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sábado, 6 de diciembre de 2003
Nacho Goano: "La plata que se gasta en diversión es inversión".
No es un personaje: Nacho Goano vocifera de verdad. Lo hace frente al micrófono de la X4 (alli, en la FM 106.7, conduce "Evening I" de lunes a viernes de 18 a 21). Le grita al operador. Se exalta durante la entrevista, y sigue gritando cuando se apaga el grabador. Así de ruidoso, así de apasionado. Como en la tele, en sus columnas deportivas de "Caiga Quien Caiga". "Estoy en una radio joven -describe-, no por el target sino porque hace poco que está en el aire. Y que desde hace dos años se dedica en exclusivo a la música electrónica (con computadoras) en todas sus variantes y géneros".
-¿A quién apunta?
-Esta música viene ligada a una cultura: la de pasar la noche bailando en la discoteca, con los amigos.
-¿En qué se diferencia tu programa?
-Dentro de la continuidad musical de la radio, en mi segmento hablo de deportes y de la buena vida. Pero no la de "¡Ay, probá este habano!" o "¡Uy, qué rica es la endivia!". Sino la de "¡Qué lindo sería pasar la noche con Luciana Salazar!" o "La nueva pelota de Nike está buenísima".
-Nada de "lounge".
-Claro. No soy un dandy.
-¿Cuál es el target de edad?
-La gente que consume discotecas. Desde veinte a cuarenta y a partir de los treinta empieza a bajar proporcionalmente.
-¿Y el socioeconómico?
-Alto. Una salida de discoteca ronda los sesenta pesos. Si te va bien y te vas con una chica, gastarás mucho más. Igual, creo que la plata que se gasta en diversión es inversión.
-¿Ese es el discurso?
(Abre los brazos)-Tengo que ubicarme. Más allá de conocer la mala situación que viven muchos, estoy en una radio que pasa música electrónica en la que hablo de salir por la noche. No me puedo poner en (levanta el índice) "...porque los jubilados...".
-O sea, es frívolo.
-Sí, pero ojo, no es que yo me hago el frívolo y en realidad soy re-tierno. No. A mí me gusta salir con mis amigos. De ahí a que me conforme con poco es otra cosa. Que me divierta con cincuenta pesos, es diferente. No necesito un Porsche, entrar a un lugar y cerrar las mesas. Si estoy en una discoteca, con un champucito en la mano, rodeado de mi mujer, amigos, chicas y chicos lindos, con un buen DJ, pues bien, no es el instante para ponerme a pensar en los piqueteros. Hay otro momento para eso. Te digo más, son otras las perosnas que deben hablar de eso en público. A mí dejame con los DJ´s, las bebidas energizantes, y decir que Chandon sacó su nuevo champagne o comentar la línea de ropa de Etiqueta Negra o Key Biscaine.
-Ya que los tiraste sobre la mesa, ¿si te sintoniza un piquetero no entiende nada?
-No tengo por qué prejuzgar. Me imagino que si escucha música electrónica va a entender todo lo que digo. No obstante, no puedo evitar imaginarme que el piquetero está más cerca de otros géneros musicales. Que escucha a los Piojos, La Renga o Skay Beilinson porque esos artistas se encargan de contar la historia de ellos.
-Esa es la música que pasa la Rock & Pop, donde producís "¿Cuál es?", el programa de Mario Pergolini. ¿Cuál de los dos te identifica más?
-No me importan los géneros. Me mata la radio como medio. Una frase hecha: es mágica. Si me dicen que en un par de horas se acaba el mundo, yo me voy a la radio a meterme en un estudio y esperar que el meteorito se la dé a la Tierra. Si escucho 14 horas de radio por día.
-¿El de la tele no sos vos?
-Sí, pero en "Caiga..." soy un columnista. Los tiempos son diferentes, nunca estoy más de tres minutos al aire. El Nacho verdadero es el de la radio, porque en la tele hay factores externos, más allá de tu talento o ganas, que determinan que el producto salga bien.
-¿Por ejemplo?
-La estética puede marcar el triunfo o fracaso de un producto televisivo. Aprecio más ver la piel de Celeste Cid que la de Lidia Lamaison. Tampoco nos vamos a poner a considerar las calidades artísticas de una y otra porque Celeste recién empieza. Del mismo modo, mi esposa suspira más por Pablo Echarri desnudo que por Ulises Dumont. Es lógico.
-¿A quiénes escuchás?
-A Dolina lo escucho desde el ´88. También la transmisión de Victor Hugo, y todo lo que hace el equipo de Competencia de Continental. (Piensa y sentencia) La gente no hace zapping de radio.
-No estoy de acuerdo.
-Puede ser que haya empezado a aparecer en los últimos años, como respuesta a un fenómeno de los programadores de radio que incorporan a figuras de la TV. Entonces quedás encasillado. Sé que si me quiero hacer el romántico la gente piensa "¿qué le pasa a este boludo?". En casa se escuchaba a Mesa, a Soldán, se ponía una sintonía y la dejaban todo el día.
-¿Fernando Niembro te gusta?
-Me parece que logró instaurar el show en el fútbol. Sabe lo que tiene que decir, inclusive en contra de lo que piensa. Entiende el juego. Tal vez en un asado, ya a la altura del último pedacito de pollo, él se relaje y te diga otra cosa.
-¿Y "¿Cuál es?"?
-Aunque suene soberbio, me parece estupendo. También escucho la X4. Mario (Pergolini) nos inculcó que escuchemos radio.
-¿Cómo definirías a Mario como hombre de radio?
-Aclaro que soy su fan. Creo que es un genio. Es como cuando Riquelme se para arriba de la pelota y sale gambeteando. El para todo y dice: "hagámos tal cosa". Te parece una boludez pero la gente estalla. Hace poco dijo que las berengenas de su mamá eran las mejores. No te imaginas el revuelo que se armó. A las nueve de la mañana, con el taget de la Rock & Pop, meter esos goles es puro talento.
-¿Y como jefe?
-Me enseñó a exigirme. El tipo logra que todo el equipo se autoexija. Si me pide a Tomás Fonzi, no cabe dentro de mí la posibilidad de que no lo saque al aire.
-¿Paga bien y en término?
-Siiiiii.
-Para el final, algo personal. Fuera de micrófono usaste un pasaje de la Toráh para explicar cómo se sienten los hinchas de River. No todos saben que te convertiste al judaísmo.
-Sí, pero fue por convicción, no sólo para casarme. Ya armé una familia en esta Fe. Mi hijo, cuando cumpla 13, y tenga su Bar Mitzvá por ejemplo, y la comunidad judía lo acepte como miembro. ¿Voy a estar abajo mirando, o en la Torá? Ojalá esté con Daniela para siempre. Pero si nos llegáramos a separar, yo seguiría siendo judío.
Gustavo Masutti Llach
Revista Ahora - Diario Crónica
Buenos Aires - Argentina
Diciembre de 2003
martes, 4 de noviembre de 2003
Darío Villarruel: "Daniel Hadad, Mariano Grondona y Eduardo Feinmann no parecen abogados"
"Soy abogado por profesión y periodista por vocación", se define Darío Villarruel, quien supo combinar ambas en un programa de radio: "Secreto de sumario" (Continental, AM 590, sábados de 8 a 9). Allí contesta consultas de los oyentes y profundiza en los casos judiciales que estremecen al país. "Como título y estudio, primero llegó la abogacía -relata-. Pero la vocación de periodista siempre estuvo. De hecho, empecé en los ´80 como periodista deportivo en canal 13 cuando mi viejo (Sergio) era gerente de noticias. En radio empecé con un programa de box, "Entre las sogas y el Tango". También jugué al fútbol: llegué hasta la tercera de All Boys, donde mi técnico fue el Bambino Veira".
-¿Por qué no llegaste a primera?
-Porque un año estudiaba, trabajaba y entrenaba. Tuve que largar. La responsabilidad le ganó al sueño.
-¿Pasar al periodismo judicial era el paso lógico?
-Sí. Cuando estudiaba me gustaba el derecho penal: las cárceles, los delitos, la medicina forense y la investigación. Por eso me especialicé y ejercí esa rama del derecho. Toda mi carrera la realicé trabajando en los juzgados. Y me vinculé más con el periodismo cuando cayó en mi juzgado la causa del Bambino Veira. Gracias a un reportaje que le hice en la cárcel, pude terminar mi casa.
-¿Cómo fue el paso del deporte a lo judicial en radio?
-Hasta el ´90 trabajé con Víctor Hugo Morales. Al año siguiente empezó un programa que se llamó "La Radio", que iba por la mañana y duró un año. Cuando terminó, me pidieron que siguiera en la línea de los casos judiciales. Entre 1992 y 1993 hice las dos cosas y ahí tuve que elegir.
-¿Quién te ayudó?
-Le pregunté a Víctor Hugo, pero el consejo que vale hasta ahora, me lo dio mi viejo.
-¿Cuál fue?
-"Periodistas deportivos hay cientos. En lo que hacés vos, vas a ser el único". Fue así. Hay periodistas que les gusta y les interesa el derecho, pero no son abogados y no tienen mi pasión. Por otra parte, sigo ejerciendo la profesión, por lo tanto me actualizo con la jurisprudencia.
-Hay más economistas que abogados ejerciendo el periodismo ¿por qué?
-No sé. Por ejemplo, Daniel Hadad, Mariano Grondona y Eduardo Feinmann son abogados, pero se los come el personaje del periodista. Se olvidan del derecho.
-¿No te parecen buenos?
-Feinmann, hablando de derecho por radio, da vergüenza. No sé si se hace el ignorante o no sabe. Hadad mismo, cuando saca al aire a un abogado, parece que no lo fuera.
-¿Y Grondona?
-También. Da cátedra de derecho político y es bárbaro con Sócrates, Aristóteles y las frases en latín. Pero si le pedís que te saque a un preso de la cárcel no tiene la menor idea. Está en la estratósfera. Llevó a Moliné O´Connor y a la familia Bartoli del caso García Belsunce a su programa, y no les sacó el jugo. Me moría de ganas de estar ahí para preguntar. Porque siempre que entrevisto, lo hago con el expediente en la mano.
-¿Es imprescindible?
-Seguro. Si no, es una falta de respeto. Le preguntás a un tipo si mató a alguien y te contesta "¿Leyó el expediente?". Los presos se lo saben de memoria, si los condenaron por eso. Creo que al país le falta cultura de seguir los casos policiales o judiciales. Acá no hay sentencia ni para los jueces ni para los medios. La semana pasada condenaron a Spadone por el caso de la leche adulterada. Entonces fue tapa de todos los diarios, hoy no le importa a nadie. También pasaron trece años...
-¿Qué hubiera pasado si seguías sólo en la abogacía?
-Los que se recibieron conmigo son todos jueces o fiscales. Pero a mí me gusta esto. Soy chusma, me encanta transmitir lo que sé.
-¿Cómo conseguís tus informantes, entonces?
-Porque tengo código. Hubo jueces que me dieron resoluciones sin firmar, con la condición de que las dé a conocer después de que salieran. Te ponen a prueba. Si les fallás, perdés la fuente. Pero pensá que yo laburo de abogado, tengo que ir a dar la cara al mostrador. Es jodido. Además, se hace muy difícil presentar una investigación judicial, porque los jueces no hablan públicamente. Recién ahora se están abriendo un poquito, pero andá a conseguir que un juez te dé una nota hablando a cámara o al micrófono. Off the record sí, pero si prendés el grabador se acaba todo.
-El tema deportivo - judicial está en el tapete, por la causa de los barrabravas. ¿Cuál es tu opinión de la tarea del juez Bergés?
-Tomó el rol del Quijote, a la luz de que ningún otro juez hace nada. Quizás porque no les preocupa, quizás porque no quieren tocar intereses, por desidia o porque tienen otros delitos, como homicidios o violaciones, a los que les dan prioridad.
-Ahí fracasó Víctor Perrotta, hace unos años.
-Claro, pero él era un juez civil, que podía hacer de amable componedor. Ahora interviene un juez penal, hay delitos de por medio. Podés terminar preso. Y pueden ser procesados Luis Barrionuevo, dirigentes de River, Boca y Nueva Chicago.
-¿Cómo lo solucionarías?
-Crearía un fuero penal deportivo. Con jueces a los que les sacaría todas las grandes competencias, pero que todos los domingos esté de turno. Porque si ahora le sacan la causa a Bergés, que es la estrategia, no le importa más a nadie. La pelea de los barras de Boca y Chacarita de 1999 dormía el sueño de los justos. Di Zeo (el líder de la barra de Boca) no estaba prófugo. Esta causa la reavivó.
-¿Qué busca Bergés?
-De mínima, no meter a nadie preso, pero que se acaben los quilombos en la cancha.
Gustavo Masutti Llach
Revista Ahora - Diario Crónica
Buenos Aires - Argentina
Noviembre de 2003
Jorge Santos: "Rivadavia tiene un cañón y tira con balines"
Se nota que no lo asusta la magnitud del desafío a Jorge Santos. No sorprende, el flamante director de contenidos de Radio Rivadavia (AM 630) está curtido en muchas batallas de programación radial. Estuvo en Mitre desde 1986 hasta el 2000 y se fue dejando primeras a la AM y a FM 100, se fue a Mar del Plata, volvió para crear y dirigir la emisora que más creció en Buenos Aires durante el 2002, La 101 (FM 101.1). Ahora desembarcó en la emisora de las lechuzas con objetivos ambiciosos. "Queremos poner a Rivadavia antes del final del 2004 en el pelotón de las tres primeras", arriesga. Y agrega: "Es un desafío enorme porque acá te das cuenta lo enorme que es esta radio a pesar de no estar del todo bien. La marca, la fuerza, la gente que está, y la que pasó y la quiere, te hacen ver que casi todos los grandes pasaron por aquí. Esta es la 'catedral'".
-¿Entonces?
-Como toda catedral necesita refacción y aggiornamiento. Si no, los feligreses se te van a iglesias alternativas.
-Vos tenés un estilo de dirección característico y llegás a una radio en la que uno de sus pilares es la tradición. ¿Cómo se compagina?
-Vengo a aportar mi experiencia para armar un producto competitivo, que no sea sólo el resultado de lo que sale al aire, sino que detrás se arme una empresa que lo sostenga. En eso estamos. El espíritu con el que me trajeron es ese.
-Hubo dos intentos de aggiornamientos: La oral deportiva, que salió bien, y El rotativo del aire, que no tanto. ¿Qué se viene?
-Rivadavia siempre se paró en dos patas: muy buenas información general y cobertura deportiva. La Oral... está a la altura de su historia, al noticiero hay que hacerlo todo de nuevo. Fortalecerlo y reactivarlo.
-Otra de sus patas era el tango. ¿Seguirá?
-No. El tango es una cuestión de generacional. No estará prohibido, pero se irá dosificando con otros ritmos. Porque apuntaremos al rango de 30 a 50 años de edad, que es el más solicitado por los anunciantes.
-¿Qué mercado encontrás?
-El cincuenta y tres por ciento de la audiencia se divide entre dos radios: La Diez y Mitre. El resto está muy disperso. Rivadavia ocupa un segundo pelotón con dos radios más. No podemos estar ahí con lo bien ubicados que estamos en el dial. Es como tener un cañón y tirar con balines.
-¿Esto de que las radios de la izquierda del dial son más escuchadas se da en todo el mundo?
-Sí, por una cuestión técnica. Son más fáciles de sintonizar por el ancho de banda. La mitad está en el 790.
-¿Cuáles son los plazos para ver los cambios?
-Algunos se verán en lo que queda del año. La programación nueva se lanzará en enero y se relanzará en marzo.
-Contame la nueva programación.
-De 5 a 7 irá Jorge Pizarro, habrá otro periodista de 7 a 9 y entonces volverá Larrea a su tradicional horario, con columnistas y mucha actualidad. Héctor está entusiasmadísimo con el desafío de volver a liderar la audiencia.
-¿"Rapidísimo" tendrá un tono parecido a la mañana de Continental, con Hanglin?
-No, con más información. Eso se verá en toda la programación. También están Antonio Carrizo y Eduardo Aliverti. A la tarde sigue Guazzardi, pero "La Revista" murió. Y se incorporan Jorge Jacobson, Luis Pedro Toni y Antonio Fernandez Llorente...
-...los "Buenos Muchachos".
-Con el agregado de Mercedes Martí. Una apuesta fuerte.
-¿Cuál es la estrategia de programación? ¿Apuntás al rating, a los anunciantes, a los premios?
-Necesitamos inversión publicitaria y en eso estamos trabajando con la gente del departamento comercial. Para eso necesitamos aumentar la participación en el encendido y así elevar el costo del segundo.
-¿Pequeños o grandes anunciantes?
-Todos los que se pueda.
-Las dos líderes tienen una linea editorial muy marcada. ¿Rivadavia la tendrá?
-Una de derecha y la otra de centro. Eso es lo que dice la gente. Nosotros vamos a respetar las opiniones diversas, la tradicional independencia de Rivadavia, pero fomentando la discusión. La linea de unión va a estar en las diferentes opiniones, pero confrontadas.
-¿Qué plazos te pusiste para cumplir los objetivos?
-En lo que queda del año debemos armar la Rivadavia del 2004. Empezaremos a competir, uno no espera milagros. Los oyentes no van a cambiar de un día para otro, por más que haremos una buena campaña de difusión.
-¿Y la estética?
-El logo seguirá igual, pero la puesta al aire será diferente. Estamos trabajando los sonidos.
-¿Qué va a pasar con la famosa llamada del "Derby de Kentuky" del Rotativo?
-No, el clarinete ese ya está enterrado.
-Mirá que la otra vez que lo sacaron los oyentes se resistieron.
-Pero no hay caso. En enero estará la nueva estética. Todavía no se notan los cambios de contenidos pero sí los de artística. Hay un nuevo jefe de noticias y se está reformulando la manera de redactar los informativos. Queremos una radio muy activa a nivel informativo.
-¿Para fines del año que viene cómo estarán ubicados?
-El objetivo es que el 2005 nos encuentre participando activamente del grupo de líderes.
-¿Liderando el segundo pelotón?
-No, compitiendo con las dos primeras de igual a igual. Si estamos terceros ya será un éxito.
Gustavo Masutti Llach
Revista Ahora - Diario Crónica
Buenos Aires - Argentina
Noviembre de 2003
-¿Entonces?
-Como toda catedral necesita refacción y aggiornamiento. Si no, los feligreses se te van a iglesias alternativas.
-Vos tenés un estilo de dirección característico y llegás a una radio en la que uno de sus pilares es la tradición. ¿Cómo se compagina?
-Vengo a aportar mi experiencia para armar un producto competitivo, que no sea sólo el resultado de lo que sale al aire, sino que detrás se arme una empresa que lo sostenga. En eso estamos. El espíritu con el que me trajeron es ese.
-Hubo dos intentos de aggiornamientos: La oral deportiva, que salió bien, y El rotativo del aire, que no tanto. ¿Qué se viene?
-Rivadavia siempre se paró en dos patas: muy buenas información general y cobertura deportiva. La Oral... está a la altura de su historia, al noticiero hay que hacerlo todo de nuevo. Fortalecerlo y reactivarlo.
-Otra de sus patas era el tango. ¿Seguirá?
-No. El tango es una cuestión de generacional. No estará prohibido, pero se irá dosificando con otros ritmos. Porque apuntaremos al rango de 30 a 50 años de edad, que es el más solicitado por los anunciantes.
-¿Qué mercado encontrás?
-El cincuenta y tres por ciento de la audiencia se divide entre dos radios: La Diez y Mitre. El resto está muy disperso. Rivadavia ocupa un segundo pelotón con dos radios más. No podemos estar ahí con lo bien ubicados que estamos en el dial. Es como tener un cañón y tirar con balines.
-¿Esto de que las radios de la izquierda del dial son más escuchadas se da en todo el mundo?
-Sí, por una cuestión técnica. Son más fáciles de sintonizar por el ancho de banda. La mitad está en el 790.
-¿Cuáles son los plazos para ver los cambios?
-Algunos se verán en lo que queda del año. La programación nueva se lanzará en enero y se relanzará en marzo.
-Contame la nueva programación.
-De 5 a 7 irá Jorge Pizarro, habrá otro periodista de 7 a 9 y entonces volverá Larrea a su tradicional horario, con columnistas y mucha actualidad. Héctor está entusiasmadísimo con el desafío de volver a liderar la audiencia.
-¿"Rapidísimo" tendrá un tono parecido a la mañana de Continental, con Hanglin?
-No, con más información. Eso se verá en toda la programación. También están Antonio Carrizo y Eduardo Aliverti. A la tarde sigue Guazzardi, pero "La Revista" murió. Y se incorporan Jorge Jacobson, Luis Pedro Toni y Antonio Fernandez Llorente...
-...los "Buenos Muchachos".
-Con el agregado de Mercedes Martí. Una apuesta fuerte.
-¿Cuál es la estrategia de programación? ¿Apuntás al rating, a los anunciantes, a los premios?
-Necesitamos inversión publicitaria y en eso estamos trabajando con la gente del departamento comercial. Para eso necesitamos aumentar la participación en el encendido y así elevar el costo del segundo.
-¿Pequeños o grandes anunciantes?
-Todos los que se pueda.
-Las dos líderes tienen una linea editorial muy marcada. ¿Rivadavia la tendrá?
-Una de derecha y la otra de centro. Eso es lo que dice la gente. Nosotros vamos a respetar las opiniones diversas, la tradicional independencia de Rivadavia, pero fomentando la discusión. La linea de unión va a estar en las diferentes opiniones, pero confrontadas.
-¿Qué plazos te pusiste para cumplir los objetivos?
-En lo que queda del año debemos armar la Rivadavia del 2004. Empezaremos a competir, uno no espera milagros. Los oyentes no van a cambiar de un día para otro, por más que haremos una buena campaña de difusión.
-¿Y la estética?
-El logo seguirá igual, pero la puesta al aire será diferente. Estamos trabajando los sonidos.
-¿Qué va a pasar con la famosa llamada del "Derby de Kentuky" del Rotativo?
-No, el clarinete ese ya está enterrado.
-Mirá que la otra vez que lo sacaron los oyentes se resistieron.
-Pero no hay caso. En enero estará la nueva estética. Todavía no se notan los cambios de contenidos pero sí los de artística. Hay un nuevo jefe de noticias y se está reformulando la manera de redactar los informativos. Queremos una radio muy activa a nivel informativo.
-¿Para fines del año que viene cómo estarán ubicados?
-El objetivo es que el 2005 nos encuentre participando activamente del grupo de líderes.
-¿Liderando el segundo pelotón?
-No, compitiendo con las dos primeras de igual a igual. Si estamos terceros ya será un éxito.
Gustavo Masutti Llach
Revista Ahora - Diario Crónica
Buenos Aires - Argentina
Noviembre de 2003
Antonio Laje: "Si me voy de la Diez la radio seguirá primera"
Sus vaivenes televisivos no afectaron la continuidad del ciclo radial de Antonio Laje. Así, "La media vuelta" (Radio 10, AM 710, lunes a viernes de 19,30 a 21), vio pasar la recesión y la devaluación, y se mantuvo "estabilizado". "Es una vuelta clásica -describe-, un poco más descontracturada. Contamos lo que se debe saber de lo que pasó en el día, y charlamos de lo mismo que cualquier familia en una sobremesa, o un grupo de amigos en un café. Tratamos también de poner un poquito de reflexión desde un lado que no hay en el resto de los medios".
-¿Te referís al enfoque o la línea de Radio 10?
-Convengamos que tiene una orientación bastante distinta al resto. Obviamente, va primera porque representa a un montón de gente, que no tenía un medio que pensara como ella. Voy primero en mi horario, pero si me voy, quedate tranquilo que la radio seguirá primera. Ya tiene una fuerza y una identidad tan grande, que barre con todos los que estamos frente al micrófono.
-¿Te gusta la tarde para hacer el programa?
-Sí. Es un horario muy particular, pleno regreso, que cada dia está más retrasado. En los programas de la mañana te cuentan los diarios, pero la información surge durante el día. Nosotros trabajamos para el diario del día siguiente. Porque es muy probable que una información fuerte, a las nueve de la noche, te cambie la tapa de los diarios.
-¿Las noticias le sacan tiempo a la reflexión o al análisis?
-Puede ser. Pero en la Argentina pasó el tiempo en que había noticias todo el tiempo. Sí, lamentablemente, hay muchos policiales: robos, secuestros e inseguridad. Noticias de fondo, de la economía y la política... no tanto. Hay un dolar estabilizado, con tendencia a la baja, una negociación de la deuda larguísima... poco.
-¿Por qué?
-Sin dudas, el gobierno está manejando los tiempos. Como si se buscara que los temas se solucionaran con el paso del tiempo, o se fueran desgastando. El tema de los deudores hipotecarios ya lleva más de un año y medio, por ejemplo.
-¿Escuchás a la competencia?
-Cuando estoy al aire no, la escucha la producción. Pero el resto del día hago zapping.
-¿Qué te parece Mitre?
-Ha cambiado mucho en los últimos dos años. Han invertido muchos recursos humanos y económicos, y se nota. Tiene una orientación y una ideología que en muchos casos no comparto y en otros sí.
-¿A vos se te critica tanto por cómo opinás?
-Puede ser, no creo ser el único. En la radio nos dan a todos. Tal vez por mi nivel de exposición, recibo más. Si quieren pegar, que lo hagan, yo voy a seguir diciendo lo que pienso. Acá nunca se le "da" a nadie como profesional. Siempre te pegan por tu ideología. Encima mal, porque te acusan sin conocerte. Nunca vas a ver una crítica desde el costado profesional. Es así, son las reglas del juego.
-Se los acusó de que a Radio 10 le va mejor cuando el país está turbulento.
-La Radio sigue primera. A todos nos va bien si el país mejora. Te puede ir muy bien en audiencia cuando hay problemas, porque la gente necesita informarse. Pero también podés quebrar por no tener anunciantes, que se espantan en esos tiempos. Lo que no hay dudas es que la gente nos elige cuando hay caos porque tenemos la mejor información. No es que nos convenga, porque no sirve. No es grato abrir el programa con una "pálida" atrás de otra.
-¿La gente está sensibilizada con las malas noticias?
-Lamentablemente mata al cartero. Lo que pasa lo contamos pero no lo inventamos nosotros. Tampoco sirve estar "¡pum, para arriba!" sin decir la verdad. Todos estamos hartos.
-¿Cómo ves el escenario económico?
-Tenemos un país con superavit comercial (exporta más de lo que compra). Hay buena recaudación por las retenciones y no se paga nada de la deuda. No se están tomando medidas. Ni se arregla el tema de la compensación de los bancos ni se soluciona lo de la deuda. Tampoco lo de las tarifas.
-¿Esto está mal?
-Es inteligente. Aprovechan el buen momento, pero en algún momento van a tener que solucionarlo.
-¿Y el crecimiento?
-No podés crecer hasta que no tengas un país en serio, con seguridad jurídica. ¿Por qué vas a invertir en la Argentina si no sabés ni qué impuestos vas a pagar ni cuál será la política monetaria del año que viene?
-¿Cómo te va como productor?
-Estoy muy contento. "4 elementos" (con Maby Wells) tenía calidad y recursos. Publicitariamente hay que esperar. Cumplió su ciclo de tres meses y medio, y volverá el año que viene.
-¿Y "Malos & Entendidos"?
-Es divertido y no hay algo así en la tele.
-Sos casado y tenés dos hijos. ¿Te gustaría que sean periodistas?
-Voy a tratar de educarlos lo mejor posible, la idea es que sean felices.
-¿...?
-Me da igual. La verdad, el ambiente es muy complicado. Sobre todo el de la TV. Se te acaba la privacidad, no es fácil. Tenés que ser muy particular para "bancarlo". La radio es más tranquila.
-¿Por la exposición?
-La TV te pone en vidriera ante una sociedad muy complicada. Hay mucha envidia, rencor y resentimiento.
-¿Cómo te llevás con tu jefe, Daniel Hadad?
-Bien, bien. Tenemos nuestras diferencias, como cualquiera, pero es una relación de muchos años. No hay nada que no se pueda resolver con un café adelante.
-¿Esas diferencias son ahora?
-No, qué se yo... nos peleamos, pero nos llevamos bien. Te repito: son muchos años de relación laboral.
-¿Renovaste contrato en la radio?
-¿En la radio? Creo que sí. No firmé el contrato por una cuestión de tiempo.
-¿La radio, el diario y el canal vienen en un "combo"?
-No. Se negocia todo por separado.
Gustavo Masutti Llach
Revista Ahora - Diario Crónica
Buenos Aires - Argentina
Noviembre de 2003
-¿Te referís al enfoque o la línea de Radio 10?
-Convengamos que tiene una orientación bastante distinta al resto. Obviamente, va primera porque representa a un montón de gente, que no tenía un medio que pensara como ella. Voy primero en mi horario, pero si me voy, quedate tranquilo que la radio seguirá primera. Ya tiene una fuerza y una identidad tan grande, que barre con todos los que estamos frente al micrófono.
-¿Te gusta la tarde para hacer el programa?
-Sí. Es un horario muy particular, pleno regreso, que cada dia está más retrasado. En los programas de la mañana te cuentan los diarios, pero la información surge durante el día. Nosotros trabajamos para el diario del día siguiente. Porque es muy probable que una información fuerte, a las nueve de la noche, te cambie la tapa de los diarios.
-¿Las noticias le sacan tiempo a la reflexión o al análisis?
-Puede ser. Pero en la Argentina pasó el tiempo en que había noticias todo el tiempo. Sí, lamentablemente, hay muchos policiales: robos, secuestros e inseguridad. Noticias de fondo, de la economía y la política... no tanto. Hay un dolar estabilizado, con tendencia a la baja, una negociación de la deuda larguísima... poco.
-¿Por qué?
-Sin dudas, el gobierno está manejando los tiempos. Como si se buscara que los temas se solucionaran con el paso del tiempo, o se fueran desgastando. El tema de los deudores hipotecarios ya lleva más de un año y medio, por ejemplo.
-¿Escuchás a la competencia?
-Cuando estoy al aire no, la escucha la producción. Pero el resto del día hago zapping.
-¿Qué te parece Mitre?
-Ha cambiado mucho en los últimos dos años. Han invertido muchos recursos humanos y económicos, y se nota. Tiene una orientación y una ideología que en muchos casos no comparto y en otros sí.
-¿A vos se te critica tanto por cómo opinás?
-Puede ser, no creo ser el único. En la radio nos dan a todos. Tal vez por mi nivel de exposición, recibo más. Si quieren pegar, que lo hagan, yo voy a seguir diciendo lo que pienso. Acá nunca se le "da" a nadie como profesional. Siempre te pegan por tu ideología. Encima mal, porque te acusan sin conocerte. Nunca vas a ver una crítica desde el costado profesional. Es así, son las reglas del juego.
-Se los acusó de que a Radio 10 le va mejor cuando el país está turbulento.
-La Radio sigue primera. A todos nos va bien si el país mejora. Te puede ir muy bien en audiencia cuando hay problemas, porque la gente necesita informarse. Pero también podés quebrar por no tener anunciantes, que se espantan en esos tiempos. Lo que no hay dudas es que la gente nos elige cuando hay caos porque tenemos la mejor información. No es que nos convenga, porque no sirve. No es grato abrir el programa con una "pálida" atrás de otra.
-¿La gente está sensibilizada con las malas noticias?
-Lamentablemente mata al cartero. Lo que pasa lo contamos pero no lo inventamos nosotros. Tampoco sirve estar "¡pum, para arriba!" sin decir la verdad. Todos estamos hartos.
-¿Cómo ves el escenario económico?
-Tenemos un país con superavit comercial (exporta más de lo que compra). Hay buena recaudación por las retenciones y no se paga nada de la deuda. No se están tomando medidas. Ni se arregla el tema de la compensación de los bancos ni se soluciona lo de la deuda. Tampoco lo de las tarifas.
-¿Esto está mal?
-Es inteligente. Aprovechan el buen momento, pero en algún momento van a tener que solucionarlo.
-¿Y el crecimiento?
-No podés crecer hasta que no tengas un país en serio, con seguridad jurídica. ¿Por qué vas a invertir en la Argentina si no sabés ni qué impuestos vas a pagar ni cuál será la política monetaria del año que viene?
-¿Cómo te va como productor?
-Estoy muy contento. "4 elementos" (con Maby Wells) tenía calidad y recursos. Publicitariamente hay que esperar. Cumplió su ciclo de tres meses y medio, y volverá el año que viene.
-¿Y "Malos & Entendidos"?
-Es divertido y no hay algo así en la tele.
-Sos casado y tenés dos hijos. ¿Te gustaría que sean periodistas?
-Voy a tratar de educarlos lo mejor posible, la idea es que sean felices.
-¿...?
-Me da igual. La verdad, el ambiente es muy complicado. Sobre todo el de la TV. Se te acaba la privacidad, no es fácil. Tenés que ser muy particular para "bancarlo". La radio es más tranquila.
-¿Por la exposición?
-La TV te pone en vidriera ante una sociedad muy complicada. Hay mucha envidia, rencor y resentimiento.
-¿Cómo te llevás con tu jefe, Daniel Hadad?
-Bien, bien. Tenemos nuestras diferencias, como cualquiera, pero es una relación de muchos años. No hay nada que no se pueda resolver con un café adelante.
-¿Esas diferencias son ahora?
-No, qué se yo... nos peleamos, pero nos llevamos bien. Te repito: son muchos años de relación laboral.
-¿Renovaste contrato en la radio?
-¿En la radio? Creo que sí. No firmé el contrato por una cuestión de tiempo.
-¿La radio, el diario y el canal vienen en un "combo"?
-No. Se negocia todo por separado.
Gustavo Masutti Llach
Revista Ahora - Diario Crónica
Buenos Aires - Argentina
Noviembre de 2003
martes, 30 de septiembre de 2003
Esteban Charpentier y Marcelo Marengo: "Nos necesitan brutos para dominarnos".
En tiempos en los que la transgresión parece "patrimonio" de los que insultan o sólo hablan de cuestiones sexuales, escatológicas o relacionadas con las drogas o la marginalidad, a Esteban Charpentier y Marcelo Marengo ("Nunca digas nunca", FM Cadena Sol, 89.5, sábados a las 20, producido por Gaby Salomone) se les ocurrió otra cosa. "Lo que iba a ser un programa de fanáticos de Ferro, pasó a ser un espacio de literatura, poesía, música y cultura -se sincera Esteban-. Buscamos darle poder a la gente a través del conocimiento. Aprendiendo juntos, por ejemplo, cómo es una ópera. Así como también ponemos a los Beatles, Tom Waits o Gieco, y leemos desde Tejada Gómez a Borges. Esto le permite, a la gente que no tiene guita, tener acceso a cosas que de otra manera las tendría vedadas".
(M.M.)-Es lamentable, pero en estos tiempos nosotros somos rebeldes. Si esto que hacemos es revolucionario... ¡Qué mal estamos! Porque en definitiva, lo nuestro es sólo usar el medio como lo que es. Vemos que en la radio se experimenta mucho con el formato, con la puteada y con el desacartonamiento. Ahora, si rascás un poquito, te das cuenta que eso es un fin en sí mismo. Los medios son para la frivolidad, la información y divertirse, sí. Pero también para transmitir cultura.
-Sin embargo, ustedes también tienen una estética "descontracturada".
(E.CH.)-Claro. Lo nuestro es parecido a la Rock & Pop. Pero programas como el de Pergolini ya se pasaron para el lado del "bardo". Igual Lalo Mir, que es un capo cayó en esa. Pero bueno, tienen que vender y a nosotros no nos importa demasiado eso. Nos dedicamos a lo nuestro.
-¿Es posible un programa como este en una radio comercial, en un horario central?
(M.M.)-Debería serlo. Tengo la teoría de que a los medios los manejan gente muy capaz y que todo es a propósito. Nos necesitan brutos para dominarnos.
-Teoría bien conspirativa.
(M.M.)-Totalmente. Conozco muchos dueños y personas que definen las políticas de medios. Son tipos que han estudiado y tienen masters en comunicación y saben mucho. No son los giles que están frente al micrófono. Sin embargo, contratan a esos.
-¿Y cuál la función de ustedes?
(M.M.)-Si tenemos el privilegio de tener aire, no lo podemos usar para "boludear". Repito, no nos importa nada.
-¿Cómo les va en lo comercial?
(M.M.)-No hemos hecho más que perder plata con el programa. Tenemos algunos auspicios, que llegaron solos, pero no sabemos venderlo.
-¿Y las editoriales, las discográficas?
(E.CH.)-También te condicionan. Yo no podría promocionar un libro de Paulo Cohecho (sic). Los libros de él, o los de Bucay valen veinticinco mangos. En cambio, el de Paco Urondo, cuesta seis. Lo compran por kilo.
(M.M.)-Es lo mismo que pasa con la música. Si el dueño de la radio se pelea con un músico, no suena más en esa frecuencia. Todos sabemos que es así. Mientras podamos mantener un márgen de libertad, lo haremos.
-¿Esto los encasilla en la marginalidad?
(E.CH.)-Sí. Pero uno se ubica ahí. A mí no me interesa el equilibrio. La gente que está en el margen me interesa más que la que escucha a Los Nocheros.
-Pueden mantener esa postura porque no dependen de eso para vivir.
(E.CH.)-Desde luego. Aunque no sólo por eso, hace falta compromiso.
-¿En ese contexto, "Nunca digas nunca"es una válvula de escape de su profesión de abogados?
(M.M.)-La guita que nos ahorramos en terapia no se puede creer.
(E.CH.)-Tendrías que vernos cuando terminamos el programa. Estamos tirados como si nos hubiesen pasado por encima cuarenta camiones con acoplado.
(M.M.)-Como ver una final del mundo desde la tribuna. No jugaste, pero quedás reventado igual.
(E.CH.)-Cómo será, que grabamos el programa y lo escuchamos después, porque cuando finaliza no tenemos ni idea de lo que dijimos.
(M.M.)-Aunque no nos reprochamos demasiado porque el clima debe ser el de una charla de amigos. Y no tenemos baches.
(E.CH.)-A mí, que hace años que estoy en el ambiente de la poesía, también me sirve para mostrarle mis obras a gente que no se atreve a venirme a ver a otros lugares que les meten miedo. Es bueno que se sepa que tengo otras inquietudes. Otra cara, que va más allá del código aeronáutico. Por eso me duele cuando le dedicás el programa a un amigo y no te escuchó. Porque es un laburo. Llevamos cuarenta CD a la radio, para pasar unos pocos.
-¿Hacen reportajes?
(E.CH.)-Pocos. Hemos sacado al aire a Eduardo Aute, Victor Hugo Morales, Dalmiro Sáenz, Ana María Campoy y hasta Pedemonti.
-¿A quiénes escuchan en radio?
(M.M.)-Más allá de si coincidís o no con su ideología, yo rescato como un capo del micrófono a Quique Pesoa. Es un fenómeno. Otro es Lalo.
(E.CH.)-La radio me ha desencantado un poco. Sobre todo la Rock & Pop, que era la que escuchaba. Hoy pongo Radio Clásica porque prefiero la música de fondo.
-¿Qué les parece Alejandro Dolina?
(M.M.)-¡Qué personaje! Tengo que reconocer que es mi compañero de todos lo veranos. Cada vez que voy a Uruguay lo escucho desde allá. Me parece muy bueno. Porque cuando empieza a hablar te parece que va a ser difícil de entender, por los temas que toca. Pero después te lo cuenta tan bien que cualquiera disfruta de la historia y la mitología. Claro, podría jugarse un poco más. Porque él ya es una marca registrada. Igual, lo respeto mucho.
(E.CH.)-Para mí mostró la hilacha cuando se hizo eso en la cara. Porque parece el "Fantasma de la Opera". La gente lo esperaba a la salida y se encontraba un monstruo. Ahora es dos veces monstruo y perdió el encanto del tipo feo, pero culto e inteligente. ¿Quién no se ratoneó con la voz de Betty Elizalde. Y ella sigue orgullosa con sus arrugas.
Gustavo Masutti Llach
Revista Ahora - Diario Crónica
Buenos Aires, Argentina
Septiembre de 2003
(M.M.)-Es lamentable, pero en estos tiempos nosotros somos rebeldes. Si esto que hacemos es revolucionario... ¡Qué mal estamos! Porque en definitiva, lo nuestro es sólo usar el medio como lo que es. Vemos que en la radio se experimenta mucho con el formato, con la puteada y con el desacartonamiento. Ahora, si rascás un poquito, te das cuenta que eso es un fin en sí mismo. Los medios son para la frivolidad, la información y divertirse, sí. Pero también para transmitir cultura.
-Sin embargo, ustedes también tienen una estética "descontracturada".
(E.CH.)-Claro. Lo nuestro es parecido a la Rock & Pop. Pero programas como el de Pergolini ya se pasaron para el lado del "bardo". Igual Lalo Mir, que es un capo cayó en esa. Pero bueno, tienen que vender y a nosotros no nos importa demasiado eso. Nos dedicamos a lo nuestro.
-¿Es posible un programa como este en una radio comercial, en un horario central?
(M.M.)-Debería serlo. Tengo la teoría de que a los medios los manejan gente muy capaz y que todo es a propósito. Nos necesitan brutos para dominarnos.
-Teoría bien conspirativa.
(M.M.)-Totalmente. Conozco muchos dueños y personas que definen las políticas de medios. Son tipos que han estudiado y tienen masters en comunicación y saben mucho. No son los giles que están frente al micrófono. Sin embargo, contratan a esos.
-¿Y cuál la función de ustedes?
(M.M.)-Si tenemos el privilegio de tener aire, no lo podemos usar para "boludear". Repito, no nos importa nada.
-¿Cómo les va en lo comercial?
(M.M.)-No hemos hecho más que perder plata con el programa. Tenemos algunos auspicios, que llegaron solos, pero no sabemos venderlo.
-¿Y las editoriales, las discográficas?
(E.CH.)-También te condicionan. Yo no podría promocionar un libro de Paulo Cohecho (sic). Los libros de él, o los de Bucay valen veinticinco mangos. En cambio, el de Paco Urondo, cuesta seis. Lo compran por kilo.
(M.M.)-Es lo mismo que pasa con la música. Si el dueño de la radio se pelea con un músico, no suena más en esa frecuencia. Todos sabemos que es así. Mientras podamos mantener un márgen de libertad, lo haremos.
-¿Esto los encasilla en la marginalidad?
(E.CH.)-Sí. Pero uno se ubica ahí. A mí no me interesa el equilibrio. La gente que está en el margen me interesa más que la que escucha a Los Nocheros.
-Pueden mantener esa postura porque no dependen de eso para vivir.
(E.CH.)-Desde luego. Aunque no sólo por eso, hace falta compromiso.
-¿En ese contexto, "Nunca digas nunca"es una válvula de escape de su profesión de abogados?
(M.M.)-La guita que nos ahorramos en terapia no se puede creer.
(E.CH.)-Tendrías que vernos cuando terminamos el programa. Estamos tirados como si nos hubiesen pasado por encima cuarenta camiones con acoplado.
(M.M.)-Como ver una final del mundo desde la tribuna. No jugaste, pero quedás reventado igual.
(E.CH.)-Cómo será, que grabamos el programa y lo escuchamos después, porque cuando finaliza no tenemos ni idea de lo que dijimos.
(M.M.)-Aunque no nos reprochamos demasiado porque el clima debe ser el de una charla de amigos. Y no tenemos baches.
(E.CH.)-A mí, que hace años que estoy en el ambiente de la poesía, también me sirve para mostrarle mis obras a gente que no se atreve a venirme a ver a otros lugares que les meten miedo. Es bueno que se sepa que tengo otras inquietudes. Otra cara, que va más allá del código aeronáutico. Por eso me duele cuando le dedicás el programa a un amigo y no te escuchó. Porque es un laburo. Llevamos cuarenta CD a la radio, para pasar unos pocos.
-¿Hacen reportajes?
(E.CH.)-Pocos. Hemos sacado al aire a Eduardo Aute, Victor Hugo Morales, Dalmiro Sáenz, Ana María Campoy y hasta Pedemonti.
-¿A quiénes escuchan en radio?
(M.M.)-Más allá de si coincidís o no con su ideología, yo rescato como un capo del micrófono a Quique Pesoa. Es un fenómeno. Otro es Lalo.
(E.CH.)-La radio me ha desencantado un poco. Sobre todo la Rock & Pop, que era la que escuchaba. Hoy pongo Radio Clásica porque prefiero la música de fondo.
-¿Qué les parece Alejandro Dolina?
(M.M.)-¡Qué personaje! Tengo que reconocer que es mi compañero de todos lo veranos. Cada vez que voy a Uruguay lo escucho desde allá. Me parece muy bueno. Porque cuando empieza a hablar te parece que va a ser difícil de entender, por los temas que toca. Pero después te lo cuenta tan bien que cualquiera disfruta de la historia y la mitología. Claro, podría jugarse un poco más. Porque él ya es una marca registrada. Igual, lo respeto mucho.
(E.CH.)-Para mí mostró la hilacha cuando se hizo eso en la cara. Porque parece el "Fantasma de la Opera". La gente lo esperaba a la salida y se encontraba un monstruo. Ahora es dos veces monstruo y perdió el encanto del tipo feo, pero culto e inteligente. ¿Quién no se ratoneó con la voz de Betty Elizalde. Y ella sigue orgullosa con sus arrugas.
Gustavo Masutti Llach
Revista Ahora - Diario Crónica
Buenos Aires, Argentina
Septiembre de 2003
domingo, 28 de septiembre de 2003
José Luis Serrano - Doña Jovita: "Luis Juez es el mejor humorista cordobés"
Cada tanto, Buenos Aires mira a Córdoba para buscar talentos en el difícil arte de divertir. Así, de pronto "descubre" artistas como Rodrigo, "La Mona" o Piñón Fijo, que "arden" en el interior, pero llegan a la Capital en silencio. En esa categoría está José Luis Serrano, un nombre que suena poco, pero cuyo personaje, "Doña Jovita", tiene un lugar de privilegio en muchos corazones. La novedad es que se presenta por primera vez en la calle Corrientes con su espectáculo "Mediopollo y otros sucedidos". Pero los porteños ya la conocían gracias a la radio. "Ahora -la voz con tonada cordobesa llega por teléfono desde su teatro de Mina Clavero- estoy fijo en Radio Belgrano (AM 950) los lunes miércoles y viernes a las 9,30 con unos micros, y soy invitado habitual e informal, una o dos veces por semana de "Rapidísimo" (Rivadavia, lunes a viernes de 11 a 13) y, por la tarde, de "Viva la Radio" por Cadena 3 de Córdoba (que en Buenos Aires sale por la FM 99.1)"
-¿Quién es Doña Jovita?
-Es una "viejita con ideología" a la que interpreto desde hace diecisiete años. Te enumero sus adversidades: es pobre, iletrada, abuela, vive en la montaña, es mujer y del interior. Pero tiene la gran ventaja de la sabiduría de quien puede mirar las cosas desde lejos. La "contaminación cultural" le llega, pero ella la digiere reflexionando.
-¿Planteás diferencias al hablar para un oyente de Córdoba o Buenos Aires?
-No, las características del personaje son claras y muy fuertes. Sí tengo que modificarlo cuando voy, cada tanto, a Radio Panda, porque el público es infantil. Pero trabajo siempre con libertad, y como la vieja es verborrágica, siempre se termina entendiendo todo. Además, cuando estoy en la Capital, la sitúo a Jovita ahí, y eso me permite contar sus sensaciones y observaciones sobre la ciudad.
-¿Cuáles son tus reflexiones sobre una ciudad grande?
-Me preocupa que ante la falta de espacio se vayan generando otros
cada vez más pequeños. Me da pena porque me siento agraciado por tener tanto sol y espacio, a la vez que disfruto de la TV satelital y la banda ancha de Internet. Me entero de lo que pasa en el living y a una cuadra y media tengo un caballo para montar.
-¿Jovita es hermitaña?
-No, tiene una radio y todas las mañanas se entera del precio de la lana. Así sabe si puede vender sus ovejas.
-Hablás de ella como si existiera en la realidad. ¿Conocés muchas como ella?
-Desde luego, y no necesariamente son mujeres, porque las vivencias también te las pueden contar los hombres de la montaña. El año pasado conocí a Doña Rita. Para llegar a su casa (buscábamos locaciones para una película de bajo presupuesto) tuvimos que "arruinar" una 4 x 4 porque no hay camino y hubo que avisarle que íbamos un mes antes.
-¿Estuvo en una ciudad alguna vez?
-Rita fue una vez a Villa Dolores (30.000 habitantes) y lo cuenta como quien fue a New York o París. Le compré unas gallinas porque eran
medio salvajes y resistentes al clima y las enfermedades, y me advirtió: "no las vaya a matar, eh". No me recibió el pago porque a los setenta y cinco años no conoce la plata. Tuve que ir "al pueblo" (cuatro casas) y pagarle al "Gringo", del almacén, porque "él sabe". Si vieras la belleza del valle en el que vive... Le pregunté hasta dónde llegaban sus tierras y me contestó: "Vaya para el Norte hasta el sol. A partir de ahí es de otra gente". Fijate la manera de decirme que no me hiciera problemas por eso. Te digo más, cuando nos vio con las cámaras nos pidió: "tráiganme la foto, por favor. Porque nunca en mi vida me vi de cuerpo entero". Claro, si en la casa tiene un espejito para la cara, nomás. De esos personajes de la vida real me nutro para componer a la Jovita.
-Cambiando de tema, hablame de "Mediopollo..."
-Son sucedidos o cuentos muy propios del personaje . No es la misma obra que presentamos en el interior, donde se puede ver "Jovita Super Star", una comedia musical en la que Jovita está en una FM, pobre y comunitaria, que funciona en la Sierra. Uno nunca termina de mostrar algo que gusta y convoca, pero estoy obligado a renovarlo cada dos años porque mucha gente lo ve en Mina Clavero en el verano.
-¿Ese es tu teatro?
-Sí. Es para quinientas personas y los días de calor abrimos el techo y actuamos a la luz de las estrellas. Yo vivo en Traslasierra, que es más chiquito, y está a cuarenta kilómetros.
-Por último, ¿qué explicación le encontrás a que las expresiones culturales que salen de Córdoba y trascienden, pasan siempre por la alegría (el humor, el cuarteto)? ¿No hay drama en tu provincia?
-Indudablemente sí, pero elegimos expresarnos de otra manera. Yo le encuentro la explicación por el lado del carácter contestatario del cordobés.
-¿Que origen tiene?
-simplemente el "bajarle los humos" al facultativo. La Universidad de Córdoba tuvo y tiene mucho peso en la provincia y todo el interior. Y sus estudiantes y egresados tendían a ostentar sus saberes y títulos. Al indio, al que no podía ir o al que vivía en el interior de la provincia no le quedaba otro recurso para defenderse que el chiste. Así, el "negro" reacciona con humor ante la solemnidad del "leido". Y está bien, porque la gente sabia no necesita atropellarte con libros, citas o datos, sino que, por el contrario, suelen ser humildes.
-¿Quién es el humorista más grande que tiene Córdoba en este momento?
-Fijate qué curioso, es Luis Juez, un secretario anticorrupción que puso De la Sota y que se tomó en serio su trabajo. Es graciosísimo a pesar suyo, aún siendo un doctor, y tiene tanta chispa a la hora de hablar que podría decirse que logró sintetizar las dos corrientes que te conté.
Gustavo Masutti Llach
Revista Ahora - Diario Crónica
Buenos Aires - Argentina
Septiembre de 2003
jueves, 4 de septiembre de 2003
Eduardo Colombo: "El Che Guevara fue la personalidad más importante del Siglo XX"
Dice el vehemente Eduardo Colombo, locutor desde 1966: "Ya hace doce años que conduzco 'Despertando con el Gallo Loco' (AM 630, Lunes a viernes de 5 a 7) y cada vez que puedo reivindico la libertad que tenemos en Radio Rivadavia. Sigo pensando, por ejemplo, que el Che Guevara fue la personalidad más importante del Siglo XX y lo digo".
-¿Cómo fueron los inicios?
-Me decían: "¿Quién te va a escuchar a esa hora?". Pero me interesaba porque veía que terminaba mi turno de locutor a la una de la mañana, y hasta las seis no había nada. Y me preguntaba: "¿Qué hace el tipo que se levanta a las cuatro o a las cinco de la mañana para ir a laburar?". Son muchos, sobre todo los que viven en el Gran Buenos Aires. Esa gente, si quería saber si llovía, tenían que asomarse por la ventana. Era como si hubiese ciudadanos de primera y de segunda. Quería que mi programa atendiera tanto al proletario como al ejecutivo (que se levanta a las seis), pasando por la empleada doméstica y el directivo.
-¿Tiene una carga ideológica ese planteo?
-Sí. El programa no es ni partidario ni tendencioso, pero tiene una ideología clara: está al servicio del trabajador. Además, arremetemos siempre contra la hipocresía, porque nos hizo mucho daño como sociedad. No somos los dueños de la verdad, pero planteamos la otra verdad y no practicamos el periodismo del rumor.
-¿Estás en un horario marginal?
-No para la gente, pero sí para los tilingos que manejan las empresas de publicidad, que lo desprecian. Como si nadie comprara yerba o shampoo en ese horario. Mi programa marcó un éxito de público y ahora nos miran ellos y las emisoras colegas, que adelantaron el horario fuerte a las seis, en lo que es la "primera mañana". Con nuestro esquema: humor, información y música. Pero no critico, porque las empresas buscan su negocio.
-¿En lo cultural también?
-No se puede responsabilizar a las discográficas por ser comerciales. ¿Por qué si cuando vendía, en la década del sesenta, tenían mucho folclore y tango? Sí hay que culpar a los gobiernos que permiten una tremenda penetración cultural extranjera y no defienden a lo nuestro. Cuando yo era joven bailábamos rock & roll pero escuchábamos a Cafrune y a Yupanki e íbamos a ver a Pugliese. La década infame de la dictadura no sólo dejó a los desaparecidos sino también un gran hueco en lo cultural, con las prohibiciones.
-¿Cómo se encara un programa a las cinco de la mañana?
-Igual que en cualquier horario, porque hay que ser auténtico. Puedo mantener mi ritmo a la tarde, la mañana, la trasnoche o la madrugada. Lo hice sin caer en exceso, ni la locura frenética, ni hacer FM en AM. Si el éxito de Cacho Fontana fue que hablaba con el idioma de la calle, del promedio. No se disfrazó y fue un gran vendedor, como buen locutor que era.
-¿Cuál es el panorama de la locución actual?
-Cambió a partir de la TV. Los chicos quieren ser divos como Susana, Tinelli o Pergolini. La locución es más humilde y seria: tiene que vender y para eso debe saber cómo y de qué manera decir. Para eso hay que capacitarse. Pero en la conducción de programas, perdimos espacio frente a los periodistas. Y por ley deberían conducir los locutores.
-¿Cómo es eso?
-Vino la moda de los "grandes" periodistas que hacen todo y se pusieron a conducir. Antes los que presentaban las noticias en los noticieros eran locutores: Repetto, Rousselot, Mentesana y tantos. De buenas a primeras aparecieron los periodistas estrellas y las modelitos de turno. Sobre todo en la época menemista, donde se desrreguló casi todo y nos quedamos sin pelea.
-¿Entonces?
-El locutor tiene las mismas obligaciones de hace veinte años, aunque tiene menos lugares para hacerlo. La carrera es más difícil porque se acotó.
-No hay locutores de avisos.
-El de tanda se perdió. Ahora va todo grabado o bajan el audio del aviso de TV. También se perdió el de turno. Antes había cuatro locutores cada ocho horas.
-¿Cuánta gente perdió el trabajo?
-Habría que sacar la cuenta. Cuando estaba en radio Splendid eramos doce locutores por día, más los suplentes. En todas las radios igual.
-¿Por qué ya no hay locutores estrella?
-Perdimos espacio ante los periodistas. Debe ser porque ante la improvisación, gana en naturalidad el que conoce el tema por sobre el que tiene que leer. Es la ley de mercado. El tema es que la ley de radiodifusión marca muy bien cuáles son las funciones del locutor y eso se bastardeó. No entiendo por qué los periodistas vinieron a ocupar nuestro lugar de conductores. Nosotros tenemos quince años de instrucción, nunca vas a escuchar a un locutor puteando.
-¿Los locutores no hacen de periodistas?
-Nooo. Yo puedo hacer una nota o hablar con un invitado. Y tengo seis o siete periodistas en mi programa, a los que les doy el lugar y respeto. Y todos dicen lo que les da la gana. Claro, antes a los canales los manejaba gente de radio. Ahora lo hacen empresas que buscan ganar plata y no les importa si en la pantalla hay un tartamudo (con todo respeto).
Gustavo Masutti Llach
Revista Ahora - Diario Crónica
Buenos Aires - Argentina
Septiembre de 2003
-¿Cómo fueron los inicios?
-Me decían: "¿Quién te va a escuchar a esa hora?". Pero me interesaba porque veía que terminaba mi turno de locutor a la una de la mañana, y hasta las seis no había nada. Y me preguntaba: "¿Qué hace el tipo que se levanta a las cuatro o a las cinco de la mañana para ir a laburar?". Son muchos, sobre todo los que viven en el Gran Buenos Aires. Esa gente, si quería saber si llovía, tenían que asomarse por la ventana. Era como si hubiese ciudadanos de primera y de segunda. Quería que mi programa atendiera tanto al proletario como al ejecutivo (que se levanta a las seis), pasando por la empleada doméstica y el directivo.
-¿Tiene una carga ideológica ese planteo?
-Sí. El programa no es ni partidario ni tendencioso, pero tiene una ideología clara: está al servicio del trabajador. Además, arremetemos siempre contra la hipocresía, porque nos hizo mucho daño como sociedad. No somos los dueños de la verdad, pero planteamos la otra verdad y no practicamos el periodismo del rumor.
-¿Estás en un horario marginal?
-No para la gente, pero sí para los tilingos que manejan las empresas de publicidad, que lo desprecian. Como si nadie comprara yerba o shampoo en ese horario. Mi programa marcó un éxito de público y ahora nos miran ellos y las emisoras colegas, que adelantaron el horario fuerte a las seis, en lo que es la "primera mañana". Con nuestro esquema: humor, información y música. Pero no critico, porque las empresas buscan su negocio.
-¿En lo cultural también?
-No se puede responsabilizar a las discográficas por ser comerciales. ¿Por qué si cuando vendía, en la década del sesenta, tenían mucho folclore y tango? Sí hay que culpar a los gobiernos que permiten una tremenda penetración cultural extranjera y no defienden a lo nuestro. Cuando yo era joven bailábamos rock & roll pero escuchábamos a Cafrune y a Yupanki e íbamos a ver a Pugliese. La década infame de la dictadura no sólo dejó a los desaparecidos sino también un gran hueco en lo cultural, con las prohibiciones.
-¿Cómo se encara un programa a las cinco de la mañana?
-Igual que en cualquier horario, porque hay que ser auténtico. Puedo mantener mi ritmo a la tarde, la mañana, la trasnoche o la madrugada. Lo hice sin caer en exceso, ni la locura frenética, ni hacer FM en AM. Si el éxito de Cacho Fontana fue que hablaba con el idioma de la calle, del promedio. No se disfrazó y fue un gran vendedor, como buen locutor que era.
-¿Cuál es el panorama de la locución actual?
-Cambió a partir de la TV. Los chicos quieren ser divos como Susana, Tinelli o Pergolini. La locución es más humilde y seria: tiene que vender y para eso debe saber cómo y de qué manera decir. Para eso hay que capacitarse. Pero en la conducción de programas, perdimos espacio frente a los periodistas. Y por ley deberían conducir los locutores.
-¿Cómo es eso?
-Vino la moda de los "grandes" periodistas que hacen todo y se pusieron a conducir. Antes los que presentaban las noticias en los noticieros eran locutores: Repetto, Rousselot, Mentesana y tantos. De buenas a primeras aparecieron los periodistas estrellas y las modelitos de turno. Sobre todo en la época menemista, donde se desrreguló casi todo y nos quedamos sin pelea.
-¿Entonces?
-El locutor tiene las mismas obligaciones de hace veinte años, aunque tiene menos lugares para hacerlo. La carrera es más difícil porque se acotó.
-No hay locutores de avisos.
-El de tanda se perdió. Ahora va todo grabado o bajan el audio del aviso de TV. También se perdió el de turno. Antes había cuatro locutores cada ocho horas.
-¿Cuánta gente perdió el trabajo?
-Habría que sacar la cuenta. Cuando estaba en radio Splendid eramos doce locutores por día, más los suplentes. En todas las radios igual.
-¿Por qué ya no hay locutores estrella?
-Perdimos espacio ante los periodistas. Debe ser porque ante la improvisación, gana en naturalidad el que conoce el tema por sobre el que tiene que leer. Es la ley de mercado. El tema es que la ley de radiodifusión marca muy bien cuáles son las funciones del locutor y eso se bastardeó. No entiendo por qué los periodistas vinieron a ocupar nuestro lugar de conductores. Nosotros tenemos quince años de instrucción, nunca vas a escuchar a un locutor puteando.
-¿Los locutores no hacen de periodistas?
-Nooo. Yo puedo hacer una nota o hablar con un invitado. Y tengo seis o siete periodistas en mi programa, a los que les doy el lugar y respeto. Y todos dicen lo que les da la gana. Claro, antes a los canales los manejaba gente de radio. Ahora lo hacen empresas que buscan ganar plata y no les importa si en la pantalla hay un tartamudo (con todo respeto).
Gustavo Masutti Llach
Revista Ahora - Diario Crónica
Buenos Aires - Argentina
Septiembre de 2003
jueves, 28 de agosto de 2003
Silvia Itkin y Maria Iribarren: "Hay mucho para hablar sin necesidad de caer en quién se acuesta con quién"
Aunque tienen una basta trayectoria como columnistas, "Malasentendidas" (lunes a viernes a la medianoche, por Del Plata, AM 1030) es la primera experiencia como conductoras de las periodistas Silvia Itkin y Maria Iribarren. Apoyadas por la locución de Luis Salerno y la producción de Deborah Gorritz y Laura Cukierman, las chicas consiguen hacer un programa de espectáculos y cultura que suena diferente.
-¿El título del programa las define?
(MI)-Tiene su cuota de cinismo. Es un juego de palabras sugerido por un amigo, que nos conoce y refleja el clima de las charlas que solemos tener fuera de micrófono. Sabíamos que si lográbamos llevar ese estilo al aire, tendríamos un programa interesante.
(SI)-También hace referencia a las opiniones cruzadas que a veces tenemos sobre un mismo show. Hay una broma con eso en el título.
-No es común escuchar críticas como las de ustedes. Fundamentadas y duras.
(MI)-No nos queremos pelear con nadie. Sólo aportar nuestra mirada. Eso no significa "matar" a nadie ni que tengamos la verdad.
(SI)-Si ocupás un espacio de comentarista, es obligatorio decir si una película te pareció buena o mala y por qué. La opinión debe trascender el gusto personal, pero tiene nuestra impronta.
-¿Qué importancia tiene la independencia a la hora de opinar?
(SI)-Yo dependo de mi trabajo.
(MI)-Yo de mi neurosis (risas).
(SI)-Tenemos un productor comercial, que compró el espacio en Del Plata, y nos paga.
-Pero no es un canal o una productora de las top.
(SI)-Tienen algunos programas de bajo perfil en la TV. Como sea. Lo importante es que no sentimos la obligación de decir cosas que van en contra de lo que pensamos.
-¿Criticaron programas de su productora?
(SI)-Sí, y en todos los casos comentamos lo que nos parecía, sin condicionamientos.
-No hay chimentos en "Malasentendidas". ¿Es una postura estética, ideológica...?
(MI)-El programa se define por lo que tiene y por lo que le falta. No nos interesa la vida privada de la gente. Hay mucho para hablar sin necesidad de caer en quién se acuesta con quién.
-¿Se reconocen colegas de quienes hacen programas de chimentos?
(SI)-Soy colega de todos los que ejercen el periodismo. Sí me reconozco diferente en el producto.
-¿Qué reacción tuvieron los criticados?
(MI)-En la medida en que des tu opinión y la fundamentes, que no descalifiques sino que bases un juicio estético en parámetros objetivos (no el "me gustó o no me gustó"), no hay problemas. De hecho, no recibimos ninguna queja. Si hasta se lo decimos en los reportajes.
-¿Les pasó?
(MI)-A Claudia Fontán le comentamos al aire que no nos había gustado su película, y no se enojó.
(SI)-Desde luego, podemos ser irónicas, pero en los reportajes radiales debe privar la amabilidad. No el cholulismo, que se entienda, pero para que una entrevista rinda periodísticamente, debe haber buen clima.
(MI)-Tanto productores como actores y directores han sido muy generosos con nosotras. Nadie se negó a hablar y eso es un reconocimiento.
-¿Escuchan radio?
(SI)-Escuchaba más cuando viajaba en auto más seguido. Me gusta Lalo Mir (a la mañana y a la tarde), a veces pongo a Ibarra y no mucho más. Y hago zapping.
(MI)-A la mañana a Mario (Pergolini) y muchos programas de música. En general, si no pongo a la Rock & Pop es Aspen.
-¿Y a la competencia?
(SI)-No, porque estamos trabajando.
-Muy diplomático.
(SI)-Pero cierto. Además los conocemos, pero no grabamos a Dolina o a Laura Ubfal para ver en qué andan. Dolina me gustaba en los ochentas pero admiro a los que tienen voluntad de cambio y él está haciendo lo mismo. Laura es una tipa que hace mucho que está en el medio y su programa tiene un formato y una actitud diferente al nuestro. No tengo más para decir. En Radio Diez no sé que hay.
(MI)-Bueno, por principio, Radio Diez no la escucho. Y si el taxista la tiene tiene puesta, le pido que la apague o me bajo.
(SI)-A mí me divierte Chiche Gelblung.
(MI)-Nada. En cambio, a mí me gusta Dolina y que a lo largo del tiempo haya creado una marca. También que sus códigos con el público no necesiten ser explicados. Y, con la misma estructura, se renueva todos los días.
(SI)-Ahí tenés las diferencias de criterio que hablamos al principio.
-¿Les llegaron las planillas de rating?
(SI)-Las estamos buscando. Nos chimentaron que estamos bien ubicadas. En la general, Del Plata estaba séptima y ahora va quinta.
(MI)-De todos modos, las planillas de radio llegan con dos meses de atraso y no son muy determinantes.
-Sin las planillas, ¿cómo testean al programa?
(SI)-Estamos bien con la cantidad y la calidad de los anunciantes. Si tenés una producción independiente es importante, porque implica la continuidad al aire. Además, en la dinámica diaria del trabajo, aprendés a percibir cómo funcionan las cosas. A veces no tiene que ver con una planilla de rating o una tanda, sino por el reconocimiento de los pares y de los actores.
(MI)-Hay una sección,"La Trivia", en la que hacemos una pregunta y la gente gana premios. Ahí llegan muchos llamados de oyentes. A mi me sorprende la devolución de los colegas porque en este medio nadie te regala nada.
-¿Son socias de APTRA?
-No.
-¿Qué opinan de la institución?
(MI)-No sé en qué momento empezó a tener una política confusa. Me refiero al sistema de adjudicación de la transmisión, y a los ganadores de los Martín Fierro. Se hicieron públicos sus problemas financieros y no sé hasta qué punto quedaron saldados. No en el sentido de que hayan sacado del medio a los que pudieron haber metido "la mano en la lata", o cobrado "sobres bajo la mesa" sino que, como institución, había que asumir públicamente que esto ocurrió, anunciar las medidas para que no ocurra de nuevo y todo el mundo tranquilo. Con respecto a los premiados, hay una pereza de APTRA para discutir los rubros y para votar a los premiados. En las ternas estamos todos de acuerdo, pero al final gana "lo más fácil", siempre los mismos.
Gustavo Masutti Llach
Revista Ahora - Diario Crónica
Buenos Aires - Argentina
Agosto de 2003
-¿El título del programa las define?
(MI)-Tiene su cuota de cinismo. Es un juego de palabras sugerido por un amigo, que nos conoce y refleja el clima de las charlas que solemos tener fuera de micrófono. Sabíamos que si lográbamos llevar ese estilo al aire, tendríamos un programa interesante.
(SI)-También hace referencia a las opiniones cruzadas que a veces tenemos sobre un mismo show. Hay una broma con eso en el título.
-No es común escuchar críticas como las de ustedes. Fundamentadas y duras.
(MI)-No nos queremos pelear con nadie. Sólo aportar nuestra mirada. Eso no significa "matar" a nadie ni que tengamos la verdad.
(SI)-Si ocupás un espacio de comentarista, es obligatorio decir si una película te pareció buena o mala y por qué. La opinión debe trascender el gusto personal, pero tiene nuestra impronta.
-¿Qué importancia tiene la independencia a la hora de opinar?
(SI)-Yo dependo de mi trabajo.
(MI)-Yo de mi neurosis (risas).
(SI)-Tenemos un productor comercial, que compró el espacio en Del Plata, y nos paga.
-Pero no es un canal o una productora de las top.
(SI)-Tienen algunos programas de bajo perfil en la TV. Como sea. Lo importante es que no sentimos la obligación de decir cosas que van en contra de lo que pensamos.
-¿Criticaron programas de su productora?
(SI)-Sí, y en todos los casos comentamos lo que nos parecía, sin condicionamientos.
-No hay chimentos en "Malasentendidas". ¿Es una postura estética, ideológica...?
(MI)-El programa se define por lo que tiene y por lo que le falta. No nos interesa la vida privada de la gente. Hay mucho para hablar sin necesidad de caer en quién se acuesta con quién.
-¿Se reconocen colegas de quienes hacen programas de chimentos?
(SI)-Soy colega de todos los que ejercen el periodismo. Sí me reconozco diferente en el producto.
-¿Qué reacción tuvieron los criticados?
(MI)-En la medida en que des tu opinión y la fundamentes, que no descalifiques sino que bases un juicio estético en parámetros objetivos (no el "me gustó o no me gustó"), no hay problemas. De hecho, no recibimos ninguna queja. Si hasta se lo decimos en los reportajes.
-¿Les pasó?
(MI)-A Claudia Fontán le comentamos al aire que no nos había gustado su película, y no se enojó.
(SI)-Desde luego, podemos ser irónicas, pero en los reportajes radiales debe privar la amabilidad. No el cholulismo, que se entienda, pero para que una entrevista rinda periodísticamente, debe haber buen clima.
(MI)-Tanto productores como actores y directores han sido muy generosos con nosotras. Nadie se negó a hablar y eso es un reconocimiento.
-¿Escuchan radio?
(SI)-Escuchaba más cuando viajaba en auto más seguido. Me gusta Lalo Mir (a la mañana y a la tarde), a veces pongo a Ibarra y no mucho más. Y hago zapping.
(MI)-A la mañana a Mario (Pergolini) y muchos programas de música. En general, si no pongo a la Rock & Pop es Aspen.
-¿Y a la competencia?
(SI)-No, porque estamos trabajando.
-Muy diplomático.
(SI)-Pero cierto. Además los conocemos, pero no grabamos a Dolina o a Laura Ubfal para ver en qué andan. Dolina me gustaba en los ochentas pero admiro a los que tienen voluntad de cambio y él está haciendo lo mismo. Laura es una tipa que hace mucho que está en el medio y su programa tiene un formato y una actitud diferente al nuestro. No tengo más para decir. En Radio Diez no sé que hay.
(MI)-Bueno, por principio, Radio Diez no la escucho. Y si el taxista la tiene tiene puesta, le pido que la apague o me bajo.
(SI)-A mí me divierte Chiche Gelblung.
(MI)-Nada. En cambio, a mí me gusta Dolina y que a lo largo del tiempo haya creado una marca. También que sus códigos con el público no necesiten ser explicados. Y, con la misma estructura, se renueva todos los días.
(SI)-Ahí tenés las diferencias de criterio que hablamos al principio.
-¿Les llegaron las planillas de rating?
(SI)-Las estamos buscando. Nos chimentaron que estamos bien ubicadas. En la general, Del Plata estaba séptima y ahora va quinta.
(MI)-De todos modos, las planillas de radio llegan con dos meses de atraso y no son muy determinantes.
-Sin las planillas, ¿cómo testean al programa?
(SI)-Estamos bien con la cantidad y la calidad de los anunciantes. Si tenés una producción independiente es importante, porque implica la continuidad al aire. Además, en la dinámica diaria del trabajo, aprendés a percibir cómo funcionan las cosas. A veces no tiene que ver con una planilla de rating o una tanda, sino por el reconocimiento de los pares y de los actores.
(MI)-Hay una sección,"La Trivia", en la que hacemos una pregunta y la gente gana premios. Ahí llegan muchos llamados de oyentes. A mi me sorprende la devolución de los colegas porque en este medio nadie te regala nada.
-¿Son socias de APTRA?
-No.
-¿Qué opinan de la institución?
(MI)-No sé en qué momento empezó a tener una política confusa. Me refiero al sistema de adjudicación de la transmisión, y a los ganadores de los Martín Fierro. Se hicieron públicos sus problemas financieros y no sé hasta qué punto quedaron saldados. No en el sentido de que hayan sacado del medio a los que pudieron haber metido "la mano en la lata", o cobrado "sobres bajo la mesa" sino que, como institución, había que asumir públicamente que esto ocurrió, anunciar las medidas para que no ocurra de nuevo y todo el mundo tranquilo. Con respecto a los premiados, hay una pereza de APTRA para discutir los rubros y para votar a los premiados. En las ternas estamos todos de acuerdo, pero al final gana "lo más fácil", siempre los mismos.
Gustavo Masutti Llach
Revista Ahora - Diario Crónica
Buenos Aires - Argentina
Agosto de 2003
viernes, 22 de agosto de 2003
lunes, 4 de agosto de 2003
Jorge Bocacci: "Me escuchan hasta en China"
Veterano en las lides de trasnochar (lleva casi quince años en diferentes emisoras), el tanguero Jorge Bocacci arremete cada madrugada en "Bocacci: Música y noticias" (Mitre, AM 790, lunes a viernes de 1 a 5,30 junto a Fabrizio López y la operación técnica de Marcelo Nelli, Juan Carlos Pitman, Eduardo Seidedos y Diego Roldán). Pero no es el de siempre. "No soy el clásico Bocacci -confiesa-, aunque la esencia y la estructura se mantienen. Además, el porcentaje de tangos sigue siendo alto".
-¿Qué cambió?
-Agregamos la difusión de la música folclórica, latinoamericana, latina y boleros, que a la gente del tango le pega bien. En cuanto al formato, hay mucha más información, lectura de los titulares de los diarios, desarrollo de algunas noticias y hasta me engancho a hacer comentarios de tipo editorial. También hay participación de los oyentes, cuyos mensajes salen al aire. Además estoy más gracioso. ¡Si hasta cuento chistes! Descubrí que lo que más celebra la gente es cuando me tiento de risa.
-¿Cuánto tuvo que ver Fabrizio López?
-Mucho, porque me sacó el smoking y el almidón. El es un compañero al que descubrí en Mitre. Tiene una frescura juvenil y una espontaneidad que me encantan. Porque ante cualquier impronta mía él la toma y la convierte en una situación risueña. Esto es muy difícil de lograr en ese horario tan complicado.
-¿Qué particularidad tiene el oyente de madrugada?
-Que es muy fiel. No te abandona fácilmente, escucha todo y con mucha atención. Y guay de que te equivoques en un dato histórico, geográfico o musical, porque ya está llamando para corregirte. En el silencio de la noche se escucha hasta la respiración del locutor. La vorágine del día no te lo permite.
-¿El público de programas de tango es en su mayoría masculino?
-No. Aunque es un poco difícil de decir porque las que llaman por teléfono son las mujeres (setenta por ciento). El hombre llama por un homenaje o para averiguar algo. Ellas te hacen compañía o te mandan saludos, son más afectuosas. Quizás ahora que agregamos lo romántico hayamos engrosado el público femenino.
-Con ese clima intimo de madrugada, y teniendo en cuenta que te escucha mucha gente sola, ¿se enamoró alguna oyente de tu voz?
(Enrojece)-Y... a veces uno advierte en los llamados o en alguna carta esa inclinación. No sé si por la voz sino porque me tienen visto. A Fabrizio, por su voz varonil, se le suman muchas chicas. Más que a mí, que ya conocen mi perfil.
-¿Nunca tuviste un romance con una oyente?
-A ver, a ver...
-Si tenés que pensar tanto...
-La verdad es que nunca lo busqué. Siempre traté de separar los temas. Uno tiene ese prejuicio de que hay que respetar al oyente en todo. Tal vez en los bailes (donde es presentador) era diferente, porque el trato era directo.
-Cambiando de tema. ¿Hasta cuando tenés contrato?
-Se renueva automáticamente cada tres meses. En estos dos años y medio fue así y mi termómetro dice que no tendré problemas en el futuro, porque el programa suena. Está mal que lo diga, pero donde voy encuentro a mis oyentes. No me sorprende, por la calidad de la emisora y por la continuidad de lo mío. Si hasta nos escuchan en China, por Internet (me mandaron varios e-mail), porque en todo el mundo buscan el tango con desesperación.
-¿El tango tiene apoyo oficial?
-No. En el país del tango no tiene un programa en TV abierta. En la ciudad del tango no hay un local bailable en la emblemática calle Corrientes. Cuando presenté a Cacho Castaña en el Gran Rex, dije: "Bienvenido el tango a la calle Corrientes" y me aplaudieron a rabiar. Pensar que hasta no hace mucho había cien palcos en los que se cruzaban Troilo con Di Sarli, De Angelis con Tanturi y Fresedo con Pugliese. Tampoco se enseña en las escuelas. El estado no apoya. Hay algunas intenciones de la Secretaría de Cultura para apoyar jóvenes valores, pero una flor no hace primavera. Debería ser un movimiento firme.
-En su momento se había anunciado que se lo iba a explotar turísticamente.
-Se hizo algo en París, pero lo habrán disfrutado los franceses, los argentinos que están allá o los que pueden viajar. Es acá donde hay que apoyar y contagiar a la juventud. Desde la televisión a los espectáculos callejeros. Con nivel y más allá de la moda de los turistas que vienen a bailar. Igual, no pierdo la fe en que alguna vez se apoye a nuestra música. Porque un país que descuida sus raíces culturales no tiene un futuro serio.
-¿Alguna vez te consultó alguna administración a vos o a tus colegas?
-Jamás. Por mi experiencia radial se sabe que soy un tipo que entiende del tema, pero nunca fui un referente de consulta. Debe ser porque soy popular. Y los comunicadores tenemos mucho para aportar en cuanto a cómo formar un movimiento nacional de protección de nuestra cultura musical. Hay que llegarle al joven igual que lo hacen con las canciones de otras latitudes. Con difusión se puede lograr. Hoy, para escuchar un tango en la radio tenés que esperar a la madrugada. Y yo a la tarde tuve un éxito enorme en Radio Argentina, por ejemplo. Iba primero por encima de Cacho Fontana. Eso se podría repetir en cualquier momento.
Gustavo Masutti Llach
Revista Ahora - Diario Crónica
Buenos Aires - Argentina
Agosto de 2003
-¿Qué cambió?
-Agregamos la difusión de la música folclórica, latinoamericana, latina y boleros, que a la gente del tango le pega bien. En cuanto al formato, hay mucha más información, lectura de los titulares de los diarios, desarrollo de algunas noticias y hasta me engancho a hacer comentarios de tipo editorial. También hay participación de los oyentes, cuyos mensajes salen al aire. Además estoy más gracioso. ¡Si hasta cuento chistes! Descubrí que lo que más celebra la gente es cuando me tiento de risa.
-¿Cuánto tuvo que ver Fabrizio López?
-Mucho, porque me sacó el smoking y el almidón. El es un compañero al que descubrí en Mitre. Tiene una frescura juvenil y una espontaneidad que me encantan. Porque ante cualquier impronta mía él la toma y la convierte en una situación risueña. Esto es muy difícil de lograr en ese horario tan complicado.
-¿Qué particularidad tiene el oyente de madrugada?
-Que es muy fiel. No te abandona fácilmente, escucha todo y con mucha atención. Y guay de que te equivoques en un dato histórico, geográfico o musical, porque ya está llamando para corregirte. En el silencio de la noche se escucha hasta la respiración del locutor. La vorágine del día no te lo permite.
-¿El público de programas de tango es en su mayoría masculino?
-No. Aunque es un poco difícil de decir porque las que llaman por teléfono son las mujeres (setenta por ciento). El hombre llama por un homenaje o para averiguar algo. Ellas te hacen compañía o te mandan saludos, son más afectuosas. Quizás ahora que agregamos lo romántico hayamos engrosado el público femenino.
-Con ese clima intimo de madrugada, y teniendo en cuenta que te escucha mucha gente sola, ¿se enamoró alguna oyente de tu voz?
(Enrojece)-Y... a veces uno advierte en los llamados o en alguna carta esa inclinación. No sé si por la voz sino porque me tienen visto. A Fabrizio, por su voz varonil, se le suman muchas chicas. Más que a mí, que ya conocen mi perfil.
-¿Nunca tuviste un romance con una oyente?
-A ver, a ver...
-Si tenés que pensar tanto...
-La verdad es que nunca lo busqué. Siempre traté de separar los temas. Uno tiene ese prejuicio de que hay que respetar al oyente en todo. Tal vez en los bailes (donde es presentador) era diferente, porque el trato era directo.
-Cambiando de tema. ¿Hasta cuando tenés contrato?
-Se renueva automáticamente cada tres meses. En estos dos años y medio fue así y mi termómetro dice que no tendré problemas en el futuro, porque el programa suena. Está mal que lo diga, pero donde voy encuentro a mis oyentes. No me sorprende, por la calidad de la emisora y por la continuidad de lo mío. Si hasta nos escuchan en China, por Internet (me mandaron varios e-mail), porque en todo el mundo buscan el tango con desesperación.
-¿El tango tiene apoyo oficial?
-No. En el país del tango no tiene un programa en TV abierta. En la ciudad del tango no hay un local bailable en la emblemática calle Corrientes. Cuando presenté a Cacho Castaña en el Gran Rex, dije: "Bienvenido el tango a la calle Corrientes" y me aplaudieron a rabiar. Pensar que hasta no hace mucho había cien palcos en los que se cruzaban Troilo con Di Sarli, De Angelis con Tanturi y Fresedo con Pugliese. Tampoco se enseña en las escuelas. El estado no apoya. Hay algunas intenciones de la Secretaría de Cultura para apoyar jóvenes valores, pero una flor no hace primavera. Debería ser un movimiento firme.
-En su momento se había anunciado que se lo iba a explotar turísticamente.
-Se hizo algo en París, pero lo habrán disfrutado los franceses, los argentinos que están allá o los que pueden viajar. Es acá donde hay que apoyar y contagiar a la juventud. Desde la televisión a los espectáculos callejeros. Con nivel y más allá de la moda de los turistas que vienen a bailar. Igual, no pierdo la fe en que alguna vez se apoye a nuestra música. Porque un país que descuida sus raíces culturales no tiene un futuro serio.
-¿Alguna vez te consultó alguna administración a vos o a tus colegas?
-Jamás. Por mi experiencia radial se sabe que soy un tipo que entiende del tema, pero nunca fui un referente de consulta. Debe ser porque soy popular. Y los comunicadores tenemos mucho para aportar en cuanto a cómo formar un movimiento nacional de protección de nuestra cultura musical. Hay que llegarle al joven igual que lo hacen con las canciones de otras latitudes. Con difusión se puede lograr. Hoy, para escuchar un tango en la radio tenés que esperar a la madrugada. Y yo a la tarde tuve un éxito enorme en Radio Argentina, por ejemplo. Iba primero por encima de Cacho Fontana. Eso se podría repetir en cualquier momento.
Gustavo Masutti Llach
Revista Ahora - Diario Crónica
Buenos Aires - Argentina
Agosto de 2003
lunes, 28 de julio de 2003
Nora Perlé: "A los hombres, en la radio, se les permite la mediocridad""
La pareja de perritos (un yorkshire y su hijita, cruza con maltesa) están convencidos de que son feroces guardianes e interpretan ruidosamente su papel. Su dueña, la locutora Nora Perlé los mira con ternura, suspira, y sonríe para las fotos. Referente obligado de las locutoras, asegura:"...a pasar de que me recibí hace cuarenta y dos años, no dejo de aprender".
-Ni de trabajar. Ahora estás en tres radios.
-Sí. En la OnceDiez (AM 1110) tengo micros de teatro, en el programa "Luces, vivo... Buenos Aires", donde hablo de la obra y entrevisto a actores y directores. En Mitre (AM 790) hago "Canciones son amores" (sábados de 20 a 0 y domingos de 21 a 0), que es un poquito más convencional pero no por eso deja de estar bien armadito.
-¿Cuál es su objetivo?
-No ser un "pasadiscos", porque eso está superado y no tendría sentido en AM. Además tiene la particularidad de que recibo ciento veinte e-mails del exterior por emisión. Se escucha mucho afuera, por Internet. Debe ser por la diferencia de horario. Eso me viene bárbaro porque uno de mis anunciantes consiguió exportar sus productos gracias al programa. Imaginate la publicidad que significa para nosotros eso.
-¿Y el de Nacional, "Según pasan los tangos" (AM 870, sábados de 18 a 19,30)?
-Es entrañable desde la cortina. Porque la grabó en su casa, y me la regaló, Oscar Cardozo Ocampo y es una versión libre, en tiempo de tango, de "Según pasan los años". La idea del programa pasa por la investigación. Tengo mucha bibliografía y discografía y, además, como no soy experta, consulto a las fuentes, como la Academia Nacional del Tango.
-¿Usás Internet?
-No, me niego. Soy a la antigua y no la sé usar. Imaginate que me resisto a aprender a escribir a máquina...
-¿Cómo mantenés la identidad con propuestas tan diferentes?
-Soy una cronista de lo cotidiano que trata de ir siempre un poco más allá. Tiendo a lo ecléctico aunque hay cosas que me gustan más que otras. Lo mío es la música, no el periodismo. No se me ocurriría hacer un programa político, por ejemplo, más allá de que soy una ciudadana con discernimiento. Tampoco me postulo porque no nací para eso.
-¿Qué espera la gente de vos?
-Esperan que les dé algo más. La reflexión, el pensamiento, la lectura de un poema, un cuento o una buena canción. Eso puedo hacerlo en Mitre y, con la temática acotada a lo ciudadano, en Nacional. Mis programas musicales son serios, no soy un "tocadiscos". Para eso, la gente pone un CD en su casa.
-¿Escuchás radio?
-Sí, soy fundamentalmente una enamorada de la AM. Escucho Mitre en todos sus horarios y hago zapping. En Contiental lo elijo a Orlando Barone. Me encanta porque es un tipo honesto, frontal y sin condicionamientos. Por la noche leo y miro programas periodísticos por televisión. También veo mucho cine.
-¿Qué tendencia observás en la locución femenina?
-Te hablo de FM que es donde más se escuchan las voces femeninas. Ya pasó la etapa de la locutora melosa y mimosa, eso está superado. Pero lamentablemente se fue hacia una uniformidad: la radio pasatista. Hoy todas las muchachitas salen igual y no se distingue una de otra. Eso me duele.
-¿Es una exigencia empresarial o falta de talento?
-Me lo pregunto siempre. Me imagino que debe ser lo que le piden las empresas. En una época nos imitaban a las pioneras de esto, pero mal.
-¿Por qué?
-Porque nosotras, para el oído advertido, eramos todas distintas, no había uniformidad. No éramos las "franeleras del aire" y nada más. Teníamos nuestro estilo propio. Como te decía, nos imitaron y nos "uniformaron" y ahora se pasaron al bando del "todo bien". Parece que, para las muchachitas que transitan un espacio periférico, es un pecado profundizar en un pensamiento. No pasa lo mismo con las chicas que están en el periodismo.
-Con los hombres locutores no ocurre. Más allá de la calidad, todos tienen su estilo.
-Te voy a decir lo que pasa. Pareciera que las mujeres deben rendir permanentemente exámen de idoneidad y perfección. A los hombres, en la radio, se les permite la mediocridad. Esto es así irremediablemente.
-¿Quiénes?
-No tengo por qué dar nombres. Pero con un chequeo rápido por el dial, te das cuenta de que el aire está lleno de mediocres varones y pocas mediocres femeninas. Las mujeres no tienen espacio.
-¿Por lo menos los dos sexos cobran igual?
-Hay una tendencia a minimizar el trabajo de las locutoras. Aquellas que luchamos en contra de eso, seguimos adelante. Hubo mujeres que empezaron un programa y a los dos o tre meses se lo levantaron. En cambio, a esos señores sin condiciones ni talento, los vas a ver salir del aire y enseguida, al poco tiempo, están de nuevo en el ruedo. Si a nosotras nos va mal podemos desaparecer para siempre.
-¿La sociedad, los medios o la radio es machista?
-Si me pongo a patalear contra los machistas, me estaría encasillando, y no quiero. Lo que digo es que a las mujeres no les dan tiempo para madurar sus productos en el aire. Hay chicas a las que se nota que tienen talento, pero les faltan horas de vuelo.
Gustavo Masutti Llach
Revista Ahora - Diario Crónica
Buenos Aires - Argentina
Julio de 2003
lunes, 30 de junio de 2003
Humberto Tortonese: "Lo zarpado queda para la radio"
Abre mucho los ojos cuando quiere enfatizar una idea y se muestra relajado y locuaz, sobre todo después de una caipiroshka y un mojito, que no le restan lucidez. Dos virtudes de Humberto Tortonese: su talento como actor y su desfachatez a la hora de opinar. Todavía se recuerdan sus participaciones en "El show de Antonio Gasalla", junto a Alejandro Urdapilleta y ya volvió a "pegar" fuerte con un nuevo personaje, la desopilante diputada Gazcón, que brilla en el programa de Susana Giménez. "Me divierte mucho hacerlo", reconoce.
-¿Cómo te llegó la propuesta?
-Me llamó el productor, Luis Cela, y fui con ciertos reparos porque me habían ofrecido algo en el 2000 y no nos pusimos de acuerdo. Buscaban una participación en vivo y así apareció la Gazcón, que es un personaje que yo tenía para divertirme (no suelo sacarlos de la galera).
-Definila.
-Es una diputada putona y absolutamente menemista. Que, como es corrupta y está acomodada en todo, es ideal para estos tiempos. Y tiene un estilo diferente al Porelortti de Fernando Peña.
-¿Cómo te llevás con Susana?
-Tenía mis dudas sobre la química en vivo, pero la verdad es que me llevo bárbaro. Es muy buena "rebotera" y cuando ella se divierte se sabe que el público también.
-¿Cuánto va guionado?
-Los guiones los armo con Carlos Barragán, que también me ayuda en la radio (está en "Tarde Negra", junto a Eli Vernaci en la Rock & Pop). Tengo que llevar una base y, si se improvisa, mejor. Ella nunca quiere saber cómo termina porque quiere sorprenderse.
-¿Tenés que leer los diarios?
-Trato de informarme, pero cuando armo una historia, la realidad siempre me supera. Ya me pasaba en lo de Gasalla cuando hablábamos de suicidios muy particulares que después ocurrían.
-¿Una realidad bizarra te obliga a ser más vanguardista?
-Sí, porque para sorprender tenés que ir siempre un paso más allá. Pero en la Argentina ya se ha dicho de todo...
-... hasta poemas a las pijas por televisión.
(Se ríe)- Bueno, era un muy buen poema y se podía recitar a las doce de la noche.
-Ahora te cuidás con el lenguaje y los temas.
-Sí, pero tengo mucha libertad. Si me adapto al horario puedo decir cualquier cosa. Al principio estaban todos asustados y me prevenían, ahora se calmaron y quieren más. Lo zarpado queda para la radio.
-Me comentaron que hay taxistas que los escuchan pero cuando suben pasajeros los tienen que sacar.
-A mí también. Sobre todo cuando los pasajeros son personas mayores. Del mismo modo que hay otros que les dicen (imposta una voz grave) "Señora, si no le gusta bajesé". Con la Negra Vernaci tengo una gran conexión y eso sale al aire. Es una hermandad muy divertida. Ella sabe y te enseña muchísimo.
-Y el Comfer los escucha con cuchillo y tenedor.
-Sí (se ríe) pero ahora están más tranquilos. Como...
-...entregados.
-¡Ojalá se entregaran de una vez y se dejaran de joder!
-¿Te gustaría hacer algo tuyo sólo en TV o radio?
-Nunca lo pensé porque tengo otros medios para expresarme como el teatro.
-¿Esta participación con Susana es lo más popular que hiciste?
-Podría ser. Pero con Gasalla tenía muchísimo rating e iba por ATC, que se veía en todo el país. Era una época de oro. Además ese programa era todo de humor, acá sos un respiro. Con su capacidad, Antonio tendría que tener su propio programa de nuevo. Pero se debe haber cansado.
-A propósito, compartís programa con Gasalla de nuevo.
-Sí, él estaba que sí, que no, pero sigue con su Mamá Cora. Como a él me gusta meter chistes que tienen que ver con lo escatológico y lo mortuorio. Claro, es difícil adecuarlos al personaje y al ámbito.
-En el 2000 no aceptaste ir con Susana porque no te satisfizo la oferta económica. ¿Esta vez te adaptaste?
-Todos los argentinos nos adaptamos a un montón de cosas (sonríe). Lo que pasó fue que aquella vez tenía mucho trabajo programado (teatro, cine y radio). Me tenía que meter en un quilombo desgastante y pedí una guita como para que valiera la pena el esfuerzo. Esta vez estaba Cela y la propuesta fue distinta, más respetuosa.
-Hay que mimarlo al actor ¿no?
-Y... un poco sí. Eso es lo que debe saber un buen productor: a veces no importa tanto la guita sino cómo te tratan. Si te sentís bien, laburás bien. En este momento estoy mucho más tranquilo de lo que me imaginaba. Y así puedo sacar lo mío sin problemas. Es que el olvido para una actor es terrible.
-Hace diez años decías que estar en la tele era venderle el alma al diablo.
-Diez años en la vida de una persona es mucho tiempo.
-¿Cambió la tele?
-No, a ver (piensa). Cuando dije eso la TV era un mundo de mucho poder. El poder estaba ahí. Entonces, cuando te vendías a eso, te chupaban. Porque hacían de vos un producto y te cambiaban. El tiempo te da la fuerza y la confianza necesarias para saber que eso no te va a pasar. El "ahora me meto y ahora no", el estar seis meses sin laburar, sin guita, y decir "¡Nadie me quiere, no sirvo para nada!", sirven. Una vez que pasás por todo eso, te equilibrás.
-¿Te sacaste prejuicios para trabajar con Susana?
-Siiií. En realidad, siempre fue otra cosa. Por ejemplo, Mirtha Legrand es la señorota y qué se yo. Susana es una artista popular. Claro, ir del underground a lo de la Gimenez es extraño. Yo hice todo el camino, pasando por Gasalla y el teatro oficial.
-¿Cuál es tu límite ético?
-Hay cosas que no haría. En TV siempre hice lo que quise, cosas que tuvieron que ver con mi placer. Hace poco le negué una nota a InfoBAE y si te toca ir a Canal 9 te persignás antes de entrar. Sobre todo ahora que pasaron las elecciones. Deberían poner la señal de ajuste todo el día.
-Verónica Llinás me dijo que una vez un punk la acusó de haberse vendido.
-Claro, pero ella laburó en tiras. Yo nunca lo haría pero no por principios sino porque no aguantaría el ritmo. Tampoco me puse a hacer la de Nito Artaza para facturar.
-¿Te pasó lo de Verónica?
-Una vez un borracho mal me dijo agresivo: "¿Te acordás de mí? ¡Qué te vas a acordar si estás en la tele! Les da bronca. Me puse a explicarle hasta que me di cuenta de lo que estaba haciendo. El público es maravilloso pero tremendo.
-Y encima llegaste al festival de Cannes.
-Sí, con una película de personajes marginales donde hago de un travesti ("La Cruz del Sur") que nos costó muchísimo y que yo pensaba "¿quién nos va a ir a ver?"
-¿Te cruzaste con Nicole Kidman o Schwarzenegger?
-Eso de que te la pasás de fiesta en fiesta y tomando champagne en un barco es verdad. Todas las noches había una diferente y estabamos cansados, no queríamos ir. Sí, te cruzabas a las estrellas de Hollywood en los salones, pero como no los admiro, no me provocó nada. El día que exhibieron la peli nos sentamos atrás, en el suelo. Y me agarré una depresión bárbara porque se sabe que los críticos van y vienen, pero lo que yo veía era que la gente se iba de la sala. Encima sin dormir y con los ojos inyectados. ¡Alquilar un esmoquin es carísimo! Y los VIP la pasan peor porque están obligados a ir a todos lados y no pueden ni salir a la calle.
-¿Y los premios?
-Creí que ganaba la de Babenco, pero se la dieron a la de Gus Van Sant, que es una porquería. Aburridísima y lenta. Lo que pasa es que, como los franceses se opusieron a los yanquis en la guerra, le premian una película estúpida para decir "ojo que no somos enemigos". Es como dice Urdapilleta: "Sudamérica es maravillosa". A la larga amás lo de acá. Ojalá el gobierno de Kirchner se ponga a tiro.
-¿Cómo sería?
-Que termine con el hambre y la miseria. No va a ser fácil. Por eso me encantó escuchar a Fidel hablar de cosas elementales como la salud, la educación y la alimentación. Podés discutir todo, pero esas bases deben estar. Hay un optimismo y una esperanza rarísimos. No como hace unos años, cuando se postulaba cualquiera porque la gente odiaba a los políticos. Sobre todo porque nos pusieron a votar a Kirchner, que ni lo conocemos, para que no suba Menem. Raro.
-¿Vos qué votaste?
-Iba a votar a Lilita pero ¿qué iba a poder hacer ella? Puse en el sobre a Alfredo Bravo y por lo menos se fue al cielo con mi voto.
Gustavo Masutti Llach
Revista Ahora - Diario Crónica - Buenos Aires
Junio de 2003
domingo, 15 de junio de 2003
Horacio Caride y Fabricio López: "Porta nos dijo: 'Son como un número cinco. Los ponemos al lado de una figura y lo hacen brillar'".
Con esfuerzo y perseverancia, el periodista Horacio Caride y el locutor Fabricio López consiguieron hacerse un espacio propio en la "primera" de la radiofonía nacional. Nada menos que "Domingo Tempranísimo" (Mitre, AM 790, domingos de 7 a 10, junto a Eduardo Bonello, Rubén Sandoval, Eduardo Seisdedos y Claudio Díaz Colodrero), una marca registrada de los fines de semana. "La respuesta del público es maravillosa -señala Caride-. Tenemos una enorme cantidad de llamados de oyentes y en el rating: cuando no estamos primeros, estamos segundos. Tiene que ver que la crisis económica hace que no todos puedan comprar los diarios y nosotros seleccionamos las mejores noticias, reportajes y artículos y los leemos".
-¿Cuál es su público?
(C)-Le hablamos a la gente de treinta años para arriba porque es raro que un pibe esté escuchando AM ese día a esa hora. Aunque, nos encontramos con varias sorpresas. Nos escuchan jóvenes, gente del ambiente y una vez nos llamó Mirtha Legrand para hacer una aclaración sobre algo que habíamos leido. Nos imaginamos a nuestro oyente ideal remoloneando en la cama. Tenemos que acompañarlo, no levantarlo a la fuerza como en la semana. No hay que hacer tanto ruido.
-¿Cuáles son sus roles?
(C)-A mí me tocan las noticias "duras": política y economía.
(L)-Yo soy el que pone la parte alegre. Me encargo del espectáculo, las noticias curiosas, información general y las notas de color. Por suerte nos complementamos muy bien.
(C)-Somos algo así como Jack Lemmon y Walther Matteau en "Extraña Pareja" y funcionamos bien de ese modo. Juntarnos fue una decisión acertada de Porta (gerente de la radio). Aunque tengo que confesar que al principio no me lo bancaba.
(L)-Yo tampoco a él.
-¿Por qué?
(L)-La exigencia que me puso Horacio un domingo a la mañana no la había sufrido nunca. Pero con el tiempo me di cuenta de que aprendí mucho a su lado.
(C)-Fabricio surgió como reemplazante y quedó. Al principio me enojaba con él porque cuando me tomaba muy en serio los análisis políticos, él salía con un chiste y yo pensaba que se iba de mambo. Después me dejé llevar por la cotidianeidad del domingo. Me saqué el corset y la química se dio naturalmente.
-El horario tiene sus particularidades.
(L)-Y las sabemos aprovechar. Por ejemplo, somos de los pocos que le damos bolilla al interior (soy de Goya, Corrientes) y tratamos de leer los diarios de todo el país .
(C)-Así como también pensamos en el exiliado económico que nos escucha por Internet en el exterior y se le pianta un lagrimón. El tono es más relajado.
-¿Qué los diferencia del resto?
(L)-No todos vienen una hora antes del programa para estar bien despiertos a las siete de la mañana. Eso se nota al aire, sobre todo un domingo.
(C)-Tampoco tenemos material propio. Competimos contra programas que hacen reportajes y eso es más fácil. Nosotros tenemos que buscarle la vuelta y el contexto a todo lo que leemos. La atención del público se logra reinventando todo. Por suerte tenemos visitas como las de Nik o José Narosky y otros amigos, que vienen seguido.
(L)-Es muy celebrada la competencia entre los aforismos en serio de Narosky con los míos, que son bizarros.
Además de su programa están con Any Ventura. López tiene siete años en Mitre y acompaña a Bocacci ("...me lleva a bailar tango", reconoce). Caride (catorce años en la AM 790) también tiene a su cargo el muy buen resumen de noticias "Lo que queda del día" de las 21.
-Ustedes son como un "volante polifuncional" de fútbol. En todos lados rinden.
(C)-Porta nos dijo: "Son como un número cinco. Los ponemos al lado de una figura y lo hacen brillar".
-¿Con quién disfrutaron más?
(L)-Laburé con Nancy Pazos, Adolfo Castelo, Fantino y en Radio Nacional con Landricina y muchos más. No podría elegir uno.
(C)-Fui movilero y estuve con Pazos, Castelo y varios más. Trabajar un año con Andy (Kusnetzoff, en "Tarde de perros") me sirvió mucho. Porque, si bien no voy a hacer lo mismo que él, tener una mirada descontracturada me sirvió para correrme del periodiste rígido.
-¿Y a quién escuchan fuera de Mitre?
(C)-Después de horas buscando información, trato de distraerme. Pongo a Matías Martin y Varsky, y a Andy. Me gusta la Rock & Pop y me saco el sombrero ante Chiche Gelblung.
(L)-También me gusta Andy y cuando no era un divo disfrutaba a Fernando Peña. En la Rock & Pop la Negra Vernaci, Tortonese y Barragán. A veces Dolina y adoro las radios truchas. Se descubren cosas raras en esas FM que que no escucha nadie porque hay programas copados y con mucha gracia. Y me gustaría que Roberto Pettinatto hiciera un programa radial. Eso sí: tendría que haber más modelos frente al micrófono así las invitamos a nuestro estudio.
Gustavo Masutti Llach
Revista Ahora - Diario Crónica
Buenos Aires - Argentina
Junio de 2003
-¿Cuál es su público?
(C)-Le hablamos a la gente de treinta años para arriba porque es raro que un pibe esté escuchando AM ese día a esa hora. Aunque, nos encontramos con varias sorpresas. Nos escuchan jóvenes, gente del ambiente y una vez nos llamó Mirtha Legrand para hacer una aclaración sobre algo que habíamos leido. Nos imaginamos a nuestro oyente ideal remoloneando en la cama. Tenemos que acompañarlo, no levantarlo a la fuerza como en la semana. No hay que hacer tanto ruido.
-¿Cuáles son sus roles?
(C)-A mí me tocan las noticias "duras": política y economía.
(L)-Yo soy el que pone la parte alegre. Me encargo del espectáculo, las noticias curiosas, información general y las notas de color. Por suerte nos complementamos muy bien.
(C)-Somos algo así como Jack Lemmon y Walther Matteau en "Extraña Pareja" y funcionamos bien de ese modo. Juntarnos fue una decisión acertada de Porta (gerente de la radio). Aunque tengo que confesar que al principio no me lo bancaba.
(L)-Yo tampoco a él.
-¿Por qué?
(L)-La exigencia que me puso Horacio un domingo a la mañana no la había sufrido nunca. Pero con el tiempo me di cuenta de que aprendí mucho a su lado.
(C)-Fabricio surgió como reemplazante y quedó. Al principio me enojaba con él porque cuando me tomaba muy en serio los análisis políticos, él salía con un chiste y yo pensaba que se iba de mambo. Después me dejé llevar por la cotidianeidad del domingo. Me saqué el corset y la química se dio naturalmente.
-El horario tiene sus particularidades.
(L)-Y las sabemos aprovechar. Por ejemplo, somos de los pocos que le damos bolilla al interior (soy de Goya, Corrientes) y tratamos de leer los diarios de todo el país .
(C)-Así como también pensamos en el exiliado económico que nos escucha por Internet en el exterior y se le pianta un lagrimón. El tono es más relajado.
-¿Qué los diferencia del resto?
(L)-No todos vienen una hora antes del programa para estar bien despiertos a las siete de la mañana. Eso se nota al aire, sobre todo un domingo.
(C)-Tampoco tenemos material propio. Competimos contra programas que hacen reportajes y eso es más fácil. Nosotros tenemos que buscarle la vuelta y el contexto a todo lo que leemos. La atención del público se logra reinventando todo. Por suerte tenemos visitas como las de Nik o José Narosky y otros amigos, que vienen seguido.
(L)-Es muy celebrada la competencia entre los aforismos en serio de Narosky con los míos, que son bizarros.
Además de su programa están con Any Ventura. López tiene siete años en Mitre y acompaña a Bocacci ("...me lleva a bailar tango", reconoce). Caride (catorce años en la AM 790) también tiene a su cargo el muy buen resumen de noticias "Lo que queda del día" de las 21.
-Ustedes son como un "volante polifuncional" de fútbol. En todos lados rinden.
(C)-Porta nos dijo: "Son como un número cinco. Los ponemos al lado de una figura y lo hacen brillar".
-¿Con quién disfrutaron más?
(L)-Laburé con Nancy Pazos, Adolfo Castelo, Fantino y en Radio Nacional con Landricina y muchos más. No podría elegir uno.
(C)-Fui movilero y estuve con Pazos, Castelo y varios más. Trabajar un año con Andy (Kusnetzoff, en "Tarde de perros") me sirvió mucho. Porque, si bien no voy a hacer lo mismo que él, tener una mirada descontracturada me sirvió para correrme del periodiste rígido.
-¿Y a quién escuchan fuera de Mitre?
(C)-Después de horas buscando información, trato de distraerme. Pongo a Matías Martin y Varsky, y a Andy. Me gusta la Rock & Pop y me saco el sombrero ante Chiche Gelblung.
(L)-También me gusta Andy y cuando no era un divo disfrutaba a Fernando Peña. En la Rock & Pop la Negra Vernaci, Tortonese y Barragán. A veces Dolina y adoro las radios truchas. Se descubren cosas raras en esas FM que que no escucha nadie porque hay programas copados y con mucha gracia. Y me gustaría que Roberto Pettinatto hiciera un programa radial. Eso sí: tendría que haber más modelos frente al micrófono así las invitamos a nuestro estudio.
Gustavo Masutti Llach
Revista Ahora - Diario Crónica
Buenos Aires - Argentina
Junio de 2003
jueves, 5 de junio de 2003
Santiago Pont Lezica: "Me sentía como un exiliado"
El edificio todavía está en construcción, por lo tanto, la charla se produce en uno de los estudios de la radio. Como decíamos entonces, FM Millenium volvió a salir al aire después de nueve meses de silencio, ahora en el 107.3 del dial. Como es lógico, su mentor, Santiago Pont Lezica, está exultante."Esto es un triunfo que consiguió a gente -considera-. El cierre de Milenium fue un hito la historia de las telecomunicaciones por cómo se movilizó la gente. Siete meses después seguían mandando e-mails, impresionante. Me paraban por la calle y mepedían la vuelta. Así, después de mucho buscar, conseguimos una frecuencia limpia, algo que no es fácil en Buenos Aires".
-¿Cómo es la vuelta?
-Tratamos de seguir con el mismo espíritu porque la radio no salió del aire por fracasar sino por un conflicto con los dueños de la 106.3. El plantel es el de antes, con lo que conservamos la fuente de laburo. Ahora volvemos para retomar una senda que nadie ocupó, aún cuando trataron de imitarnos.
-¿Cuál es esa "senda"?
-La suavidad de la música, el mensaje y los contenidos. Esa es la línea. Y vamos a incorporar algo de lo que duele del mundo para crear consciencia. El noticiero tendrá un estilo similar.
-¿Al oscurecer el mensaje no se pierde la imagen de "oasis" que identificaba a Milenium?
-No. Te contaremos algunas cosas en el recreo. Esa es una de las nuevas apuestas. Me parece que tenemos que hablar de estos temas amargos, como la guerra. Así como también escucharás sobre nuestros aborígenes, por ejemplo. Son cuestiones que nos faltaron en la primera etapa y que en esta oportunidad no van a faltar.
-¿Qué respuesta tenés del público?
-La radio empezó oficialmente el 1 de abril y ya tenemos "rebote". Ahora lanzaremos una campaña por Internet (mandaremos 80.000 e-mails a los que nos pidieron que les avisáramos cuando volviésemos) y otra que estará en la calle el mes que viene. Los antiguos oyentes ya están respondiendo. Hubo quienes llamaron al Comfer para conseguir nuetros teléfonos (todavía no los anunciamos). Están contentos y nos transmiten la sensación de que vamos bien. Después nos iremos ajustando semana a semana. Y me parece que ya arrancó el "boca en boca", al igual que en nuestra primera etapa.
-¿El target será el mismo?
-Vamos a bajarlo unos cinco años, sin perder la identidad de la emisora. Ya lo estamos haciendo con la música: hay un poco más de música latina y nacional.
-¿Habrá contenidos, programas con conductores?
-Sólo un noticiero a la mañana con egresados de universidades de comunicación. Buscamos gente y opiniones nuevas y que la estrella sea la radio. Quiero frescura y una visión diferente del mundo. Es una apuesta fuerte, veremos cómo sale.
-¿En qué condiciones quedó tu relación con los dueños de la 106.3? ¿Te quedaron deudas?
-Arreglé todos los problemas pendientes con la Iglesia Universal. Hoy hablamos con el dueño como dos radiodifusores.
-¿Ellos son los que te imitaron? La música era parecida...
-No opino de su estilo. Pero fijate que nosotros íbamos sextos en la general y primeros en nuestro segmento (clase media y media alta) y ellos están en el puesto dieciséis. Trataron de hacer algo parecido, pero no es lo mismo.
-¿Cómo tomás la radio?
-Con un PPP, totalmente legal. Es la FM de Radio Avellaneda.
-¿En qué quedó la pelea por la frecuencia 106.9?
-El concurso está suspendido por la justicia, a partir de las denuncias que hubo. Esa etapa está terminada y debería salir a concurso nuevamente. Eso sería lo correcto porque, de otro modo, el que lo ganara estaría sospechado. Desde luego, el objetivo es tener nuestra propia licencia en algún momento. Es increíble que con nuestro prestigio y audiencia no tengamos un lugar en el dial cuando tantas empresas lo tengan adjudicado y no lo usan. Confío en que este gobierno pondrá un poco de orden en el aire. Ya hay demasiadas radios de predicadores y barriales sin función social, que lo ensucian. Ojalá Argentina le dé posibilidades a los independientes y no sólo a los poderosos.
-¿Cómo viviste los meses fuera del aire?
-Me sentía un poco como un exiliado. Noté que no salió ninguna radio parecida y que Milenium se extrañaba mucho. Tenía bronca de no tener frecuencia cuando otros tienen dos o cinco y monopolios que controlan el aire. Pero no me resigné.
-¿Escuchaste radio?
-Como siempre: La Rock & Pop, Del Plata, Lalo Mir y algunas FM. Noté cómo las radios quisieron rotar para captar nuestro público hasta que desistieron. Las imitaciones tienen que ser mejores que el original.
-¿La de tu ex socio, Bernardo Neustadt?
-La escuché los dos días que estuvo al aire.
-¿Qué le pasó?
(Hace un gesto que puede interpretarse como "no sé" o "paso").
-¿En qué cambió la economía de las radios?
-A partir de la reducción de los abonados al cable, se sumaron un millón de nuevos oyentes. La radio es gratis. Esto se marca en los anunciantes, ya estamos en los niveles del 2001 en pesos. Es un buen momento porque para los publicistas es una buena opción para hacer campañas, porque es más económica que la televisión.
-¿A qué se debe que sea barato pautar en radio?
-La culpa es de los dueños. Los multimedios bonificaban con la radio las inversiones publicitarias en la TV. En España la radio va segunda como medio para pautar por su credibilidad y llegada. Aquí va quinta. Veremos que pasa a partir de campañas exitosas, como la de cerveza Schneider, que se basó en la radio y aumentó sus ventas.
Gustavo Masutti Llach
Revista Ahora - Diario Crónica - Buenos Aires
Junio de 2003
-¿Cómo es la vuelta?
-Tratamos de seguir con el mismo espíritu porque la radio no salió del aire por fracasar sino por un conflicto con los dueños de la 106.3. El plantel es el de antes, con lo que conservamos la fuente de laburo. Ahora volvemos para retomar una senda que nadie ocupó, aún cuando trataron de imitarnos.
-¿Cuál es esa "senda"?
-La suavidad de la música, el mensaje y los contenidos. Esa es la línea. Y vamos a incorporar algo de lo que duele del mundo para crear consciencia. El noticiero tendrá un estilo similar.
-¿Al oscurecer el mensaje no se pierde la imagen de "oasis" que identificaba a Milenium?
-No. Te contaremos algunas cosas en el recreo. Esa es una de las nuevas apuestas. Me parece que tenemos que hablar de estos temas amargos, como la guerra. Así como también escucharás sobre nuestros aborígenes, por ejemplo. Son cuestiones que nos faltaron en la primera etapa y que en esta oportunidad no van a faltar.
-¿Qué respuesta tenés del público?
-La radio empezó oficialmente el 1 de abril y ya tenemos "rebote". Ahora lanzaremos una campaña por Internet (mandaremos 80.000 e-mails a los que nos pidieron que les avisáramos cuando volviésemos) y otra que estará en la calle el mes que viene. Los antiguos oyentes ya están respondiendo. Hubo quienes llamaron al Comfer para conseguir nuetros teléfonos (todavía no los anunciamos). Están contentos y nos transmiten la sensación de que vamos bien. Después nos iremos ajustando semana a semana. Y me parece que ya arrancó el "boca en boca", al igual que en nuestra primera etapa.
-¿El target será el mismo?
-Vamos a bajarlo unos cinco años, sin perder la identidad de la emisora. Ya lo estamos haciendo con la música: hay un poco más de música latina y nacional.
-¿Habrá contenidos, programas con conductores?
-Sólo un noticiero a la mañana con egresados de universidades de comunicación. Buscamos gente y opiniones nuevas y que la estrella sea la radio. Quiero frescura y una visión diferente del mundo. Es una apuesta fuerte, veremos cómo sale.
-¿En qué condiciones quedó tu relación con los dueños de la 106.3? ¿Te quedaron deudas?
-Arreglé todos los problemas pendientes con la Iglesia Universal. Hoy hablamos con el dueño como dos radiodifusores.
-¿Ellos son los que te imitaron? La música era parecida...
-No opino de su estilo. Pero fijate que nosotros íbamos sextos en la general y primeros en nuestro segmento (clase media y media alta) y ellos están en el puesto dieciséis. Trataron de hacer algo parecido, pero no es lo mismo.
-¿Cómo tomás la radio?
-Con un PPP, totalmente legal. Es la FM de Radio Avellaneda.
-¿En qué quedó la pelea por la frecuencia 106.9?
-El concurso está suspendido por la justicia, a partir de las denuncias que hubo. Esa etapa está terminada y debería salir a concurso nuevamente. Eso sería lo correcto porque, de otro modo, el que lo ganara estaría sospechado. Desde luego, el objetivo es tener nuestra propia licencia en algún momento. Es increíble que con nuestro prestigio y audiencia no tengamos un lugar en el dial cuando tantas empresas lo tengan adjudicado y no lo usan. Confío en que este gobierno pondrá un poco de orden en el aire. Ya hay demasiadas radios de predicadores y barriales sin función social, que lo ensucian. Ojalá Argentina le dé posibilidades a los independientes y no sólo a los poderosos.
-¿Cómo viviste los meses fuera del aire?
-Me sentía un poco como un exiliado. Noté que no salió ninguna radio parecida y que Milenium se extrañaba mucho. Tenía bronca de no tener frecuencia cuando otros tienen dos o cinco y monopolios que controlan el aire. Pero no me resigné.
-¿Escuchaste radio?
-Como siempre: La Rock & Pop, Del Plata, Lalo Mir y algunas FM. Noté cómo las radios quisieron rotar para captar nuestro público hasta que desistieron. Las imitaciones tienen que ser mejores que el original.
-¿La de tu ex socio, Bernardo Neustadt?
-La escuché los dos días que estuvo al aire.
-¿Qué le pasó?
(Hace un gesto que puede interpretarse como "no sé" o "paso").
-¿En qué cambió la economía de las radios?
-A partir de la reducción de los abonados al cable, se sumaron un millón de nuevos oyentes. La radio es gratis. Esto se marca en los anunciantes, ya estamos en los niveles del 2001 en pesos. Es un buen momento porque para los publicistas es una buena opción para hacer campañas, porque es más económica que la televisión.
-¿A qué se debe que sea barato pautar en radio?
-La culpa es de los dueños. Los multimedios bonificaban con la radio las inversiones publicitarias en la TV. En España la radio va segunda como medio para pautar por su credibilidad y llegada. Aquí va quinta. Veremos que pasa a partir de campañas exitosas, como la de cerveza Schneider, que se basó en la radio y aumentó sus ventas.
Gustavo Masutti Llach
Revista Ahora - Diario Crónica - Buenos Aires
Junio de 2003
domingo, 4 de mayo de 2003
Michel Peyronel: "Estoy podrido de la "reality radio" y de los oyentes al aire"
"Todo es una cuestión de timing", sentencia Michel Peyronel, creador de radios, baterista de los "duendes del pesado rock", Riff y el hombre más cool de la radiofonía vernácula. Y amplía: "Si hubiese hecho FM Tango ahora, tal vez no habría pasado nada. Con Nostalgie fue al revés. Quizás la tendría que haber creado un poco más tarde, cuando salieron Gen y Aspen Classic que son una copia fiel. No importa, me parece bárbaro que lo hagan. Ahora estoy con esto".
"Esto" es Premium Concept (FM 103.5 de lunes a viernes de 19 a 24), cinco horas diarias de programación, esencialmente musical, y una suerte de radio dentro de otra, en una FM que habitualmente programa música clásica y a la BBC de Londres.
-¿Es un invento tuyo?
-Es nuevo. Se nos ocurrió con los publicistas Daniel Bloise y Gabriel Ruffolo. En cuanto a la estructura, ya se hizo en La Metro Dance. Lo novedoso es el formato. Como su nombre lo indica, "Pemium Concept" es un concepto con el que estoy experimentando en vivo y con público (los demos me embolan). En estas cinco horas, todo lo que sale al aire está guionado, y hasta los sponsors son protagonistas, escenografía o sencillamente parte de las historias que se cuentan. Lo que más me gusta de esta idea es que es muy difícil de copiar porque demanda mucho laburo, y si no lo sabés hacer no te queda bien. Esa es la tendencia del marketing actual.
-¿Cómo es la programación de "Concept"?
-Arranca con el "El Lounge-on-Wheels", una versión sobre ruedas del clásico de Nostalgie, y una suerte de "road movie" radial. Está pensado para que lo auspicie una marca de autos. Continúa con "El Lounge", ese espacio de seducción musical y drinks. Luego llega Kelly Futura, una sexy azafata que atiende el counter del "Limbo Check-In", y "El Chill Out Express", un vuelo a veinte mil metros sobre el nivel de la mente, donde "el comandante Michel" es el guía turístico al fondo de los sentidos. Cada uno es como si fuera una película, con personajes. Todo esto no tiene el sentido que tendría con los sponsors. Hasta qué punto está pensado en función del anunciante que su presencia nos facilitaría las cosas desde el guión. Porque le podríamos poner nombres a la escenografía.
-Por ahora no hay avisos.
-No. Empezamos hace un poco más de un mes y estamos seduciendo a algunas empresas. Seguramente arreglaremos con Havanna Club y estamos gestando una suerte de tour promocional por los bares. Claro, el tiempo transcurre distinto para uno que para los sponsors. ellos tienen reuniones y se cuidan muy bien antes de invertir.
-¿Qué te parece la radio?
-Una de sus contras es que tiene un mix de cosas y así el oyente no "clava" la sintonía. Por supuesto, yo quiero imponer lo mío. De momento estoy acá y no pienso en mudarme. Sobre todo porque en Capital Federal se escucha muy bien, tiene una potencia impresionante.
-¿Y en la provincia?
-Hay algunas interferencias. Está terriblemente sucio el aire, por las radios truchas, y desde el gobierno nadie está haciendo nada para ordenar ese tema. Veremos qué pasa con la nueva administración porque no se puede trabajar bien. Lo mismo corre para las mediciones de audiencia.
-¿A qué te referís?
-No funcionan. Más allá de si son o no verdaderas. El rating es una herramienta de trabajo. Vos no podés tener el corte de cómo te fue en los últimos quince días, si te escuchan más las mujeres o qué pasa con los adolescentes. Como se hace en TV. Si me dan resultados de hace tres meses no puedo dar golpes de timón a tiempo. Y, con respecto a Ibope, está bueno que se sepa que antes, si les pedías que te midieran, lo hacían. Ahora, si no les pagás, no te miden. Aunque vayas primero figurás como "otra no identificada". Le pasó a Rivadavia, que durante un tiempo no pagó el servicio y apareció como "otra no identificada" e iba cuarta. Es infantil.
-¿Decís que no habría que pagar?
-No. Estoy de acuerdo con el arancel. Pero deberían tener un precio especial para radios sin ese músculo. No tengo un multimedios atrás como el CIE, Clarín o Telefe-Continental, que tienen una fuerza terrorífica.
-¿Por qué no entrás a una de esas radios?
-Porque tienen sesgos muy estrictos. Pero fijate que no hay ninguna con formato Adulto - Contemporáneo, que es adonde apunto. Nosotros mezclamos voces sensuales con Glenn Miller y música electrónica. En Europa está lleno, acá sólo yo paso este tipo de música.
-¿Tenés competencia?
-No sé. No parece. Estoy podrido de la "reality radio" y de los oyentes al aire. Esta es una programación musical para gente con paladar negro. Formatear con un tipo de música (como hice en Tango o Nostalgie) es una antigüedad. Prefiero apuntar a un tipo de oyente, de gente.
-¿Que cómo es?
-Tiene entre 25 y 55 años y una variedad de gustos en lo musical. No me interesa más el que escucha sólo tango, jazz o rock y aguanta dos horas de radio por día. Trato de cerrar un concepto estético con música que no lo va a espantar. Pero es muy abierto, porque es cultural. Son tipos que los podés encontrar en cualquier lado. Porque hay que jugar con la fantasía. Quiero que mi oyente se imagine que va en una nave (aunque maneje un 600) y, cuando llegue a su casa, su minita no lo espere con los ruleros puestos y la boleta de gas en la mano, sino vestida para matar, con un martini y los chicos en la casa de la hermana. Así, ponen la radio y se les "loungiza" la vida. Es una cuestión de actitud: Poné la barrita de la estética un poco más arriba. Así la vida es más agradable.
Gustavo Masutti Llach
Revista Ahora - Diario Crónica
Buenos Aires - Argentina
Foto: Revista Noticias. Editorial Perfil.
Mayo de 2003
domingo, 20 de abril de 2003
Mario Kaminsky: Radio Colonia.
Aunque la mayoría de sus anunciantes y su audiencia es argentina, el director de la emisora uruguaya no desmuetra un gran aprecio por el país hermano. Dice que "Argentina está haciendo un curso de democracia en los últimos veinte años y Uruguay es netamente democrático" y que Radio 10 triunfa porque descubrió que en todo argentino sigue habiendo un "enano fascista".
"Un tuerto en el país de los ciegos". Así definió alguna vez el mítico Ariel Delgado a Radio Colonia (AM 550, "una frecuencia privilegiada"), la emisora uruguaya a la que los argentinos supieron hacerle un lugar. En 2003 cumplirá setenta años y su director, Mario Kaminsky, comenta que los festejarán con "una nueva imagen". "La leyenda de esta radio marca que acá podían hablar los que no podían hacerlo en las épocas negras de la Argentina -recuerda-. En el '65 tiene un gran cambio, de la mano de Héctor Ricardo García, que le dio un tremendo impulso periodístico y junto a Revista Así, el diario Crónica y desde el '71 Canal Once se convirtieron en el primer multimedio de estas tierras. Con él llega Ariel Delgado quien fue director y licenciatario (era uruguayo y argentino) y se convirtió en la gran estrella de esta radio, quien creó esa mística del "hay más noticias para este boletín".
-¿Cuándo llegan ustedes?
-En 1977 y tratamos de convertirla en una emisora más musical porque estábamos ligados a Microfon, que fue la gran compañía musical de esa época. En el '89 la compra un consorcio uruguayo-argentino liderado por Omar Macri (nada que ver con Mauricio o Franco) y me contrataron para que la dirija por dos años. Ya llevo catorce.
-¿Qué se puede esperar a partir de ahora?
-Queremos darle un nuevo color. Siempre hemos preservado el tesoro que es el la columna vertebral: Las noticias. Tenemos dos panoramas dirigidos por Freddys Cabrera (6 a 6,30 y 13 a 14.30) con corresponsalías fuertes en Buenos Aires y Montevideo. Incorporamos en los últimos tiempos a Cacho Fontana (sábados de 20 a 24) y de lunes a viernes a Humberto Toledo (de 6.30 a 9.30 y 17 a 19), Anselmo Marini (hasta las 13), Luis Cali (automovilismo, de 19 a 20), Mario Mactas con Anamá Ferreyra y China Zorrilla (de 20 a 24) y Carlos Beillard (de 0 a 3). También hay una corresponsalía desde Miami de Raul Urtizberea, que le agrega una mirada rioplatense a las noticias que llegan desde Estados Unidos. Además tenemos el humor de Julio Frade y Eduardo D'Angelo, aquellos de "Comicolor" o "Telecataplum".
-¿Cuál es su función de hoy?
-Para Argentina es reflejar su realidad sin condicionamientos. La libertad de prensa se deformó y se convirtió en libertad de empresas. Colonia es un espejo que tira lo que sucede. No cometemos barbaridades ni se van a escuchar agresiones ni malas palabras como en las radios argentinas. No tenemos sesgo. Con todo respeto, tiene las ventajas de nuestro país: Argentina está haciendo un curso de democracia en los últimos veinte años y Uruguay es netamente democrático.
-...con algún gobierno militar.
-Claro. Pero salvo algún lapso de gobiernos militares, tenemos cien años de democracia.
-¿Qué proporción de la audiencia es argentina?
-No tenemos ese dato pero sin dudas son muchos más. En Uruguay nos acusan de ser demasiado argentinos. Por audiencia somos una radio del segundo cordón del Gran Buenos Aires, Entre Ríos y la Provincia de Buenos Aires. Llegamos con frituras hasta Ushuaia.
-Es decir, un público popular.
-Sí. Estamos haciendo un denodado esfuerzo para levantar un poco el nivel económico de la audiencia porque a muchos anunciantes no les interesa lo popular. La crisis argentina baleó a las clases más bajas.
-¿Los anunciantes son argentinos o uruguayos?
-Sesenta por ciento argentinos.
-Le sacaron la marcha característica al informativo. ¿Por qué?
-Ya tenía sesenta años y nos representó en un momento. Pero entendíamos que para los setenta años teníamos que cambiarnos el traje. Más allá de la herencia, hay que agregarle cosas nuevas. Por eso, cambiamos la marcha de la bandera de los Estados Unidos por una versión de Astor Piazzola de la película "Evita".
-Mire que Rivadavia intentó modificar "El Rotativo del Aire" y su clarín y la gente lo pidió de vuelta.
-En cualquier disciplina del mundo del espectáculo todo depende de la voz del público. Y es prueba y resultado. Hoy no tengo la marcha, estoy con Piazzola y Madonna, pero no puedo garantizar que no vuelva la marcha si el público lo reclama. Hasta ahora no sabemos cómo le fue. No tenemos una historia feliz con las mediciones de audiencia argentinas. Siempre nos usaron para asustar a alguna radio líder pero siempre estamos en "la mitad de la tabla".
-¿También quieren modificar la edad del público?
-No. Tenemos un target de 35 a 60 años. Nuestro lema es: "Una radio para gente como uno. Adultos contemporáneos pero con historia". Es decir, los muchachos que hace dos décadas tenían quince años y con nosotros descubrieron el folclore romántico de los Del Suquía, Aldo Monjes o desde Camilo Sesto a Manolo Galván, pasando por la música disco de Barry White o Donna Summer. Esos chicos hoy tienen entre 35 y 38.
-Haga un análisis de la AM de Buenos Aires.
-En los últimos años hubo un fenómeno que se llama Radio 10, que está hecha con mucha inteligencia. Porque, frente a un periodismo inundado de muchachos "progres", descubrió que en todo argentino sigue habiendo un "enano fascista". Les dio el mensaje que necesitaban con un plantel de grandes profesionales y barrió a todos con una sola premisa -que la repetía el padre de todo esto, don Jaime Yankelevich-: "Lo más importante en radio es que el ruido llegue muy lejos". El resto es Clarín. ¿Qué puedo decir de su potencia y su conducta? (No me hagas hablar de eso). O los mexicanos del CEI, vinculados al espectáculo, que compraron inteligentemente un montón de radios (siete) pero su llegada a la Argentina estaba vinculada con un proyecto de país que no existe más. Después quedan los restos de la vieja Radio Rivadavia y no hay más nada. En FM hay chicos de mucho talento como Paluch y Lalo Mir (aunque es un veterano). La Rock & Pop es un fenómeno muy interesante pero Pergolini no me gusta. El resto navenga en algo que no se sabe qué es.
Gustavo Masutti Llach
Revista Ahora - Diario Crónica
Buenos Aires - Argentina
Abril de 2003
"Un tuerto en el país de los ciegos". Así definió alguna vez el mítico Ariel Delgado a Radio Colonia (AM 550, "una frecuencia privilegiada"), la emisora uruguaya a la que los argentinos supieron hacerle un lugar. En 2003 cumplirá setenta años y su director, Mario Kaminsky, comenta que los festejarán con "una nueva imagen". "La leyenda de esta radio marca que acá podían hablar los que no podían hacerlo en las épocas negras de la Argentina -recuerda-. En el '65 tiene un gran cambio, de la mano de Héctor Ricardo García, que le dio un tremendo impulso periodístico y junto a Revista Así, el diario Crónica y desde el '71 Canal Once se convirtieron en el primer multimedio de estas tierras. Con él llega Ariel Delgado quien fue director y licenciatario (era uruguayo y argentino) y se convirtió en la gran estrella de esta radio, quien creó esa mística del "hay más noticias para este boletín".
-¿Cuándo llegan ustedes?
-En 1977 y tratamos de convertirla en una emisora más musical porque estábamos ligados a Microfon, que fue la gran compañía musical de esa época. En el '89 la compra un consorcio uruguayo-argentino liderado por Omar Macri (nada que ver con Mauricio o Franco) y me contrataron para que la dirija por dos años. Ya llevo catorce.
-¿Qué se puede esperar a partir de ahora?
-Queremos darle un nuevo color. Siempre hemos preservado el tesoro que es el la columna vertebral: Las noticias. Tenemos dos panoramas dirigidos por Freddys Cabrera (6 a 6,30 y 13 a 14.30) con corresponsalías fuertes en Buenos Aires y Montevideo. Incorporamos en los últimos tiempos a Cacho Fontana (sábados de 20 a 24) y de lunes a viernes a Humberto Toledo (de 6.30 a 9.30 y 17 a 19), Anselmo Marini (hasta las 13), Luis Cali (automovilismo, de 19 a 20), Mario Mactas con Anamá Ferreyra y China Zorrilla (de 20 a 24) y Carlos Beillard (de 0 a 3). También hay una corresponsalía desde Miami de Raul Urtizberea, que le agrega una mirada rioplatense a las noticias que llegan desde Estados Unidos. Además tenemos el humor de Julio Frade y Eduardo D'Angelo, aquellos de "Comicolor" o "Telecataplum".
-¿Cuál es su función de hoy?
-Para Argentina es reflejar su realidad sin condicionamientos. La libertad de prensa se deformó y se convirtió en libertad de empresas. Colonia es un espejo que tira lo que sucede. No cometemos barbaridades ni se van a escuchar agresiones ni malas palabras como en las radios argentinas. No tenemos sesgo. Con todo respeto, tiene las ventajas de nuestro país: Argentina está haciendo un curso de democracia en los últimos veinte años y Uruguay es netamente democrático.
-...con algún gobierno militar.
-Claro. Pero salvo algún lapso de gobiernos militares, tenemos cien años de democracia.
-¿Qué proporción de la audiencia es argentina?
-No tenemos ese dato pero sin dudas son muchos más. En Uruguay nos acusan de ser demasiado argentinos. Por audiencia somos una radio del segundo cordón del Gran Buenos Aires, Entre Ríos y la Provincia de Buenos Aires. Llegamos con frituras hasta Ushuaia.
-Es decir, un público popular.
-Sí. Estamos haciendo un denodado esfuerzo para levantar un poco el nivel económico de la audiencia porque a muchos anunciantes no les interesa lo popular. La crisis argentina baleó a las clases más bajas.
-¿Los anunciantes son argentinos o uruguayos?
-Sesenta por ciento argentinos.
-Le sacaron la marcha característica al informativo. ¿Por qué?
-Ya tenía sesenta años y nos representó en un momento. Pero entendíamos que para los setenta años teníamos que cambiarnos el traje. Más allá de la herencia, hay que agregarle cosas nuevas. Por eso, cambiamos la marcha de la bandera de los Estados Unidos por una versión de Astor Piazzola de la película "Evita".
-Mire que Rivadavia intentó modificar "El Rotativo del Aire" y su clarín y la gente lo pidió de vuelta.
-En cualquier disciplina del mundo del espectáculo todo depende de la voz del público. Y es prueba y resultado. Hoy no tengo la marcha, estoy con Piazzola y Madonna, pero no puedo garantizar que no vuelva la marcha si el público lo reclama. Hasta ahora no sabemos cómo le fue. No tenemos una historia feliz con las mediciones de audiencia argentinas. Siempre nos usaron para asustar a alguna radio líder pero siempre estamos en "la mitad de la tabla".
-¿También quieren modificar la edad del público?
-No. Tenemos un target de 35 a 60 años. Nuestro lema es: "Una radio para gente como uno. Adultos contemporáneos pero con historia". Es decir, los muchachos que hace dos décadas tenían quince años y con nosotros descubrieron el folclore romántico de los Del Suquía, Aldo Monjes o desde Camilo Sesto a Manolo Galván, pasando por la música disco de Barry White o Donna Summer. Esos chicos hoy tienen entre 35 y 38.
-Haga un análisis de la AM de Buenos Aires.
-En los últimos años hubo un fenómeno que se llama Radio 10, que está hecha con mucha inteligencia. Porque, frente a un periodismo inundado de muchachos "progres", descubrió que en todo argentino sigue habiendo un "enano fascista". Les dio el mensaje que necesitaban con un plantel de grandes profesionales y barrió a todos con una sola premisa -que la repetía el padre de todo esto, don Jaime Yankelevich-: "Lo más importante en radio es que el ruido llegue muy lejos". El resto es Clarín. ¿Qué puedo decir de su potencia y su conducta? (No me hagas hablar de eso). O los mexicanos del CEI, vinculados al espectáculo, que compraron inteligentemente un montón de radios (siete) pero su llegada a la Argentina estaba vinculada con un proyecto de país que no existe más. Después quedan los restos de la vieja Radio Rivadavia y no hay más nada. En FM hay chicos de mucho talento como Paluch y Lalo Mir (aunque es un veterano). La Rock & Pop es un fenómeno muy interesante pero Pergolini no me gusta. El resto navenga en algo que no se sabe qué es.
Gustavo Masutti Llach
Revista Ahora - Diario Crónica
Buenos Aires - Argentina
Abril de 2003
Mario Mactas: "Cuando la cultura existe, hay que tratar de hacerla invisible."
Sobre las tostadas de pan de salvado se acomodan, en dudoso equilibrio, fetas de salmón ahumado, rodajas de pepino, alcaparras, ciboulette, aceite de oliva y pimienta. Al lado una copa de cabernet. El almuerzo del "hombre de las 41 horas semanales de radio". Sí, eso es lo que suma Mario Mactas desde que sumó, hace un par de meses, su programa "Todos los gatos son pardos" (Colonia, AM 550, lunes a viernes de 20 a 24), a los de Continental (AM, 590): "El puente" (domingo de 6 a 7), "RH Positivo" (Conducido por Rolando Hanglin, lunes a viernes de 9 a 13) y el también flamante "El Toque" (lunes a viernes de 13 a 14). "Estoy tratando de llevar adelante la proeza de estar ocho horas en el aire por día", reconoce.
-¿Cómo se explica?
-Por una coincidencia que se dio entre el interes de Colonia de modificar su imagen y las mías de buscar otras zonas y recorrer otros caminos. Se dio en el momento justo en que estaba cerrando mi nuevo contrato con Continental. Firmé los dos aprovechando que, por ser Colonia una radio uruguaya con gran penetración en Buenos Aires, no había incopatibilidad.
-Te obliga a ser muy ecléctico ¿no?
-Y... necesito tener un alto grado de disociación para trabajar en compartimientos estancos. Esto es una enfermedad, una deformación profesional, pero imprescindible como para los futbolistas tener una pierna más grande que la otra.
-Estás en dos nuevos programas. Uno es "Todos los gatos son pardos".
-Si fuera una partitura diría que primero hay un movimiento rápido. Durante la primera hora es bien informativo: Guerra y actualidad nacional, más Anamá Ferreyra que hace columnas muy graciosas llamadas "Cabeza de mujer". Luego vienen dos movimientos lentos, entre las nueve y las once, con largas entrevistas, de veinte minutos para arriba, a personajes que van desde Graciela Borges a Vargas Llosa, pasando por Jaime Bayly. Según sus horarios, también se incorpora China Zorrilla. Somos un equipo del Mercosur. La última hora aparece la "periodista dinamita" Lorena Poso, que anticipa todo lo que va a pasar al otro día, y vuelve a acelerar la partitura.
-El otro es "El toque".
-Fue de rápido diseño porque me avisaron con poco tiempo y es una especie de puerta giratoria entre la mañana y la tarde. Su propósito es extender la mañana, para que no quedara liquidada a las doce y llegara hasta las dos. Esto es porque los matinales son los horarios de mayor encendido y pauta publicitaria. "El toque" tiene actualidad y un mensaje de seducción. Su clave es el tono.
-¿Esta multiplicidad se da porque ofrecés un piso de calidad?
-Modestamente creo que sí. Soy un "producto probado". Un activo -hablando en términos económicos- de la radio y un personaje versátil que puede cambiar de tonos y de horarios sin resentirse.
-Un "polifuncional", en términos futbolísticos.
-Claro, que puede jugar al arco o de nueve.
-¿Se gana más dinero por ser así?
-Y... es una cuestión standar.
-Vos, Victor Hugo Morales, Dolina, Hanglin, Fermosell... ¿Continental es la radio más culta del dial?
-Tengo la impresión de que sí. Pero no desde la erudición, la enciclopedia o la solemnidad. Cuando la cultura existe, hay que tratar de hacerla invisible. Si de todos modos se va a notar...
-Estos son tiempos de periodistas con ceño fruncido y vos mantenés el tono zumbón. ¿Aunque se derrumbase el mundo no perderías la sonrisa?
-Que el mundo se desmorone no significa que los periodistas también deban hacerlo. Nosotros somos vehículos para mostrar el mundo y eventualmente interpretarlo. Particularmente detesto, y hasta me provoca una reacción física desagradable, escuchar en mis colegas el constante tono editorial, de diatriba y de toma de posición sin haber profundizado ni estudiado los temas. A veces se nota que ni leyeron el diario. Buena parte del periodismo se convirtió en algo desolador, por el constante flujo y reflujo de opiniones sobre cuestiones que ni siquiera comprenden.
-¿Esto se profundizó con la guerra?
-Desde luego. Se escuchan muchos comentarios viscerales y primitivos.
-¿Tenés opinión al respecto?
-Toda guerra es espantosa y un horror. El nuevo diseño del mundo se basa en la fuerza. Pero tampoco puede ignorarse que en toda la historia las relaciones de poder y las estructuras se modifican con violencia. Si decís esto, y te escucha uno de estos periodistas primitivos, te pueden acusar de que estás a favor de Bush.
-¿Entonces?
-Se vive en un profundo malentendido tedioso. Se intuye que la gente está en contra de la guerra y los periodistas sobreactúan su rechazo para cortejarla.
-¿No será al revés? ¿Que la gente está en contra de la guerra de un modo visceral y no acepta otra opinión?
-El público está dispuesto a escuchar cualquier juicio preciso, dando por descontado que cualquier persona normal rechaza la muerte. Claro, decirle no a la guerra es estar a favor de la paz. No defender a Saddam Hussein o quemar los Mc Donald´s, que es una forma de violencia.
Gustavo Masutti Llach
Revista Ahora - Diario Crónica
Buenos Aires - Argentina
Abril de 2003