La cita con Diego Fucks es en el Viejo Café Tortoni, casi "la pieza de atrás" de Radio Continental. Si bien su altura y su voz grave pueden invitar a tomar distancia, a la hora de hablar, se descubre afable y divertido. Con casi veinte años en la profesión, el "Chavo" fue escalando posiciones al lado de Victor Hugo Morales. Empezó "cambiándole la cara" a las transmisiones de vestuarios y campo de juego. Hoy, como comentarista, suele acompañar al relator uruguayo en las transmisones de fútbol y la suya es una de las "voces cantantes" de "Competencia" (Continental, AM 590, lunes a viernes de 19,00 a 21,00). Multimediático, el hombre también aparece por televisión en "Tribuna Deportiva" y es autor de varios libros sobre historia del fútbol. "La verdad que trabajo en todos lados -reconoce-. Empecé en un diario barrial y al poco tempo ya estaba escribiendo en El Gráfico (1984). De ahi me echó Cherquis Bialo porque me parece que no le gustaba mi manera de trabajar. Hoy estamos juntos en TV, casi dos décadas después y sin rencores".
-¿Te benefició que te despidieran?
-Y... sí. Porque pasé a Tiempo Argentino y a trabajar con Victor Hugo Morales. Pero en ese momento me quería morir porque yo había aprendido a leer con esa revista. Y no llegué a trabajar ni un año.
-¿Cuánto tuvo que ver Víctor Hugo en tu presente?
-La gran carrera la hice con él. Nadie se acuerda de que yo escribía. Sin embargo, lo que más repercusion tiene es la TV. En Telefe estuve desde el '94 al '97. Era columnista del noticiero que tenía más de 25 puntos de rating. Entonces la gente comenzó a vincular mi cara con mi voz.
-¿Te animás a hacer una escala de repercusión popular para un periodista de acuerdo al medio?
La popularidad en la radio es diez veces superior a la de un diario. Y la tele tiene la misma proporción con respecto a la radio.
-En la radio es diez veces superior a un diario. Y la tele tiene la misma proporción con respecto a la radio. De cualquier modo, yo tuve la suerte de estar en una radio de las más escuchadas y al lado de un tipo (Victor Hugo Morales) que es uno de los líderes de audiencia desde hace veinte años. Ahora me conocen la cara. Eso tiene sus pro y sus contra. En algunas canchas preferiría que no me conozcan cuando dije algo bravo de ese club.
-¿Es peligroso ser periodista de futbol?
-A veces parecés un corresponsal de guerra (sonríe). Tuve varios líos. Una vez, en el '92, un barra brava me pegó en la cancha de Vélez nada más que porque fui al primer periodista que encontró. Me tiró al suelo de una piña. ¡Y yo estaba saliendo al aire! Me la quiso dar de nuevo cuando terminó el partido, pero lo agarró la policía.
-¿Despues vino la pelea con Menotti, que te invito a pelear?
-Asi es, fue un "apure" muy desagradable. La anterior fue gratuita pero esta era porque dije que él iba a "colgar" a Burruchaga. Y lo hizo. Menotti tiene problemas porque no discute con los que piensan distinto: los descalifica. Yo no creo que él me tenga en cuenta. Me quita entidad y piensa que soy un soldado en su enfrentamiento con Victor Hugo. Problema de él. Yo no tengo drama con nadie que piense distinto. Es muy rico hablar con quien no piensa como vos.
-¿Su bronca viene por una grabación que pusiste al aire?
-Algo de eso debe haber. Pero no puedo opinar pensando cómo van a reaccionar los protagonistas. Veo que hoy el periodismo mide todo y se fijan de quién van a decir ciertas cosas. Yo tenia una grabacion única e histórica de él hablando con Videla al aire durante el mundial juvenil del ´79. No me la podía comer.
-¿Cómo la conseguiste?
-Me la pasó un colecionista porque los "milicos" habían quemado todos los archivos. Era una joya porque yo estaba haciendo un trabajo sobre la utilización del fútbol por la junta militar. Iba más allá de Menotti. En definitiva, cuando ellos llegaron Menotti ya estaba. Después cada uno ve si se deja utilizar o cuánto necesita el laburo. Con su discurso (dice que está afliado al PC y tuvo amigos "chupados") creo que debió haber renunciado. El solito se mete a hablar de política pero no menciona su "manchón" con el Proceso. Pero, te repito, no puedo hablar por el bolsillo de otro.
-Cambiando de tema. Ahora sos comentarista. ¿Quienes son tus modelos?
-Cada uno en su estilo: Alejandro Apo, Fernando Niembro y Néstor Ibarra, que ya no hace deportes.
-¿Macaya Márquez?
-Prefiero a los que te nombré antes. No me deslumbra.
-Cuando hacías "vestuario y campo de juego" te hiciste conocido en el medio por algunos "rebusques" como: "tengo a Passarella a mi lado" y estabas en la tribuna...
(Se ríe)-Eso fue en el '92, cuando la AFA decide que los únicos periodistas que pueden entrar al campo son los de Torneos y Competencias. Nosotros teníamos que imaginarnos lo que decia el técnico, que no es tan difícil. El tipo que escucha radio no ve el partido. Si ves que le hace una seña al "7" para que se tire al medio, lo ponés en palabras.
-También armabas un show con eso de: "estamos en la puerta del vestuario, golpeamos la puerta..."
-Era todo verdad. Yo jugaba con los sonidos. Se podía porque éramos dos periodistas en el túnel. Ahora son diez y buscan "quilombo". No se puede. Buscaba creatividad y espectáculo. Hacía reportajes largos y los editaba y musicalizaba, por ejemplo. La primera vez que innové fue en el estado Centenario de Montevideo. Jugaba River con Peñarol y le puse el micrófono en el piso a Higuaín para que saliera nítido el ruido de los tapones contra el cemento al caminar. Eran otros tiempos.
-Hoy no se hace.
-Los vestuaristas no tienen acceso. Al jugador lo ven recién al final y a diez metros de distancia. En Boca entrabas al vestuario, hoy hacen conferencias de prensa. Las detesto porque no sirven para un carajo. Porque no se puede repreguntar y si el tecnico se enoja te contesta mal adelante de todos. Pero son inevitables por la cantidad de gente. El colmo fue en el Mundial de Estados Unidos, donde había un "tipo oficial" que hacia las preguntas. Acá Victor Hugo cambió las reglas de los vestuaristas porque los dejó preguntar. Antes se limitaban a ponerle los auriculares a los protagonistas.
Gustavo Masutti Lach
Revista Ahora- Diario Cronica
Buenos Aires - Argentina
Marzo de 2000