Es una institución. Después de 65 años, no hay manera de imaginarse la
Sala de Prensa de la Casa Rosada sin la pasión de este periodista. Además, pone
toda su impronta en la radio, donde desde hace tres décadas lleva adelante su
programa “Hola Ciudad”.
Imposible no quererlo. Porque más allá del respeto que impone don Roberto
Di Sandro con su aplastante trayectoria como periodista, hay que tener jugo
de limón en las venas para no sentirse enternecido y/o inspirado por la pasión
que pone para hacer su trabajo a los 81 años. Por si alguien no lo conoce, se
trata del hombre que ostenta un récord mundial: Cubre sin interrupciones las
actividades de la Casa de gobierno desde hace 65 años. Es moderno, se adaptó
rápido al teléfono celular, por ejemplo, pero hay algo en lo que no va a
transigir: La máquina de escribir. “Sigo usando la Olivetti –enuncia-. Jamás
la abandonaré. Si tengo que hacer algo con una computadora, mi hija Silvia me
pasa los textos a la computadora y los manda. Nunca aprenderé a utilizarla.
Tampoco me interesa a los 81 años que tengo”.
Pero esta vez la excusa es su otra pasión, la radio. “‘Hola Ciudad’
(Radio Argentina, AM 570, lunes a viernes a las 16) es un programa periodístico que he puesto en el aire
hace casi treinta años –se enorgullece-. Comencé en Radio Splendid –
cuando la emisora estaba en Riobamba y Arenales – y después cambié de radio,
pasando a FM tango que se difundía y difunde por Radio Municipal y actualmente
se denomina “La Dos por cuatro”. Volví a Splendid y algunos años más tarde me
trasladé a Radio Libertad para desembocar actualmente – hace ya casi tres años-
en Radio Argentina. El programa tiene un estilo muy popular donde aparecen las
voces de partidos políticos de todos los sectores, sin exclusión de ninguno.
Además, con mayor intensidad se escucha la música, y el tango fundamentalmente
cubre el espacio. La emisora no condiciona nada y cada uno puede dar su opinión
en torno a una vasta libertad de expresión, manteniendo siempre la educación y
la ética que debe tener un programa periodístico, en este caso controlado por
mí. Además se suman concursos, buen humor, muchísimos llamados telefónicos y
por supuesto la cuota de renovación que en estos treinta años en el aire
corresponde a una audiencia de ésta naturaleza. Me acompañan en la producción
mi esposa Norma y mis hijas Rosana y Silvia, como así en la locución Daniel
Batola. En tanto surgen voces de comentaristas como Roberto Muñoz, Eduardo
Dosisto (con su querida Calle Corrientes); el Doctor Luis Herrera un veterano
en la política nacional, Norberto Romano con diferentes entrevistas y José Arenas, entre otros representantes de
diferentes sectores que desean expresarse a través de mi programa”.
-Ya lleva 30 años al aire, ¿cómo renueva el
entusiasmo?
-Con un sentido optimista total buscando la manera de incorporar nuevas
figuras o nuevos etilos. La audiencia viene de mucho tiempo y le gusta la forma
y el estilo que imprimimos. Casi “sobre la marcha” y con toda sinceridad nos
brindamos a ella teniendo en cuenta el perfil de un programa que se vuelca
siempre a lo popular y nacional.
-¿Cuál es su rutina laboral?
-La de siempre, con algunos agregados. Casa Rosada, Radio Argentina
entre las 16 y 17 horas y retorno a la Rosada para seguir toda la información
del Diario Crónica. Además, para mi querido diario, escribo los sábados una
sección que se denomina “Intimidades Rosadas…Y mucho más” y los lunes ya un clásico que se llama “A mí
no me lo contaron”, donde anécdotas y hechos registrados en los últimos 65 años
son expuestos a la consideración del lector y cuyo contenido son desconocidos
hasta ahora. Justamente próximamente por estimulo total del diario Crónica
surgirá mi libro que precisamente se llama “A mí no me lo contaron”.
-¿Siente que tiene competidores en su estilo, más allá
de la audiencia?
-Lo ignoro. Hago lo que me surge permanentemente, y cada día. Y si puedo
emparejar a los que más saben en el ámbito radial, trato de hacerlo. Pero mi
actitud es siempre hablar de los buenos programas o de aquellos que quieren
surgir dejando de lado cualquier tipo de competencia.
-¿Queda algún peronista puro como usted en la radio de
Buenos Aires?
-Si queda algún peronista puro “como yo” – así lo dice usted–, no lo sé.
Existen, pero no me meto para nada en dar nombres o buscar detalles, solo me
dedico a “mi peronismo”, que es el directamente ligado a Juan Domingo Peron. “A
los ochenta y un años mantengo mis principios peronistas admitiendo los cambios
que pueden producirse pero siempre dentro de la esencia que nos legó el General
para el crecimiento de la patria”. Muchas veces esas esencias no han sido
tenidas en cuenta en estos tiempos.
-¿Qué lo enamoró del Peronismo?
-Le respondo con una categórica apreciación: Yo nací peronista. Mamé la
doctrina del General Perón desde sus inicios siendo yo muy joven. Soy un
admirador eterno de uno de los estadistas más sobresalientes del tiempo
contemporáneo, que logró la dignidad de los trabajadores y el nacimiento de un
país pujante a través de su industria, de su agricultura y de su acción social.
-Usted contó que alguna vez le hizo una chanza a la
presidenta Cristina sobre que ella “no es tan peronista”.
-Son muy pocas las veces que un periodista de Casa de Gobierno tiene
contacto con la Jefa de Estado. Alguna vez, por esa casualidad, me he
encontrado con ella, nos hemos saludado y alguna “ocurrencia” me surgió. Que
fue tomada quizás con cierta ironía por el tono, pero de ninguna manera
tratando de entrar al terreno político en forma directa. Tengo la suficiente
entidad y trayectoria para dirigirme a la más alta esfera gubernamental sin
generar ningún tipo de problema pero sin temor a preguntar. Por otra parte
conocen perfectamente mi militancia férrea y de la primera hora con el general
Juan Domingo Peron”.
-Usted es una institución en Casa de Gobierno. Pero en
los últimos años parece que los acreditados allí no pasan su mejor momento.
-Sin duda me consideran así ya que soy el Decano de los Periodistas de
la Rosada. Llevo sesenta y cinco años y un poquito más en esta casa y durante
éstos últimos diez años los acreditados aquí tenemos muy poco contacto con la
Presidenta. Dicen que es un estilo. Lo mismo ocurrió con el antecesor, su
fallecido esposo Néstor Kirchner. Antes, todos los mandatarios hicieron
conferencias de prensa o hubo contactos, e incluyo a presidentes elegidos por
el pueblo y de facto.
-No me lo imagino retirado. ¿Lo pensó?
-Usted bien lo dice. Efectivamente. No pienso hacerlo porque esto me da
vida, me da energía y si hasta parezco un cronista recién iniciado. Este es mi
fuego Sagrado. El periodismo lo llevaré hasta el final.
-¿No lo reclaman los afectos?
-Saben quién soy. Mi esposa, mis hijas y mis amigos apoyan éstos 81 años
en plena actividad.
Gustavo Masutti Llach
Revista Ahora, diario Crónica
Buenos Aires, Argentina
Setiembre de 2013