosos en general hacia los medios y los periodistas. Porque se viene la movida de las elecciones presidenciales. Y mi programa deberá ser la voz de los que no tienen voz. Si aparece un poderoso será para explicar alguna macana que se está mandando. Y le voy a dar aire a los oyentes para que opinen.
-¿Por qué pensás que será diferente a otros?
-Porque se empieza a jugar la reelección de Kirchner. Si cuando no había tanto sobre la mesa la presión fue de tanta magnitud, ahora será más intensa. Por ejemplo, repudio absolutamente lo que pasó a Pepe Eliaschev y su censura en Radio Nacional. La lectura es que fue un escarmiento: “Si tocamos a alguien con trayectoria como él, lo podemos hacer con cualquiera. Cuídense”. Eso genera miedo, pero lo peor que podés hacer es autocensurarte. No obstante, hay un grupo de periodistas que estamos dispuestos a resistir con investigación, análisis y crítica.
-¿Tenés publicidad oficial?
-No, nunca. En todo caso la tendrá la radio. Como tengo una productora trabajo con cierta libertad.
-¿No se le teme a estar en contra de la opinión pública, que apoya a Kirchner?
-Después de invetigar y analizar, el periodista debe fundamentar y sostener su opinión, aunque sea opuesta a la corriente mayoritaria. Yo no pertenezco a ninguna tribu. La desocupación, la pobreza y la corrupción no son ni de izquierda ni de derecha. Sin embargo, hay que marcar que hay tipos como Luis D´Elia, que decían que la deuda con el FMI era ilegítima y ahora opinan que pagar es liberador. Kirchner en su momento abrazó a Menem y le dijo que era el “mejor presidente de la historia”. Un periodista debe hacer lo correcto, no lo que le piden.
-¿Cuál va a ser tu público?
-No sé. Hay un oyente de La Red que siempre está y en una de esas alguno que me escucha en Pop hace el esfuerzo de pasarse a la AM.
-¿Te parece tan complicado con las radios con botoneras y los walk man?
-Sí, porque la radio es costumbre. Hay gente que no se pasa de banda. Pero al final, la gente se queda con los productos. Hay que construir.
-¿Por qué cambiaste tanto de radios, no te jugó en contra?
-Sí y lo lamento. Pero no me lo cuestiono porque como nos va bien nos llegan todo el tiempo ofertas superadoras. No sólo desde lo económico sino también desde el desafío. Aspiro a quedarme mucho tiempo y esta es una radio ideal para eso. El mejor.
-¿Tenés una meta de rating?
-Aunque parezca una frase hecha, aspiro a hacer el mejor programa, si mide o no depende de muchas cosas. Confío en mi equipo: Con Alfredo Leuco, Martín Bilik, Gustavo Noriega, Angel de Brito, Gustavo Carabajal, Jorge Gestoso, Lucio di Matteo, Mariela Ianigro, Julián Gallo y Coco Ramón nos tiene que ir bien.
-¿Con quiénes vas a competir?
-Con todos los periodísticos de AM: López, Perín, Longobardi, Magdalena, Nelson Castro... En FM no voy a pelear audiencia ni con Pettinatto ni con la Negra Vernaci, pero tal vez sí con Ari Paluch. Nelson fue muy respetuoso cuando se despidió y estuvo hablando conmigo. Lo importante es que todos tengamos un espacio para trabajar.
-¿Tu programa de TV es más farandulero?
-No, ¿por qué?
-Porque a la radio no invitarías a Luciana Salazar, por nombrar a alguien que te generó críticas en contra.
-Tampoco iría hoy a “La cornisa”, porque es un periodístico de interés general y actualidad. En ese momento era noticia. El ministro de economía y Pergolini, el presidente y la unión civil...
-¿Como “Noticias” o “Gente”?
-Como “Gente, no, porque es más frívola. Noticias puede ser, aunque nunca hablaríamos de “Tetamanía”.
Gustavo Masutti Llach
Revista Ahora - Diario Crónica
Buenos Aires - Argentina
22 de enero de 2006
domingo, 15 de enero de 2006
Graciela Borges: “Acá me siento genial, como en el psicoanalista”
Con gran respeto por el medio, la actriz no deja su espacio en la radio, ni siquiera cuando filma una película. A pesar de que siempre trabajó con su imagen, se siente muy cómoda frente al micrófono, comunicando sentimientos sin una cámara enfrente. Una “Gra” poco conocida.
“Escucho a mi hijo en la X4 y a varios más de esa emisora. También Mitre porque soy amiga de Lorena Maciel, Gillespi y todo ese grupo, a Jacobson y me encanta lo de Chiche Gelblung, al que algunos no lo comprenden bien porque es genial”.
Hace una pausa en la grabación de “Las manos” y corre a un rincón del Palacio San Martín en el que su teléfono celular tiene una buena recepción. La urge salir al aire en “La Borges en casa”, su amado programa que va por FM 89.9, La Isla y AM 1420, La Marea, de lunes a viernes de 13 a 14. “Como sabía que tenía que filmar, me anticipe y dejé grabados siete semanas y salgo en vivo, por teléfono, cada vez que puedo –aclara Graciela Borges-. Recién le hice un reportaje a Duilio (Marzio, con quien comparte el elenco). En el piso está Lorena Perevengo, una sobrina mía que es una periodista excelente y lo maneja muy bien”.
-¿Estás cómoda en la radio?
-Como en ningún lado. Acá no gano plata, pero es como ir al psicoanalista. Genial. Da otra visión, los que vienen se convierten en maestros y me visitan amigos maravillosos como Leonardo Favio y María Elena Walsh. Es tan rico y relajado... Lo mejor del mundo.
-¿Tenes referentes en este medio?
-Escucho mucha radio. A mi hijo en la X4 y a varios más de esa emisora. También radio Mitre porque soy amiga de Lorena Maciel, Gillespi y todo ese grupo, a Jacobson y me encanta lo de Chiche Gelblung, al que algunos no lo comprenden bien porque es genial.
-¿Cómo es tu programa?
-Pretendo que sea de servicios, más allá de los invitados o de la música que puedo pautar. Con tantos espacios de denuncia, está bien que haya otros en los que uno pueda aprender a estar mejor.
-¿Te relaja porque no tenés que preocuparte por la imagen, que es de lo que vivís desde hace años?
-Exacto. Antes de ir a un reportaje en televisión me enfermo con ese tema. Después, si sale bien me encanta, pero voy tensa, sin felicidad. Algo que no me pasa en la radio. Es íntimo, hay otra cosa. Aparte, en la tele siempre tenés alguien apurándote. Encima está el rating, que es complicado. Igual, sólo veo esos programas que miden tres puntos.
-¿Te gusta algo en TV?
-Siempre lo mismo. Pettinatto, porque es inteligente, y los productos de Diego Gvirtz. También Pergolini y su “CQC”. No me gustan esos envíos en los que se burlan de la gente, me dan piedad y ternura. Estuve en “Botines” y lo disfruté. Hay varias cosas de Suar que me agradan, así como también algunas de las ficciones que produce Tinelli.
-¿Es buena nuestra televisión?
-Definitivamente sí. Por más que la critique, no sabés cuánto mejor es la nuestra que la de otros países. Cada vez que voy a Europa o Estados Unidos la valoro más. Sobre todo en España, que alguna vez tuvo productos maravillosos.
-¿Por qué trabajaste tan poco para la pantalla chica?
(suspira)-No me debo haber enfocado mucho en eso. Probé hacer tira con Suar pero no es para mí. Más allá del esfuerzo físico que te demanda tantas horas de grabación, soy muy perfeccionista y termino siendo una hinchapelotas. Porque busco lo excelso y los retraso a todos. La televisión tiene la magia de lo masivo. Una pequeña actuación tuya tiene una repercusión formidable. Y si lo hacés bien, es un ejercicio actoral impresionante.
Graciela está rubia y con un traje sastre gris. Metamorfoseada en Perla, la “ladera” del padre Mario Pantaleo en “Las manos”, el filme sobre la vida y obra del cura milagroso de González Catán, que tiene fecha de estreno para este año.
-¿Estuviste en el Génesis de la película?
-Sí, la empezamos a pensar hace tres años, cuando me trajeron el guión. Con los productores Claudio Corbelli y Fernando Sokolowicz en un bar cerca de las Cañitas y me preguntaron mi opinión. Todos estuvimos de acuerdo en que era ideal para Alejandro Doria, porque él es una marca y una garantía, pero suponíamos que nos diría que no, como venía haciendo desde los últimos quince años. Dijo “tal vez sea interesante” y quedó. Con Marrale estuvimos todos de acuerdo. Es ideal, porque es un compañero divino y un actor de una credibilidad notable. En esos ojos hay mundo.
-Se te nota entusiasmada.
-Sí, porque estoy contenta con este trabajo. A veces encontrás actores defendiendo películas malas, en las que sólo se salva su actuación. El cine tiene que ser perfecto, y para eso hay que trabajar en equipo. Te apoyás en los demás, y necesitás que el director haga que la cámara te ame. Mi personaje es muy difícil, porque es el hilo conductor del filme. Se hace muy complicada su continuidad, por su evolución a través de la historia. Tampoco quería caer en un personaje facilista tierno, porque de Perla se sabe poco. Apenas que el Padre Mario la curó de un cáncer terminal y ella decidió abandonar todo para seguirlo. Mi composición tiene un amor incondicional por él y por su obra.
Gustavo Masutti Llach
Revista Ahora - Diario Crónica
Buenos Aires - Argentina
Enero de 2006
“Escucho a mi hijo en la X4 y a varios más de esa emisora. También Mitre porque soy amiga de Lorena Maciel, Gillespi y todo ese grupo, a Jacobson y me encanta lo de Chiche Gelblung, al que algunos no lo comprenden bien porque es genial”.
Hace una pausa en la grabación de “Las manos” y corre a un rincón del Palacio San Martín en el que su teléfono celular tiene una buena recepción. La urge salir al aire en “La Borges en casa”, su amado programa que va por FM 89.9, La Isla y AM 1420, La Marea, de lunes a viernes de 13 a 14. “Como sabía que tenía que filmar, me anticipe y dejé grabados siete semanas y salgo en vivo, por teléfono, cada vez que puedo –aclara Graciela Borges-. Recién le hice un reportaje a Duilio (Marzio, con quien comparte el elenco). En el piso está Lorena Perevengo, una sobrina mía que es una periodista excelente y lo maneja muy bien”.
-¿Estás cómoda en la radio?
-Como en ningún lado. Acá no gano plata, pero es como ir al psicoanalista. Genial. Da otra visión, los que vienen se convierten en maestros y me visitan amigos maravillosos como Leonardo Favio y María Elena Walsh. Es tan rico y relajado... Lo mejor del mundo.
-¿Tenes referentes en este medio?
-Escucho mucha radio. A mi hijo en la X4 y a varios más de esa emisora. También radio Mitre porque soy amiga de Lorena Maciel, Gillespi y todo ese grupo, a Jacobson y me encanta lo de Chiche Gelblung, al que algunos no lo comprenden bien porque es genial.
-¿Cómo es tu programa?
-Pretendo que sea de servicios, más allá de los invitados o de la música que puedo pautar. Con tantos espacios de denuncia, está bien que haya otros en los que uno pueda aprender a estar mejor.
-¿Te relaja porque no tenés que preocuparte por la imagen, que es de lo que vivís desde hace años?
-Exacto. Antes de ir a un reportaje en televisión me enfermo con ese tema. Después, si sale bien me encanta, pero voy tensa, sin felicidad. Algo que no me pasa en la radio. Es íntimo, hay otra cosa. Aparte, en la tele siempre tenés alguien apurándote. Encima está el rating, que es complicado. Igual, sólo veo esos programas que miden tres puntos.
-¿Te gusta algo en TV?
-Siempre lo mismo. Pettinatto, porque es inteligente, y los productos de Diego Gvirtz. También Pergolini y su “CQC”. No me gustan esos envíos en los que se burlan de la gente, me dan piedad y ternura. Estuve en “Botines” y lo disfruté. Hay varias cosas de Suar que me agradan, así como también algunas de las ficciones que produce Tinelli.
-¿Es buena nuestra televisión?
-Definitivamente sí. Por más que la critique, no sabés cuánto mejor es la nuestra que la de otros países. Cada vez que voy a Europa o Estados Unidos la valoro más. Sobre todo en España, que alguna vez tuvo productos maravillosos.
-¿Por qué trabajaste tan poco para la pantalla chica?
(suspira)-No me debo haber enfocado mucho en eso. Probé hacer tira con Suar pero no es para mí. Más allá del esfuerzo físico que te demanda tantas horas de grabación, soy muy perfeccionista y termino siendo una hinchapelotas. Porque busco lo excelso y los retraso a todos. La televisión tiene la magia de lo masivo. Una pequeña actuación tuya tiene una repercusión formidable. Y si lo hacés bien, es un ejercicio actoral impresionante.
Graciela está rubia y con un traje sastre gris. Metamorfoseada en Perla, la “ladera” del padre Mario Pantaleo en “Las manos”, el filme sobre la vida y obra del cura milagroso de González Catán, que tiene fecha de estreno para este año.
-¿Estuviste en el Génesis de la película?
-Sí, la empezamos a pensar hace tres años, cuando me trajeron el guión. Con los productores Claudio Corbelli y Fernando Sokolowicz en un bar cerca de las Cañitas y me preguntaron mi opinión. Todos estuvimos de acuerdo en que era ideal para Alejandro Doria, porque él es una marca y una garantía, pero suponíamos que nos diría que no, como venía haciendo desde los últimos quince años. Dijo “tal vez sea interesante” y quedó. Con Marrale estuvimos todos de acuerdo. Es ideal, porque es un compañero divino y un actor de una credibilidad notable. En esos ojos hay mundo.
-Se te nota entusiasmada.
-Sí, porque estoy contenta con este trabajo. A veces encontrás actores defendiendo películas malas, en las que sólo se salva su actuación. El cine tiene que ser perfecto, y para eso hay que trabajar en equipo. Te apoyás en los demás, y necesitás que el director haga que la cámara te ame. Mi personaje es muy difícil, porque es el hilo conductor del filme. Se hace muy complicada su continuidad, por su evolución a través de la historia. Tampoco quería caer en un personaje facilista tierno, porque de Perla se sabe poco. Apenas que el Padre Mario la curó de un cáncer terminal y ella decidió abandonar todo para seguirlo. Mi composición tiene un amor incondicional por él y por su obra.
Gustavo Masutti Llach
Revista Ahora - Diario Crónica
Buenos Aires - Argentina
Enero de 2006
lunes, 9 de enero de 2006
Luis Majul: “Vuelvo a la AM para jugar en primera”
La Red, AM 910, ya puso al aire su nueva programación. Algunos siguen, como Fernando Niembro, Mariano Closs y Oscar Gómez Castañón. Otros cambian de horario como Carlos Bilardo. Y hay incorporaciones de peso como las de Mónica Gutierrez y Luis Majul, quien apuesta todas las fichas a “Espíritu crítico” (lunes a viernes de 6 a 9). “El espíritu crítico será vital en un año en que aumentarán las presiones del gobierno y de los poderosos en general hacia los medios y los periodistas. Pero hay un grupo que estamos dispuestos a resistir con investigación, análisis y crítica”.
“No confíes en todo lo que te dice la radio, la tele, los diarios ni las revistas. El leer entrelíneas, el espíritu crítico es lo que te va a salvar”, reza siempre Luis Majul al final de sus programas. Sin embargo, hay que creerle cuando dice que “...volver a la AM es uno de los mayores desafíos de mi carrera”.
-¿Cómo llegaste a La Red? Tenías un contrato vigente con la Pop.
-Sí, hasta fines de 2006, y lo advertí cuando me vinieron a buscar con la oferta. Me fue muy bien ahí, estuvimos desde el principio y de un share de cero lo llevamos a casi cinco. Hablaron los dueños de las radios, se pusieron de acuerdo y firmé la rescisión del contrato.
-¿La salida fue amistosa?
-Diplomática, querían que me quedara.
-¿Por qué le cambiaste el nombre?
-Porque “Espíritu Crítico” (una sugerencia de Alfredo Leuco) es un desafío diferente. Además, quiero separarlo de mi producto en televisión. “La cornisa” en la radio siempre fue un periodístico, desde luego, pero con esto vamos más allá. Acá no hay música, por ejemplo, como me pasaba en la Pop, la Uno, o la Hit. Tenía que remar más y, aunque en general, superaba los promedios de la emisora.
-¿Te entusiasma volver a la AM?
-Claro. Aquí debuté en Continental en el 93. Ahora reaparezco, pero para jugar en primera. Sin soberbias, porque La Red está entre las tres primeras en el rating. Además, toda la programación tiene que ver con lo que hago.
-¿Qué desafíos te plantea esta temporada?
-El espíritu crítico será vital en un año en que aumentarán las presiones del gobierno y de los poderosos en general hacia los medios y los periodistas. Porque se viene la movida de las elecciones presidenciales. Y mi programa deberá ser la voz de los que no tienen voz. Si aparece un poderoso será para explicar alguna macana que se está mandando. Y le voy a dar aire a los oyentes para que opinen.
-¿Por qué pensás que será diferente a otros?
-Porque se empieza a jugar la reelección de Kirchner. Si cuando no había tanto sobre la mesa la presión fue de tanta magnitud, ahora será más intensa. Por ejemplo, repudio absolutamente lo que pasó a Pepe Eliaschev y su censura en Radio Nacional. La lectura es que fue un escarmiento: “Si tocamos a alguien con trayectoria como él, lo podemos hacer con cualquiera. Cuídense”. Eso genera miedo, pero lo peor que podés hacer es autocensurarte. No obstante, hay un grupo de periodistas que estamos dispuestos a resistir con investigación, análisis y crítica.
-¿Tenés publicidad oficial?
-No, nunca. En todo caso la tendrá la radio. Como tengo una productora trabajo con cierta libertad.
-¿No se le teme a estar en contra de la opinión pública, que apoya a Kirchner?
-Después de invetigar y analizar, el periodista debe fundamentar y sostener su opinión, aunque sea opuesta a la corriente mayoritaria. Yo no pertenezco a ninguna tribu. La desocupación, la pobreza y la corrupción no son ni de izquierda ni de derecha. Sin embargo, hay que marcar que hay tipos como Luis D´Elia, que decían que la deuda con el FMI era ilegítima y ahora opinan que pagar es liberador. Kirchner en su momento abrazó a Menem y le dijo que era el “mejor presidente de la historia”. Un periodista debe hacer lo correcto, no lo que le piden.
-¿Cuál va a ser tu público?
-No sé. Hay un oyente de La Red que siempre está y en una de esas alguno que me escucha en Pop hace el esfuerzo de pasarse a la AM.
-¿Te parece tan complicado con las radios con botoneras y los walk man?
-Sí, porque la radio es costumbre. Hay gente que no se pasa de banda. Pero al final, la gente se queda con los productos. Hay que construir.
-¿Por qué cambiaste tanto de radios, no te jugó en contra?
-Sí y lo lamento. Pero no me lo cuestiono porque como nos va bien nos llegan todo el tiempo ofertas superadoras. No sólo desde lo económico sino también desde el desafío. Aspiro a quedarme mucho tiempo y esta es una radio ideal para eso. El mejor.
-¿Tenés una meta de rating?
-Aunque parezca una frase hecha, aspiro a hacer el mejor programa, si mide o no depende de muchas cosas. Confío en mi equipo: Con Alfredo Leuco, Martín Bilik, Gustavo Noriega, Angel de Brito, Gustavo Carabajal, Jorge Gestoso, Lucio di Matteo, Mariela Ianigro, Julián Gallo y Coco Ramón nos tiene que ir bien.
-¿Con quiénes vas a competir?
-Con todos los periodísticos de AM: López, Perín, Longobardi, Magdalena, Nelson Castro... En FM no voy a pelear audiencia ni con Pettinatto ni con la Negra Vernaci, pero tal vez sí con Ari Paluch. Nelson fue muy respetuoso cuando se despidió y estuvo hablando conmigo. Lo importante es que todos tengamos un espacio para trabajar.
-¿Tu programa de TV es más farandulero?
-No, ¿por qué?
-Porque a la radio no invitarías a Luciana Salazar, por nombrar a alguien que te generó críticas en contra.
-Tampoco iría hoy a “La cornisa”, porque es un periodístico de interés general y actualidad. En ese momento era noticia. El ministro de economía y Pergolini, el presidente y la unión civil...
-¿Como “Noticias” o “Gente”?
-Como “Gente, no, porque es más frívola. Noticias puede ser, aunque nunca hablaríamos de “Tetamanía”.
Gustavo Masutti Llach
Revista Ahora - Diario Crónica
Buenos Aires, Argentina
Enero de 2006
domingo, 8 de enero de 2006
Ronnie Arias: “Soy tranquilo, no bailo arriba del parlante”.
Ante un personaje tan potente cuesta llegar a la persona detrás del disfraz. Lo más fácil es estereotiparlo y encandilarse ante la “loca quemada” como él mismo define a su máscara más conocida. Sin embargo, el sobrino de Pepe Arias accede a contar algunas intimidades y a despejar un poco la duda de cuánto hay de cierto en lo que muestra. “Los seres humanos somos monógamos o polígamos, como los animales. Yo soy de estar con una sola persona, compartir con él, ser su amigo y lo demás. No todos son promiscuos aunque vivamos alguna vez un tiempo de reviente”.
En verano, gran parte del showbussiness porteño se muda al lado del mar y las radios no son la excepción. Así, la X4, FM 104.3, transmite desde Pinamar y allí Ronnie Arias, conductor de “What is this?”, se despedirá de su clásica dupla con BB Sanzo. Será los fines de semana del 14 y 15 de enero y del 21 y 22 de enero, de 17 a 22 horas. Renovado, en febrero arrancará en Buenos Aires con nuevo envío, solo y a la mañana. “El programa de la costa será igual al de Buenos Aires. Con BB Sanzo dando la noticia y yo la descarga cómica. Son roles que generamos durante años y en los que estamos cómodos”.
-Pero con el nuevo programa eso cambia.
-Sí, porque estaré sólo. Arranco acá, en febrero, de lunes a viernes de 7 a 10. Con periodistas de economía, deportes, política, un movil, de todo.
-¿Tiene que ver con correrte del personaje de la “notera loca”?
-Un poco, porque en la tele no me daban otra cosa. La radio me permite un poco más de amplitud. Sin embargo, con laburo pude salir y en “Ojo con el ojo” hago el chiste al revés. Se acabó lo de “Kaos”. Si vuelvo a la calle sería para algo más humano. Este nuevo programa de radio (todavía sin nombre) me pondrá en otro lugar, aunque ahora la FM en ese horario se volcó al humor: Pettinatto, Fernando Peña, que vuelve a la Metro, Beto Casella y se comenta que la Vernaci también.
-¿La radio te salvó?
-Sí, porque me encarriló económica y profesionalmente cuando volví de Estados Unidos después de vivir la vida loca, de gastarme los ahorros y de no saber qué hacer. Quería ser actor pero era malo, y como cantante era apenas un tenor que interpretaba tangos y boleros. En la radio pude hacer todo eso y más. Pensá que me hago popular a los cuarenta.
-Fue después de la separación de Horacio, tu pareja de entonces.
-Más o menos, había pasado el tiempo. Yo era la señora de... (se ríe). Me quedé sin novio después de seis años y no sabía qué hacer. Entonces me fui del país. Cuando volví, bastante después, sin un mango, vendí el departamento y me fui a San Telmo, a un lugar con apenas teléfono y agua.
-Sos de tener relaciones largas, con Pablo estás hace ocho años.
-Sí, siempre.
-Choca con lo que me dice tu amigo Fernando Peña...
-Ojo, que es una mentirosa. Se lo digo acá y en la cara.
-Asegura que los gays son promiscuos, porque los hombres lo son.
-No. Los seres humanos somos monógamos o polígamos, como los animales. Yo soy de estar con una sola persona, compartir con él, ser su amigo y lo demás. Siempre fui así. Para los hombres y los putos se hace más fácil el levante, pero las mujeres avanzaron mucho en los últimos tiempos. No todos son promiscuos aunque vivamos alguna vez en la vida un tiempo de reviente. Porque si estás bien con alguien, no necesitás de nadie más. Y ojo que Peña es mucho más centrado y humano de lo que vende.
-Ahora vas a competir contra él.
-Sí. A lo mejor abrimos el primer programa en dúplex, como una declaración de amor.
-¿Es cierto que no te sacás la remera para hacer el amor?
(Se ruboriza y baja el tono)-Tardo mucho, soy muy tímido.
-Vendés otra imagen.
-Sí, también la de que bailo arriba del parlante y no es cierto. Soy muy tranquilo y de mi casa. A las once de la noche estoy dormido y a las siete me levanto para ir a correr y escucho a Magdalena (Ruiz Guiñazú).
-¿Creés que contando esto le cambiás la imagen a alguien que puede tener fantasías con vos?
-Mmmmhhh... lo mejor que nos puede pasar es no aburrir. ¿Está mal que se adapte a la realidad la imagen que vendés? Madonna hace eso todo el tiempo.
-¿No es una retracción?
-No. Una cosa es tener veinte años y salir a la calle con un tapado de piel hasta el piso, y otra cambiar el perfil a los cuarenta. Entonces andaba desnudo todo el día, ahora me cuido. Soy más pudoroso. Cuando veo las notas que hacía en Kaos me pongo incómodo. No había límites y siempre queríamos ir más lejos. Habíamos cruzado una barrera que hoy pasan todos. Mirá si no, “Mujeres asesinas”. Sin embargo, en algún momento tenés que parar, replantear, y volver a atacar. Si estás siempre en la misma no llegás a nada. Saturás y pasás a ser un personaje desagradable.
-¿Esto vale para lo profesional y para tu vida?
-No, no. No me planteo cosas en mi vida, las encaro día a día. Tengo demasiado laburo como para permitirme períodos de locura. La libido la pongo en el trabajo.
-¿Por eso tenés noviazgos largos?
-Sin duda. Porque busco la paz.
-Una vez preguntaste: “¿cuándo fue la primera vez que te gritaron ‘puto’”? Te traslado la consulta.
-A los ocho años, en la escuela, una compañerita.
-¿A esa edad por dónde pasa la homosexualidad?
-Supongo que por una actitud frente a la vida. Yo me crié en una casa con ocho mujeres, aunque no pase por ahí. Cuántos tipos son re-maricones y no les gustan los hombres.
Gustavo Masutti Llach
Revista Ahora - Diario Crónica
Buenos Aires - Argentina
Enero de 2006
En verano, gran parte del showbussiness porteño se muda al lado del mar y las radios no son la excepción. Así, la X4, FM 104.3, transmite desde Pinamar y allí Ronnie Arias, conductor de “What is this?”, se despedirá de su clásica dupla con BB Sanzo. Será los fines de semana del 14 y 15 de enero y del 21 y 22 de enero, de 17 a 22 horas. Renovado, en febrero arrancará en Buenos Aires con nuevo envío, solo y a la mañana. “El programa de la costa será igual al de Buenos Aires. Con BB Sanzo dando la noticia y yo la descarga cómica. Son roles que generamos durante años y en los que estamos cómodos”.
-Pero con el nuevo programa eso cambia.
-Sí, porque estaré sólo. Arranco acá, en febrero, de lunes a viernes de 7 a 10. Con periodistas de economía, deportes, política, un movil, de todo.
-¿Tiene que ver con correrte del personaje de la “notera loca”?
-Un poco, porque en la tele no me daban otra cosa. La radio me permite un poco más de amplitud. Sin embargo, con laburo pude salir y en “Ojo con el ojo” hago el chiste al revés. Se acabó lo de “Kaos”. Si vuelvo a la calle sería para algo más humano. Este nuevo programa de radio (todavía sin nombre) me pondrá en otro lugar, aunque ahora la FM en ese horario se volcó al humor: Pettinatto, Fernando Peña, que vuelve a la Metro, Beto Casella y se comenta que la Vernaci también.
-¿La radio te salvó?
-Sí, porque me encarriló económica y profesionalmente cuando volví de Estados Unidos después de vivir la vida loca, de gastarme los ahorros y de no saber qué hacer. Quería ser actor pero era malo, y como cantante era apenas un tenor que interpretaba tangos y boleros. En la radio pude hacer todo eso y más. Pensá que me hago popular a los cuarenta.
-Fue después de la separación de Horacio, tu pareja de entonces.
-Más o menos, había pasado el tiempo. Yo era la señora de... (se ríe). Me quedé sin novio después de seis años y no sabía qué hacer. Entonces me fui del país. Cuando volví, bastante después, sin un mango, vendí el departamento y me fui a San Telmo, a un lugar con apenas teléfono y agua.
-Sos de tener relaciones largas, con Pablo estás hace ocho años.
-Sí, siempre.
-Choca con lo que me dice tu amigo Fernando Peña...
-Ojo, que es una mentirosa. Se lo digo acá y en la cara.
-Asegura que los gays son promiscuos, porque los hombres lo son.
-No. Los seres humanos somos monógamos o polígamos, como los animales. Yo soy de estar con una sola persona, compartir con él, ser su amigo y lo demás. Siempre fui así. Para los hombres y los putos se hace más fácil el levante, pero las mujeres avanzaron mucho en los últimos tiempos. No todos son promiscuos aunque vivamos alguna vez en la vida un tiempo de reviente. Porque si estás bien con alguien, no necesitás de nadie más. Y ojo que Peña es mucho más centrado y humano de lo que vende.
-Ahora vas a competir contra él.
-Sí. A lo mejor abrimos el primer programa en dúplex, como una declaración de amor.
-¿Es cierto que no te sacás la remera para hacer el amor?
(Se ruboriza y baja el tono)-Tardo mucho, soy muy tímido.
-Vendés otra imagen.
-Sí, también la de que bailo arriba del parlante y no es cierto. Soy muy tranquilo y de mi casa. A las once de la noche estoy dormido y a las siete me levanto para ir a correr y escucho a Magdalena (Ruiz Guiñazú).
-¿Creés que contando esto le cambiás la imagen a alguien que puede tener fantasías con vos?
-Mmmmhhh... lo mejor que nos puede pasar es no aburrir. ¿Está mal que se adapte a la realidad la imagen que vendés? Madonna hace eso todo el tiempo.
-¿No es una retracción?
-No. Una cosa es tener veinte años y salir a la calle con un tapado de piel hasta el piso, y otra cambiar el perfil a los cuarenta. Entonces andaba desnudo todo el día, ahora me cuido. Soy más pudoroso. Cuando veo las notas que hacía en Kaos me pongo incómodo. No había límites y siempre queríamos ir más lejos. Habíamos cruzado una barrera que hoy pasan todos. Mirá si no, “Mujeres asesinas”. Sin embargo, en algún momento tenés que parar, replantear, y volver a atacar. Si estás siempre en la misma no llegás a nada. Saturás y pasás a ser un personaje desagradable.
-¿Esto vale para lo profesional y para tu vida?
-No, no. No me planteo cosas en mi vida, las encaro día a día. Tengo demasiado laburo como para permitirme períodos de locura. La libido la pongo en el trabajo.
-¿Por eso tenés noviazgos largos?
-Sin duda. Porque busco la paz.
-Una vez preguntaste: “¿cuándo fue la primera vez que te gritaron ‘puto’”? Te traslado la consulta.
-A los ocho años, en la escuela, una compañerita.
-¿A esa edad por dónde pasa la homosexualidad?
-Supongo que por una actitud frente a la vida. Yo me crié en una casa con ocho mujeres, aunque no pase por ahí. Cuántos tipos son re-maricones y no les gustan los hombres.
Gustavo Masutti Llach
Revista Ahora - Diario Crónica
Buenos Aires - Argentina
Enero de 2006